El
Plan Agroalimentario 2020.
¿Y
vos? ¿Qué querés comer?
9 de septiembre de 2014
El modelo sojero sigue
ampliando sus fronteras. Nuestro suelo está siendo utilizado con fines
puramente económicos. En las antípodas de la anhelada soberanía alimentaria, ya no
producimos lo que queremos comer sino lo que el mercado internacional nos pide.
¿Qué nos depara el 2020? ¿Tenemos que ir acostumbrando el paladar a los transgénicos?
El último 10 de junio Carlos Casamiquela (nuevo ministro de Agricultura,
Ganadería y Pesca) presentó una ampliación de las metas del Plan
Agroalimentario 2020 presentado por el Ejecutivo Nacional[1]. Yendo al “grano”,
el principal objetivo del PEA es alcanzar las 222,5 millones de
toneladas de producción agrícola y forestal.
En lo que respecta
específicamente a la soja, el PEA busca
aumentar la superficie sembrada de este cultivo a 21,3 millones de hectáreas y su producción a 65,1 millones de
toneladas. El cultivo de soja transgénicaabarca casi la
totalidad de los campos más fértiles del país, la pampa húmeda, y avanza con
gran ferocidad hacia otros territorios, desplazando no sólo a otros cultivos
sino también a comunidades, campesinos y pueblos originarios.
En lo que respecta al maíz, el PEA propone aumentar
la superficie sembrada a 7,1 millones de
hectáreas y la producción a 48,3 millones de toneladas.
Este panorama no es
nada alentador. Hoy en día, el 54% de las
exportaciones provienen del agro. Esto nos da la pauta de que aun hoy seguimos siendo un país agroexportador, por lo que nos
encontramos bastante lejos de
ser un país industrializado.
Desde 1996, año en que
se aprobó la utilización de la soja transgénica RR, hasta la fecha, la
superficie sembrada de soja aumentó un 5000%, pasando de 370 mil
hectáreas a 20 millones, lo que representa casi dos tercios de la superficie
cultivada en el país. [2]
Consecuencias del
modelo sojero
Social: es imposible
la convivencia entre la agricultura familiar y el agronegocio. La expansión de la
frontera agrícola obliga a gendarmería, policía provincial y a los gobiernos a
despojar, reprimir y asesinar a pueblos originarios, campesinos y comunidades.
Ambiental: la utilización de agrotóxicos enferma y mata a pueblos
enteros. Contamina nuestras tierras y alimentos. La inexistencia de rotación
entre cultivo y pastoreo erosiona el suelo dejando un futuro poco esperanzador
para las próximas generaciones.
Económico: el crecimiento en base a la exportación de soja nos hace
cada vez menos soberanos. El desplazamiento de
otros cultivos o actividades afecta
la calidad y precio de los productos. Casi la totalidad de las ganancias son
repartidas entre
multinacionales,
contratistas y terratenientes.
Tanto la soja como el
maíz cultivado en Argentina son transgénicos [3].Recientemente salió a
la luz, la nueva semilla de soja transgénica RR2, la cual es resistente a más
cantidad y variedad de agrotóxicos. La patente de esta semilla pertenece a la multinacional Monsanto ,
empresa que está haciendo fuerte lobby tanto en el oficialismo como en la
oposición para aprobar la nueva ley de semillas.[4]
El Plan
Agroalimentario 2020 sigue las líneas ideológicas de los Objetivos del
Desarrollo del Milenio de Las Naciones Unidas. Buscan justificar sus negocios
mediante la presentación de un escenario catastrófico para el futuro:
superpoblación, y falta de alimentos [5]. Es
bien sabido que Argentina, como muchos otros países tienen una producción de alimento que supera varias
veces la necesidad de sus
pueblos.
Además la soja que se produce en América Latina, no es para consumo interno
sino que está destinada como alimento para animales de China o India.
En
síntesis, implantar el falso mito de que se necesita producir más alimento, más
soja, más transgénicos o másbiotecnología para alimentar al mundo, tiene como
objetivo desconocer la verdadera causa de que haya millones de personas que
viven con menos de U$ 1,25[6] por día, y por otro lado, exime de toda
responsabilidad a transnacionales y gobiernos que se llenan los bolsillos
mientras otros millones mueren de hambre. ¿Y vos? ¿Qué querés comer?
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Notas (...)
Fuente original: Presencia Agraria
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