NICARAGUA – EL DESAFÍO
DE RESISTIR AL GOBIERNO Y A LA DERECHA QUE SE PUEDA MONTAR EN LAS PROTESTAS
17 de mayo de 2018
Las
protestas masivas sorprendieron tanto como la represión que continúa
desplegando el gobierno de Daniel Ortega. Comenzaron el 19 de abril y
continuaron a pesar de que el presidente nicaragüense dio de baja cinco días
después el decreto detonante de las manifestaciones populares. Ya no era el
decreto sino la represión, los asesinatos, las detenciones y el deterioro
paulatino en el ejercicio de los principios revolucionarios.
El viernes 4 de mayo en Piedra Libre nos comunicamos con Néstor Gómez. Gómez es argentino radicado en Nicaragua desde los primeros años de la década del 80. Desde entonces participa en ese país en varias organizaciones sociales.
Respecto a la situación explicó que “Como pasa siempre en casos tan complicados como este, hay muchas lecturas. Por supuesto está la lectura que plantea el gobierno y algunos sectores de izquierda de América Latina, que lo presentan como una operación de los gringos desde el imperialismo, que se parece y se encuadra dentro de lo que ha ocurrido en Venezuela o lo que está ocurriendo frente a otros procesos progresistas. Hay toda otra variante de lecturas. En mi opinión, yo creo que hubo un cambio cualitativo frente a procesos que efectivamente se estaban acumulando, pero lo que ha ocurrido ahora es una cosa nueva, es un parteaguas (…) creo que los niveles de represión y abuso que han ocurrido no tienen un precedente cercano. Significan un cambio y un salto de calidad en la represión y en la intolerancia que sí se venía manifestando desde hace bastante tiempo. Quienes conocemos lo que fue esta revolución y, no valen las comparaciones mecánicas, creo que sentimos que hay profundas diferencias en muchos sentidos entre lo que fue la hermosa experiencia de los 80, que fue una experiencia agredida por los EE.UU y básicamente destruida por una guerra de agresión y lo que está ocurriendo en los últimos años. No tengo ninguna duda de que EE.UU y la derecha en general va a tratar de aprovechar este escenario, ya lo está aprovechando para montarse en él y tratar de hacer todo lo posible para tumbar a este gobierno. Pero creo que atribuir esto a una operación externa que se hace en un país que venía sin mayores tensiones, no es la lectura que tengo”.
El viernes 4 de mayo en Piedra Libre nos comunicamos con Néstor Gómez. Gómez es argentino radicado en Nicaragua desde los primeros años de la década del 80. Desde entonces participa en ese país en varias organizaciones sociales.
Respecto a la situación explicó que “Como pasa siempre en casos tan complicados como este, hay muchas lecturas. Por supuesto está la lectura que plantea el gobierno y algunos sectores de izquierda de América Latina, que lo presentan como una operación de los gringos desde el imperialismo, que se parece y se encuadra dentro de lo que ha ocurrido en Venezuela o lo que está ocurriendo frente a otros procesos progresistas. Hay toda otra variante de lecturas. En mi opinión, yo creo que hubo un cambio cualitativo frente a procesos que efectivamente se estaban acumulando, pero lo que ha ocurrido ahora es una cosa nueva, es un parteaguas (…) creo que los niveles de represión y abuso que han ocurrido no tienen un precedente cercano. Significan un cambio y un salto de calidad en la represión y en la intolerancia que sí se venía manifestando desde hace bastante tiempo. Quienes conocemos lo que fue esta revolución y, no valen las comparaciones mecánicas, creo que sentimos que hay profundas diferencias en muchos sentidos entre lo que fue la hermosa experiencia de los 80, que fue una experiencia agredida por los EE.UU y básicamente destruida por una guerra de agresión y lo que está ocurriendo en los últimos años. No tengo ninguna duda de que EE.UU y la derecha en general va a tratar de aprovechar este escenario, ya lo está aprovechando para montarse en él y tratar de hacer todo lo posible para tumbar a este gobierno. Pero creo que atribuir esto a una operación externa que se hace en un país que venía sin mayores tensiones, no es la lectura que tengo”.
Más adelante, Gómez explicó que el Frente ha
logrado construir un control muy fuerte del aparato estatal al cual califica de
“envidiable si fuera un proyecto de transformación” y luego realiza una
caracterización de las políticas que hoy se llevan adelante en Nicaragua a las
que califica de sumamente pragmáticas y que no han sido políticas de izquierda.
“Ha sido una política de aliarse con la gran
empresa para lograr estabilidad en un país muy pobre y ha logrado crecimiento
económico en los últimos años a costa de una paz social, de no luchas, de no
huelgas. A costa de contener bastante cualquier tipo de protestas en un esquema
que venía funcionando relativamente bien. Pero gradualmente ha ido siendo cada
vez más intolerante y más represivo con cualquier tipo de manifestación que
quisiera cuestionar ese modelo. Eso se suma a otros temas, como el hecho que un
partido como el Frente Sandinista, que fue un partido interesante, colectivo,
no dogmático, se ha venido gradualmente desdibujando como partido y ha sido
cada vez más controlado por Daniel Ortega y su esposa, que ahora es la vicepresidenta. Se ha
creado un escenario de privatización del partido. Un partido que deja ese
horizonte de transformación, que reconocemos que es muy complejo, pero lo
abandona”.
En
este punto Gómez aborda el presente momento represivo, y explica que no le
encuentra explicación a un operativo al que califica de torpe, en tanto no hizo
más que extender las manifestaciones nacidas desde ámbitos de jóvenes
universitarios a los barrios.
Con respecto a los medios de comunicación Néstor explicó que si bien el Frente compró medios masivos de comunicación y los puso bajo su control, no se registraban casos de censura previa o restricciones. Fue en el momento en el que se comenzaron a transmitir las primeras imágenes de la represión de la policía cuando llegó la censura sacando del aire a los pocos medios que transmitían lo que estaba pasando.
Con respecto a los medios de comunicación Néstor explicó que si bien el Frente compró medios masivos de comunicación y los puso bajo su control, no se registraban casos de censura previa o restricciones. Fue en el momento en el que se comenzaron a transmitir las primeras imágenes de la represión de la policía cuando llegó la censura sacando del aire a los pocos medios que transmitían lo que estaba pasando.
Respecto a quienes están en la calles, Néstor Gómez dijo que “No veo un escenario interesante de avance progresista. Han surgido un conjunto de jóvenes, sobre todo (…) universitarios, secundarios, con una actitud bastante limpia, con muy poca experiencia política ¿Quienes podrían tratar de montarse en esto? Lamentablemente a la izquierda del Frente Sandinista, no hay nada. Lo que se conoce como disidencia sandinista, donde están los más conocidos artistas nicaragüenses como Ernesto Cardenal, los cantantes como los Godoy, es una disidencia que en mi opinión, han sido cooptados por estos intereses más bien de derecha. Se llaman Movimiento de Renovación Sandinista (MRS) y es un grupo muy pequeño que ha visitado repetidas veces a congresistas norteamericanos. Esa gente intenta plantearse como opción pero no creo, francamente, que sea una opción de izquierda. Después lo que está es la conferencia episcopal católica”.
No
obstante esta caracterización respecto a quienes se movilizan en Nicaragua,
esta aparente falta de brújula tiene un límite y es el sedimento de una
revolución que enamoró a un continente.
Para finalizar, cuando
le preguntamos a Néstor qué quedaba de aquella revolución, manifestó que “Creo
que esta misma rebeldía de los jóvenes, que lamentablemente corre el riesgo de
ser manipulada y cooptada por intereses de derecha o intereses reaccionarios,
es fruto de esa revolución. Es muy conmovedor ver que muchos de estos chicos se
enorgullecen de decir ahora, que son hijos de padres sandinistas, que
aprendieron su combatividad de la lucha de sus padres. Sin idealizar lo de
Sandino, que es un símbolo acá, yo creo que Sandino era siempre un símbolo de
rebeldía contra la
opresión. Nicaragua , cuando hace la revolución, en los años
‘70, esa lucha insurreccional no se da en un momento en que haya una gran
crisis económica. La lucha fue contra la terrible opresión, represión, contra
el nepotismo, contra la dictadura, contra la cooptación, la corrupción. Y
lamentablemente este escenario, que yo no lo comparo todavía para nada con la
dictadura somosista, creo que aquello fue muchísimo más sangriento, sin embargo
las banderas que están moviendo a estos jóvenes y a las que se les ha sumado
gente de los barrios en varias ciudades, son banderas parecidas. Son banderas
contra la opresión, contra la
represión. No sale una bandera de lucha económica. Y eso es
un fruto de la
revolución. Entonces , por un lado nos preocupa lo que viene,
quien los va a juntar, a quien van a terminar sirviendo, pero al mismo tiempo
nos alegra a todos los que estamos acá, ver que muchos jóvenes que parecían
estar en una actitud de anomia, de indiferencia, pegados a sus celulares, que
no les importaba nada del mundo, han saltado. Ahora, que van a hacer con su
energía, es otra cosa”.
Fuente: http://contrahegemoniaweb.com.ar/nicaragua-el-desafio-de-resistir-al-gobierno-y-a-la-derecha-que-se-pueda-montar-en-las-protestas/
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