La semilla de la desesperación:
las comunidades pierden tierras
y fuentes de agua
debido a la
agroindustria de OLAM en Gabón
28 de julio de 2017
28 de julio de 2017
Por RADD,
SEFE, YETHIO, SYNAPARCAM, GRAIN y WRM
“Con estos contratos en los que supuestamente
todos ganan, me gustaría saber qué ganan nuestras comunidades, por el
contrario, nosotros salimos perdiendo e incluso estamos muriendo a fuego
lento.” Con este grito de desesperación describe Célestine Ndong (1) la amarga
situación que se vive en Mouilla, Gabón, donde se desarrolla desde hace algunos
años el programa GRAINE [semilla en francés].
Dicho programa, cuyo nombre GRAINE es el
acrónimo en francés de “Iniciativa gabonesa para logros agrícolas con
ciudadanos comprometidos” (Gabonaise des Réalisations Agricoles et des Initiatives
des Nationaux Engagés), comenzó en diciembre de 2014. Se trata de una
asociación Público-Privada (PPP) en la que participa la multinacional
agroindustrial OLAM, y cuyos objetivos son reducir la pobreza y crear empleo,
lograr la seguridad alimentaria, y apoyar el desarrollo y la diversificación
económica de la república gabonesa (2).
Puesto en marcha gracias al apoyo financiero
de la FAO (3), el programa se implementa en 200.000 hectáreas
de tierras ocupadas por comunidades (4). De esas 200.000 hectáreas ,
el programa afirma que 120.000 se destinarán a los pequeños productores y 80.000 a la agricultura
industrial.
La compañía para el desarrollo agrícola y
rural (SOTRADER, por su sigla en francés), es una herramienta clave que tiene a
OLAM Gabón como socio técnico. La empresa conjunta es 51 por ciento propiedad
del Estado gabonés y 49 por ciento de OLAM International, y es la “columna
vertebral” del programa.
La falta de claridad entre estas entidades
hace que las comunidades y los ciudadanos de Gabón tengan dificultades para
distinguirlas entre sí. Para muchos, GRAINE no es más que la justificación de
OLAM Gabón para proseguir controlando el país como lo hace desde 2010 (5). Los
objetivos de esa estrategia no solo se enfocan en la palma aceitera, sino también
en el caucho, la madera y otros recursos.
En la página del sitio de OLAM reservada a
GRAINE (6) se puede ver qué se dice de esta iniciativa que celebra la
agroindustria en un país que lucha por salir de la importación de alimentos
básicos para su población. Esta importación le cuesta al país unos 300 mil
millones de francos CFA por año, alrededor de US 514 millones de dólares (7).
El miércoles 8 de febrero de 2017, con un
grupo de campesinas y campesinos y de organizaciones de la sociedad civil gabonesas
e internacionales, nos dirigimos al eje Mouilla-Fougamou para descubrir el
resultado de las promesas de OLAM y de sus aliados.
Ríos enterrados junto con sus reservas de
peces, empleos inexistentes, aumento de la precariedad, tierras acaparadas,
aguas contaminadas, abandono de las aldeas por parte de los jóvenes: tal es la
realidad cotidiana de la población.
“Estamos aquí, en este palmar de OLAM, en un
terreno rellenado, donde había un río que contenía peces y toda clase de
productos pesqueros para nuestro consumo, pero como ustedes ven, ese río ya no
existe. OLAM lo destruyó”, dice con amargura una señora de más de sesenta años,
que se mantiene en pie con dificultad.
Mboukou, que se encuentra a unos 32 kilómetros de
Mouilla, paga un precio alto por la intención de OLAM de realizar en Gabón “la
mayor plantación de palma aceitera de África” (8), cuando la prioridad para el
país es lograr la autosuficiencia alimentaria.
Se comprueba entonces con toda claridad que la
agricultura industrial y destinada a la exportación es lo más importante para
el programa GRAINE, puesto que, de las zonas otorgadas por el Estado, sólo se
concentran los esfuerzos de producción en aquellas aptas para el cultivo de la palma. A propósito de
esto, ya se ha llegado a 42.000 hectáreas de plantaciones de palma
aceitera, mientras que los cultivos de productos alimentarios (banana,
mandioca, tomate, pimiento) cubren sólo 8.000 hectáreas ,
por ejemplo, en la zona de Ndendé.
Junto al acaparamiento de tierras y a la
destrucción de ríos, constatamos asimismo la inexistencia de los empleos
prometidos para los jóvenes de las aldeas. La visita a las plantaciones nos
permitió ver que la mano de obra provenía de Asia. Incluso las tareas más
habituales en los palmares eran realizadas por extranjeros.
Así, la mano de obra local se vuelve escasa y
parece estar en vías de extinción.
En Yamba, otra aldea donde OLAM tiene
plantaciones, la situación es igualmente desoladora. Las plantaciones de OLAM
están “frente a las puertas de las casas”, cuando la legislación del país exige
respetar una distancia reglamentaria. “La administración y los operadores
forestales habían propuesto una zona de amortiguación de cinco kilómetros, que
las poblaciones ya consideraban insuficiente; hoy, como pueden ver ustedes, las
plantaciones están a menos de dos kilómetros de nuestras cabañas”, dice
indignado un cultivador de Saint-Martin, otra aldea igualmente afectada.
Sin embargo, GRAINE continúa clamando que es
un programa único en su género, que apunta al desarrollo local y a la
diversificación de la economía gabonesa. Mientras tanto, actores de GRAINE como
OLAM han exportado el aceite de palma a España, Camerún y Nigeria.
“Evidentemente, este programa es una trampa
para hacernos perder nuestras tierras por medio de contratos difíciles de
entender y de los que también es difícil obtener copia”, repite encolerizado un
miembro de una cooperativa mensualmente remunerada por el programa GRAINE.
Y prosigue diciendo: “En sus explicaciones,
los técnicos de SOTRADER nos hacen ver el riesgo que corremos si no logramos
una producción que permita reembolsar la prefinanciación otorgada por OLAM y
SOTRADER, es decir las semillas, los fertilizantes, la maquinaria y los sueldos
de 100.000 francos CFA”.
Mientras que se dieron algunos títulos de
propiedad (9) que muchos cuestionan debido a la falta de concertación y de
consulta a las poblaciones (y que en realidad son decretos firmados por él), el
presidente de la República, de la mano de OLAM, afirma estar realizando el
desarrollo de Gabón. Sin embargo, esta nueva era en la que los campesinos se
convierten en asalariados de cooperativas fomentadas y fabricadas por el
programa GRAINE, augura numerosos problemas para lograr que la alimentación de
los gaboneses dependa de sus propios agricultores.
RADD Camerún; SEFE
Camerún; YETHIO Costa de Marfil; SYNAPARCAM Camerún; GRAIN y WRM
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Notas
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Notas
(1) Este nombre
fue modificado por razones de seguridad.
(2) Informe del
Foro GRAINE, del 5 al 7 de noviembre de 2015.
(5) Ver aquí (PDF)
(8) Entrevista a
Gagan GUPTA, en African Business Nº 40, agosto-setiembre de 2015.
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/La_semilla_de_la_desesperacion_las_comunidades_pierden_tierras_y_fuentes_de_agua_debido_a_la_agroindustria_de_OLAM_en_Gabon Leer
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