Venezuela, desarrollo minero
contra guerra
económica
9 de septiembre de 2016
9 de septiembre de 2016
Por Hedelberto López
Blanch (Rebelión)
Con la intención de revertir su gran
dependencia de la extracción de petróleo (su principal fuente de divisa que se
ha visto afectada en los últimos tiempos por la baja internacional en los
precios del crudo) Caracas ha lanzado un megaproyecto en el Arco Minero del
Orinoco que le permitirá obtener entre 3 000 y 4 000 millones de dólares
anuales.
Desde que el líder bolivariano llegó al poder
en 1999, la Revolución ha sufrido numerosos ataques que van desde intentos de
golpes de Estado, atentados contra la producción petrolera, acaparamiento de
alimentos y medicinas por parte de la oligarquía, contrabando de mercancías
hacia las fronteras, y violentas campañas de desinformación por los medios de
comunicación controlados por occidente, que arreciaron después que Nicolás
Maduro alcanzó la presidencia en elecciones generales.
La realidad es que Venezuela se convirtió
desde el triunfo Bolivariano en una verdadera amenaza para los poderes hegemónicos
tradicionales controlados desde Washington pues cuenta con la mayor reserva
petrolera del mundo y tras la nacionalización de esa industria sus ganancias se
destinaron a mejorar las condiciones de vida del pueblo.
Tanto Chávez como Maduro han seguido un patrón
de independencia y solidaridad que son ejemplos a seguir pues a la par que han
ayudado a impedir crisis económicas en naciones latinoamericanas al ofrecerles
combustibles a precios razonables, se han destacado por fortalecer la
integración y la unión en toda la región sin la intromisión del Norte.
El denominado Arco Minero del Orinoco en el
sureste de Venezuela, cuenta con una extensión de 111 843 kilómetros
cuadrados y posee una amplia diversidad de minerales metálicos y no metálicos.
Entre los metálicos se hallan, oro, hierro,
bauxita, cobre, cromo, carbón, manganeso, magnesita y níquel, mientras aparecen
en los no metálicos, diamante, fosfato, caliza, feldespato, dolomita, yeso,
caolín, grafito y talco.
Los estimados del Ministerio de Desarrollo
Minero Ecológico, indican que el total del valor comercial de las reservas
minerales en la zona, ubicada en el estado Bolívar, ascienden a más de dos
trillones de dólares.
La estrategia lanzada por el gobierno de
Nicolás Maduro se encamina a diversificar el desarrollo económico del país,
aumentar su Producto Interno Bruto para continuar los programas sociales,
rebajar la dependencia del petróleo y desbloquear el cerco financiero que le
han impuesto los organismos financieros internacionales a instancias de los
países occidentales encabezados por Washington.
Naciones amigas como Rusia, Sudáfrica y China
han expresado el interés de incorporarse a los proyectos del Arco Minero del
Orinoco, mientras otros que hasta el momento no han sido tan amistosos como
Inglaterra, Canadá, Australia y Estados Unidos también han manifestado el deseo
de invertir en la zona. Ya
suman en total más de 100 empresas de 37 países las que se han acercado al
Gobierno Bolivariano en aras de participar en las futuras explotaciones.
Las estimaciones (aún faltan la certificación
oficial) señalan que las reservas de oro catapultarían a Venezuela a ser el
segundo país del mundo con más oro, solo superado por las 8 133 toneladas que
posee Estados Unidos.
Además del oro, en la zona hay 33,8 millones
de quilates de diamante, 3 644 millones de toneladas de hierro, y gigantescos
yacimientos probados de bauxita, cobre, coltán entre otros estratégicos
minerales.
La puesta en marcha del proyecto, que ya había
sido concebido por Hugo Chávez, como parte del desarrollo estratégico del país,
junto a la Faja
Petrolífera del Orinoco, deberá generar 25 000 empleos
directos y 75 000 indirectos en el Estado Bolívar, pues se concibe como un plan
general de desarrollo del sector industrial nacional. A la vez, ampliará el
control y la presencia estatal en la rica zona minera que anteriormente ha
estado sometida a la explotación ilegal dirigida por bandas violentas.
El ministro de Desarrollo Minero Ecológico,
Roberto Mirabal, explicó que el sistema adoptado será la creación de empresas
mixtas en las que el Estado tendrá el 55 % de las acciones e igual porcentaje
del total de las ganancias. Ya ese programa fue explicado a los futuros
inversionistas en una reunión efectuada con firmas internacionales en la sede del
Banco Central de Venezuela.
Asimismo, Mirabal detalló que el Arco Minero
se ha dividido en cuatro bloques: el primero, denominado “Juana La Avanzadora”,
que posee coltán, oro, bauxita y diamante; el segundo, “Manuelita Sáez”, con
oro y diamante; el tercero, “Negra Hipólita”, donde prevalecen, hierro, oro,
diamante y bauxita; y el cuarto, “Josefa Camejo”, que contiene básicamente
yacimientos auríferos.
Los especialistas señalan que esta ha sido una
bien calculada movida del Gobierno Bolivariano para, además, frenar las
constantes acciones financieras de las calificadoras internacionales como
Moody´s, Fitch y Standard and Poor´s que han estado constantemente elevando el
hipotético “riesgo” del país para las inversiones, que lo ubican hasta por
debajo de Grecia (que se encuentra en default) y de Siria, completamente
destruida por una guerra impuesta desde el exterior.
Pese a las constantes agresiones, el gobierno
venezolano sigue adelante con sus proyectos económicos-sociales y el Arco
Minero se convertirá en una bien pensada acción para que, pese a las
diferencias políticas, los financiamientos y las inversiones internacionales
fluyan con mejores condiciones hacia el país.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216486
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