Las cadenas de la deuda
eterna en Argentina
Durante la Presidencia
de Mauricio Macri.
27 de julio de 2017
Por Maria Elena Saludas, Salomé Vuarant
A partir de la asunción del Gobierno de Macri en
Argentina, 10 de diciembre de 2015, se produjo un giro importante en la
política exterior. La agenda propuesta incluye la incorporación y firma de
Tratados de Libre Comercio (TLC) en todas sus formas. Estamos ante una nueva
ofensiva neoliberal con pérdida de soberanía, consolidación de una inserción
global subordinada (como productores de materias primas) y, de un modelo
productivo con una importante presencia de grandes empresas transnacionales.
Con el pretendido “regreso al mundo” de Argentina, a partir del pago a los “Fondos Buitre”,
la profundización del endeudamiento se acrecienta día a día.
El ritmo de endeudamiento
El Observatorio de la Deuda de la Universidad Metropolitana
para la Educación y el Trabajo (UMET) estima a mayo de 2017, una deuda de U$S
290.000 millones, partiendo del dato de deuda de la gestión anterior de U$S
235.000 millones (a octubre de 2015), la deuda pública habría aumentado unos
U$S 55.000 millones, es decir más del 11% del PIB (23% de crecimiento en 18 meses),
siendo este cambio absorbido, en especial, por un incremento en la
participación de acreedores privados (en su mayoría extranjeros).
Por otro lado,
desde principios de 2016, tomando al Tesoro (en dólares y pesos), más las
emisiones en moneda extranjeras provinciales y corporativas la emisión total de
títulos de deuda en los mercados ascendió a los U$S 81.972 millones, y hay
expectativas de que para el resto del 2017 se continúe tomando deuda de manera
abultada (el decreto 334/2017 autoriza emisiones de por lo menos U$S 20.000
millones más en moneda extranjera para este año).
Fuga de capitales
Según datos del citado observatorio, la magnitud de salida
de divisas continua muy elevada (en todo concepto). A partir de los datos
publicados por el Banco Central de la República Argentina
(BCRA), se observa que, tan sólo, en los primeros cuatro meses de este año se han fugado divisas:
En concepto de Formación de Activos Externos (FAE) del
Sector Privado no Financiero (SPNF) por U$S 5.650 millones; si se le suman los U$S 9.951 millones
fugados bajo ese concepto en el año 2016, entonces se obtiene que desde
diciembre de 2015 (fecha asunción de Gobierno de Macri) han salido del país U$S
17.625 millones.
En concepto de Utilidades, Dividendos y Otras Rentas, durante los primeros cuatro meses de 2017, se giraron U$S 465
millones. Si consideramos el período desde inicio de la gestión alcanza los U$S
3.627 millones.
En concepto de Turismo, se calcula una fuga de capitales de U$S 3.294 millones, también,
entre enero y abril de 2017. El egreso de divisas total por Turismo desde
diciembre de 2015 supera los U$S 10.612 millones.
En concepto de Intereses de la Deuda pagados al extranjero se constata el pago de U$S 1.939 millones
para los primeros cuatro meses de este año. La cifra final para la gestión
completa de Cambiemos alcanza los U$S 15.583 millones.
Lo que significa que la fuga de divisas al
exterior desde
inicios del nuevo Gobierno alcanzaría losU$S 47.447 millones.
El pago a los HOLDOUTS
Se les pagó en total la suma de 15.150 millones de dólares
hasta comienzos de junio de 2017. Los arreglos han sido secretos, por ese
motivo no puede saberse cuánto es el monto real del costo financiero. Sí se
sabe que se convino abonar los reclamos en efectivo con fondos que se obtenían
de la colocación de nueva deuda externa. Esto autorizado por la mayoría de los
legisladores argentinos en el Congreso de la Nación a través de la Ley 27.249
de pago a los Holdouts. Esta Ley, también, permite la emisión de bonos del Tesoro y/o
la contratación de otras operaciones de empréstito público por 12.500 millones
de dólares ampliando la Ley de Presupuesto 2016.
Queda claro que ese
amplio espectro político se niega a la Auditoria de la deuda. Se perdió la
ocasión de hacerlo con la Comisión Bicameral dispuesta por la
Ley de Pago Soberano entre 2014 y 2015 y no se asumen las investigaciones
judiciales, especialmente la sentencia de junio del 2002, derivada de la causa
impulsada por Alejandro Olmos sobre la deuda en tiempos de la dictadura.
Por otro lado, vale recordar que se suele considerar sólo a
los “fondos buitre”
como los grandes beneficiarios y especuladores, sin embargo, sin la banca sería
imposible la circulación de papeles de la deuda de los diferentes países. Casi
27 millones de dólares se pagaron por comisiones a bancos transnacionales como
el: J P Morgan, HSBC, Deustche Bank, Santander, Citigroup, BBVA y UBS fueron
los encargados de colocar los 15.150 millones de dólares.
Por eso, el Sistema financiero mundial festeja la
orientación de los recursos públicos de la Argentina hacia acreedores en
default, pero también por una nueva oportunidad de rentabilidad bancaria en
tiempos de crisis capitalista. El FMI,
cabeza del sistema financiero mundial, celebra los acontecimientos y, da las
pautas a seguir en materia económica
Deuda por un Siglo.
Se conoció en los últimos días de junio 2017 el anunció del
Ministro de Finanzas: “Argentina
emitirá bonos en dólares a 100 años de plazo”, con una tasa de interés cercana
al 8 por ciento anual. El monto de la nueva emisión de deuda ronda los U$S
3.000 millones. Si bien, representa menos del 1% del monto total de la deuda
pública, lo trascendente es que del bono implica reconocer, expresamente, la
intención de someterse por un siglo a un sistema de deuda usurario, ilegal e
ilegitimo. No nos es
difícil advertir que estamos frente a una deuda impagable, por más siglos y
siglos que continuemos pagándola. Respondiendo
a las necesidades del capital trasnacional, la Argentina les garantiza una tasa
de interés usuraria por el plazo de un siglo. Más allá del nuevo bono
centenario, lo que en sí resulta usurario, y por lo tanto perpetuo, es el
sistema de la deuda. Si
tomamos en cuenta que desde 1982
a la fecha, la Argentina abonó entre 4 y 5 veces el
monto original de la deuda contraída por la Dictadura, y que pese a ello la
deuda se multiplicó por más de siete, no nos es difícil advertir que estamos
frente a una deuda impagable, por más siglos y siglos que continuemos
pagándola.
Un “nuevo” Consenso de Washington.
Es probable que el
plan de ajuste del gobierno, se acelere después de las elecciones legislativas
del 22 de octubre próximo. Ya lo reconocieron los ministros de Finanzas y
Hacienda durante la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) celebrada
en Washington en abril pasado.
Las medidas, que a continuación detallamos, son parte del
paquete que el FMI le indicó a Macri, después que éste decidiese que la
economía nacional vuelva a girar en función de las pautas del organismo
multilateral para la obtención de sus créditos.
Los que se destinarán, sobre todo, a compensar los multimillonarios pagos de la
nueva deuda externa, que, aceleradamente, se está contrayendo. Somos
conscientes, que estas medidas o recomendaciones del FMI son las que condujeron
a la Argentina, como a otros países de la región y el mundo, a la quiebra, la
pobreza y los estallidos sociales.
Una de las
recomendaciones de funcionarios del FMI es una reducción estructural del empleo
público. Este plan ya está en ejecución desde hace un año, a cumplir hasta
diciembre de 2019. El “paquete”, también, comprende: (…)
CIADI
Si bien el Gobierno de Macri, pudo deshacerse de los “fondos
buitre” más recalcitrantes (patrocinados por el Juez Griesa), aún quedan
juicios pendientes de resolución en numerosos tribunales alrededor del mundo
-entre ellos: Estados Unidos, países de Europa, y Japón-. Los juicios
pendientes no sólo son por demandas por bonos impagos tras el default de 2001,
sino también por disputas comerciales en tribunales de arbitraje internacional,
como el CIADI, tribunal del Banco Mundial donde se dirimen controversias entre
países y empresas. |1|
Recordemos que
Argentina aceptó su competencia durante el gobierno de Carlos Menem como parte
de una estrategia de inserción internacional. Además, se firmaron 55 Tratados
Bilaterales de Inversión. Ese recorrido implicó la cesión de soberanía jurídica
ante tribunales internacionales y restringió la capacidad de regulación del
Estado.
Fotografía de la Argentina a un año del
acuerdo con los “Fondos Buitre”
Los problemas que sufrimos a diario a partir de la
consolidación de actual modelo de desarrollo deteriora la vida de la mayoría de
la población.
Desempleos masivos, flexibilización y precariedad laboral,
caída abrupta de los salarios ante la inflación-
entre otros factores-, son consecuencia directa de un modelo económico de ajuste estructural, producto,
sobre todo, del endeudamiento público.
Entre las medidas
regresivas en términos sociales se encuentran los despidos masivos y
estancamiento de las negociaciones colectivas del salario; desvalorización de
la labor docente atacando a la educación pública y gratuita; vaciamiento de
Universidades y de organismos estatales de Investigación, Ciencia y Tecnología;
profundización de la matriz extractiva y de la crisis energética a partir del
incremento de las tarifas; falta de presupuesto destinado a políticas de género
para poner coto a la violencia machista, siendo que en Argentina muere una
mujer cada 18 horas a causa de femicidios; vetos sistemáticos a leyes de
empresas recuperadas, etc. y etc.
Mientras,
defienden a los poderosos cercanos al gobierno y niegan
los 30 mil desaparecidos a causa del terrorismo de Estado,aprueban un
incremento en el Presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas, para la compra de
armamentos. Y se descubren nuevas causas de corrupción y de fraude, como las
causas del Correo Argentino, Odebrecht, y Panamá Papers.
Reflexiones finales
La Argentina
durante el terrorismo de Estado fue sobre-endeudada, deliberadamente,
respondiendo a una necesidad del capital trasnacional de ubicar sus excedentes
en divisas, de una manera ilegal e ilegítima. Ese endeudamiento, muy por encima
de nuestra capacidad de pago, generó desde un principio la imposibilidad de
siquiera hacer frente a la totalidad de los intereses. En tanto, los intereses
impagos se capitalizan (anatocismo) y el capital a su vencimiento se renegocia
o refinancia en su totalidad, la deuda se constituye en un sistema usurario y,
por lo tanto, impagable.
El sistema de la
deuda, en consecuencia, requiere que el deudor se vuelva a endeudar para pagar
vieja deuda, y así en un espiral perpetuo. El deudor, cada vez más ahogado por
una deuda creciente, se ve sometido, cada vez más a las condiciones que le
impone el capital trasnacional como requisito previo a autorizar nueva deuda.
Estas condiciones son conocidas por nosotros: la aplicación de las políticas de
ajuste estructural (PAE).
En materia de deuda
pública no existen grietas entre los gobiernos, sino continuidades, Argentina,
sin cuestionar el origen de contracción de deuda, es pagador serial.
Necesitamos romper con esa lógica y, conformar una Auditoría Ciudadana Integral
para develar, a través de la participación popular, lo que significa el
engranaje de la deuda perpetua. El pueblo está de pie…
Sitios webs consultados:
Diario Página 12: https://www.pagina12.com.ar/42772-c...
Héctor Giuliano: http://www.conclusion.com.ar/2017/0...
Versión en español
de artículo publicado en Revista AVP (en francés)
Notas: (…)
Fuente: http://www.cadtm.org/Las-cadenas-de-la-deuda-eterna-en
No hay comentarios:
Publicar un comentario