viernes, 28 de julio de 2017

"Estamos ante un proceso de luchas sociales en marcha y nuestro esfuerzo tendrá que concentrase en favorecer la organización y la movilización de los trabajadores, de la juventud y del pueblo pobre de los barrios hasta lograr la caída del gobierno usurpador. Por eso es necesario ampliar las luchas en las calles y en los centros de trabajo, de residencia y de estudio. El resultado de las luchas que realicemos en 2017 tendrá un papel fundamental en el futuro del país. En este sentido, depositar nuestras esperanzas en las elecciones de 2018 o en el regreso de Lula a la presidencia es un grave error".

Albergar esperanzas en un regreso de Lula 
es un grave error
28 de julio de 2017

 Por Edmilson Costa (Outras Palavras)

Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez
La justicia en Brasil no es imparcial y, la mayoría de las veces, estuvo del lado de los poderosos. En el caso concreto de Curitiba, entendemos que el juez Sérgio Moro actuó de forma parcial. Mientras el presidente Michel Temer y una parte considerable de sus ministros y un grupo nada desdeñable de miembros de la Cámara y del Senado, están involucrados en casos de corrupción, el juez Moro monta un espectáculo mediático en el que parece que Lula es el único responsable de la corrupción en Brasil [1]. ¿Por qué no monta ese mismo espectáculo con Aécio Neves, los ministros de Temer y los parlamentarios corruptos? Para los amigos la justicia, para los enemigos, la ley.

Estamos viviendo una de las mayores crisis de nuestra historia. Combina una de las mayores recesiones desde la década de 1930, una crisis social que afecta a más de 14 millones de parados y una crisis política profunda, lo que nos sitúa al final de un largo ciclo que se inició en 1978, con la huelga en la factoría de Scania, y se cerró con el impeachment y el comienzo de un nuevo ciclo que se inició embrionariamente con las jornadas de junio de 2013 [2]. El final de ese ciclo supuso, además, la derrota de la política de conciliación de clases y el surgimiento de un gobierno pura sangre de la burguesía y del imperialismo, que está acometiendo un brutal ataque contra los trabajadores, la juventud y el pueblo pobre de los barrios. 

En contrapartida, surgió un enorme descontento e indignación entre la gran mayoría de la población en contra de ese gobierno que se manifiesta en las calles, en los estadios de futbol y en los shows artísticos, que se materializó en la huelga general del pasado 28 de abril. Así pues, estamos ante un proceso de luchas sociales en marcha y nuestro esfuerzo tendrá que concentrase en favorecer la organización y la movilización de los trabajadores, de la juventud y del pueblo pobre de los barrios hasta lograr la caída del gobierno usurpador. Por eso es necesario ampliar las luchas en las calles y en los centros de trabajo, de residencia y de estudio. El resultado de las luchas que realicemos en 2017 tendrá un papel fundamental en el futuro del país. En este sentido, depositar nuestras esperanzas en las elecciones de 2018 o en el regreso de Lula a la presidencia es un grave error. Los 13 años de gobiernos petistas nos enseñaron lo que no debemos repetir. Un eventual gobierno Lula sería todavía peor que los pasados, con más frustraciones para los trabajadores y para la juventud. La apuesta tiene que ser por la lucha de masas, por el cambio en la correlación de fuerzas y por la caída del gobierno, enviando a los corruptos a prisión y confiscando su patrimonio, y por la conquista de un gobierno inspirado en los intereses populares.

Edmilson Costa es economista, profesor universitario y secretario general del Partido Comunista Brasileño (PCB)

Notas del traductor

[1] El portal Outras Palavras mantiene desde hace un tiempo una serie titulada Brasil: como virar a página?, con la que recaban la respuesta a esa pregunta a diferentes personas que piensan y luchan por 'Outro Brasil', ofreciendo de este modo un amplio repertorio de estrategias que permitirían rescatar a Brasil de la crisis que está atravesando. Este artículo es la respuesta que dio Edmilton Costa a esa pregunta.

[2] Las ‘jornadas de junio de 2013’ fueron una serie de manifestaciones populares que movilizaron a más de un millón de personas en diferentes ciudades del país (São Paulo, Belo Horizonte, Rio de Janeiro, Fortaleza, Salvador…) en contra de las tarifas del transporte público que derivó en una protesta en contra de las políticas ineficientes del gobierno, los servicios públicos de mala calidad, los gastos excesivos en eventos deportivos internacionales, la corrupción política…, que a pesar de ser inicialmente reprimidas con dureza, acabaron provocando una respuesta positiva del gobierno y del Congreso, que aprobaron una serie de medidas de lo que se dio en llamar ‘agenda positiva’.

http://outraspalavras.net/blog/2017/05/10/edmilson-costa-depositar-esperancas-numa-volta-de-lula-e-um-erro-grave/

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar la autoría, al traductor y Rebelión como fuente de la traducción.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=229605

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