La humanidad está
naufragando y no queda mucho tiempo para seguir equivocándose
Es ya una cuestión de
supervivencia
20 de septiembre de 2016
Por Yayo Herrero (Naiz)
La humanidad está naufragando. El deterioro ecológico acelerado,
la profundización de las desigualdades en todos los ejes de dominación y la
crisis de legitimidad política –con su derivada del crecimiento de los
movimientos xenófobos y neofascistas– amenazan con colapsar nuestra
civilización. Es urgente abordar la crisis, no queda mucho tiempo para seguir
equivocándose.
Después de
décadas de aplicación de capitalismo neoliberal, hemos topado con los límites
del planeta. Los territorios de los países empobrecidos, utilizados como mina y
vertedero, también dan síntomas de agotamiento, tanto de energía y materiales,
en el mantenimiento de los ciclos naturales, así como en la capacidad
regenerativa de la biosfera.El cambio climático es ya tan evidente que el negacionismo, tan eficazmente impulsado por los grandes lobbies transnacionales, retrocede. Aunque, como hemos visto en la última Cumbre de París, esa consciencia no se traduzca en decisiones reales que permitan plantar cara a los problemas cruciales que hemos de afrontar. Más bien, nos encontramos con las propuestas de un capitalismo disfrazado de verde y tecnoeficiente que se ofrece a resolver los problemas que él mismo ha causado.
Hay quien dice que el deterioro ecológico ha sido el precio pagado
para alcanzar el bienestar, pero no es así. A la vez que se destruye la
naturaleza, se profundizan las desigualdades en todos los ejes de dominación.
Se ha agravado la situación de las poblaciones más empobrecidas que llevan
décadas sufriendo esta guerra encubierta y los indicadores muestran cómo crece
la distancia entre el Norte Global y el Sur Global.
Y las desigualdades también se agrandan en las llamadas sociedades
del bienestar: buena parte de la población es precaria y millones de personas
se encuentran hoy en día en una situación de exclusión. Especialmente sangrante
es la situación de migrantes y refugiadas. Desposeídas de su derecho a
permanecer y expulsadas de sus territorios, muchas personas hacen el mismo
viaje que las materias primas y los flujos de riqueza, hasta que se encuentran
las vallas de la vergüenza, que permiten la entrada de los recursos expoliados
y de los capitales pero no así de quienes tratan de escapar de la miseria o la
guerra.
Así las cosas, muchos seres humanos sólo cuentan con el colchón familiar para tratar de eludir
Paradójicamente, a pesar de que las señales de desastre son cada
vez más claras y más explícitas, los poderes económico y político y las
mayorías sociales siguen actuando como si la crisis global no existiese. La
inviabilidad material del modelo productivo global y sus nefastas consecuencias
sobre amplios sectores de la población permanece fuera de los debates públicos
y de las urgencias de las agendas políticas al uso.
El primero, el inevitable decrecimiento de la esfera material de
El segundo, el radical reparto de la riqueza y de las obligaciones y la necesidad de reorganizar los trabajos, todos los trabajos. Luchar contra la pobreza es lo mismo que luchar contra la excesiva acumulación. Será obligado, entonces, distribuir el acceso a la riqueza, poner límites a los excesos materiales y aplicar el principio de suficiencia, poniendo como eje central la equidad.
Esta transición no será sencilla ni podrá ser realizada sin conflicto. ¿Sería posible afrontar este cambio sin que los poderosos y ricos sientan que las soluciones que permitan resolver la crisis civilizatoria amenazan su posición? ¿Pueden mantenerse los privilegios de las elites a la vez que se garantiza una vida decente a las mayorías y asegura la sostenibilidad ecológica?
Sobre todos estos temas pretendemos debatir y reflexionar en los III Encuentros Ecosocialistas Internacionales (www.ecosoc.org), que se celebran en Bilbo el 23, 24 y 25 de septiembre y que tratan de seguir profundizando los diálogos y propuestas ya iniciadas en Ginebra (2014) y en Madrid (2015).
Al igual que en los encuentros anteriores, en Bilbo se darán cita sindicalistas, ecologistas, feministas, organizaciones políticas, movimientos sociales, etc. de diversas procedencias geográficas. Es un debate necesario que pretende abordar la situación actual con toda su complejidad, sus contradicciones y dificultades. Poner en colectivo los análisis y propuestas que cada una hacemos por separado, nos puede ayudar a vislumbrar posibilidades y propuestas para abordar las urgentes y necesarias transiciones.
Es ya una cuestión de supervivencia.
http://www.naiz.eus/es/iritzia/articulos/es-ya-una-cuestion-de-supervivencia
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216919
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