Centenario de la revolución rusa y del repudio de las deudas -
Tercera parte
Tercera parte
La revolución rusa,
el repudio de las deudas,
la guerra y la paz
20 de julio de 2017
Por Eric Toussaint (CADTM)
A comienzos de 1918, el gobierno
soviético suspendió el pago de la deuda externa y a inicios de febrero de
1918, decretó el repudio de todas las deudas zaristas así como las deudas contraídas
por el gobierno provisional destinadas a continuar la guerra, entre febrero y
noviembre de 1917. Al mismo tiempo, decidió expropiar todos los haberes de los
capitalistas extranjeros en Rusia con el objetivo de restituirlos al patrimonio
nacional. Al repudiar las deudas, el gobierno soviético ponía en práctica la
decisión tomada en 1905 por el sóviet de Petrogrado y los diferentes partidos
que lo sostenían. Este hecho provocó una protesta unánime de las capitales de
las grandes potencias aliadas.
Decreto sobre la Paz
El gobierno soviético proponía una paz sin anexión y sin
compensación/reparación. Y agregaba la puesta en práctica del derecho de
autodeterminación de los pueblos. Se trataba de la aplicación de unos
principios totalmente innovadores o revolucionarios en las relaciones entre
estados. Se comprobó que esta política del gobierno soviético contrarió e
influyó, al mismo tiempo, a la del presidente Woodrow Wilson, |1| quien había hecho del derecho de
autodeterminación de los pueblos un elemento central de la política exterior de
los Estados Unidos. |2| Las motivaciones de los bolcheviques y los
del gobierno de Estados Unidos eran ciertamente diferentes. Los Estados Unidos,
que no tenían ningún dominio colonial importante, tenían muchísimo interés en
debilitar los imperios británico y alemán, las potencias coloniales belgas,
francesas, holandesas… con el fin de ocupar su lugar mediante otros métodos. El
mejor argumento diplomático y humanitario era el derecho a la autodeterminación
de los pueblos africanos, caribeños, asiáticos que todavía estaban sometidos al
yugo colonial. Para los bolcheviques, se trataba de poner fin al Imperio
zarista que denunciaban como una prisión para los pueblos.
La voluntad de
hacer la paz constituía una de las causas fundamentales que habían provocado el
levantamiento revolucionario de 1917. Una aplastante mayoría de soldados rusos
se negaban a continuar la
guerra. Eran , casi todos, campesinos que deseaban volver con
sus familias y trabajar la
tierra. Además , desde hacía largos años, mucho antes del
comienzo efectivo de la guerra, los bolcheviques, en el marco de la
Internacional socialista de la que formaron parte hasta la traición de 1914, se
habían opuesto a la política de preparación de la guerra, al mismo tiempo que
afirmaban que era necesario un combate común para acabar con el capitalismo y
su fase imperialista, así como con la dominación colonial.
Para poner en práctica estas ideas, el gobierno soviético
estuvo obligado a entablar negociaciones separadas con Berlín y sus aliados ya
que, en 1917, Londres, París y Washington querían continuar la guerra. Trató con
ahínco de llevar a esas capitales aliadas a una mesa de negociación pero no
tuvo éxito. Después de haber firmado un armisticio con el Imperio alemán a
mediados de diciembre de 1917, alargó las negociaciones con Berlín durante 5
meses. Tenía la esperanza de ver a varios pueblos de Europa, y en primer lugar
el pueblo alemán, levantarse contra sus gobiernos para conseguir la paz. También esperó
en vano que el presidente Wilson aportara un sostén a la Rusia soviética frente
a Alemania. |3| Igualmente, quería demostrar a la opinión
pública internacional que deseaba una paz general tanto al Oeste como al Este,
y que sólo sería un último recurso lo que le llevaría a firmar una paz separada
con Berlín.
Desde diciembre de 1917, el gobierno soviético comenzó a hacer
públicos numerosos documentos secretos que mostraban cómo las grandes potencias
europeas se preparaban para el reparto de territorios y pueblos en detrimento
de sus derechos a la autodeterminación.
Especialmente , se trataba de un acuerdo entre París, Londres
y Moscú, de 1915, que preveía que con la victoria, el Imperio zarista tendría
el derecho de tomar Constantinopla, Francia recuperaría Alsacia-Lorena y
Londres tomaría el control de Persia. |4| A comienzos de marzo de 1918, el gobierno
soviético firmaba el tratado de Brest-Litovsk con Berlín. El precio fue
elevado. El Imperio alemán se adjudicaba una gran parte del territorio
occidental del Imperio ruso: parte de los países bálticos, parte de Polonia y
de Ucrania. En resumen, ese tratado amputaba a Rusia del 26 % de su población,
del 27 % de la superficie cultivada y del 75 % de la producción de hierro y de
acero.
La intervención de las potencias aliadas contra la Rusia
soviética
El llamamiento del gobierno soviético para realizar la
revolución en todo el mundo, junto a su voluntad de poner fin a la guerra, de
repudiar las deudas reclamadas por las potencias aliadas y de llevar adelante
sus medidas de nacionalización, decidió a los dirigentes occidentales lanzar una
agresión masiva contra la Rusia soviética con el fin de derrocar al gobierno
revolucionario y restaurar el orden capitalista. La intervención extranjera
comenzó durante el verano de 1918 y terminó hacia fines de 1920, cuando las
capitales occidentales constataron su fracaso, y tuvieron que reconocer que el
gobierno soviético y el ejército rojo habían conseguido el control del
territorio. Catorce países participaron con sus tropas en esa agresión. Francia
envió 12.000 soldados (al mar Negro y al Norte), Londres envió 40.000
(principalmente al Norte), Japón 70.000 (a Siberia), Washington 13.000 (al
Norte junto a franceses y británicos), Polonia 12.000 (a Siberia y a Múrmansk),
Grecia 23.000 (al mar Negro), Canadá 5.300. |5| Hay que señalar que la intervención japonesa
se prolongó hasta octubre de 1922. Según Winston Churchill, ministro de guerra
en el gobierno británico, las tropas extranjeras aliadas alcanzaron los 180.000
efectivos.
El gobierno francés fue el que se opuso con más violencia al
gobierno soviético y mantuvo esa actitud desde el comienzo. Varias razones lo
explican: 1) Tenía miedo de la extensión a Francia del movimiento
revolucionario iniciado por el pueblo ruso, además había una fuerte oposición
por parte de la población francesa a la continuación de la guerra. 2) La
decisión soviética de repudiar la deudaafectaba a
Francia más que a ningún otro país, ya que los empréstitos rusos habían sido
emitidos en París y la mayoría de los títulos estaban en posesión de residentes
en Francia.
Se comprobó que el gobierno francés, en 1917, había entablado
conversaciones secretas con Berlín con el fin de llegar a un acuerdo de paz que
preveía dejar que el Imperio alemán se extendiera al Este en detrimento de la
Rusia revolucionaria con la condición que fueran restituidas a Francia Alsacia
y Lorena. El rechazo de Berlín a hacer esa concesión a París puso fin a esa
negociación. |6|
El armisticio del 11 de noviembre de 1918 firmado entre las
capitales occidentales y Berlín preveía que las tropas alemanas podían quedarse
provisoriamente en los territorios «rusos» que estaban ocupando. En virtud del
artículo 12 del armisticio, Alemania debía evacuar todos los antiguos territorios
rusos «desde el momento en que los aliados lo juzgaran conveniente, de acuerdo
a la situación interna de esos territorios». |7| Eso tenía por objetivo permitir al ejército
imperial impedir al gobierno soviético recuperar rápidamente el control del
territorio concedido a Alemania por el tratado de Brest-Litovsk. La idea de los
aliados era permitir a las fuerzas anti bolcheviques tomar el control de esos
territorios y de hacer allí un punto de apoyo para derrocar al gobierno.
El historiador
británico E. H. Carr muestra hasta qué punto la intervención contra la Rusia
soviética era impopular: «Cuando los hombres de estado aliados se reunieron en
París para la conferencia de Paz, en enero de 1919, discutieron sobre la
ocupación de Rusia por las tropas aliadas; el primer ministro británico, Lloyd
George, declaró a sus colegas que “si él intentaba actualmente enviar un millar
de soldados británicos a ocupar Rusia, la tropas se amotinarían” y que “si se
emprendiera una operación militar contra los bolcheviques, Inglaterra se
volvería bolchevique”. Lloyd George, como de costumbre, buscaba impactar, pero,
al mismo tiempo, su intuición percibía bien los síntomas. A comienzos de 1919,
hubo graves motines en la flota francesa y en las unidades militares francesas
desembarcadas en Odessa, así como en otros puertos del mar Negro; a comienzos
de abril, esas tropas fueron precipitadamente evacuadas. En cuanto a las tropas
multinacionales bajo comandancia inglesa en el frente de Arkhangelsk, el
director de las operaciones militares, en el Ministerio de Guerra inglés, hizo
saber que la moral de las tropas era “tan baja que constituían una presa fácil
para la propaganda bolchevique, muy activa e insidiosa, que el enemigo difunde
con una energía y una habilidad que aumentan sin cesar”. Mucho más tarde, los
informes oficiales estadounidenses revelaron el detalle de la situación. El 1 de
marzo de 1919, las tropas francesas que habían recibido la orden de avanzar se
amotinaron. Algunos días antes, una compañía de infantería británica “se niega
ir al frente”. Poco después, una compañía estadounidense “se niega durante un
cierto tiempo volver al frente”. Ante estos acontecimientos, el gobierno
británico decidió en marzo de 1919 evacuar el norte de Rusia —evacuación que
fue completada seis meses más tarde—.»8
Winston Churchill era uno de los principales halcones en el
campo occidental. Aprovechándose de la ausencia de Lloyd George y del
presidente de Estados Unidos, durante una conferencia en la cumbre celebrada en
París el 19 de febrero de 1919, Churchill habló para convencer a los otros
gobernantes de completar la intervención en la Rusia soviética mediante un
apoyo directo a las fuerzas de los generales rusos blancos. Propuso enviar
«voluntarios, técnicos de armas, municiones tanques, aeroplanos, etc.» y «armar
las fuerzas anti bolcheviques». |8|
Los aliados intentaron convencer a las nuevas autoridades
alemanas (pro-occidentales) de participar en la acción contra
la Rusia bolchevique. A pesar de una muy fuerte presión de las capitales
occidentales, en octubre de 1919, el Reichstag —parlamento alemán con una
mayoría compuesta por los socialistas (ADP) y los liberales— votó unánimemente
contra la adhesión de Alemania al bloqueo decretado por los aliados contra la
Rusia soviética.
Para completar, se debe agregar que en ese mismo tiempo,
algunos generales alemanes como Ludendorff y, en particular, Von der Goltz, que
dirigían los últimos restos organizados del antiguo ejército imperial,
sostenían acciones militares al Este para ayudar a los generales rusos blancos
anti bolcheviques. Y lo hacían con el respaldo de las capitales
occidentales. |9|
Es evidente que tanto los gobiernos occidentales como los de las
potencias centrales derrotadas (Imperio alemán y austro-húngaro) temían la
extensión de la revolución a sus países. Lloyd George escribió en un documento
confidencial a comienzos de 1919: «Europa entera ha sido conquistada por el
espíritu revolucionario. Existe entre los obreros un sentimiento profundo, no
sólo de descontento, sino también de cólera y de rebelión contra las
condiciones de vida de antes de la guerra. El orden establecido bajo sus aspectos
políticos, sociales, económicos es cuestionado por las masas de la población de
un extremo al otro de Europa». |10| Ese
temor a la revolución no era imaginario y explica ampliamente la violencia de
la agresión contra la Rusia bolchevique.
La intervención extranjera sostuvo los ataques de los generales
rusos blancos y prolongó la guerra civil que fue muy mortífera —esta guerra
civil provocó más muertos que la guerra mundial—. |11| El costo de la intervención extranjera en
vidas humanas y en daños materiales era considerable y el gobierno soviético
exigió más tarde que esa cuestión fuera considerada en las negociaciones
internacionales a propósito del repudio de la deuda. (Véase más adelante)
El bloqueo económico y financiero contra la Rusia soviética, el bloqueo del oro ruso.
A partir de 1918, la Rusia soviética fue objeto de un
bloqueo por parte de las potencias aliadas. El gobierno soviético estaba
decidido a pagar en oro la importación de bienes absolutamente necesarios. Pero
ninguno de los grandes bancos y ningún gobierno del mundo podían aceptar el oro
soviético sin entrar en conflicto directo con los gobiernos aliados. En efecto,
París, Londres, Washington, Bruselas… consideraban que el oro ruso debía serles
devuelto con el fin de indemnizar a los capitalistas que habían sido
expropiados en Rusia y para reembolsar las deudas. Fue un obstáculo muy difícil
de superar para el comercio soviético. En los Estados Unidos, cualquier persona
o empresa que quisiera hacer una transacción con oro o entrar en el país con
oro debía hacer la siguiente declaración: «El abajo firmante propietario de un
lote de oro…..declara y garantiza, por la presente, que este oro no es de
origen bolchevique y que jamás estuvo en posesión del auto proclamado Gobierno
bolchevique de Rusia. El abajo firmante, además,…garantiza, para siempre, en
los Estados Unidos, sin ninguna restricción ni ningún tipo de reserva, el
derecho sobre este oro.» |12|
Hay que añadir que después de la capitulación alemana de
noviembre de 1918, Francia consiguió recuperar la fuerte recompensa en oro que Berlín
había obtenido de Rusia en aplicación del tratado de Brest-Litovsk firmado en
marzo de 1918. |13| Francia no quería hacer una retrocesión del
oro a Rusia, al considerar que se trataba de una parte de las reparaciones que
Alemania debía pagar a París. Se debe señalar que el bloqueo del oro ruso
continuó parcialmente durante años. Es así como Francia logró obtener, todavía
en 1928, de las autoridades de Washington que éstas prohibiesen un pago en oro
ruso por un contrato entre Rusia y una sociedad privada estadounidense.
Traducido por Griselda Pinero
Notas: (…)
Fuente: http://www.cadtm.org/La-revolucion-rusa-el-repudio-de
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