Atanor: una clausura
que llegó con años de retraso
12 de septiembre de 2016
La
planta de San Nicolás de la multinacional Atanor es la segunda productora de
glifosato en el país. Hace pocos días, fue clausurado uno de sus sectores por
una orden judicial porque se comprobó que se arrojaban productos químicos al
río Paraná. La medida llega después de años de reclamos judiciales de vecinos y
trabajadores y trabajadoras afectadas, que denuncian no menos de 200 casos de
enfermedades y muertes en barrio Química. La clausura es por una de las causas contra
Atanor, acusada de contaminación del suelo, del aire, además de denuncias por
corrupción debido a las habilitaciones de la misma.
Por RNMA
En el Enredando las Mañanas del miércoles 7 de septiembre nos
comunicamos con Walter Ibarra, integrante de la ONG Protección Ambiental
del Río Paraná, una de las organizaciones denunciantes.
Al respecto, Ibarra explicó que “lo que se clausura es la
extracción de agua de las napas, porque Atanor extrae millones de litros
diarios de agua de las napas y el vertido de efluentes al Río Paraná de aguas
contaminadas. También se clausura la planta de Atracina, que se hace con el 90%
de agua”. Atracina es un herbicida agrícola muy usado en el mundo, que suele
combinarse con el glifosato y cuestionado también por sus efectos ambientales.
El brazo de Atanor en la localidad alcanza diversos ámbitos, que
Ibarra resume con la idea de que “son todos amigos o familiares”, razón por la
que fue posible que aunque “hace dos años que Atanor está clausurada, lo que
pasa es que el juez anterior nunca hizo nada para constatar la clausura. Hace dos
años que viene incumpliendo impunemente la clausura Atanor. Ahora ,
como pusieron a un juez nuevo en el Juzgado Penal N°1, el Dr. [Facundo] Puente,
que es de afuera y que nosotros entendemos que no está ‘contaminado’, que no
tiene amigos ni parientes, vino e hizo cumplir la ley, lo que tenía que hacer”.
La desidia de la empresa se evidencia en que “durante dos años Atanor incumplió
y nunca se molestó por tener los permisos correspondientes que tienen que tener
todas las empresas. Y ahora se encuentra con esta clausura porque el juez
allanó con la prefectura, la gendarmería y la policía, constató que se volcaban
efluentes contaminantes al río, constató que se sacaba agua de las napas, se
extraía, y también la planta de Atracina. Entonces en principio está clausurada
hasta tanto tenga todo lo que tiene que tener una empresa para trabajar”.
Por otro lado, explica el integrante de Protección Ambiental,
“Atanor tiene tres causas en la justicia federal. Una por los vecinos y otra
por las ONGs de San Nicolás, en la cual se denuncia que tienen productos
químicos enterrados, dicho por la justicia, firmado por la UTN de San Nicolás
el Ing. Bianchi y por el fiscal Dr. Darío Giannorio, donde ellos firmaron que de
las pericias realizadas en Atanor se constató que tiene químicos enterrados
altamente contaminantes, explosivos y tóxicos. Eso está en la justicia
federal”.
La lucha contra las irregularidades de la planta tiene su camino
recorrido “quien le habla era delegado general en Atanor, trabajó 13 años y los
últimos cuatro lo eligieron delegado general. Al yo empezar a recorrer sectores
empecé a ver las prácticas ilegales que hacía Atanor y empecé a denunciar
internamente esas prácticas ilegales, porque entendía que haciendo lo que
estaban haciendo corrían peligro nuestra fuentes de trabajo. No lo entendió así
la empresa y me hicieron dos causas penales en las cuales fuimos a juicio y el
juez falló a favor mío, Atanor apeló en la Cámara de Apelaciones, donde los jueces
[Alberto Antonio] Moreno, [Martín Ignacio] Aramburu y [Eduardo Alfredo] Alomar
volvieron a fallar a favor mío. Y ahí mandan a investigar a Atanor por los
dichos de los testigos, porque fueron operarios y supervisores de testigos. Ahí
sale la causa Atanor
por atentado a la salud pública. Atanor no se quedó con eso y fue a la Suprema Corte de
Justicia y la Suprema
Corte de Justicia volvió a fallar a favor mío. O sea que
nosotros le ganamos en todas las instancias a Atanor. Ahí empezó la lucha, más
nos juntamos con los vecinos, empezamos a hacer un relevamiento y del
relevamiento salió que hay más de 200 muertes de cáncer en ese barrio de cinco
manzanas”.
El relevamiento, realizado en 2010, se plasmó en un mapa donde se
indican las enfermedades y las muertes, un trabajo que recuerda la labor de
Grupo de Madres de Ituzaingó en Córdoba en su lucha contra las fumigaciones.
Cuando preguntamos en torno al acompañamiento de espacios académicos o
institucionales, Ibarra afirma que “el intendente de San Nicolás, el Dr.
Passaglia, que es médico y ex ministro de salud no permite que se haga el
relevamiento sanitario acá en barrio Química”.
“Es más -continúa Ibarra-, el año pasado la empresa estaba clausurada, incumpliendo la clausura, era denunciada por entierro de productos químicos por los vecinos y las ONG y el intendente firmó un acuerdo para hacer una plaza con Atanor en el predio que la empresa le da ala municipalidad. Por
supuesto, que hasta el día de hoy no hicieron nada, porque era una locura. En
plena contaminación, donde está contaminado, van a hacer una plaza”.
“Es más -continúa Ibarra-, el año pasado la empresa estaba clausurada, incumpliendo la clausura, era denunciada por entierro de productos químicos por los vecinos y las ONG y el intendente firmó un acuerdo para hacer una plaza con Atanor en el predio que la empresa le da a
La medida judicial exige que la multinacional cumpla con la
documentación y los permisos que marca la ley, por lo que Ibarra asume que “en
algún momento seguirá trabajando”. Sin embargo, aún está pendiente la causa
federal en relación a los químicos enterrados en su predio, que para las ONG
involucradas, es lo que está ocasionado las enfermedades y muertes.
Sin embargo, nada impide que los y las vecinas vivan esta decisión del Dr. Puente como un triunfo, y
la recibieron “con mucha alegría, porque ya llevamos doce años de lucha y
estamos muy felices (...) nos fortalece más. Nosotros hemos sido perseguidos,
el fiscal de la causa nos ha iniciado causas penales a nosotros por coacción
agravada, hemos tenido denuncias a causa de la empresa, hemos estado
amenazados, nos han cruzado autos de alta gama, en fin, llevamos una lucha de
años y esto nos pone muy felices y nos hace pensar que la justicia todavía
existe y que la única guerra que se pierde es la que se abandona. Por eso
nosotros seguimos para adelante y está en juego la salud de toda la gente”.
Fuente:
http://www.anred.org/spip.php?article12800
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