jueves, 28 de junio de 2018

Recordemos a CFK presentando el Plan Estratégico Agroalimentario que significa expandir los agronegocios y destruir la soberanía alimentaria.

El Plan Agroalimentario 2020.

¿Y vos? ¿Qué querés comer?

9 de septiembre de 2014


El modelo sojero sigue ampliando sus fronteras. Nuestro suelo está siendo utilizado con fines puramente económicos. En las antípodas de la anhelada soberanía alimentaria, ya no producimos lo que queremos comer sino lo que el mercado internacional nos pide. ¿Qué nos depara el 2020? ¿Tenemos que ir acostumbrando el paladar a los transgénicos?


El último 10 de junio Carlos Casamiquela (nuevo ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca) presentó una ampliación de las metas del Plan Agroalimentario 2020 presentado por el Ejecutivo Nacional[1]. Yendo al “grano”, el principal objetivo del PEA es alcanzar las 222,5 millones de toneladas de producción agrícola y forestal.
En lo que respecta específicamente a la soja, el PEA busca aumentar la superficie sembrada de este cultivo a 21,3 millones de hectáreas y su producción a 65,1 millones de toneladas. El cultivo de soja transgénicaabarca casi la totalidad de los campos más fértiles del país, la pampa húmeda, y avanza con gran ferocidad hacia otros territorios, desplazando no sólo a otros cultivos sino también a comunidades, campesinos y pueblos originarios.
En lo que respecta al maíz, el PEA propone aumentar la superficie sembrada a 7,1 millones de hectáreas y la producción a 48,3 millones de toneladas.

Este panorama no es nada alentador. Hoy en día, el 54% de las exportaciones provienen del agro. Esto nos da la pauta de que aun hoy seguimos siendo un país agroexportador, por lo que nos encontramos bastante lejos de ser un país industrializado.
Desde 1996, año en que se aprobó la utilización de la soja transgénica RR, hasta la fecha, la superficie sembrada de soja aumentó un 5000%, pasando de 370 mil hectáreas a 20 millones, lo que representa casi dos tercios de la superficie cultivada en el país. [2]

Consecuencias del modelo sojero
Social: es imposible la convivencia entre la agricultura familiar y el agronegocio. La expansión de la frontera agrícola obliga a gendarmería, policía provincial y a los gobiernos a despojar, reprimir y asesinar a pueblos originarios, campesinos y comunidades.
Ambiental: la utilización de agrotóxicos enferma y mata a pueblos enteros. Contamina nuestras tierras y alimentos. La inexistencia de rotación entre cultivo y pastoreo erosiona el suelo dejando un futuro poco esperanzador para las próximas generaciones.
Económico: el crecimiento en base a la exportación de soja nos hace cada vez menos soberanos. El desplazamiento de otros cultivos o actividades afecta la calidad y precio de los productos. Casi la totalidad de las ganancias son repartidas  entre
multinacionales, contratistas y terratenientes.

Tanto la soja como el maíz cultivado en Argentina son transgénicos [3].Recientemente salió a la luz, la nueva semilla de soja transgénica RR2, la cual es resistente a más cantidad y variedad de agrotóxicos. La patente de esta semilla pertenece a la multinacional Monsanto, empresa que está haciendo fuerte lobby tanto en el oficialismo como en la oposición para aprobar la nueva ley de semillas.[4]

El Plan Agroalimentario 2020 sigue las líneas ideológicas de los Objetivos del Desarrollo del Milenio de Las Naciones Unidas. Buscan justificar sus negocios mediante la presentación de un escenario catastrófico para el futuro: superpoblación, y falta de alimentos [5]. Es bien sabido que Argentina, como muchos otros países tienen una producción de alimento que supera varias veces la necesidad de sus pueblos. Además la soja que se produce en América Latina, no es para consumo interno sino que está destinada como alimento para animales de China o India.
En síntesis, implantar el falso mito de que se necesita producir más alimento, más soja, más transgénicos o másbiotecnología para alimentar al mundo, tiene como objetivo desconocer la verdadera causa de que haya millones de personas que viven con menos de U$ 1,25[6] por día, y por otro lado, exime de toda responsabilidad a transnacionales y gobiernos que se llenan los bolsillos mientras otros millones mueren de hambre. ¿Y vos? ¿Qué querés comer?
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Notas (...)
Fuente original: Presencia Agraria

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