Agrocombustibles
24
de julio de 2017
A partir del conflicto judicial sobre el caso “Porta”, un panorama
sobre el nuevo modelo de agro-negocio y su impacto en la salud y el ambiente.
Por Leandro Rossi / Ecos Córdoba
Los biocombustibles son sustancias
químicas, hechas a base de materia orgánica, cuya finalidad es el reemplazo
paulatino de los combustibles convencionales, hechos a base de restos fósiles.
En nuestro país están regulados por la
Ley N º 26.093 promulgada en el año 2006, y sus respectivas reformas
posteriores. La normativa apunta a la promoción y control de la producción de
bioetanol, biodiesel y biogas.
Según un trabajo del año 2010 del
Instituto de Economía y Finanzas de la Universidad Nacional
de Córdoba, los efectos que podía generar la aplicación de la Ley Nacional de
Biocombustibles de 2006 son los siguientes: valor agregado a la actividad
agrícola, diversificación industrial, reducción progresiva de la dependencia de
hidrocarburos, búsqueda de diversificación de la matriz energética, auto-abastecimiento
y reducción de las emanaciones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, el trabajo también
resalta sus problemáticas. En particular, con la expansión descontrolada de la
frontera agropecuaria. Para eso, se requiere la deforestación y desertificación
de los suelos, lo cual genera mayor calentamiento global, al no regularizar los
ciclos de carbono y otros elementos químicos que llevan a cabo las especies que
habitan en los territorios. También, el informe de la UNC resalta la acentuación
de los monocultivos, el incremento de la dispersión de agroquímicos, los
riesgos por el incremento de quemas de residuos por desechos orgánicos
agrícolas y el uso indiscriminado del agua.
Dicho y hecho, para el primer
trimestre de este año, el INDEC calculó una producción total de más de 525 mil
toneladas de biodiésel, que es el biocombustible hecho en base a soja, el
monocultivo por excelencia en el país, superior al 31% en comparación con el
año pasado. Mientras que el bioetanol se produjo en un total de 247 mil
toneladas, un 25% superior al año anterior.
A su vez, el Instituto resalta el
peligro de la seguridad alimentaria, un aumento en los precios de alimentos,
una distribución inequitativa en los beneficios de la cadena de valor, mayor
ejercicio del poder de mercado y desequilibros fiscales para el Estado, por los
beneficios de gravámenes por un lado y repartición de subsidios por el otro.
Se comenta que durante la
elaboración de la mencionada ley nacional, hubo una disputa interna y secreta
entre los empresarios de la caña de azúcar con los ligados a los campos de maíz
-el segundo cultivo más importante a nivel nacional-, ya que se pronosticaba
que los segundos iban a superar en la competencia a los primeros en el negocio
de la producción de bioetanol. Efectivamente, el INDEC comenzó registrar la
entrada del maíz al negocio de los “agro-combustibles” en septiembre de 2012.
Hoy, desde diciembre de 2013, el maíz está produciendo más bioetanol que el
azúcar.
Ese negocio del maíz, para
produccción de bioetanol, está concentrado en la provincia de Córdoba, en
particular, con un 70% del mercado.
En junio de este año, el
gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, firmó un convenio con la gobernación de
Tucumán, a cargo de Juan Manzur, para exigir al Estado Nacional el incremento
del cupo de incorporación de bioetanol a las naftas, pasando de la situación
actual de un 12% a un 15%. Si se lograra esto, se destrabarían 300 millones de
dólares que llevarían a la aparición de nuevos polos industriales en nuestra
provincia.
Actualmente, la producción de
bioetanol maicera cordobesa está concentrada en tres fábricas productoras.
La primera es Pro-Maíz, ubicada en
la localidad de Alejandro Roca, en el departamento de Juárez Celman, con una
capacidad de 135 millones de litros anuales. Se trata de un negocio que lo
llevan a cabo a dúo la multinacional estadounidense Bunge junto con la local Aceitera General
Deheza, de la familia
Urquía.
La segunda está ubicada en la
ciudad de Villa María. Se trata de ACA-Bio, con capacidad para producir 125
millones de litros de bioetanol. Es manejada por decenas de cooperativas de
distintas provincias, junto con la Asociación de Cooperativas Argentinas.
Y la tercera es Bio4, ubicada en
la segunda ciudad más importante de la provincia: Río Cuarto. Allí, se congrega
una veintena de empresas que se unieron para lanzarse en el negocio de la
producción de más de 80 millones de litros de bioetanol. Entre ellas, aparece
la empresa de alcoholes Porta Hermanos S.A.
Dicha empresa está implicada
judicialmente en un caso federal, a causa de la producción de bioetanol en su
destilería ubicada en Córdoba capital, en una fábrica encargada de producir
vinagres y alcoholes. Ese bioetanolno está registrado en los cómputos de
comercialización de combustibles del Estado Nacional. La empresa sostiene que
se utiliza para otros fines.
Según un informe de la Red Universitaria
de Ambiente y Salud del 2013, hay cuatro puntos clave de riesgos de
contaminación por la producción de bioetanol de esa fábrica en el sur de la capital
cordobesa.
Uno, por la generación de material
particulado, compuesto por cascarillas de maìz que contienen impregnados los
agroquímicos aplicados, y que se desprenden por distintas actividades:
descarga, almacenamiento, molienda, etc. Vecinos del barrio San Antonio dan
testimonio de que esos residuos se meten en el interior de sus casas.
Dos, por la emisión de 75 mil kg.
diarios de anhídrido carbónico, compuesto una mitad por dióxido de carbono y la
otra por monóxido de carbono.
Tres, por emisiones dispersas de
químicos como etanol, metanol, acetaldehído y ácido acético: “Todos estos
compuestos son solubles en agua, por lo que pueden afectar las mucosas de la
cavidad buco-faringea, los ojos y el aparato respiratorio”.
Y cuarto, desechos industriales, que
se arrojan en cuatro pozos absorbentes.
Desde el año pasado se ha
registrado el nacimiento de bebés con malformaciones en el barrio, y en algunos
casos han perdido la vida. Se
sospecha que pudo haber sido por la inhalación de químicos dispersos en el aire,
cuyos efectos en el cuerpo de las madres embarazadas son similares a la ingesta
de alcohol.
Para el día 07 de agosto se espera
una audiencia de conciliación en Tribunales Federales, entre vecinos, la Secretaría Nacional
de Energía y los empresarios de Porta Hnos., a la espera de destrabar el
conflicto.
Mientras tanto, la compañía aspira
a crecer de la mano de este negocio de los agrocombustibles, mediante políticas
públicas de alcance nacional e internacional. Ya que en marzo de este año,
durante el ExpoAgro, la actividad nacional más importante de exposición de
tecnologías agrícolas, el presidente Mauricio Macri se detuvo en sólo dos
stands. Uno, del gremio de la UATRE, del recientemente fallecido Gerónimo
Venegas. Y otra, el de Porta Hnos., encandilado con la propuesta del presidente
de la empresa, José Porta, de construir mini-destilerías de bioetanol para la
expansión de esta nueva generación del agro-negocio.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14643
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