Visiones en torno al
pueblo mexicano
como ideología de dominación
7
de julio de 2017
Por Aldo Fabián Hernández Solis (Black Magazine)
A la memoria de Ana Santos Ruiz
Los intelectuales públicos, aquellos que le
hablan a la sociedad, que se insertan en debates y se preguntan sobre los
problemas sociales, cumplen una función en la sociedad muy importante. En
términos de dicotomía podemos decir que refuerzan una dominación o buscan
desmontarla, por lo menos en algún ámbito. El trabajo de los intelectuales no
es neutro y libre, se da en las tensiones sociales, en las disputas políticas.
Es por ello que el trabajo intelectual escoge su lugar en la sociedad, buscando
representar a una clase o grupo.
Las ideas están presentes en el desenvolvimiento
de la historia, tienen una materialidad en la acción de los hombres. Ideas
vueltas ideología justificaron la esclavitud, con evidencia “científica” y
doctos argumentos. El profiriato en México fue construido por los
“científicos”, intelectuales cobijados por el dictador. Toda dominación y
aberración ha contado con ideologías que las justifican. Al mismo tiempo, las
resistencias, las acciones de lucha política y revoluciones, se acompañan de
ideas, ideologías e intelectuales.
La lucha de las ideas es parte de la lucha
política y del devenir de la
historia. En el caso del México actual, la crisis hegemónica
por la que atravesamos es una oportunidad para combatir las ideologías de
dominación presentes en la
sociedad. Para ello se hace necesario mostrar la invalidez de
estas, sus ligas con intereses de clase y con el poder, mostrar la función
perniciosa que algunas ideas cumplen en la sociedad.
El libro de Ana Santos Ruíz, “Los hijos de los
dioses. El Grupo filosófico Hiperión y la filosofía de lo mexicano” [1],
es una herramienta para la lucha de las ideas. En un estudio profundo, que
acompaña un análisis fino, Ana Santos, da cuenta de las ligas de un grupo de
intelectuales (Grupo Hiperión) con el régimen post-cardenista, y como su
producción de ideas sirvió para legitimar los profundos cambios efectuados en
el periodo de 1940-1952, bajo el liderazgo de Manuel Ávila Camacho y Miguel
Alemán.
Señala Ana Santos Ruíz que las ideas sobre el
ser del mexicano, proyecto del Grupo
Hiperión, fueron construidas desde la soberbia intelectual, desde una
posición elitista y había en ellas un despreció al pueblo mexicano. La
filosofía de lo mexicano, señala la autora, concordaba con y reforzaba el
discurso oficial de la mexicanidad, en la que México era visto como algo excepcional (¡como
México no hay dos!), se promovía la “unidad” nacional y se colocaba a la
vanguardia del proyecto modernizador a la burguesía nacional, mientras que se
observaba como un obstáculo al desarrollo al pueblo, al que se estudiaba y se
buscaba reformar (aceptación de la dominación).
El pueblo mexicano, ese héroe que hizo la
Revolución, pronto se le proyectó, vía los intelectuales del Grupo Hiperión, como un ente
pasivo, “valemadrista”, flojo, indolente y otra serie de adjetivos, que
se vulgarizaron y en muchos sectores se establecieron como una verdad. Esto no
fue más que un constructo ideológico que servía como justificación a un viraje
con respecto al cardenismo y el afianzamiento de un régimen autoritario y de
clase.
Este desprecio hacia el pueblo mexicano por
parte del poder y sus intelectuales sigue vigente, la “filosofía” del mexicano
sigue funcionando como ideología del poder. Actualizada por intelectuales,
comentaristas y funcionarios, para los que el pueblo es un gran obstáculo hacia
el progreso: los campesinos que defienden su tierra, los obreros y sus
reivindicaciones; los normalistas radicales, violentes y necios; los indígenas
que no aceptan el progreso que les llevan, los nacos y sus costumbres, los
vendedores ambulantes que les encanta la informalidad, los pobres que no
quieren trabajar. Estas expresiones son ideología vulgar, mentiras completas,
trampas funcionales a la dominación, cuya raíz es profunda en la historia de
las ideas.
En la batalla por un México más justo, con
igualdad y democracia, es necesario vencer estas ideas demostrando su falsedad.
De ahí la importancia del libro “Los hijos de los dioses” de Ana Santos Ruíz,
una investigadora joven, crítica y brillante, que tristemente ya no está para
seguir en la lucha de las ideas contra la dominación. Que
sean estas letras un sentido homenaje.
Nota:
[1] Ana Santos Ruíz, Los hijos de los dioses. El Grupo filosófico Hiperión y la filosofía de los mexicano, Bonilla Artigas Editores, México, 2015.
Publicada por primera vez en Black Magazine: http://www.blackmagazine.mx/visiones-en-torno-al-pueblo-mexicano-como-ideologia-de-dominacion/
[1] Ana Santos Ruíz, Los hijos de los dioses. El Grupo filosófico Hiperión y la filosofía de los mexicano, Bonilla Artigas Editores, México, 2015.
Publicada por primera vez en Black Magazine: http://www.blackmagazine.mx/visiones-en-torno-al-pueblo-mexicano-como-ideologia-de-dominacion/
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228859
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