El buen cipayo y el
mal cipayo
23 de septiembre de 2016
Por Alejandro Teitelbaum (Rebelión)
Así como para Estados Unidos existe el mal
terrorista y el buen terrorista: el primero es el que aparece diariamente en
los medios de comunicación y que
casi todo el mundo condena. El segundo es el que trabaja en la sombras para la
CIA y otros servicios estatales, poniendo bombas, cometiendo asesinatos
selectivos, etc., en Argentina existe el buen cipayo y el mal cipayo.
La expresión cipayo la popularizó Arturo
Jauretche en Argentina en los años 1930 para referirse a los
ciudadanos que piensan y actúan al servicio del imperialismo contra los
intereses nacionales.
Cuando se están revelando las cláusulas ultracolonialistas de los
convenios YPF- Chevron celebrados en 2013 (casi todo el arco político
antiimperialista guarda un estridente silencio seguramente para no herir la
fina sensibilidad del kirchnerismo entonces gobernante) surge la figura del
buen cipayo y del mal cipayo.
El diario Página 12,
a la vanguardia de la denuncia de la política cipaya del
actual Gobierno, que sería (y sin duda es) la figura del mal cipayo, acaba de
descubrir al buen cipayo.
En efecto, en una nota publicada en su edición del 21 de setiembre
(Claves de un contrato sin grandes sorpresas) se «explica» que los convenios de
YPF con Chevron no tienen nada de objetables.
La razón es evidente: fueron celebrados por el
Gobierno kirchnerista, el buen cipayo.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=217092
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