A 16 años de
la Masacre de Avellaneda
25
de junio de 2018
Mañana se cumplirán dieciséis años de la masacre que marcó una
época en la historia de la lucha popular y piquetera en la argentina. En el
festival por la memoria de Darío Santillán y Maxi miliano
Kosteki se desarrollaron diferentes actividades como el juicio a la justicia
patriarcal, un panel de derecho a la protesta y el escenario con diferentes
oradores y artistas populares. No obstante, al finalizar la jornada un cordón
policial impidió sin motivo alguno la clásica movilizacón de antorchas sobre el
puente Pueyrredón, dando un mensaje claro: los peores fantasmas de la represión
a la protesta popular están de nuevo. Reproducimos el comunicado que se leyó
ayer en el acto central a metros de la estación que hoy lleva el nombre de las
víctimas.
Por ANRed.
Desde el 2002 la
masacre de Avellaneda brilló por su impunidad y las complicidades que se
tejieron en torno a los máximos responables. Como desde este momento, el pueblo
organizado y la memoria popular es la única que le da a este hecho la
relevancia y la continuidad que nunca tuvo para los medios
hegemónicos y la justicia cómplice. Ayer, como hace ya dieciséis años, se
realizó un acto en su memoria. Reproducimos el discurso que se leyó en el acto
central.
A 16 años de la
Masacre de Avellaneda
16 años de Impunidad, Injusticia y Complicidades
16 años de Lucha, Organización y Rebeldía
Cárcel a los Responsables Políticos de los asesinatos de Darío Santillán yMaxi miliano
Kosteki
16 años de Impunidad, Injusticia y Complicidades
16 años de Lucha, Organización y Rebeldía
Cárcel a los Responsables Políticos de los asesinatos de Darío Santillán y
Hoy 24 de Junio, a
pocas horas de cumplirse un nuevo aniversario de la represión ordenada por el
ex presidente Eduardo Duhalde, y que le arrancara la vida a nuestros compañeros
Darío y Maxi , nos reunimos para
reivindicarlos por su militancia, por el ejemplo que nos dejaron y por la
rebeldía que entregaron al pueblo, pero sobre todo a las nuevas generaciones de
jóvenes que inspirados en sus luchas, han forjado su identidad política y
levantado sus banderas de manera inquebrantable, convirtiendo a Dario y a Maxi en ejemplos cotidianos de militancia.
Hace 16 años que
luchamos por Justicia. En este tiempo hemos logrado condenar a cadena perpetua
a los asesinos materiales. El ex comisario de la bonaerense Alfredo
Fanchiotti y el ex cabo de la misma fuerza Alejandro Acosta,
hoy están presos por ser los asesinos directos. También los policías Carlos
Jesús Quevedo, Mario Héctor de la Fuente, Félix Osvaldo Vega, Gastón Sierra,
Lorenzo Colman y Francisco Celestino Robledo fueron sentenciados a condenas
menores.
Todas estas condenas
no se deben a la benevolencia del sistema judicial. Sabemos que las condenas
conseguidas a los autores materiales de la Masacre de Avellaneda se lograron
gracias a la enorme movilización de nuestro pueblo. Movilizaciones, escraches,
acampes y comunicados de denuncia empujaron a la justicia a que en este caso no
mire hacia otro lado, como sí lo hace en la mayoría de las veces en donde se
debe juzgar a los poderosos.
Otro logro de la lucha
popular durante estos años significa el cambio de nombre a la estación. Haber
logrado dicho cambio de nombre nos permite estar hoy aquí, en la Estación Darío Santillán
y Maxi miliano Kosteki. Reemplazamos
el nombre de Avellaneda, un político que ordenó el exterminio de nuestros
hermanos y hermanas originarias de la Patagonia, por el nombre de dos símbolos
de la lucha contra este sistema opresor: Darío y Maxi .
Esto nos permite hoy seguir desarrollando los sueños de estos y de miles de
compas, teniendo una estación que es propiamente una Es-Cultura Popular, un
lugar de encuentro donde el arte y el trabajo se potencian en el camino del
Cambio Social.
Tambien conseguimos, a
traves del escrache y la lucha consecuente, que los maximos responsables
politicos, Eduardo Duhalde y Felipe Sola, no puedan caminar tranquilos por la
calle, porque el repudio popular es generalizado.
Tristemente, esta
tendencia empieza a revertirse y hoy los podemos ver paseandose por estudios de
television, y lamentablemente tambien por algunos escenarios, mostrándose como
una alternativa al Macrismo y dando consejos de gobernabilidad.
A lo unico que pueden
ser candidatos es al juicio y el castigo por el asesinato de militantes
sociales!
En ese largo camino
hacia el cambio social nos topamos con aquella jornada del 26 de junio de 2002.
Ese día el Gobierno Nacional y el de la Provincia de Buenos Aires a cargo de
Felipe Solá, llevaron a cabo un plan cuyo objetivo era disciplinar a las
organizaciones populares que luchábamos por trabajo y dignidad.
Por eso hirieron
también con balas de plomo a más de cuarenta compañeros y compañeras, y cientos
de los nuestros fueron perseguidos como si fuese una cacería para ser luego
detenidos y torturados en las comisarías de la zona. Esa era la
respuesta del gobierno de Duhalde y Solá a la tremenda crisis económica que
ellos mismos, junto a otros de su calaña, habían provocado.
A seis meses del
estallido social del 19 y 20 de Diciembre del 2001, donde el pueblo terminó con
el gobierno de De la Rúa y Cavallo, fue que Duhalde pretendió emitir una señal
a los organismos internacionales de crédito. Intentó mostrar al Fondo Monetario
Internacional y al Banco Mundial, que con mano dura podía enderezar el timón
del barco que se hundía. Sin embargo, la represión y las muertes se
convirtieron en su propio castigo. Tuvo que adelantar las elecciones y
renunciar a postularse a la presidencia.
Hoy tras 16 años
volvemos a denunciar que aquel 26 de junio hubo una responsabilidad criminal
del Estado y de sus Instituciones en la represión. La crisis
del modelo neoliberal que impuso el menemismo desembocó en la formación de un
ejército de por lo menos cinco millones de desocupados y desocupadas en todo el
país. Las respuestas de los distintos gobiernos fue asesinar y perseguir a los
y las luchadoras.
Víctor Choque,
trabajador asesinado en 1995 en Tierra del Fuego durante una movilización de
despedidos y Teresa Rodríguez en Cutral-Có en 1997, ambos durante el gobierno
de Carlos Menem.
El comienzo del gobierno
de Fernando De la Rúa tuvo su bautismo de sangre en el año 1999 sobre el Puente
General Belgrano que unen las provincias de Corrientes y Chaco. Ahí Federico
Escobar y Mauro Ojeda caían por las balas de la gendarmería de la Alianza. En el 2000
los cortes de la ruta 34 en General Mosconi y Tartagal, en la provincia de
Salta, se llevaron las vidas de Carlos Santillán, José Oscar Barrios y la de Aníbal Verón.
En 2001 el gobierno
del radical De La Rúa deja más de treinta muertos en las calles y unos meses después
el Gobierno de Duhalde planifica y ejecuta un operativo conjunto de todas las
fuerzas de seguridad de la nación,
Ya en la época
kirchnerista, los asesinatos de Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra, Luciano Arruga y la desaparición de Julio López, marcan
una clara responsabilidad del Estado al momento de acallar las voces que
protestan y resisten, planteando un cambio de fondo al saqueo del que es
víctima nuestro pueblo y la nación.
Claro que todo este
escenario no hizo más que empeorar drásticamente con la asunción de Cambiemos a
la presidencia. El
clima de represión institucional que se vive desde la asunción de Mauricio
Macri nos recuerda a las peores épocas de nuestro país.
Por un lado gran parte
del gabinete presidencial repite las consignas negacionistas del terrorismo de
Estado, relativizando las cifras de desaparecidos y desaparecidas durante la
última dictadura. Hicieron un intento por aplicar el 2×1 a genocidas
condenados, pero la movilización del bravo pueblo argentino los hizo
replantearse y finalmente dar marcha atrás.
Un pueblo entero
gritando: Nunca más! El único lugar para un genocida es la carcel!
El engranaje de
complicidades y ocultamientos entre funcionarios de Gobierno, el poder judicial
y los medios de comunicacion en la
desaparicion y el asesinato de Santiago Maldonado; los fusilamientos de Rafael
Nahuel y de Facundo Ferreira ; y el
hostigamiento permanente a los compañeros de La Poderosa demuestra claramente
la matriz represiva de este gobierno, utilizando los mismos metodos que la
dictadura para acallar las voces rebeldes y combativas que se levantan en todo
el pais.
Seguiremos luchando y
exigiendo justicia para todos los compañeros y compañeras caidas!
Fuera Bullrich!!
Es por todo ello que
repudiamos profundamente al gobierno de Mauricio Macri, que intenta llevar
adelante un plan político, económico y cultural al servicio del
imperialismo y sus multinacionales.
El retorno al Fondo
Monetario Internacional sin dudas vendra de la mano de una imponente fuerza de
resistencia, de un pueblo organizado que no quiere volver a ser pisoteado. El
escenario de mayor empobrecimiento y por lo tanto mayor resistencia solo
avizora mayores niveles de represion, por lo que sera necesaria la mas amplia
unidad en las calles para enfrentar las medidas miserables que se quieren
aplicar.
El feminismo marca el
camino, dando un ejemplo de radicalidad y confrontacion contra todos los
mecanismos de opresion sobre los que se amparan las estructuras rigidas del
sistema, que empiezan a tambalear frente a la marea verde.
En la sociedad por la
que luchamos no hay lugar para las violencias y los privilegios machistas.
Necesitamos organizaciones populares que no encubran mas violentos, porque la
revolucion sera feminista o no será!
Con la movilizacion y
la organizacion logramos que se condene a Gabriel Marino, el travesticida de la compañera Diana Sacayan.
Y asi seguiremos exigiendo justicia para todas y todes las compañeras muertas y
desaparecidas!
Vamos por todo, con
las pibas al frente, por el aborto legal, seguro y gratuito, contra todo tipo
de opresion y explotacion!
En este preocupante
contexto, los medios vuelven a
agitar los fantasmas del 26 de junio. La figura de Darío y Maxi es un emblema de la represión del mal gobierno,
y de un Estado al servicio de los poderosos. A 16 años de la masacre de
Avellaneda, resulta alarmante que recrudezca un discurso de mano dura, que a la
protesta social sólo quiere contestarle con palos, gases y represión.
Frente a todo este
contexto, seguiremos respondiendo de la misma manera: con más y mejor
organización popular. Los y las que estamos acá somos laburantes, somos
familias de los barrios, somos estudiantes, somos mujeres, somos identidades
diversas, somos organizaciones políticas y sociales. Y estamos creando día a
día Poder Popular.
Es por todo esto que
hoy, tras 16 años, y desde nuestra histórica estación Darío y Maxi decimos:
Cárcel a los
Responsables Políticos de la Masacre de Avellaneda.
Por el avance del
Juicio en la Justicia
Federal para que se condene a los autores intelectuales.
NO a la represión de
la protesta social y las luchas populares
Protestar es un
derecho!
26 de junio: represión
estatal NUNCA MÁS
Todos los compañeros,
compañeras y compañeres caidos en la lucha: PRESENTES!
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