Argentina:
El Comando Sur en Neuquén
31 de mayo de 2018
Por Elsa Bruzzone, Resumen Latinoamericano
Hace
unos días nos enteramos de la infausta nueva: El Comando Sur de los EE UU lograba
imponer, luego de un primer intento abortado en el año 2012, su objetivo
de hacer pié en nuestro país para disponer una base militar en la Provincia de
Neuquén. Durante el año 2017 el entonces embajador norteamericano
interino Tom Cooney había recorrido la Provincia y
ratificado la intención de reactivar la construcción de la base. Al mismo
tiempo destacó las inversiones que Chevron
y Exxon Mobil realizaban
en Vaca Muerta.
Los medios de comunicación provinciales informaron, en la
semana del 7 de mayo, que un grupo de “técnicos”
norteamericanos habían arribado la
Provincia para construir las instalaciones, donadas por
el Comando Sur bajo la figura de “Ayuda Humanitaria”, donde
funcionará la Defensa Civil Provincial. El costo de la obra
asciende a 2.000.000 dólares y consta de una sede y un galpón de 600 metros cuadrados
que podría funcionar como centro de evacuación ante catástrofes eventuales ya
que contará con dormitorios, baños, cocina, una sala de cuidados
médicos, otra para conferencias y un helipuerto. Se ubica sobre la Autovía Norte y a
escasa distancia del Aeropuerto Internacional de Neuquén.
“No
se trata de una base militar, sino del Programa de Ayuda Humanitaria para
retomar la marcha de la obra que se suspendió en 2.012 y que consiste en un
depósito y un edificio de oficinas para la coordinación de Defensa Civil y
otros organismos ante una emergencia”, afirmó Leonel Dacharry, Secretario General de la Gobernación
Provincial. Agregó “Comenzamos
los contactos en 2009 y a través del programa conseguimos un campamento para
evacuados para 250 personas, que nos vino muy bien cuando se produjo la
erupción del volcán Puyehue, en 2011” .
El año pasado llegó la segunda etapa del campamento, que
ahora puede albergar hasta 500 personas”. Informó además que la ayuda incluyó vehículos todo
terreno que integran el Plan de Manejo del Fuego, se encuentran en Junín de los
Andes y pueden ser utilizados para búsqueda y rescate. Señaló
que “el lugar elegido está
junto a la autovía Norte
y cerca de un centro de distribución estratégica como es el aeropuerto
(Internacional Juan D. Perón) para el traslado de elementos a zonas que lo
ameriten y que no es una base porque los edificios quedan bajo el registro
dominial de la
Provincia.” Añadió que las obras habían comenzado en 2012, se habían
detenido y que recientemente habían llegado de EE
UU “tres ingenieros y un arquitecto del programa de ayuda
humanitaria para supervisar la continuidad de las tareas”. Agregó
que “se trata de una
estructura “muy liviana, con posibilidad de expansión, estará dotada de un
grupo electrógeno por posibles cortes de energía eléctrica y servirá para el
acopio de víveres, los campamentos móviles y, eventualmente, para alojar
personas ante alguna emergencia”.
Reiteramos para Neuquén lo que
sostuvimos en nuestro documento “EL COMANDO SUR EN EL CHACO”.
Presentamos un análisis de la forma como se ha aplicado y se aplica la
estrategia para el control militar y de los recursos naturales estratégicos de la
Región por parte del llamado “Comando Sur” de EE UU.
Todo se inició cuando el Comando Sur y
la embajada norteamericana impulsaron un “Programa de Fortalecimiento del Sistema Provincial
de Emergencias,” que fue aprobado en 2006 por el ex Ministro Aníbal
Fernández, como un aporte a los programas sociales que desarrollaba el
gobierno. De esta manera y enmascarando las reales intenciones se posibilitaba
la entrada de dicho Comando en territorio argentino por la puerta
de servicio. Ello implicó realizar inicialmente
campañas de “concientización humanitaria” y de instrucción a la población con
el objetivo de establecer, en un futuro
que manifestaron cercano, personal para colaborar con la “ayuda
humanitaria”, tal como había ocurrido con anterioridad en Ecuador, Honduras,
Costa Rica, Paraguay y Colombia.
Lo que el representante del Comando Sur para Argentina no
ha explicado ahora, como tampoco lo hizo en el año 2012 el Coronel Edwin Pastor
cuando hacía las gestiones en la Provincia del Chaco, es como un programa con
apariencia civil es realizado por un COMANDO MILITAR DE
EE UU, EL CUAL NO GUARDA RELACION DE DEPENDENCIA CON LA EMBAJADA DE ESE
PAIS, que es la que debería tener a su cargo o patrocinar programas realmente
solidarios y exclusivamente civiles.
Existiendo múltiples organismos no militares
nacionales e internacionales cuya actividad se orienta hacia una misión social
y humanitaria no queda claro por qué estas tareas se encomendaron al Comando
Sur en forma altamente sospechosa ya que es conocida la doble
misión de las embajadas y los organismos militares de EE UU en los
diversos programas civiles y militares de ese país para ayuda, capacitación,
intercambio, cooperación, trabajo bilateral y que culminan con la realización
de ejercicios militares “combinados” con los efectivos de los países
involucrados .
Además todo ello constituye el fundamento del funcionamiento del
llamado SIAD (Sistema Interamericano de Defensa) creado por EE UU
dentro del cual el COMANDO SUR es el principal órgano operador para
Latinoamérica y El Caribe, independientemente de las atribuciones políticas de
las embajadas norteamericanas en el Continente.
Por un lado, Washington presenta un componente humanitario visible
al público, estructurado sobre actividades que la sociedad visualiza como
‘justas’ y en su beneficio, de modo tal que pueda justificarse una interacción
bilateral. Causas como ayuda humanitaria, sanidad y salud pública,
emergencias y desastres naturales, derechos humanos, seguridad, lucha contra el
narcotráfico y el narcoterrorismo. Pero por otro lado existe una
componente no visible que se encuadra en los objetivos estratégicos afines a
los intereses de EE UU y muchas veces contrapuestos a los del país asistido
conducidos por un comando militar.
Además se suman a esta operatoria los ”Acuerdos de Cooperación” que el Gobierno Nacional
Argentino ya viene manteniendo con EEUU en el plano militar y
civil; sea por ejemplo para capacitación de civiles y militares con
instructores estadounidenses, como son los Programas
Internacionales para Educación y Entrenamiento Militar, de Seguridad de
Fronteras y Control de Exportaciones y de Asistencia Antiterrorista. También
Washington envía fondos para educación y entrenamiento policial.
Como expresa el Comando Sur estas estructuras de
cooperación facilitan la interacción militar con militares de la zona la
cual es necesaria para “mantener un
contacto regular que construya confianza e intercambio de información
relevante para la seguridad regional.”
Permite conocer cómo trabajan otros militares (sus procedimientos y capacidades
de comando y control) considerados importantes para una futura cooperación. Los
militares estadounidenses buscan a través de estos programas, construir relaciones
interpersonales con oficiales de otros países, amistad y camaradería con los
altos jefes y aumentar el acceso a los militares de la región, para
convertirlos en potenciales aliados en futuros conflictos.
Cuando
ha sido alcanzada cierta aceptación de su accionar por la sociedad
y se ha logrado un nivel de organización aceptable, surgirá naturalmente la
necesidad de instalar, por ejemplo, un Centro de Coordinación Antidrogas en la
localidad, con ello las bases militares serían entonces Centros de Seguridad
Cooperativa. Ellas podrán materializarse como instalaciones inocuas
que podrían traer progreso a la zona. Para ello bastará con que el
Comando Sur logre disponer de estructuras, terrenos, almacenes, rutas,
aeródromos, puertos que podrán ser concesionados, alquilados y/o mantenidos por
la nación anfitriona, y en servicio con poco personal permanente o temporario.
Estas bases encubiertas, listas para ser completamente
activadas, podrán tener facilidades y equipamiento
predeterminado para albergar rotación de fuerzas y actuar como centros de
entrenamiento regionales en operaciones combinadas con EE UU.
Pueden presentarse como no militares para que sean aprobadas por
los Congresos de los países involucrados y mostrarse necesarias
para el control del contrabando, migraciones ilegales y narcotráfico, un
ejemplo cercano lo constituye el predio “Mariscal
Estigarribia” en el Paraguay.
Estas instalaciones operacionales extraterritoriales de EE
UU, por una especie de metamorfosis, se transforman con el devenir
de la “amenaza” de un enemigo común en lo que ellos denominan Base de
Operaciones Principales (MOB), fortificaciones militares para comando, control
y comunicaciones con fuerzas operativas permanentes; Base de Operaciones de
Avanzada (FOB), extensión de la anterior para operaciones especiales y que
incluye aeródromo, fondeadero o muelle; Centro Operativo de Avanzada
(FOL), similar al anterior pero sin toda su infraestructura y
primariamente utilizada para operaciones antidrogas; Centro de Seguridad Cooperativa
(CSL), con poca o nula presencia permanente de los estadounidenses,
mantenida por concesión o por el país anfitrión, funciona como centro para
actividades de cooperación con éste, rotación de fuerzas, apoyo logístico y
acceso ante contingencias. Pruebas de su existencia las encontramos en
distintos países latinoamericanos y caribeños. Es el caso de las bases de
Comalapa, Aruba y Curazao, por ejemplo, que se clasificaban como FOL, es decir
para lucha antidrogas, y luego fueron redefinidas como CSL (de
Cooperación). Curiosamente las tres están en lugares geográficos privilegiados
con pistas de aterrizaje de 2,4 kilómetros de largo
para aviones pesados, con capacidad para operación nocturna de
aeronaves, control de tráfico aéreo, equipos de abastecimiento de
combustible, bomberos, hangares, oficinas y almacenes. En ellas se registra la
presencia continuada de aeronaves de combate, como los cazas supersónicos a
reacción F-16 y F-15, aviones de reconocimiento y patrulla Orión P-3, aviones
de Inteligencia de señales E-2 AEW, E-3 AWACS, aviones de rescate y tanqueros
para reabastecimiento de combustible en vuelo como el Hércules HC-130, de
transporte táctico como el Hércules C-130 y helicópteros de distinto porte.
Hay abundante evidencia de que en estas instalaciones de
EE UU y en otras de mucho menor perfil se realizan en los hechos, operaciones
militares encubiertas de la más diversa índole y que cumplen múltiples
funciones estratégicas; entre ellas apoyar ataques militares contra
organizaciones rebeldes locales que estorben los intereses de EE UU y sus
aliados, y guerra de Inteligencia de señales electrónica y de comunicaciones
que permite detectar la posición de los blancos, identificarlos e implementar
el ataque con bombas inteligentes. Claro ejemplo de esto fue el bombardeo al
campamento ecuatoriano en el que murió Raúl Reyes.
Las instalaciones estadounidenses cumplen además misiones
de vigilancia y espionaje de los sistemas de armas y fuerzas militares del país
anfitrión y sus vecinos, realizan acciones de
infiltración, relevamiento, influencia y control sobre las Fuerzas Armadas y
poblaciones de los países con el engaño que le traerán progreso local,
bienestar económico, empleos y seguridad. La presencia militar latente de EEUU
en la región facilitará planes de despliegue rápido regional y global de sus
fuerzas de tareas ante conflictos.
También pueden actuar como elemento político
disuasivo afín a los intereses de Washington. Es impresionante la
transformación sufrida por estas organizaciones que, iniciándose como ”CENTROS
DE AYUDA HUMANITARIA” a las necesidades de las comunidades civiles, se
transformaron en formidables elementos castrenses, casi imposibles de eliminar.
Si quedan dudas he aquí algunos ejemplos: a)
Brasil: Los norteamericanos habían
logrado establecer una base en San Pedro de Alcántara,
cerca de Manaos y se vieron obligados a abandonarla en agosto de
2003, cuando el gobierno brasileño no les renovó la concesión. Este
hecho coincidió con la explosión del tercer prototipo
del VLS – 1 (Vehículo Lanzador de Satélites) en la Plataforma del
Centro de Lanzamiento de Alcántara, donde murieron 21 trabajadores
del Centro Técnico Aeroespacial de San José dos Campos. b) Honduras: El Presidente Mel
Zelaya quiso cerrar la base de Soto Cano o Palmerola. Fue derrocado por un
golpe cívico – militar orquestado por EE UU en 2009. Fue secuestrado, subido a
un avión militar y dejado en el Aeropuerto de San José de Costa Rica. c) Ecuador: En 2009 el Presidente
Rafael Correa informó que no renovaría la concesión de la base
aeronaval de Manta. La Constitución ecuatoriana prohíbe la existencia de bases
militares extranjeras en su territorio. La base fue entregada en
diciembre de ese año; pero nueve meses más tarde, el 30 de septiembre de 2010,
se produjo en Ecuador un golpe de estado orquestado por las Fuerzas de
Seguridad infiltradas por la CIA; la DEA y la USAID. El Presidente
fue secuestrado y casi asesinado. Por suerte el golpe fracasó. d) Colombia: El país
se ha encaminado hacia la paz por el Acuerdo FARC – EP – Gobierno Colombiano.
Ya no hay motivos para bases. Sin embargo el Comando Sur ha determinado que el
Acuerdo “no implica el final de los
cambios en seguridad”.
Una de las metas de las operaciones de Inteligencia
de EE UU en Argentina parece ser materializar, poco a poco, una progresiva
presencia en el país que no necesariamente significa permanencia desde el
inicio, ya que normalmente es un nivel cooperativo y humanitario
con bajo perfil; pero luego y en el momento oportuno, se transforma
en una intervención militar negociada. Más aún en la actualidad
donde Argentina ha regresado a las relaciones carnales con EE UU y Gran Bretaña
(Ver en www.cemida.com.ar
“Desarmando la Soberanía” ) a los cuales se ha agregado el Estado Israel. Dice
un refrán popular “ Dime con quién andas
y te diré quién eres”
El Diputado del PTS – Frente de Izquierda RAUL GODOY
denunció que “mientras Macri entrega el
país al Fondo Monetario Internacional y se prepara para descargar la crisis
nacional que se está gestando sobre las espaldas del pueblo trabajador, en la
Provincia el MPN profundiza el intento de militarizar la región, primero
autorizando la instalación de 400 gendarmes y ahora permitiendo la construcción
de una base norteamericana”.
Presentó un Proyecto
de Resolución donde insta al “Poder Ejecutivo Provincial a prohibir la ejecución de obras de la
Embajada de Estados Unidos en la meseta de la ciudad de Neuquén, para la
construcción del Comité de Emergencias de Neuquén (COE), con fondos donados por
el US. Southern Command, bajo la figura de ayuda “humanitaria”, por implicar
una avanzada sobre la soberanía nacional” y a “prohibir cualquier intento de instalar bases
militares estadounidenses, en territorio de la provincia de Neuquén”. He
aquí los fundamentos:
“La
Embajada de Estados Unidos decidió dar continuidad a la ejecución de una obra
para la construcción de la sede del comité de Emergencias en Neuquén (COE).
Esta obra había sido autorizada por el ex gobernador Jorge Sapag en el año 2012
y frenada por la polémica desatada en Chaco, donde obras similares
fueron denunciadas ya que se trataban de bases militares. La ejecución de dicha
obra se realizaría con fondos donados por el US. Southern Command, de la
Embajada de Estados Unidos, bajo la figura de un programa de ayuda
“humanitaria”. Por un organismo militar que en su propia página web describe que “el
Comando Sur de EE.UU. aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración
de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de
responsabilidad para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU.,
defender los acercamientos sureños de Estados Unidos y promover la
seguridad y la estabilidad regional”.
Luego de la Guerra Fría Estados Unidos estableció la
delimitación territorial del planeta en cinco regiones que en ese momento se
reafirmaban bajo la supervisión de diferentes Comandos de las fuerzas armadas. Actualmente
los Comandos de Combate son nueve: African Command, Central Command, European
Command, Northern Command, Pacific Command, Southern Command, Special
Operations Command, Strategic Command y Transportations Command. Argentina ingresa bajo la órbita
del United States Southern Command (Comando Sur de los Estados Unidos). A
través de diferentes programas, la Guardia Nacional
de Estados Unidos (Ver
nuestro documento “CONVENIO CON EE UU PERMITIRÁ QUE SUS MILITARES CONDUZCAN
NUESTRA SEGURIDAD INTERIOR”), conduce
acciones y desarrolla soporte de objetivos militares,
además de facilitar entrenamiento en cuanto a seguridad
de fronteras, desastres ecológicos y humanitarios, logística
y situaciones críticas de emergencia. En mayo del año 2016, el
presidente Mauricio Macri autorizó a Estados Unidos a instalar bases militares
en territorio nacional. Washington
siempre ha usado distintas excusas para instalar sus bases
militares; “ayuda humanitaria y apoyo ante las catástrofes naturales” es una de
ellas, los mismos argumentos esgrimidos en esta oportunidad para permitir la
intervención de Estados Unidos en cuestiones militares internas. Por lo expuesto y por significar una
avanzada sobre la soberanía nacional es que solicito a los
Diputados y Diputadas acompañen este Proyecto de Resolución.”
Como cierre comparto la siguiente reflexión del pedagogo
argentino DR. GUSTAVO CIRIGLIANO “Cuando un
Imperio proclama la paz trae la guerra, cuando exalta la
solidaridad esconde un ataque, cuando reclama adhesión trama entrega y cuando
ofrece amistad distribuye hipocresía.”
Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/05/31/argentina-el-comando-sur-en-neuquen/
No hay comentarios:
Publicar un comentario