Para enfrentar la
crisis capitalista
Organización y
convergencia popular
8
de julio de 2017
Por João Pedro Stedile (Alainet)
Hoy nos encontramos ante una crisis profunda del modo capitalista
de organizar la producción y del Estado burgués, pues no solo es la crisis
cíclica de acumulación, que está afectando a todo el mundo y sobre todo a
Latinoamérica. Vale tener presente que en la década de los ’90 tuvimos la
hegemonía total del neoliberalismo y que, en la década del ‘2000, el ascenso de
Chávez y las victorias electorales en varios países colocaron a la ofensiva al
campo popular.
En el contexto actual, los tres proyectos que antes disputaban la
hegemonía: neoliberalismo, neo-desarrollismo y el proyecto del ALBA, ahora
están en crisis. Por lo tanto, no es un escenario de derrota de las fuerzas
populares, es un escenario de incremento de la disputa, de la confrontación y
de la incertidumbre, porque todos están en crisis. Y no hay señales de que
alguno de ellos logre la hegemonía a corto plazo.
Basta mirar la situación del imperio y del
neoliberalismo: ganó Trump, ¿y qué? Se desnudó aún más la naturaleza del
imperialismo. En Brasil hubo un golpe, ¿y qué? Los golpistas se revelaron
lumpens, ladrones, corruptos y no tienen ninguna legitimidad.
Para las fuerzas populares, lo principal es
entender que si hay crisis, es señal de tiempos de cambios. Y que tenemos que
profundizar nuestras organizaciones y aumentar la lucha de masas. Solo ella
puede desequilibrar la correlación de fuerzas en cada uno de nuestros países y,
por lo tanto, a nivel continental.
Entonces, la situación es que el capitalismo
está dominado por el capital financiero y por sus brazos de las empresas
transnacionales, pero está en crisis. Por lo mismo, nuestra tarea es
identificar quiénes son nuestros enemigos principales y cómo esas fuerzas del
capital actúan en nuestros países, para enfrentarlas. Y, sobre todo, buscar en
nuestras articulaciones internacionales del campo popular, formas urgentes para
enlazar luchas comunes contra los enemigos comunes. Por ejemplo, tenemos una
campaña internacional en defensa del derecho del agua. Pero, no hacemos luchas
concretas. Es necesario enfrentar, por ejemplo, a la Coca-Cola y a Nestlé, para
afectarles.
Lo mismo en la agricultura, cinco o seis
empresas controlan los commodities en todo el mundo. En la leche igualmente. Y
en los agrotóxicos es aún peor, cinco o seis empresas europeas controlan todo
el mercado y en todo el mundo están causando cáncer en las personas. Hay que
enfrentarlas con acciones concretas.
Está también el tema de los refugiados
políticos y económicos que afectan el Medio Oriente, África y Europa. Las
fuerzas populares de Europa necesitan hacer algo concreto.
Espero que la próxima Conferencia
Mundial de la Vía Campesina a realizarse en julio, en el País
Vasco, se dedique a analizar qué acciones debemos implementar de forma conjunta
en todo el mundo, entre las organizaciones campesinas, para enfrentar ese reto,
mientras tengamos tiempo.
Articulaciones internacionales
El Papa Francisco se ha revelado como un líder
religioso con alcance político, que está reflexionando sobre los verdaderos
dilemas que afectan a la humanidad y a su futuro. Y por eso hoy es un referente
para todas las fuerzas populares, independiente de la fe o religión. Sus
reflexiones y alertas siempre son muy valientes y ponen a los gobiernos contra la pared. Sobre el tema
de las armas, por ejemplo, nos alegra que haya tocado en la herida, pues Europa
es la que produce las armas e incluso los gases letales utilizados en las
guerras regionales del Medio Oriente. Pero los gobiernos europeos no asumen su
responsabilidad ni siquiera con la consecuencia más cercana que es el
desplazamiento de multitudes de Oriente y de África hacia su territorio, como
consecuencia de las guerras.
En el tema del medio ambiente nos regaló una
Encíclica espléndida, que es la más importante reflexión crítica sobre el tema,
que incluso ni siquiera el pensamiento de tradición marxista había construido.
Debemos transformar la Encíclica en un instrumento didáctico de educación de
las bases, sobre la naturaleza, las causas y las salidas para los problemas
ambientales.
En nuestras metodologías de los Encuentros
Mundiales de Movimientos Populares en diálogo con el Papa, hemos construido
agendas puntuales para cada encuentro. En el último, enfocamos los temas de
refugiados, medio ambiente y la hipocresía de la democracia burguesa, ya que el
voto popular decide muy poco en los procesos electorales, que son secuestrados
por el capital.
Tengo entendido que esos temas están todavía
en la mesa, pues no logramos profundizar lo suficiente en el último encuentro.
Por lo tanto, debemos seguir trabajando en esa línea. Sobre el tema de los
refugiados, migrantes y el derecho universal que cada persona tendría de
circular libremente por nuestro continente; precisamente, Evo Morales acaba de realizar
un encuentro internacional en Bolivia, para recoger opiniones que pretenden
llevar como una propuesta a las Naciones Unidas, para que podamos en el futuro
tener un mismo pasaporte.
Y el tema más grave, es el tema de la falencia
del Estado burgués que fue gestado por la revolución francesa en 1789, y que
representaba una propuesta de la burguesía industrial para regular las
relaciones sociales. Ahora, a la burguesía financiera e internacional no le
interesa ese Estado. Actúa por encima. Entonces las fuerzas populares debemos
pensar, debatir, construir un nuevo tipo de Estado, y una nueva forma de
participación democrática, popular. Pero, estamos en medio de la crisis, y
todavía no están claros los caminos y las construcciones posibles. Pero,
tendremos muchos cambios por delante...
Por otra parte, en noviembre próximo, en
Caracas, tendremos la
Asamblea Internacional de Movimientos y Organizaciones
Populares que es parte de un proceso de construcción colectiva que viene de
años atrás. En Latinoamérica y el Caribe, ese proceso cobró forma a fines de
los ’80 con la Campaña 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular,
posteriormente fue con la Campaña contra el ALCA y más tarde con la
construcción del Movimiento hacia el ALBA. Pero también hemos impulsado
procesos parecidos en África, en el mundo árabe y en Asia.
Entonces, como parte de un proceso permanente de una articulación
internacional, precisamente para enfrentar la crisis del capitalismo a partir
de los movimientos populares, estamos construyendo esos procesos. No son
eventos o fechas, son procesos permanentes. Donde nos podemos identificar con
propuestas, programas, crear confianza política mutua, identidades y así
avanzar… Y quizás realizar el sueño de Marx, con su Asociación Internacional de
Trabajadores; el sueño de Martí, Che, Fidel, que generaron la OSPAAAL, como una
articulación del Tercer Mundo frente al imperialismo en la década del ‘60. Y
ahora nos toca a las fuerzas populares seguir adelante, con generosidad,
pluralidad, evitando los protagonismos, vedetismos personales y falsos
hegemonismos.
João Pedro Stedile es miembro de la Coordinación Nacional
del MST y de la
Vía Campesina Brasil. Integrante del Consejo de ALAI.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228897
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