Repudios del pueblo mapuche
a un editorial de La Nacion procampaña del desierto
Una defensa del
aniquilamiento
31 de agosto de 2016
Por Darío Aranda (Página/12)
Un editorial del diario La Nación salió en
defensa de la Campaña del Desierto. Y sostuvo que “ningún pueblo es
originario”. Fuertes repudios del pueblo mapuche, organismos de DD.HH., y
trabajadores del propio diario de los Mitre.
Primero fue un editorial que llamaba “guerra sucia” a la dictadura
y pedía “terminar con las mentiras sobre los años 70” . En la misma línea, el
diario La Nación apunta a los pueblos originarios, reivindica la figura de
Julio A. Roca, celebra la avanzada militar sobre las comunidades indígenas y
hasta relativiza a las culturas ancestrales y sus derechos. Originó repudios
del pueblo mapuche, académicos y de la Asociación de Abogados de Derechos
Indígena (AADI). “Nuevamente La Nación carga contra los pueblos originarios.
Manipula la realidad y miente”, afirmó la Confederación Mapuche
de Neuquén.
“No más venganza”, fue el título del editorial del diario La
Nación en noviembre pasado. Recurrió al concepto de “guerra” (y no de
terrorismo de Estado) y calificó a la cárcel común para los genocidas como
“vergonzoso padecimiento de condenados”. Provocó repudios de todos los
organismos de derechos humanos, múltiples sectores políticos y de los propios
trabajadores del diario.
El domingo 21 de agosto fue en el mismo sentido. “En aquella
mañana fría del 25 de mayo de 1879, cuando se celebraba la misa de campaña en
Choele Choel, frente al río Negro, el joven general Julio A. Roca no hubiese
podido imaginar que ese emocionante tedeum, muchos años después, iba a ser
interpretado como la culminación de una campaña genocida para exterminar a los
pueblos originarios de la Patagonia”, comienza el editorial titulado “la
utilización populista de los pueblos originarios”.
Define a la Campaña del Desierto como “un conflicto de culturas” y
la defiende: “Es perverso intentar una condena moral”. También señala que
“ningún pueblo es realmente originario”. Afirma que El Calafate, YPF, Vaca
Muerta y las Malvinas “son todos íconos de la argentinidad gracias al general
Roca”. Y reivindica a los ejecutores de la campaña militar: “Quienes
expandieron la cultura occidental por el territorio de la patria sembraron las
semillas de un valor esencial que no existía en América y que difícilmente
hubiera florecido si aquella misa matutina: el respeto por la dignidad
individual, plasmado en la concepción moderna de los derechos humanos”.
Jorge Nahuel, de la Confederación Mapuche
de Neuquén, respondió: “No resulta llamativo que el diario de los Mitre
reivindique a Roca. Es el mismo medio que intenta disimular el genocidio de
Videla y de la misma manera intenta ocultar ese primer terrorismo de estado,
donde Roca instituyó campos de concentración, mató poblaciones enteras, saqueó,
realizó traslados forzados de población, entre ella numerosos niños. Es un
posicionamiento político sin ningún fundamento histórico”.
El vocero indígena recordó que el pueblo mapuche es preexistente a
la conformación de los estados de Chile y Argentina, y siempre habitaron de
ambos lados de la Cordillera, con centenares de trabajos académicos que
derriban la falacia de que “los mapuches son chilenos”. Nahuel atribuyó “la
profusa ignorancia” del editorial a un hecho no casual: “Intenta ocultar la
movilización de un pueblo-nación mapuche, cultura milenaria que ya no está
pasiva, sino que exige el cumplimiento de sus derechos”. Diana Lenton es
doctora en antropología, docente de la misma carrera en la UBA y coordinadora
de la Red de Investigadores en Genocidio y Política Indígena. Definió el
accionar del diario La Nación con una palabra: “Negacionismo”. Y lo vinculó al
editorial sobre la dictadura cívico-militar de noviembre y también a lo actuado
por Darío Lopérfido al negar los 30.000 desaparecidos.
“Son acciones deliberadas que buscan retrotraer lo avanzado.
Existe un consenso social de que fueron 30.000 los desaparecidos, pero igual lo
niegan. Existe un consenso de que los pueblos indígenas sufrieron un genocidio,
pero también lo niegan”, cuestionó Lenton, y atribuyó un objetivo a ese
negacionismo: “Buscan restaurar privilegios de una clase social, de ahí la
nostalgia por la generación del ‘80, donde la exhiben como la época de oro del
país cuando en realidad lo fue solo de una clase social determinada”.
Lenton afirmó que el negacionismo del genocidio indígena tiene
profundas vinculaciones políticas y económicas actuales: “Los pueblos indígenas
lideran resistencias a proyectos extractivos, donde están presenten grandes
empresas mineras, petroleras, agropecuarias e inmobiliarias, y donde medios
como La Nación son parte de ese entramado. Desconocer el genocidio pasado es
también negar derechos del presente”.
Recordó que la academia ya se expidió sobre el mito de que los
mapuches son de Chile. “Es una falacia construida por intereses políticos y
económicos de ocupación territorial. Quien mantiene ese postulado desconoce de
historia”, afirmó la investigadora del Conicet y recordó que el Consejo
Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA (donde se dictan las
carrera de historia y antropología) se expidió en 2009 sobre la preexistencia
mapuche en ambos lados de la Cordillera.
Lenton llamó la atención sobre la falta de reacción de organismos
de derechos humanos, sectores políticos e intelectuales frente a este editorial
(en comparación a la que sí hubo ante la referida a la dictadura
cívico-militar). “Nos llama a la reflexión la falta de indignación y de acción
ante el negacionismo del genocidio indígena, pareciera que cuesta mirar más
allá de la propia clase social”, señaló Lenton.
Teorías de superioridad racial
La Asociación de Abogados/as de Derechos
Indígenas (AADI) repudió el editorial del diario La Nación y la calificó como
“histórica, política y jurídicamente errónea y contradictoria con lo
contemplado en la
Constitución Nacional ”. Recordó que “los hombres que
gobernaron (durante la Campaña del Desierto) no dudaron en atacar militarmente
a los pueblos originarios, basándose en teorías de superioridad racial, moral o
religiosa que sabemos eran científicamente falsas y éticamente condenables”.
Precisó que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos determinó que las
acciones “para reclamar su investigación y reparación integral son
imprescriptibles” y afirmaron que la avanzada militar es “encuadrable en los
supuestos de genocidio o crímenes contra la humanidad”. “Resulte jurídicamente
falsa la afirmación de que ‘ningún pueblo es realmente originario’”,
cuestionaron los abogados y resaltaron que la propia Constitución
Nacional (artículo 75, inciso 17) reconoce la preexistencia
de los pueblos indígenas.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216112
No hay comentarios:
Publicar un comentario