jueves, 29 de septiembre de 2016

Tenemos, por el contrario, dos desafíos abajo y a la izquierda:


  • Articular todas nuestras luchas descubriéndolas anticapitalistas y asumiéndolas no sólo resistencias al avasallamiento de derechos humanos sino también como constructoras de relaciones entre nosotros de la otra sociedad posible. De suerte de ir afirmando y arraigando la autodeterminación de los pueblos.
     
  • Empoderarnos de nuestros respectivos lugares y responsabilidades como sujetos colectivos e individuales del estar siendo comunalidades estrechamente vinculadas y sin fronteras para cooperar en la creación de cada una de ellas y de todas de buenos vivires, convivires.

Aclarémonos que por ser anticapitalistas consecuentes, somos antiimperialistas y antineoliberales e incluso internacionalistas revolucionarios. Esta síntesis la concretamos, en Nuestra América, al comprometernos con el Nunca Más al extractivismo.

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