La Vía Campesina llama a
intensificar
la lucha contra el agronegocio,
unidxs por la soberanía alimentaria
24 de julio de 2017
“Tras días de debate
fructuosos, cerramos esta VII Conferencia de La Vía Campesina y
marchamos en la ciudad para pedir el compromiso de la sociedad civil para
luchar con nosotros por el derecho a la alimentación, a la tierra, al agua y a
las semillas”, afirmó Unai Aranguren.
“Alimentamos a los
pueblos y construimos movimiento para cambiar el mundo”
Tras
cuatro días de discusiones y reflexiones colectivas sobre la soberanía alimentaria,
la agroecología campesina, las redes de formación autónomas, la construcción de
alianzas, los derechos de los migrantes, el comercio, la justicia climática y
la criminalización de los movimientos sociales, la conferencia culminó con la
Declaración de Euskal Herria cuyo lema es “Alimentamos a los pueblos y
construimos movimiento para cambiar el mundo” (ver
aquí). La declaración señaló con preocupación la expansión del
capital financiero acompañado del monopolio desenfrenado de los recursos
naturales y la promoción sin precedentes de peligrosas tecnologías favorecidas
por las mega fusiones corporativas cuyo afán es el de dominar el sistema
alimentario a toda costa, violando flagrantemente los derechos humanos y
destruyendo el medioambiente para su lucro.
La Declaración, que
establece el rumbo estratégico para construir un movimiento que cambie el mundo
a través del feminismo y la soberanía alimentaria, también destacó la necesidad
urgente de construir alianzas más amplias a nivel local, regional e
internacional, y la necesidad de unirse en contra de la nueva combinación de
capitalismo y populismo de derechas.
Para construir la
soberanía alimentaria de los pueblos del mundo, fueron planteadas la
agroecología campesina y la reforma agraria popular que contempla el refuerzo y
el desarrollo de los mercados locales a la par que se construyen y se forjan
nexos entre el campo y la
ciudad. Con este objetivo, la VII Conferencia
Internacional resaltó la importancia no sólo de continuar,
sino también de expandir la formación política, ideológica, organizacional y
técnica basada en los conceptos propios de los movimientos, para darle forma a
sus identidades e ideas socialmente transformadoras.
Existe un fundamento
para cambiar el mundo: la solidaridad entre los pueblos. En el día de cierre de
la conferencia, los delegados de La Vía Campesina definieron de manera colectiva el
funcionamiento interno (las normas y procesos, entre otros) para encauzar la solidaridad. Según Unai Aranguren, miembro europeo
del Comité de coordinación internacional de La Vía Campesina , hay
dos palabras que definen a La
Vía Campesina : “solidaridad y esperanza”.
En una demostración de
solidaridad, cerca de 1600 personas marcharon a través de las calles de Bilbao
el domingo, en el marco de una acción publica organizada por EHNE Bizkaia que
llegó hasta la Plaza Nueva
de la ciudad donde los delegados de La Vía Campesina dieron discursos, difundieron
declaraciones de apoyo y celebraron la música y la danza locales. “Tras días de
debate fructuosos, cerramos esta VII Conferencia de La Vía Campesina y
marchamos en la ciudad para pedir el compromiso de la sociedad civil para luchar
con nosotros por el derecho a la alimentación, a la tierra, al agua y a las
semillas”, afirmó Unai Aranguren.
Dos informes clave
fueron presentados en Derio. Por un lado, “Campesinos luchan por la justicia:
casos de violaciones de los derechos humanos de los campesinos” que se centra
en las continuas instancias de ataque y asalto a los movimientos campesinos; y
por otro lado, “La reforma agraria y la defensa de la vida, la tierra y los
territorios” que pone el punto de mira en la manera en que las luchas por la
reforma agraria han transformado el movimiento histórico por la reforma agraria
y cómo han ido surgiendo nuevas estrategias para hacerle frente al rostro
cambiante del agronegocio corporativo en el medio rural.
¡Globalicemos la
lucha, globalicemos la esperanza!
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