miércoles, 30 de octubre de 2013

"Sostenemos que el Derecho a la Ciudad, no es simplemente, el derecho de acceso a una vivienda, ni el acceso igualitario a los servicios públicos o a la tierra, sino también el derecho a transformar la Ciudad en algo radicalmente distinto".

CONVOCATORIA: Juicio Ético y Popular a

las Corporaciones en la Ciudad de Buenos Aires

29 agosto 2013
Movimientos populares, organizaciones sociales, colectivos culturales, de investigación y educación popular, radios comunitarias, activistas feministas, de derechos humanos, estamos promoviendo la realización de un “Juicio Ético y Popular a las Corporaciones en la ciudad de Buenos Aires”, inspirados en los Juicios Éticos y Populares a las Transnacionales realizados en el año 2011, como parte del proyecto de Resistencias Populares a la Recolonización del Continente.
Quienes venimos luchando contra la imposición de un modelo de ciudad expulsivo, exclusivo, inadecuado para vivir, observamos una relación muy especial y funcional entre lo que sucede en el ámbito urbano con la especulación inmobiliaria y la emergencia habitacional, y con la sobreexplotación, mercantilización y exportación de nuestros bienes comunes en los ámbitos no urbanos.

En los últimos años se han multiplicado en la Ciudad de Buenos Aires las resistencias a este modelo, y también su articulación -que tuvo por un lado su expresión en el enfrentamiento a las leyes del pacto Pro-K, y por otro lado en la denuncia de las distintas modalidades de represión, criminalización de la pobreza y judicialización de la protesta-. Hemos denunciado que el modelo, tanto en la Ciudad como en el país, representa la concentración de la propiedad de la tierra, el desprecio por la naturaleza y los bienes comunes, el extractivismo -que reproduce una política de saqueo neocolonial-, la sojización del campo, el control represivo de la población, y el arrasamiento de la soberanía de los pueblos. Todo esto ligado íntimamente a mecanismos de corrupción, de clientelismo, de mercantilización de las relaciones, como modalidad para ganar voluntades para los proyectos del gran capital.

Argentina es hoy un país subordinado a las corporaciones transnacionales. Esto se ejemplifica en la Cordillera de los Andes, con la megaminería y la entrega a la Barrick Gold, en el campo con el monocultivo, el uso masivo de agrotóxicos (que afecta a la salud de la población también en las ciudades), y la expansión del agronegocio –que benefician a las grandes corporaciones como Monsanto, Cargill, etc.), en la explotación petrolera con los acuerdos realizados con transnacionales como Chevron, que fueron enjuiciadas y en algunos casos expulsadas de otros países por sus políticas de destrucción de las poblaciones y de la naturaleza.
En la Ciudad de Buenos Aires, estas políticas se expresan en la entrega de cientos de hectáreas para que empresas como IRSA construyan de manera indiscriminada, apropiándose de la plusvalía generada por toda la ciudad; en la construcción de redes de comunicación y transporte, de infraestructura funcional a las rutas del saqueo; en la creación de los gigantescos mercados y shoppings en los que se extiende el agronegocio; y en general, en la organización colonial, capitalista y patriarcal del territorio urbano, de acuerdo con un modelo mal llamado de “desarrollo”, que es el que hoy domina en Nuestra América.

Si nos preguntamos ¿quién produce la ciudad? ¿Quién y cómo se gobierna? ¿Quiénes son sus dueños? ¿Quiénes son los expulsados y expulsadas? ¿Quiénes resultan excluidos y excluidas? ¿Quiénes son tratadas? ¿Quiénes son sometidos y sometidas a trabajo esclavo? ¿Quiénes son los reprimidos? ¿Quiénes “no caben” en el transporte, en la vivienda, en los hospitales, en los lugares de recreación? ¿Quiénes acceden al espacio público? ¿Quiénes acceden a los servicios públicos? ¿En qué condiciones están los mismos? ¿Quiénes quedan vulnerables en las inundaciones? ¿Quiénes son maltratados y maltratadas en manicomios y lugares de encierro? ¿Quiénes sobreviven en la marginación de la ciudad? ¿Quiénes mueren por causas evitables? Si nos preguntamos éstas y otras preguntas sobre la vida cotidiana, las respuestas nos conducen de un lado a identificar quiénes se benefician de la Ciudad, de sus negocios, de su mercantilización: las grandes corporaciones ligadas al poder político. Y quiénes son los sacrificados y sacrificadas: el pueblo pobre.

Entre los “ganadores”, que en estos años se han llenado de súper ganancias, nos encontramos con una empresa como IRSA, la gran terrateniente de la Ciudad, que es propietaria de 16.250.000 m2 de la tierra de Buenos Aires, entre edificios, shoppings y terrenos: la misma superficie que los barrios de Belgrano, la Boca y Recoleta juntos. Si se agregan las propiedades en el resto del país, IRSA es propietaria de 21 millones de m2.

Para permitir e incluso promover ese “desarrollo”, y esa apropiación desenfrenada, son ninguneados los mecanismos previstos en la Constitución local, así como las diferentes leyes que garantizan la participación ciudadana en las decisiones de planificación urbana, incumpliéndose así derechos humanos fundamentales.

El gobierno de la Ciudad promueve la especulación inmobiliaria y la valorización del suelo, sin concebir al suelo urbano como un bien social, común y estratégico, que tiene que garantizar los derechos sociales, económicos y culturales, para el conjunto de la ciudadanía.

Frente a esta lógica mercantil, que piensa el desarrollo urbano bajo el imperio de la valorización empresaria, impulsando los negocios privados de grandes constructoras, inmobiliarias, empresas contratistas de obras y servicios, que necesita del consumo ilimitado como paradigma de la felicidad, sostenemos una lógica diferente: la del Buen Vivir en la Ciudad, donde el desarrollo urbano, la calidad de vida de la población, y en general la satisfacción popular en torno al hábitat, la vivienda y el ambiente, estén basadas en las necesidades sociales y en la utilidad social de la tierra, por sobre y más allá del capital.

El gobierno de la Ciudad y el gobierno Nacional se han enfrentado en distintos temas que afectan la vida de quienes vivimos y transitamos la Ciudad de Buenos Aires. Por ejemplo, con el traspaso del subte, de las tierras fiscales donde se asientan barrios populares, el traspaso de la jurisdicción del puerto, el manejo del juego, las competencias de la policía, por nombrar solo algunos de los temas. Pero han acordado la entrega de las tierras públicas a las grandes corporaciones, y el desarrollo inmobiliario indiscriminado. Las leyes votadas en la Legislatura a fines del 2012, como parte del Pacto PRO-K (avalado por el PRO, Radicales, el Frente Para la Victoria y sus aliados), son un claro ejemplo.

Por ello, entendiendo que los gobiernos actuales de Ciudad y Nación promueven las súper ganancias de las corporaciones transnacionales y locales, y la entrega del territorio como espacios de acumulación del capital, es que decidimos llevar adelante este Juicio Ético Popular a las Corporaciones de la Ciudad de Buenos Aires.
En el sistema jurídico actual, las leyes y códigos están puestos al servicio de la defensa de la propiedad privada, la ganancia capitalista, el orden neocolonial y patriarcal, antes que del cuidado de las personas, las poblaciones, las generaciones presentes y futuras, y los territorios que sufren las consecuencias de dicho “orden”. Esta justicia criminaliza sistemáticamente a las y los pobres, a quienes protestan frente a las injusticias, a quienes se organizan y se rebelan. Cuestionarla desde la ética, es señalar los límites de su accionar, y los intereses a los que sirve.
Es desde esta perspectiva, basada no en los marcos actuales de la legalidad, sino en el concepto profundo de legitimidad, de reivindicación histórica de los derechos de los pueblos y de la naturaleza, que se ha constituido este Juicio Ético Popular, que tiene un sentido profundamente humano: la salvaguarda de la vida, y su reproducción actual y futura, en todas sus dimensiones e implicancias.
Sostenemos que el Derecho a la Ciudad, no es simplemente, el derecho de acceso a una vivienda, ni el acceso igualitario a los servicios públicos o a la tierra, sino también el derecho a transformar la Ciudad en algo radicalmente distinto: en un espacio a habitar, en el que puedan crecer nuestros sueños y proyectos como pueblo, sobre la base de la participación popular y la creación; y no de la destrucción de nuestros vínculos entre seres humanos, en la naturaleza.
Próxima audiencia: 
2 de noviembre. Audiencia contra Riva S.A. 
Lugar: Parque Lezama Las empresas a investigar en el marco de este Juicio y que serán denunciadas en las próximas audiencias son; Ashira y Urbasur.

Integran el Tribunal Ético Popular: 
Adolfo Pérez Esquivel. Premio Nobel de la Paz. Serpaj 
Nora Cortiñas. Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora 
Mirta Baravalle. Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora 
Osvaldo Bayer. Escritor 
Vicente Zito Lema. Escritor y abogado de derechos humanos. 
Herman Schiller. Periodista. 
Liliana Daunes. Comunicadora feminista 
Gabriela Massuh. Escritora 
Maristella Svampa. Socióloga y escritora 
Enrique Viale. Abogado Ambientalista. 
Alberto Sava. Frente de Artistas del Borda.

Coordinación del Tribunal Ético Popular: Claudia Korol Coordinación de las Fiscalías Populares: Jonatan Emanuel Baldiviezo


El Juicio Ético y Popular a las Corporaciones en la Ciudad de Buenos Aires es una iniciativa promovida por un conjunto de organizaciones sociales, políticas y culturales junto a colectivos en lucha del país y de América Latina. 
Convocan: Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, Colectivo por la Igualdad, Frente Popular Darío Santillán, Movimiento Popular La Dignidad, Frente de Artistas del Borda, Pan del Borda, Movimiento Popular Latinoamérica en Camino de los Libres, Laboratorio de Políticas Públicas (LPP), Encuentro Nacional de Espacios Culturales Autónomos (ENECA) - Regional Capital Federal, Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía, Centro de Investigación y Formación de los Movimientos Sociales Latinoamericanos, Asamblea del Parque Centenario, COB La Brecha. Leer

"Queremos dejar atrás un monopolio que consiguió erguirse como formador de opinión,...pero no queremos cambiar un monopolio por otro, queremos verdaderamente una democratización de los medios de comunicación".

Comunicado de organizaciones ante el fallo por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

APOYAMOS EL FALLO DE LA CORTE Y EXIGIMOS LICENCIAS PARA LOS MEDIOS ALTERNATIVOS
Por una profunda democratización de los medios!
Tras cuatro años de artilugios legales, medidas cautelares dilatorias, jueces y cámaras civiles compradas, el multimedios monopólico que supo encubrir el genocidio de la última dictadura militar y legitimar la entrega del país durante dècadas de neoliberalismo en los que creció su patrimonio al tiempo que el pueblo padecía las consecuencias el ultraje y el saqueo, el grupo Clarín, deberá comenzar a devolver una a una las licencias, canales, radios, acciones, circuitos de prestación de cable que conforman un monstruo de desinformación nefasto en la historia argentina, que se construyó transando con todos los gobiernos habidos y por haber.
Así lo establece el reciente y sorpresivo fallo casi unánime de la corte suprema de justicia, un fallo favorable para el pueblo argentino, pero que el pueblo deberá custodiar y exigir organizado y movilizado en las calles para garantizar su plena y real aplicación, único reaseguro de que la letra de la ley no sea letra muerta.
Sin embargo, creemos en la necesidad de que la voluntad política insinuada hasta ahora en denunciar y hacer justicia frente a Clarín se exprese concretamente en la entrega de licencias al pueblo y sus medios populares, y no un deslúcido traspaso de licencias entre distintas firmas del mismo grupo. En la efectiva aplicación del 33% destinado a los medios alternativos, comunitarios y populares que dan la batalla cotidiana por otra comunicación, al servicio del pueblo y su liberación.
Sabemos que esto es un gran paso, pero no es suficiente. El grupo Clarín argumentó la inconstitucionalidad de cuatro artículos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que tenían que ver con la adecuación, transferencia y multiplicidad de licencias, y hoy perdió esa pelea, pero cuatro años mas tarde podemos decir que los 160 artículos restantes estuvieron sin aplicación. Éstos no estaban suspendidos, sino que por decisión propia del gobierno y del AFSCA, quedaron relegados a una pelea impuesta y de la que los sectores populares poco tenían que ver.
La AFSCA debe abrir sus puertas a los reclamos que en estos cuatro años realizaron diversos medios populares por el reconocimiento de sus licencias sin peros ni trabas burocráticas ni económicas, el fin de las interrupciones a sus señales por parte de medios comerciales y la apertura al censo del espectro radioeléctrico. Entendemos que un paso fue la reciente auditoria de la primera emisora del Espacio de televisoras alternativas, populares y comunitarias, Barricada TV. Luego de haber movilizado a las puertas del organismo en conjunto con organizaciones políticas y sociales, en reclamo de la legalización inmediata y la aplicación plena de la ley de medios la AFSCA se comprometió a realizarla con las demás televisoras presentes el día de la movilización y demás sectores . Fruto de esta lucha logramos un primer acercamiento que no es la licencia que la Ley de servicios de comunicación Audiovisual debe cumplir, pero se trata de una autorización y un primer avance para la ejecución definitiva.
En los últimos años hemos movilizado para exigir al Estado que garantice el 33 por ciento del espectro reservado a los sin fines de lucro, un plan de promoción y fomento para los medios comunitarios, y concursos específicos para TV y radio comunitaria dentro de la categoría más amplia sin fines de lucro. Como ahora, pensamos que cada una de estas reivindicaciones las vamos a ir logrando en la calle, movilizados, haciendo de cada conquista un avance más sólido en el camino de la legalización.
Queremos dejar atrás un monopolio que consiguió erguirse como formador de opinión, como aparato ideológico de los sectores dominantes. Pero no queremos cambiar un monopolio por otro, queremos verdaderamente una democratización de los medios de comunicación.
Todos estos reclamos no son un invento, son el fruto del trabajo coordinado entre un amplio arco de organizaciones y medios populares, son el reclamo del pueblo argentino que deberá ser escuchado. De lo contrario, estaremos frente a un nuevo fracaso, esta vez no en los tribunales, sino en la lucha política misma.
Seguiremos luchando y reclamando por la aplicación de la ley en su aspecto más progresivo, el del 33% para la comunicación popular y para acorralar al mercado y su lógica alienante (sea de cualquier facción empresarial).
Por la aplicación plena de la ley de medios, por concursos específicos para los medios comunitarios dentro de la categoría sin fines de lucro, por la desconcentración y por la democratización, por políticas de promoción y fomento incluyentes seguiremos en la calle construyendo poder del pueblo.
Barricada TV 
Camino de los libres 
Organización Libres del Pueblo (OLP) 
Encuentro por la Unidad Latinoamericana 
Movimiento Nacional Ferroviario (Mo.Na.Fe.) 
Movimiento Teresa Rodriguez (MTR
)

martes, 29 de octubre de 2013

“Estamos en plan de decidir sobre nuestras vidas y nuestros territorios. es una movilización mundial que exige de nosotros romper con el modelo de producción y consumo”.

Manifiesto de La Jagua contra el modelo neocolonial
minero-energético
Por Organizaciones sociales colombianas e internacionales
Sábado 12 de octubre de 2013

Hoy reina en gran parte del mundo el modelo macroeconómico internacional, la llamada economía del mercado, la que a finales del siglo XVIII Adam Smith en su libro La riquezas de las naciones denominó la de «la mano invisible». Estamos en el siglo XXI y a nivel mundial este modelo viene produciendo hambrunas; guerras de ocupación; concentración absoluta del poder económico y político en manos de bancos, corporaciones multinacionales; desindustrialización; ejecución de proyectos minero-energéticos sin ninguna clase de consulta previa de las comunidades, cuyos modos de vida entran en contradicción con los intereses de ganancia máxima de las multinacionales causando graves afectaciones ambientales, de los tejidos sociales y de proyectos de vida; despojo de comunidades campesinas, indígenas y afro descendientes; privatización de recursos naturales y bienes públicos acompasados del destierro y del desplazamiento forzado; desigualdades escandalosas entre los países y al interior de los mismos, acompañada de corrupción rampante; desempleo de millones de seres humanos; firma de tratados de libre comercio y adecuación de leyes para favorecer a las multinacionales; judicialización de la propuesta popular; destrucción de vestigios prehispánicos y costumbres ancestrales; y una crisis económica social en todos los órdenes de la vida y los países neocolonizados, al igual que entre los sectores populares de las metrópolis neocolonizadoras, causadas por el poder y la codicia del sector financiero, una verdadera molienda humana y de los entornos naturales.

Una de las expresiones más salvajes del mundo neoliberal es entonces ese modelo transnacional de despojo que destruye hombres, ríos, aire, tierra fértiles y alimentos, y condena a muchos al desplazamiento y la desaparición forzada o a masacres espantosas ejecutadas por el paramilitarismo en convivencia con las fuerzas militares del Estado para preparar la llegada de grandes multinacionales, además de convertir la soberanía nacional en ficciones. Hoy este modelo es una realidad en gran parte en América del Sur, por supuesto en Colombia, uno de los países más desiguales del mundo donde se regalan los recursos naturales a las empresas transnacionales que se llevan todo, no pagan impuestos, y gozan de exenciones tributarias y subsidios del Estado. Es decir, aquí el Estado paga a esos Goliat extranjeros para que se lleven las riquezas naturales del país, las que, como en la canción América del cantautor campesino huilense Fabián Loaiza “van volando a otras tierras / no son nuestras, no son nuestras/ y dejan sangre y dolor/ mientras tu pueblo va respirando miseria”. En este contexto el Estado se transforma en un simple mediador entre las multinacionales y las comunidades, pero, claro está, en calidad de cómplice de las primeras.

El caso del Quimbo aquí en el Huila, es emblemático e ilustrativo de algo que había pasado inadvertido: la transnacional Enel no es lo que parece y dice ser. No está en realidad interesada en producir energía, sino en lucrarse con negocios financieros derivados de las construcción de la represa, tales como la venta de bonos de carbono o permisos de contaminación a otras empresas aún más contaminantes, como se explico en este evento. Los campesinos del Quimbo se preguntaron entonces entre sorprendidos e indignados: ¿y para eso es que están destruyendo el Magdalena, nuestras tierras que son las más fértiles del Huila, nuestros proyectos de vida y de futuro de nuestros hijos? Si, así es. Todo eso se ha desmaterializado para convertirse primero en mercancía y después en esa abstracción de los bonos que se negocian en el mundo financiero. Como pasa en el universo de Don Quijote de Cervantes, donde el mago Freston podía hacer que una cosa pareciera otra.

En síntesis, lo que se ha conseguido con este modelo neoliberal no es la riqueza de las naciones, sino mas bien la pobreza de las naciones. Habría que decir entonces como el filosofo Daniel Bensaid “para que la mano invisible es preciso que el otro sea ciego”. Los pueblos de América no somos ni hemos sido ciegos, ni sordos, ni mudos, ni insensibles, sino vendados y amordazados por gobiernos cipayos al servicio del gran capital. Ahora están cayendo vendas y mordazas porque hemos venido en un autodescubrimiento de lo que hemos sido y somos, y tenemos una visión propia y universal del porvenir. Estamos haciendo una especie de nueva Expedición Botánica que nos está revelando un continente bello, lleno de vida y de esperanzas, esa Tierra de Promisión de la que hablo nuestro José Eustasio Rivera, habitado por pueblos trabajadores, creativos y solidarios.

Estamos en RESISTENCIA DE VIDA. ESTAMOS EN PLAN DE DECIDIR SOBRE NUESTRAS VIDAS Y NUESTROS TERRITORIOS. ES UNA MOVILIZACIÓN MUNDIAL que exige de nosotros romper con el modelo de producción y consumo energéticos, hoy planteado como nueva forma de explotación.
No estamos ya condenados a la soledad y al olvido, y de verdad que vemos, organizados y en unidad por encima de diferencias no esenciales, construyendo nuestra segunda oportunidad sobre la tierra. Es la defensa de la Madre Tierra, del territorio, de la especie humana, de la vida en todas sus manifestaciones, de los sueños y de las utopías hoy inéditas, pero sin duda realizables. Es un gran grito de lucha y coraje que resuena por selvas, montes, campos y ciudades contra el modelo neoliberal de muerte, odio, guerra, y destrucción que se oyó en todo el país durante el reciente paro agrario en boca de campesinos, indígenas, estudiantes, sindicatos, amas de casa, sectores consecuentes del clero, partidos y movimientos políticos identificados con las causas populares, entre otras, presagiando así la unidad del campo y la ciudad, en la vía de construir, ese país que queremos para acabar con ese viejo país que agoniza. Y cuando una realidad agoniza, pues ha pasado a ser innecesaria, irracional y ha perdido su razón de ser, es reemplazada por una nueva realidad nueva y vital. Todo lo que existe merece perecer. Es decir, podemos reemplazar la Colombia que hoy existe construyendo desde abajo y entre toda esa Colombia que queremos, en donde ha de reinar el amor y no el odio, pues los seres humanos no estamos para el odio sino para el amor. Si, con eso sonamos, pero es una suerte de sueño con los pies bien puestos en la tierra. Nosotros sonamos una Colombia en paz en donde las comunidades disfruten del territorio y construyan sus imaginarios culturales, que no será posible con el modelo neoliberal expoliador y perturbador de la paz pública que predomina también en los discursos oficiales. Ya hemos abierto bien los ojos y el mundo de tinieblas y ceguera empieza a desviarse. Como escribió José Martí, “es hora de los hornos y no ha de verse más que la luz”.

El Encuentro Internacional concluye:
 1. Rechazar El Modelo Extractivista Minero Energético impuesto por las empresas trasnsnacionales en nuestros en territorios con las complicidad de los Estados.
2. Exigir la suspensión inmediata del Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo e indemnizar todos los daños causados.
3. Celebrar la realización de la primera audiencia temática sobre represas -caso Colombia- convocada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el próximo 31 de Octubre en Washington.
4. Reconocer y respaldar las luchas contra las grandes obras de generación de energía en Italia, en especial la toma de la sede de la Alcaldía de Archidosso en Tuscona por parte del movimiento monte libre, contra la explotación geotérmica del monte Amiata. Además in memoria de las 1910 víctimas por la tragedia Vajont el 9 de Octubre de 1963, condena la irresponsabilidad de la empresa ENEL causante del desastre.
 5. Condenar el asesinato del dirigente Nelson Giraldo, la desaparicion de Miguel Pabon, los desplazamientos violentos de Estado, despojo, la destruccion de las cadenas productivas, de la seguridad alimentaria, de los proyectos de vida de las todas comunidades afectadas por la construccion de Represas y especialmente los integrantes del Movimiento Ríos Vivos.
6. Solucionar de manera inmediata las demandas de los campesinos del Catatumbo y el cese del proceso de judicialización de sus líderes, en especial el compañero Cesar Jerez.
7. Respaldar las movilizaciones de los indígenas previstas a partir del 14 de Octubre contra los tratados de libre comercio, la defensa y recuperación de nuestros Territorios.
8. Participar de la Cumbre Agraria Nacional con el propósito de coordinar las resistencias en torno a una sola agenda única por la defensa de los territorios y la construcción de una política minero –energética, alimentaria, soberana y popular.
Firmantes:
Movimiento Ríos Vivos (Colombia)
Asociación de afectados por el proyecto hidroeléctrico El Quimbo - ASOQUIMBO
Asociación de zonas de reservas campesinas –Anzorc-
Asociación de cabildos indígenas del Cauca –ACIN-
El Sindicato de los trabajadores de la Industria de energia Electrica de Florianopolis y Región –SINERGIA-SC
Red Stop Enel 
Fórum Italiano de los movimientos por el Agua
Comisión intereclesial de Justicia y Paz
Comunidades de Guatemala afectadas por la represa palo viejo de ENEL 
Observatorio de Multinacionales en América Latina - Paz con Dignidad (Estado español)
HEGOA - Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional (Estado español)
Entrepueblos-Entrepobles-Herriarte-Entrepobos (Estado español)

lunes, 28 de octubre de 2013

"Pensamos que la vía más promisoria es la que señalan los indígenas y campesinos. Escuchemos sus voces".

LLAMAMIENTO DE LA PAZ
A LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA
A LOS GOBIERNOS LATINOAMERICANOS

Las comunidades, que han mostrado bajo la opresión más dura condiciones de resistencia y persistencia realmente asombrosas, representan (…) un factor natural de socialización de la tierra. El indio tiene arraigados hábitos de cooperación. Aun cuando de la propiedad comunitaria se pasa a la apropiación individual la cooperación se mantiene; las labores pesadas se hacen en común.
Mariátegui, Ideología y política

En el marco de un debate iniciado por el Foro Mundial de Alternativas (FMA) respecto del destino de las agriculturas y las poblaciones del campo en Asia, América Latina y África, debate cuyo primer episodio tuvo lugar en Beijing, China, en octubre de 2010, y el segundo en La Paz, Bolivia,los días 22 al 24 de octubre de 2013, los participantes: representantes de organizaciones sociales y productivas, miembros de organismos civiles, académicos, funcionarios públicos y legisladores, formulamos el siguiente llamamiento a los pueblos y gobiernos de nuestro Continente.

América Latina, el Caribe y el mundo enfrentan un reto de enormes proporciones, una crisis que incluye entre otras dos dimensiones fundamentales: el dramático deterioro ambiental y la profunda debacle alimentaria. Estamos en una encrucijada deorden civilizatorio ante la que sólo se abren en dos caminos: el de un acaparamiento, concentración y extranjerización de las tierras de los campesinos, de los indígenas originarios y de los afrodescendientes sólo comparable con la que se dio durante la Colonia, para operar en los nuevos latifundios minería tóxica con tajos a cielo abierto, grandes presas que destruyen cuencas y una agricultura extractiva, rentista y especulativa, vía que profundiza la crisis; y el que mediante el fortalecimiento del mundo campesino-indígena y de la agricultura que practican sus hombres y mujeres, tanto la comunitaria de los ayllus y otras figuras ancestrales, como la familiar y la cooperativa, detiene el deterioro ambiental y la crisis alimentaria a través de aprovechamientos sostenibles, diversificados y respetuosos de la naturaleza.

La disyuntiva es civilizatoria y supone definiciones globales y estratégicas. Al respecto nuestra opción es clara: entre el agro-negocio y la agri-cultura nos adherimos al paradigma que inspira a las comunidades indígenas originarias, afrodescendientes y campesinas; alternativa con la que coinciden muchas voces, entre ellas la del relator de la ONU para la agricultura y la alimentación y todas aquellas instancias internacionales que han reconocido las virtudes productivas y socioambientales de la pequeña y mediana agricultura.

La vía que proponemos es estratégica, pero su adopción demanda también acciones inmediatas: leyes, políticas, programas e iniciativas específicas que avancen por la ruta de la soberanía alimentaria, la defensa de la naturaleza y la restauración de la convivencia social. Esto pasa por el respeto a la diversidad sociocultural de los pueblos y el reconocimiento de sus derechos territoriales y autonómicos de base comunitaria, pero también por la profundización e intensificación de los procesos democráticos nacionales.

El problema del hambre, que agravia a más de 800 millones de personas, nos concierne a todos: quienes producen y consumen alimentos y quienes sólo los consumen, razón por la cual demanda estrategias integrales de planeación rural y urbana. Pero ante todo es necesario que las comunidades, las regiones, los países y la humanidad entera recuperen la soberanía alimentaria cedida a las trasnacionales. Y para recuperarla no podemos apostar por un agronegocio al que sólo mueven las ganancias que reportan la agroexportación y el monocultivo; un modelo tecnológicamente predador, socialmente injusto y ambientalmente insostenible que con su abuso de los agrotóxicos envenena a la naturaleza, a los productores y a los consumidores; una economía especulativa que lucra con el hambre.

Sin ser excluyente, pues cuando se trata de los alimentos nadie está de más, la opción más promisoria y estratégica es la pequeña y mediana producción; una agricultura que pese al abandono, desgaste y agresiones a los que ha sido sometida, sigue alimentando a gran parte del mundo con productos no solo sanos sino también identitarios, es decir representativos de la diversidad sociocultural.

Pero la pequeña y mediana agricultura no podrá potenciarse y alimentar a una población mundial creciente si se les siguen quitando tierras y aguas a los campesinos, las comunidades indígenas originarias y los afrodescendientes. Despojo que se intensificó en las últimas décadas y que en los años recientes devino carrera vertiginosa por repartirse el mundo barriendo con quienes lo habitan y lo mantienen vivo. Es necesario, es urgente, detener y revertir este proceso restituyendo las tierras y territorios que les fueron arrebatados a los indígenas, campesinos y afrodescendientes, incluyendo especialmente en este acto de justicia a las mujeres, cuyos derechos generales y agrarios han sido históricamente ignorados por el patriarcalismo ancestral y aun imperante. Y este rediseño de la tenencia de la tierra habrá que lograrlo no mediante bancos de tierras o entrega condicionada y a cuentagotas de parcelas familiares, sino a través de verdaderas reformas agrarias: mudanzas profundas que permitan restaurar la relación originaria de las comunidades con sus ámbitos territoriales, rota de antiguo por un sistema privatizador y anti campesino.

La restitución es indispensable desde la perspectiva del hambre, pues no se puede esperar un aporte decisivo de los campesinos a la soberanía alimentaria si estos no tienen tierras suficientes. Pero la restitución debe hacerse también y sobre todo porque es un derecho de los pueblos, un derecho histórico sustentado en la ocupación ancestral y reafirmado por el trabajo.

Defender y potenciar la buena agricultura que practican las mujeres y los hombres del campo pasa por cambiar los patrones actuales de tenencia de la tierra y por reconocer los sistemas políticos de los pueblos indígenas originarios. Pero no puede quedarse en esto pues está visto que en un entorno económico desfavorable y sin recursos para cultivarlas y vivir dignamente de ellas, los campesinos abandonan o enajenan sus parcelas. Es necesario entonces que los gobiernos se comprometan con políticas de fomento agropecuario diseñadas no como hasta ahora para favorecer al agronegocio y hacer dependientes a los campesinos fomentando el uso de agrotóxicos y de semillas transgénicas, sino adecuadas a sus necesidades, usos, y prácticas agrícolas; lo que incluye infraestructura, crédito, esquemas de comercialización, investigación tecnológica, entre otros bienes y servicios Políticas y acciones que no deben diseñarse e implementarse desde arriba sino en diálogo y consenso con los productores, sus comunidades y sus organizaciones, que son quienes en verdad saben lo que necesitan.

La crisis ambiental que nos sacude es una catástrofe antropogénica, o más bien mecadogénica, que a todos incumbe. Sin embargo lo que se haga en el ámbito rural por contenerla es decisivo pues es ahí donde se escenifica la más dramática destrucción de los ecosistemas y las culturas rurales y donde la batalla por su preservación y restauración es más intensa. Y en esta batalla los campesinos, indígenas originarios y afrodescendientes son protagonistas mayores pues, para ellos la madre tierra no es un simple medio de producción ni menos una mercancía, sino parte sustantiva de un binomio inseparable, de un todo armónico constituido por sociedad y naturaleza.

Los campesinos no sólo nos alimentan, al mismo tiempo preservan la vida del planeta. Pero también en este ámbito tienen derecho al apoyo: por una parte la comprensión, respaldo y corresponsabilidad de la población urbana, y por otra el reconocimiento y retribución de sus aportes por parte del Estado. La madre naturaleza no tiene precio pero los esfuerzos para devolverle la salud que le hemos quitado suponen costos que la sociedad debe reconocer y sufragar.

Sin la participación de todos en las decisiones, es decir sin democracia, los caminos se cierran. Y el mundo rural la necesita con urgencia. Pero también en esto los indígenas, campesinos y afrodescendientes nos enseñan que no hay una sola manera que practicar la democracia sino muchas. Y ellos priorizan la democracia participativa y consensual, una democracia desde abajo, una democracia comunitaria que es la única que legitima a los gobiernos locales, provinciales y nacionales.

La gran crisis no sólo es ambiental y alimentaria, también es civilizatoria por cuanto pone en cuestión los grandes paradigmas de la modernidad: el desarrollo y el progreso entendidos como crecimiento económico a toda costa.Y también ahí el mundo indígena y campesino nos da lecciones. Por una parte el concepto del buen vivir propio de los pueblos mesoamericanos, andino amazónicos, chaqueños, de la sabana, del Orinoco entre otros muchos originarios; pero también el concepto de bienestar como aspiración ancestral de todos los campesinos del mundo. Paradigmas, estrategias de pensamiento y sistemas de valores que en tiempos de crisis e incertidumbre son sin duda inspiradores.

Colombia es emblemática tanto de la crisis como de las vías que se van creando para superarla. Por ello los participantes en el seminario manifestamos a la comunidad internacional nuestro apoyo al proceso de paz, en la perspectiva en que contribuya a la transformación de la estructura agraria de un país al que caracteriza la más extrema concentración de la tierra. De igual manera hacemos votos porque el fin del conflicto armado signifique el pleno reconocimiento de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes que han sido sus principales víctimas
Estamos ante una encrucijada de orden civilizatorio que ni los pueblos ni los gobiernos latinoamericanos pueden soslayar. El orden clasista, colonial y patriarcal que además de destruir a la naturaleza explota a los trabajadores, somete a los colonizados, oprime a las mujeres y excluye a los jóvenes robándoles el futuro, debe ser dejado atrás. Los participantes en el debate sobre alternativas globales celebrado en La Paz, Bolivia, pensamos que la vía más promisoria es la que señalan los indígenas y campesinos. Escuchemos sus voces.

domingo, 27 de octubre de 2013

Tomemos conciencia qué oculta el enfrentamiento CFK a la Mesa de Enlace.

Las operaciones del Banco Mundial en la Argentina:Injerencia en el sector agrícola.


Por Juan Fal (PERIFERIAS)

Notas sobre el control territorial, social y biológico.*

1. Introducción:

Muchas de las grandes corporaciones y de los gobiernos más poderosos ensalzan el uso de nuevas tecnologías -incluyendo la genómica, la nanotecnología y la biología sintética- para la transformación de la biomasa en productos de alto valor1 como uno de los mecanismos para garantizar la sustitución de la industria petroquímica por la bioeconomía. El impacto económico, social y ecológico de esta propuesta para la periferia capitalista promete ser muy importante, ya que ahí se concentran los mayores reservorios de biomasa acuática y terrestre.

El acaparamiento de los recursos, implicado en las operaciones de fusión y adquisición corporativa -especialmente en el sur- es impulsado, mayormente, por la lucha por alcanzar una “seguridad en el abasto de materias primas” es decir, la adquisición de recursos naturales estratégicos que incluyen la tierra cultivable, las materias primas a granel, los minerales metálicos y no metálicos extraídos del subsuelo y, ahora también, el material vegetal genérico en calidad de reserva de biomasa.2

La amalgama de intereses en juego es percibido claramente por Andrés Barreda al señalar:

[….] como el objeto técnico en cuestión (la biodiversidad y la biotecnología) afecta la gestión general de toda la biosfera, y por ahí, de todos los procesos mundiales de producción primaria, de la emisión de contaminantes derivados de todas las industrias mundiales de transformación, de la alimentación del mundo y de la gestión médica de la reproducción de la fuerza de trabajo, la gestión de este negocio involucra forzosamente la participación de los Estados Nacionales y los organismos políticos internacionales. De ahí también el involucramiento directo de los órganos financieros internacionales como el Banco Mundial, encargados de diseñar y regular la inclusión en las políticas públicas de megaproyectos articuladores de un nuevo uso del suelo, un nuevo patrón técnico de producción y el proceso general de acumulación.3

El cruce de intereses señalado significa plantear la discusión en términos geoeconómicos y geopolíticos4, en tanto que lo está presente es la subordinación latinoamericana a las políticas emanadas de los centros capitalistas e impulsadas por las transnacionales y los organismos financieros internacionales, dado que lo que se encuentra detrás de este esquema -en un ambiente de agotamiento de recursos estratégicos- es el zarpazo sobre nuestros recursos naturales, que no solamente incluyen el petróleo, sino también nuestra biodiversidad, cuestión central en la transición que estamos viviendo.

Lo planteado, coloca a la región latinoamericana en un lugar estratégico, no como patio trasero como han señalado algunos autores de la talla de Chomsky.5 La situación se profundiza en la actualidad ya que lo que está en juego para Estados Unidos, en tanto país capitalista central con primacía mundial en un mundo crecientemente multipolarizado, es su propio sostenimiento material en un marco donde su sobre-extensión imperial se da en paralelo a crecientes dificultades en el auto-abastecimiento de recursos naturales no renovables. De ahí que su política exterior se base en la actualidad en la captura de los recursos estratégicos, a través de un esquema de tipo colonial / Imperial6 que responde a la preservación del dominio7 por medio del control militar / empresarial de los recursos naturales estratégicos del plantea, petróleo, gas natural, minerales, agua y biodiversidad, en su gran mayoría ubicados en la periferia capitalista.

Es un esquema presente en la historia contemporánea de la geopolítica estadounidense, que nos muestra que su objetivo central, luego de la segunda guerra mundial, ha sido la expansión política, militar y corporativa a las diferentes fronteras, ya sea a través de proyectos económicos como el Plan Marshall como en una masiva presencia militar a escala global, por medio de bases, sistemas militares regionales y programas de asistencia militar. Dichas estructuras han sido diseñadas para otorgar garantías político-militares a las inversiones y siempre han estado en estrecha relación con las de orden comercial y financiero que surgieron de los arreglos de Bretton Woods como el Fondo Monetario Internacional, el Gatt y el Banco Mundial.8 Ha sido esta relación funcional entre la geopolítica y la geoeconomía sobre la que se ha fundamentado la expansión estadounidense en América Latina,9 donde las operaciones políticas, económicas, militares y sociales para desestabilizar a los gobiernos latinoamericanos y, de esa manera, combatir a los movimientos insurgentes y lograr el control de sus economías, lo cual incluye a los recursos estratégicos10, han sido innumerables, siendo los casos de Chile y México los ejemplos más claros.

La necesidad de captura de los recursos naturales por parte de los Estados Unidos se profundiza en la actualidad producto del peak oil11, lo cual nos obliga a pensar y a estar atentos sobre el accionar que lleva a cabo para lograr su cometido. Es por eso que resulta de la mayor importancia analizar diacrónica y sincrónicamente las maniobras estadounidenses en América Latina, para la cual es relevante considerar los órganos ejecutores que han materializado dicho accionar en los diferentes países. Entre ellos, los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), verdaderos brazos políticos de los Estados Unidos en el mundo.

En arreglo a lo planteado anteriormente y considerando el rol que han tenido estos organismos en la ejecución de la política exterior estadounidense, es que analizaremos la injerencia del BM en Argentina, en tanto ha sido uno de los organismos que mayor penetración ha tenido en el país. Es en el diseño y aplicación de sus políticas donde se encuentran parte de las acciones que explican el desmantelamiento del aparato industrial argentino y las modificaciones en el manejo de su suelo. Para ello, abordaremos, en primer lugar, el estudio de los antecedentes del Banco Mundial en Argentina. Luego, intentaremos señalar, en base a los trabajos ya realizados como a investigación propia, los principales préstamos otorgados por el BM a la Argentina durante los años dos mil y cuál fue el impacto que dichos préstamos tuvieron sobre la estructura económica del país, su agricultura y uso del suelo, como un primer abordaje en el análisis del control territorial, social y biológico llevado a cabo por el Banco Mundial en nuestro país. Por último, se presentan los comentarios finales.

2. El Banco Mundial en la Argentina

2.1 Antecedentes: los inicios de una relación colonial / imperial

La revisión de las principales operaciones del BM en Argentina durante fines de la década de los noventa y la de los dos mil, muestra una profunda continuidad del contenido concreto en que operan los principios rectores del imperialismo, pese a que la forma a la largo del tiempo cambie. Es así que se pueden distinguir dos grandes períodos sobre el accionar del BM en Argentina. El primero cubre casi la totalidad de la década de los noventa, del cual no nos ocuparemos en profundidad, en tanto no es el objetivo primordial de este trabajo, mientras que el segundo, va de 1997 al 2010.12 Durante los noventa, existió un claro eje de programas que llevó a cabo lo que hemos denominado “el acorralamiento”, materializado en los programas de reforma del Estado que apuntaron a entorpecer la reproducción de la fuerza de trabajo por un lado -ya sea a través de los proyectos sanitarios como aquellos aplicados al ámbito educativo- y la venta de los recursos estratégicos por el otro. El segundo período supone la continuación de la reforma del Estado, pero se le agrega el financiamiento de la plataforma agroexportadora a través de los proyectos de construcción de carreteras, el financiamiento de drenajes de canales orientados a la producción agrícola, el cuidado de la biodiversidad y el agua y el financiamiento para lograr “mayor competitividad” de los pequeños y medianos productores y comunidades indígenas. La mayoría de estos proyectos se localizan en el norte argentino.

La hipótesis que sostenemos en relación al impacto de las políticas impulsadas y el condicionamiento ejercido por el BM sobre la Argentina no ocurren en un vacío de poder interno. Se dan en el marco de una de las derrotas más importantes que sufriera el movimiento obrero argentino, cuyo resultado fue la pérdida de poder de disputa económica y política por parte de dicho sector. La dictadura argentina del 76, a sangre y fuego, implementaría una de las políticas más violentas que conociera el siglo XX en toda Latinoamérica.

Por lo tanto, es en el cruce entre las políticas implementadas por la dictadura y fogoneadas y financiadas por el BM que deben buscarse las razones de la reprimarización y el desmantelamiento del aparato productivo industrial. Resulta claro entonces plantear que el accionar del Banco Mundial se construye en el transcurso de un cambio de época en Argentina, en parte por ellos impulsado, que significó la caída del modelo de sustitución de importaciones y, con él, el retorno de la reprimarización y el comienzo de la modificación en el uso del suelo.

El primer préstamo otorgado fue en 1961, y durante los años subsiguientes el contacto de la Argentina con el BM será esporádico. Recuperada la democracia, en 1983, la Argentina volvería a tener un mayor acercamiento con el BM, contacto que se profundizará a fines del gobierno de Alfonsín.13 Dicha relación, pese a ser fuerte, no estuvo marcada por un gran volumen de préstamo.14 Pero fue preparando el terreno en el plano de las burocracias estatales y la construcción de subjetividad de la población respecto de que no existía otra posibilidad para superar la crisis que la toma de crédito de los organismos financieros internacionales. Situación facilitada por la derrota del movimiento obrero y las guerrillas locales, así como por la llegada de un grupo de jóvenes15 formados todos ellos en Estados Unidos bajo la impronta ideológica del neoliberalismo, los que ocuparían cargos importantes en el Ministerio de Economía. Debido a la fuerte presión del FMI por las diferencias con el Ministro de Economía argentino Bernardo Grinspun, Alfonsín le pide la renuncia luego de un año de gestión. Este sería el reinicio de la relación con los entes subrogados al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (BM, BID, FMI). Con Juan Vital Sourrouille como nuevo Ministro de Economía, el país comenzaría a conocer el neoliberalismo en democracia. Fuertemente condicionado por la deuda externa y las presiones de los organismos internacionales, se produce la llegada del BM. A fines de 1984 comienzan los primeros análisis del BM para diagnosticar las necesidades del país, y en 1986 se terminan de definir las prioridades. Entre ellas, la principal fue la reforma del Estado. El organismo esperaba poder contribuir con la reforma al saneamiento fiscal del sector público por medio del mejoramiento y control de aduanas, de programas de inversión del Ministerio de Obras y Servicios Públicos, gestión de empresas públicas, etc.

A fines de 1987 la Argentina solicita una serie de préstamos, muchos de los cuales quedaron en suspenso o fueron cancelados por no haber llegado a un acuerdo con el BM. La decisión del Banco se fundamentó en el incumplimiento del control fiscal y de las “reformas” estructurales comprometidas por el gobierno argentino.16 El gobierno había acordado dos proyectos: de “desregulación” y de “desmonopolización” de los servicios públicos (cuyo resultado fue la privatización), y ellos figuraban como condicionalidades en el pliego acordado con el BM. Las negociaciones para la venta parcial de las compañías estatales de teléfonos y aviación, si bien no se concretan durante este gobierno, figuran como condicionalidades.17 A las presiones externas se suman los grupos económicos locales. El FMI anuncia la suspensión del préstamo Stand-By, y los bancos privados respondieron suspendiendo los préstamos que ya tenían otorgados. En la política del BM de fines de los años 80 se expresa claramente la profundización de los intereses de Estados Unidos en el tercer mundo, materializado a partir del triunfo de Ronald Reagan en 1981 y el cambio de su política exterior en favor de la captura de recursos estratégicos y los intereses de sus transnacionales. Las palabras de Roger Altman resultan elocuentes sobre los intereses empresariales de Estados Unidos y como la política de Banco Mundial debía sumirse a ellos. Para el ex secretario adjunto del Tesoro de los Estados Unidos (1977/80) y miembro importante de la Comisión Trilateral, el Banco Mundial debía [….] orientar sus esfuerzos hacia el alivio de la deuda y abandonar aquellos proyectos de infraestructura a los cuales contribuyó durante sus cuarenta años de vida. Preocupa que los países subdesarrollados como consecuencia de su deuda se vean afectados para importar, situación que resulta perjudicial para Estados Unidos. Ante esta situación, sugiere un cambio de rumbo en las políticas del Banco Mundial; entre las acciones propone: 1) Aumentar sus préstamos a los gobiernos nacionales debilitados. 2) Administrar sus activos de forma más creativa para financiar esos mayores préstamos. 3) El Banco Mundial debería insistir en que las naciones con superávit, en particular Japón y Alemania Federal, aporten una parte mayor del aumento de capital solicitado. 4) Por último, que cualquiera sea el plan concreto, el hecho es que debe ser hecho por el Banco Mundial.18

Otro de los argumentos en esta misma línea sostenía por aquellos años que el Banco Mundial debía abandonar los préstamos bilaterales y canalizar tales montos por su intermedio. La tendencia por parte de Estados Unidos a disminuir los préstamos bilaterales tenía un doble beneficio, como sugería James Baker, secretario del Tesoro durante el gobierno de Reagan:

[….] que el Banco Mundial resulta un aliado estratégico para Estados Unidos, con la ventaja adicional de que los dólares allí depositados rinden muchísimo más que los gastos en ayuda bilateral.19

El segundo beneficiario de dicha política eran las empresas.20 Hacia fines de los años 80 el proyecto de Banco Mundial era muy claro. En él se encontraban claramente expresados los intereses de las empresas transnacionales estadounidenses, así como los del gobierno norteamericano. El objetivo estaba definido: condicionar y forzar las políticas de ajuste estructural. De esta manera se podría acceder al control, previo desmantelamiento del aparatado productivo y de la burocracia capaz de pensarlo y desarrollarlo, de los recursos estratégicos nacionales, donde las empresas estadounidenses cumplirían un rol destacado.

En este marco, el BM otorgó, a lo largo de los años 90, cuatro tipos de préstamos a través del BIRF: 1) los destinados a programas sociales; 2) a la infraestructura; 3) ajuste estructural y 4) asistencia técnica. Todos ellos concedidos en los primeros años (1991/96) con obligaciones de pago que superarían la propia década de los 90. Durante ese primer período se otorgaron 24 créditos y a partir de 1996 se autorizaron veintiséis nuevos préstamos, de los cuales la mitad estuvieron destinados a sellar las reformas estructurales encaradas en la primera etapa y que no habían sido incluidos hasta ese entonces, como es el proyecto de reforma de las obras sociales sindicales21, que suponía traspasarlas a manos privadas, así como también extender la privatización de otros sectores como la de los aeropuertos y el transporte público de la ciudad de Buenos Aires (subterráneos y ferrocarriles metropolitanos). La implicancia de cada uno de estos proyectos fue diferente, en tanto impulsaron el proceso de desmantelamiento del aparato productivo, y, con ello, la desnacionalización de los recursos estratégicos de la Nación, así como la propia capacidad de reproducción de la fuerza de trabajo.

2.2 El Banco Mundial de fines de la década de los noventa y principios de los dos mil, 1997/2010

Hacia fines de la década de los noventa el interés de Washington y el BM sobre la Argentina cambia. Comienzan a prestarle más atención a la agricultura del norte argentino, sus carreteras, biodiversidad y agua, lo cual ha sido una novedad de los últimos 15 años si consideramos toda la relación entre el BM y la Argentina. La materialización de ese interés se observa en los proyectos que han financiado para la construcción de carreteras, el fomento de la “competitividad” de los pequeños y medianos productores, que no es otra cosa que el financiamiento de la agricultura industrial, la construcción de canales de drenaje para el desarrollo del sector agrícola y el cuidado de la biodiversidad y el agua. Proyectos que en su conjunto conforman un principio de control territorial, social y biológico. Es notorio como el BM cambia el eje de su intervención en la Argentina a fines de la década de los noventa, línea que se profundiza en los dos mil, pasando de hacer un fuerte hincapié en la reforma del Estado a interesarse por la captura de la biodiversidad y por la consolidación de una plataforma agroexportadora a través del control de los pequeños y medianos productores y el desarrollo de la infraestructura vial.

Luego de haber impulsado la reforma del Estado argentino, de promover la privatización de sus recursos estratégicos y dificultar la reproducción de su fuerza de trabajo, el BM va por la agricultura, sin dejar de ejercer la condicionalidad acreedora que lo ha caracterizado. Hay que considerar que la disputa por los recursos naturales está en el marco de una estrategia más amplia que incluye al IIRSA y otros proyectos de la misma índole, cuyo objetivon es garantizar la captura de la biodiversidad en tanto materia prima de la ingeniería genética. Este es el camino que propone el BM como salida al agotamiento de los recursos fósiles convencionales. Es decir, lo que está en disputa es la transición energética.

Esta es la verdadera magnitud del problema desde el punto de vista geopolítico y así lo ha planteado Estados Unidos desde la segunda posguerra: la cuestión es posibilitar el abastecimiento de los recursos estratégicos necesarios para garantizar el sustento de su propio crecimiento, para lo cual, diseña e implementa estrategias de control territorial sobre los países periféricos, ya sea a través de intervenciones directas como las militares, o bien aquellas tendientes a provocar inestabilidad política y social, o las dirigidas a no permitir la industrialización y, por lo tanto, el no consumo de recursos naturales, entre otras , para los cuales el BM es uno de sus brazos ejecutores.

El total de proyectos que financió el Banco durante este período fue de 96 y 23 de ellos se destinaron a los objetivos señalados anteriormente (Cuadro N° 1). El monto de estos proyectos alcanzó los 4.411 millones de US$. Además, numerosos proyectos continuaron, condicionalidad acreedora mediante, con la reforma del Estado y otros financiaron trabajos de asesoría en materia de salud y educación.

Sin embargo, lo que se observa es un cambio rotundo en el tipo de proyectos que financia el BM en Argentina, comparando con la primera etapa de los noventa. Cambio que fue acompañado por modificaciones en el ámbito de la legislación, no solo por permitir la entrada de los transgénicos, cuestión que motivó una discusión en el ámbito local, sino por el intento de modificación de la ley de semillas y creaciones fitogenéticas. Los proyectos financiados por el BM, presentados en el Cuadro Nº 1, pueden ser agrupados en tres grandes ejes: i) biodiversidad y agua; ii) carreteras y iii) financiamiento de pequeños y medianos productores y comunidades indígenas (Cuadro Nº 2). Estos tres ejes, de los cuales serán desarrollados los dos primeros por una cuestión de espacio, resultan diferentes a los que predominaron durante los primeros años de la década de los noventa, quiebre que coincide con la autorización de la entrada de los transgénicos. Otro de los rasgos característicos de estos tres ejes es que se ocupan, en su gran mayoría, del norte del país, porción del territorio sobre la cual avanza la agriculturización de sus tierras y donde Estados Unidos instaló una de sus bases militares en el año 2011 (provincia de Chaco), que luego sería retirada debido a la movilización popular.

2.2.1. Biodiversidad y agua

Desde el año 1997 el BM coloca la mirada sobre la biodiversidad y el agua en Argentina. Financió a lo largo de este período, seis grandes proyectos que brindaron apoyo a trabajos de bioprospección. Entre los principales podemos mencionar: 1) Biodiversity Conservation Project N° P039787, puesto en ejecución en 1997, con financiamiento comprometido hasta el 2008; 2) En el año 2007 se financió el proyecto Biodiversity Conservation in productive Forestry Landscapes; 3) AR Sustainable Natural Resources Management (formerly Sustainable Forestry Development)22 y 4) Argentina Grasslands Project. Sobre proyectos de bioprospección y biopiratería existen antecedentes en América Latina impulsados por el BM. México ha sido un ejemplo muy claro al respecto, con proyectos como Paseo Pantera y Parks in Peril, entre otros. Estos proyectos, en particular el primero, tenían como objetivo la integración espacial y administrativa de Norteamérica con el denominado Corredor Biológico Mesoamericano y con un corredor similar en el Cono Sur. Pese a que la riqueza biológica argentina es inferior a la mexicana, no por eso desaparece el interés del BM por la biodiversidad en nuestro país, sobre todo cuando el norte argentino linda con Paraguay y Bolivia y se encuentra prácticamente al lado del sur brasilero donde se está impulsando el proyecto IIRSA patrocinado por la CAF y el BID.

Los tres proyectos de biodiversidad financiados en Argentina, a excepción del último, brindan apoyo en infraestructura y asistencia técnica para llevar a cabo lo que el Banco denomina “conservación” de la biodiversidad que no es otra cosa que llevar a cabo la bioprospección de la zona, con trabajos de tipo satelital. El proyecto plantea:

Conservar la biodiversidad de importancia mundial en la Argentina a través de a) la expansión y diversificación del actual Sistema Nacional de Áreas Protegidas, y b) el mantenimiento de su gestión mediante el fortalecimiento institucional, la consulta pública y la participación y mejora de la gestión de la información. Como tal, el proyecto consta de tres componentes: las áreas protegidas (AP), gestión de la información, y la gestión, monitoreo y evaluación. El componente de Áreas Protegidas se compone de tres sub-componentes: a) el establecimiento y la consolidación de nuevas áreas protegidas, b) las actividades de desarrollo sostenible y c) actividades para fomentar la participación pública en la planificación y gestión de parques. En estos tres subcomponentes se propone: 1) construir parques nacionales en cinco áreas protegidas nacionales en los ecosistemas poco representados; 2) la mejora de las prácticas de uso del suelo de la comunidad son apoyados a través de proyectos piloto, actividades de extensión y actividades de sensibilización del público, y 3) un plan de participación y un plan de mitigación se implementan para fomentar un amplio apoyo y aliviar los costos sociales. El componente de Gestión de Información sobre la Biodiversidad pone en marcha una red basada en Internet que proporciona capacitación y normas necesarias, el desarrollo de las finanzas del sistema, se adquiere hardware y se reconfiguran las bases de datos existentes. El proyecto se encarga de llevar a cabo la gestión, el seguimiento y evaluación y financia la asistencia técnica, el equipo y los costos operativos.23

Resulta claro, por lo expresado por el BM en su documentos, que el objetivo es proteger la biodiversidad y generar una base de datos sobre las fuentes de biodiversidad en Argentina, teniendo en cuenta, a su vez, que el proyecto se encarga de la biodiversidad en zonas como Córdoba y Chaco, pero también la puna y la estepa patagónica, es decir, abarca diferentes ecosistemas que le permiten tener al BM un panorama general sobre el lugar donde se encuentran las fuentes de biodiversidad en nuestro país.

Los restantes tres proyectos tienen el mismo sentido. La diferencia se encuentra en que hacen hincapié en el cuidado de los recursos forestales en el norte del país, nuevamente, y en la bahía de Samborombón, que se encuentran al este de la provincia de Buenos Aires.

Notemos, como señalan los principales documentos del proyecto AR Sustainable Natural Resources Management (formerly Sustainable Forestry Development) que: Los objetivos del Proyecto de Gestión Sostenible de los Recursos Naturales en la Argentina son mejorar la gestión sostenible y eficiente de los recursos forestales, la conservación de la biodiversidad en las áreas protegidas y los paisajes forestales. También es objetivo del proyecto lograr la integración de los pequeños productores en el desarrollo forestal. Hay tres componentes en el proyecto. El primero consiste en bosques nativos y biodiversidad. Este componente apoyará los primeros pasos críticos hacia el desarrollo de un programa forestal nacional necesario para concentrar la atención y la coherencia con el programa forestal del país, un proceso que requiere la participación de las partes interesadas. También mejorará la capacidad de la Dirección de Bosques Nativos para abordar las cuestiones del Chaco mediante el establecimiento de una oficina regional en la zona. El segundo componente del proyecto consiste en la plantación forestal sostenible. El objetivo principal de este componente es: (i) establecer marcos institucionales y de políticas que conduzcan a un crecimiento más sostenible y compartido en el sector de plantaciones agroforestal y, (ii) aumentar el desarrollo de plantaciones que logren conciencia ambiental; (iii) mejorar la plantación y la productividad agroforestal mediante el apoyo a la generación, análisis y transferencia de información de importancia estratégica, y (iv) apoyar la integración de los pequeños productores en la plantación y el ciclo de producción agroforestal, además de la promoción de prácticas sostenibles entre los productores en general. Por último, el cuarto componente consiste en áreas protegidas y corredores de conservación. Este componente tiene el doble objetivo de fortalecer la Administración de Parques Nacionales (APN), la capacidad para gestionar las áreas protegidas nacionales existentes y crear las condiciones para ampliar la protección al ecosistema Chaco, insuficientemente protegido y altamente amenazado.24

El diseño del proyecto trae una cuestión interesante y que en el propio lenguaje de BM se pierde. El proyecto señala que uno de los objetivos es “[….] establecer marcos institucionales y de políticas que conduzcan a un crecimiento más sostenible y compartido en el sector de plantaciones agroforestal”. Es interesante observar como señalan esta idea de “compartido”. La pregunta es compartida con quién y la respuesta no es tan difícil encontrarla. Lo que está detrás de esto es la entrada de capitales privados que comienzan a intervenir en los negocios de la reforestación.

El otro punto relevante que se pierde en el lenguaje del Banco pero que está presente en los proyectos es la penetración del Estado en los recursos genéticos del país, cuestión que hasta entonces no había ocurrido. Recursos, que en muchos casos pertenecen a los pequeños o medianos productores o sectores indígenas. Esto es muy importante y conforma una novedad desde el punto de vista de los proyectos financiados por el BM en Argentina.

2.2.2 Carreteras

Los proyectos que plantean restaurar o construir nuevas carreteras comienzan a aplicarse desde el inicio de la relación con el BM. Ha sido una constante, un poco tímida por momentos. Sin embargo, nuevamente se encuentra un gran impulso en los últimos años con el financiamiento de 9 proyectos por 2.721 millones de dólares. El primero de estos proyectos, National highways rehabilitation and mantenance, fue el más importante de todos, llegando a financiar hasta 929 millones de dólares. El proyecto comprometió financiamiento hasta el 2005 y abarcó la casi totalidad de las carreteras nacionales, incluyendo el norte del país. Entre sus principales objetivos y componentes, se encuentran:

El proyecto tiene por objetivo general conservar la red vial nacional. Sus objetivos específicos son: 1) estabilizar la condición física, detener el deterioro de la red vial nacional no concesionada y reducir los costos de acceso para la reparación y el mantenimiento de la red vial nacional, 2) aumentar la participación del sector privado, y 3) fortalecer aún más las carreteras nacionales y las capacidades para la planificación, contratación y supervisión eficiente. El proyecto tiene cuatro componentes. Los tres primeros consisten en obras civiles como la rehabilitación y mantenimiento de la red pavimentada no concesionada incluyendo repavimentación y reconstrucción. El cuarto componente abarca la asistencia técnica, capacitación y equipo para fortalecer las capacidades organizativas de Dirección Nacional de Vialidad, tanto a nivel central como regional y apoyar los programas basados en el conocimiento, incluyendo la realización de estudios y la emisión de los manuales, así como la modernización de la biblioteca del sector.25

Nuevamente, aparece la entrada del sector privado (en su mayoría de capitales nacionales) incentivada por el BM, una cuestión no menor, ya que el propio Estado argentino supo contar con una Dirección de Vialidad Nacional desarrollada y pujante. Así pues, se observa que la política de carreterización va de la mano de la entrada del sector privado, pero además también, de la mano de la apertura, repavimentación y pavimentación de caminos en zonas rurales, cuyo objetivo es garantizar el traslado de la producción de los lugares donde se produce hacia los principales centros urbanos o, en su caso, a los principales puertos del país con el único objetivo de exportarlos.

Entre los años 2004 y 2005 se financiaron proyectos tendientes a restaurar y mantener las carreteras existentes con la misma idea que el proyecto anteriormente comentado. El financiamiento otorgado en el 2004 fue por un monto de 200 millones de dólares y conforma una continuación del proyecto National Highways Rehabilitation and Mantenance. Los restantes tres proyectos financiaron la restauración de carreteras en las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fé, Corrientes, Chubut y Neuquén. Las tres primeras de estas provincias, son parte de lo que se ha denomina Pampa Húmeda, que es la zona que posee las tierras más productivas, pero que conforman lo que podríamos denominar la puerta de entrada al norte argentino. Las dos provincias restantes, se encuentran en el sur del país, razón por la cual no nos ocuparemos de ellas en tanto no es nuestra zona de estudio. Los proyectos, además, no fueron relevantes en términos económicos.

Sin embargo, y pese a no ser económicamente relevantes, la orientación que se le intenta dar a los proyectos sigue siendo la de generar corredores que permitan sacar la producción de las zonas donde se desarrolla. Es claro en este sentido lo que plantea el BM en relación a los objetivos del proyecto AR Santa Fe Road Infrastructure: El propósito general del Proyecto de Infraestructura Vial de Santa Fe de Argentina es mejorar las condiciones de transporte a lo largo de un corredor vial estratégico que une la provincia de Santa Fe con mercados regionales e internacionales.

El componente principal de este proyecto, la mejora de la Ruta Nacional 19, recibirá el monto total de los fondos asignados. Las obras de construcción a lo largo de 19 carreteras nacionales están avanzando de acuerdo al plan de trabajo establecido en el momento de la licitación y sin excesos de costos. El costo total de las obras de modernización alcanzará 175 millones de dólares. La Provincia de Santa Fe proporcionará recursos adicionales si es necesario.

El camino mejorado 19, con la excepción de 2 kilómetros de la ciudad de Santo Tomé, se completará en junio de 2011, con las obras restantes se espera que esté terminado en febrero de 2012.26

La línea de los proyectos se mantiene. El objetivo es financiar corredores estratégicos para enviar la producción local a mercados extranjeros: financiar un modelo agroexportador. De los restantes cuatros proyectos que financió en BM, a saber: i) AR APL2 National Highway Asset Mgt; ii) Norte Grande Road Infrastructure; iii) AR Road Safety y iv) AR-Provincial Road Infrastructure Project Additional Financing, solo los dos primeros fueron realmente importantes de acuerdo a nuestros objetivos, ya que el proyecto Road Safety tuvo como propósito brindar asistencia técnica para mejor el control del tránsito y accidentes en carreteras, mientras que el proyecto AR-Provincial Road Infrastructure Project Additional Financing, financió el desarrollo de carreteras en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Córdoba y Santa Fé. El proyecto AR APL2 National Highway Asset Mgt resulta interesante porque da un paso más allá del financiamiento de carreteras, en tanto contempla efectos “colaterales” y para eso propone la reubicación de las poblaciones, muchas de ellas indígenas en la zona de Salta y Jujuy (el norte argentino, al oeste de la provincia del Chaco). Con esto, lo que se logra es llevar un traslado de las poblaciones originarias del norte hacia otros territorios; además de avanzar en la construcción de carreteras y caminos, trasladan a las poblaciones, despojándolas de su propio territorio, para posibilitar una mayor facilidad en el control de la biodiversidad.

Por último, el proyecto “Norte Grande Road Infrastructure” es el proyecto que mayor impacto logró a lo largo de todos estos años en la zona bajo estudio. El proyecto comenzó a funcionar en el 2010 por un monto de 500 millones de dólares. Entre sus principales objetivos se encuentran:

El objetivo del Proyecto Grande de Infraestructura Vial Norte de Argentina es reducir los costos de transporte para los usuarios de las carreteras provinciales a lo largo de los corredores seleccionados de las provincias del Norte Grande, a través de la mejora de la calidad de las carreteras y la introducción de mejores herramientas de gestión y método.

Hay dos componentes en el proyecto, siendo el primer componente de rehabilitación, mejora y reconstrucción de carreteras provinciales. Este componente financiará la realización de la rehabilitación, mejora y reconstrucción de obras civiles a través de la realización de los sub-proyectos (como la reconstrucción de base, repavimentación, pavimentación y/o asfalto superposición de hormigón, como sea el caso, incluyendo aceras, drenaje, albañilería, señalización, iluminación y obras auxiliares, además de las mejoras de seguridad vial) de los caminos seleccionados bajo la jurisdicción de las provincias participantes de la región Norte Grande.

P
or último, el segundo componente es el desarrollo institucional y la gestión de proyectos. Este componente financiará los siguientes subcomponentes: desarrollo institucional, y la gestión y supervisión de proyectos.27


De esta manera, el BM financia la construcción de corredores económicos a través de la construcción de carreteras, corredores que llamamos plataforma agroexportadora. La tercera pieza de este gran rompecabezas, lo conforman los proyectos orientados a los pequeños y medianos productores, cuyo objetivo es integrarlos a la producción agrícola de tipo industrial.

Analizar el período de conjunto, nos muestra diferencias importantes con la etapa anterior, divergencias que marcan la época y que pone en la mira la captura de los recursos naturales, en particular, la agricultura del norte argentino. Este es un tema de la mayor relevancia a la hora de ligar las diferentes partes de un entramado de préstamos que en apariencia se muestra en favor del desarrollo del tercer mundo, además de inconexo y desconectado de los intereses desindustrializadores de los Estados Unidos sobre la periferia capitalista.

3. Comentarios finales

La intervención del BM en la Argentina ha sido extensa y multifacética a lo largo de las últimas dos décadas, su grado de injerencia se fue ampliando hasta incluir el sector agrícola y el cambio en el uso del suelo. Fue un proceso paulatino que llevó veinte años, comenzando en la década de los noventa por la construcción del entramado de relaciones que operaron en favor del desmantelamiento del aparato productivo del país, empujándolo a la reprimarización.

En aquellos primeros años, la estocada del BM sobre Argentina constó de dos pasos: 1) provocar el desmantelamiento del apartado productivo industrial y la venta de los recursos y empresas estratégicas y 2) entorpecer la reproducción de la fuerza de trabajo.

El primer paso se posibilitó a través de los préstamos destinados a las reformas estructurales y al desfinanciamiento del Estado acaecido con el traspaso de los fondos jubilatorios a manos privadas y con el privilegio al pago del servicio de la deuda, generando grandes boquetes presupuestarios que fueron llenados con empréstitos altamente condicionados; el segundo, con los préstamos orientados al empobrecimiento de la educación y la salud. El período que va de fines de la década de los noventa hasta el 2010, revela el cambio de impronta que el BM le da a sus préstamos, cuyo único objetivo fue influir en el sector agrícola argentino y controlar la biodiversidad. Ambos movimientos -garantizar la desestructuración productiva y social primero y la captura de los recursos naturales y el control agrícola segundo- son parte de un accionar colonial/imperial de la política exterior estadounidense, representada por el BM como uno de los entes subrogados al Departamento del Tesoro, que tiende a privilegiar el control de los recursos no renovables, en una etapa donde que lo que está en juego, en una primera instancia, son los límites materiales que presenta el capitalismo para continuar creciendo y, en una segunda, la posibilidad de vida sobre la biosfera.

Es por todo esto que es necesario armar el rompecabezas que presenta el BM en sus fundamentaciones, de manera tal de poder entender la lógica de sus proyectos en Argentina. De lo contrario, pareciera que son proyectos que buscan el bien común, ya sea través de la “conservación” de la biodiversidad como el “desarrollo” y la “conexión” con los mercados regionales o internacionales de los pequeños y medianos productores, cuando en realidad lo que está detrás de estos proyectos es el control territorial para garantizar la captura de la materia prima de la ingeniería genética (biodiversidad) y la reafirmación de una plataforma agroexportadora a partir del financiamiento de corredores económicos con la construcción de carreteras. En esta misma línea están los proyectos que financian a los pequeños y medianos productores, cuyo objetivo es empujarlos hacia el modelo de agricultura industrial y, de esa manera, controlar la alimentación y el territorio, ya que en la gran mayoría de los casos sus tierras quedan en manos de grandes transnacionales, como consecuencia de que se ven obligados a rentar o vender sus campos a capitales foráneos.

* Se agradecen los valiosos comentarios realizados por Julio Gambina y John Saxe Fernández y se los exime de toda responsabilidad en cuanto a los errores u omisiones existentes.

Juan Fal es investigador docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento y de la Fisyp. Doctorando en Estudios Latinoamericanos, UNAM-México. Este trabajo es parte de un capítulo de la tesis doctoral que me encuentro desarrollando bajo la dirección del Doctor John Saxe Fernández en el Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la UNAM, titulada “Creación destructiva: ingeniería genética, geoeconomía y geopolítica del capital en la destrucción del chaco argentino”.


Notas: (…)
Fuente: http://www.argenpress.info/2013/10/las-operaciones-del-banco-mundial-en-la.html