Carta de interpelación
enviada al Gobierno de la República de Senegal, a los países miembros del G7 y
a la Unión Africana.
29 de junio de 2018
El 31 de mayo de 2018 tuvo lugar en Dakar un taller de
reflexión sobre "la NASAN en Senegal: balance y perspectivas”
conjuntamente organizado por El Grupo de reflexión sobre la seguridad
alimentaria (GRSA) y el IPAR. El encuentro pretendía dar a conocer los resultados
de un estudio del GRSA, realizado por una investigadora asociada al IPAR.
En esta ocasión se reunieron más de 35 personas, entre ellas
representantes del gobierno senegalés, canadiense y estadounidense, miembros de
la sociedad civil canadiense y senegalesa, del movimiento campesino senegalés,
personal senegalés, institutos de investigación y cargos del mundo rural con el
fin de discutir sobre los resultados de la Nueva Alianza para
la seguridad alimentaria y la nutrición (NASAN) y de generar perspectivas de
futuro.
Al término del taller, la sociedad civil senegalesa se movilizó
con el fin de elaborar una carta de interpelación destinada a los miembros del
G7, al gobierno senegalés y a la Unión Africana y de promoción para el apoyo a la
agricultura familiar.
Reconocimiento de fracaso para la NASAN en Senegal: la sociedad
civil llama a los responsables políticos a poner la agricultura familiar en el
corazón de las estrategias de seguridad alimentaria y de la Nutrición
La Nueva Alianza para la seguridad alimentaria y la nutrición
(NASAN) fue impulsada en 2012 por el G8, como consecuencia del aumento de los
precios de los productos alimenticios sobrevenido en 2010-2011 y de una ola de
sequía en el cuerno de África que afectaba a las poblaciones africanas. La
NASAN también es consecuencia de los esfuerzos de la Iniciativa de L’Aquila
para la seguridad alimentaria (IASA). Mientras que la Iniciativa de L’Aquila
incitaba a los gobiernos a invertir fondos públicos en la seguridad
alimentaria, la NASAN movilizaba a las empresas del sector privado extranjero y
a las multinacionales – a ” realizar un crecimiento agrícola sostenido e
inclusivo así como a sacar a 50 millones de personas de la pobreza en el
transcurso de los diez próximos años ” en África.
La Nueva
La sociedad civil y el movimiento campesino senegalés celebran el
compromiso tomado en 2012 por los países miembros del G7 en favor de la
agricultura en el continente africano, pero lamentan el enfoque y la puesta en
marcha de la NASAN.
Apelan a los países del G7, a los gobiernos africanos y a la Unión Africana (UA)
a apoyar primero la agricultura familiar y la agroecología, garantes de una
seguridad alimentaria y nutricional sostenible, tal como se estipulaba en el
foro 2018 de la FAO sobre la agroecología.
Desde su creación, la NASAN ha levantado temores por parte de la
sociedad civil en relación con los riesgos de acaparamiento de las tierras y de
privatización de las semillas. Aunque en Senegal, la NASAN no haya engendrado
las consecuencias negativas anticipadas, no por eso ha respetado sus promesas.
En efecto, una evaluación independiente de la NASAN en Senegal, conducida con
el apoyo del Grupo de reflexión para la seguridad alimentaria (GRSA), ha
permitido comprobar que la
Nueva Alianza visiblemente no ha alcanzado su objetivo
principal de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición a través del
aumento de las inversiones privadas en agricultura. Tampoco ha llevado a
reformas políticas significativas ni a una mejor alineación o un aumento de la
ayuda internacional por parte de los miembros del G7.
La NASAN ha sido impulsada sobre la hipótesis de que la seguridad
alimentaria y nutricional puede ser mejorada gracias a una mayor aportación del
sector privado. Sin embargo, la experiencia en Senegal demuestra que la NASAN
ha efectuado una identificación inadecuada de las empresas que han formado
parte en la NASAN, por los plazos muy cortos concedidos por el G7. La falta de
comunicación sobre los objetivos de la NASAN, la falta de preparación de las
partes adheridas para desempeñar su papel y la ausencia de marco estricto han
creado un déficit de compromiso de la sociedad civil y las Organizaciones de
productores.
La NASAN trata a los pequeños productores esencialmente como
beneficiarios de empleos y de servicios proporcionados por las agroindustrias
más que como actores económicos en sí. Ahora bien, los empleos creados por el
negocio agrario siguen siendo precarios y temporales, poco remunerados,
generalmente sin servicio social y médico y su número está ampliamente por
debajo de lo esperado por las poblaciones. En contraste, cuando se considera la
aportación del sector privado al desarrollo agrícola y a la seguridad
alimentaria y nutricional, las explotaciones familiares representan de un modo
conjunto a los inversores más importantes en agricultura, contribuyen a
abastecer el empleo y preservan el patrimonio territorial. La NASAN no los ha
tenido en consideración lo suficiente.
En un contexto de cambio climático, de escasez de los recursos
hídricos y de pérdida de biodiversidad, hay urgencia para los gobiernos de
efectuar una transición hacia modos de producción agrícola más sostenibles y
resistentes. Ahora bien, la NASAN más bien ha favorecido a empresas
convencionales y a las multinacionales que utilizan modos industriales de
producción orientados hacia el monocultivo, exigentes en agua y dependientes de
insumos químicos.
Mientras que la NASAN señalaba una voluntad de mejorar la suerte
de las poblaciones pobres, y de las mujeres en particular, comprobamos que las
mujeres han sido ampliamente ignoradas. Ninguna estructura de producción o
cooperativa agrícola administrada por mujeres formaba parte de las empresas
participantes de la NASAN y los empleos creados han sido ocupados en su mayoría
por los hombres.
La NASAN ha sufrido una falta de implicación y de concertación
previa con la sociedad civil. Igualmente, más que respaldar la realización de
las prioridades de Senegal en agricultura, la NASAN ha llevado a un efecto de
redundancia y de esparcimiento de los actores y de las iniciativas en un
contexto donde existían varios proyectos y programas nacionales. Habría sido
más indicado reforzar directamente estos marcos en lugar de desarrollar una
iniciativa paralela que tenía pocas posibilidades de triunfar.
Respecto al sitio esencial que ocupa la agricultura en África, la
sociedad civil senegalesa considera que este sector debe ser sostenido por un
compromiso constante, más que por una intervención puntual. Es en este sentido
que nosotros, actores de la sociedad civil y del movimiento campesino, apelamos
al G7 a renovar su apoyo a la agricultura, pero colocando la agricultura
familiar y sus reivindicaciones en el corazón de toda iniciativa que pretende
mejorar la seguridad alimentaria.
Llamamos al G7 a reconocer que:
•La seguridad alimentaria en África está asegurada por las
explotaciones familiares, que deben ser sostenidas por las políticas públicas
para favorecer y asegurar el acceso a la tierra, al agua, a las semillas
campesinas.
•Las explotaciones familiares son generalmente tan perfectas como
las granjas agroindustriales, produciendo más empleos, de mejor calidad, y
produciendo de manera más sostenible.
•Las mujeres son la piedra angular de modos de producción
sostenibles y las pioneras de estrategias para asegurar la seguridad
alimentaria.
Les exhortamos también a:
•Mantener su apoyo a la agricultura y a la seguridad alimentaria
en el continente africano tomando en consideración la visión de la agricultura
de la sociedad civil y del movimiento campesino.
•Asegurar que toda nueva iniciativa del G7 este realmente
armonizada con los planes, programas e iniciativas nacionales existentes en el
respeto del Acuerdo de París y de los compromisos de Malabo.
Exhortamos al gobierno de Senegal a:
•Aumentar su nivel de inversión en el sector agrícola priorizando
la agricultura familiar en el respeto de los compromisos de Malabo.
•Acabar la reforma territorial con el fin de proteger las tierras
de las explotaciones familiares y preservar el patrimonio territorial y los
recursos naturales para las generaciones futuras.
•Poner en práctica su estrategia nacional de consumo local
facilitando el acceso a los productos agrícolas senegaleses, sanos y ecológicos
por la puesta en marcha de cadenas de valores centradas en los explotadores
familiares, el fortalecimiento de las capacidades en producción agroecológica y
centrándose en los jóvenes.
•Reforzar las reagrupaciones, las redes y las organizaciones de
mujeres rurales con el fin de que puedan tener más influencia sobre la
elaboración de políticas agrícolas y alimentarias.
•Apoyar a las mujeres rurales en la transformación, la
conservación y puesta a la venta de sus productos en los mercados locales.
•Poner en marcha derechos de los campesinos tales como lo inscrito
en el TIRPAA.
•A reconocer las semillas campesinas en la legislación y a apoyar
los sistemas productores de semillas administrados por los campesinos.
Finalmente, pedimos a la Unión Africana , en lo sucesivo responsable de la
puesta en marcha de la NASAN:
•Favorecer más a los agricultores familiares y reconocerles como
primeros inversores privados en los programas de apoyo agrícola y de seguridad
alimentaria.
En conclusión, a la luz de este reconocimiento de fracaso de la
NASAN en Senegal, la sociedad civil y los movimientos campesinos llaman a los
responsables políticos a poner la agricultura familiar en el corazón de las
estrategias de seguridad alimentaria y nutricional. Así, apelamos al G7, al
gobierno de Senegal y a la
Unión Africana a apoyar fuertemente la agricultura familiar,
incluidas las prácticas agroecológicas y la promoción de las mujeres para el
desarrollo de sistemas de producción más sostenibles que alimentan a las
poblaciones locales.
Signatarios:
1. Marco de Concertación y de Cooperación de
los Rurales (CNCR)
2. Iniciativa Prospectiva Agrícola y rural
(IPAR)
3. ActionAid Sénégal (AAS)
4. Asociación para la promoción de la Mujer Senegalesa
(APROFES)
5. Asociación de los productores del Valle del
Río Gambia (APROVAG)
6. Red Africana para el Derecho a la
alimentación (RAPDA)
7. Consejo de las Organizaciones No
Gubernamentales De apoyo al Desarrollo (CONGAD)
8. Marco de Concertación de los productores de
Cacahuete (CCPA)
9. Coalición para la protección del Patrimonio
Genético Africano (COPAGEN – SENEGAL)
10. Alianza para la Soberanía Alimentaria
en África (AFSA)
11. Fahamu África
12. Somos la Solución (NSS): un movimiento de
mujeres rurales para la soberanía alimentaria.
13. Consejo de los Animadores para el
desarrollo de Djirnda (CADD)
14. Eco Citoyen
15. Enda Pronat
16. GIPSWAR
17. Periódico Agropasteur
18. Innovación, Medioambiente y Desarrollo en
África (IED-Afrique)
19. Carrefour International
20 Activista Sénégal
21. Foro social Senegalés (FSS)
22. Organización de la Juventud Panafricanista
(OJP)
23. Panafricana Para la Educación y el
Desarrollo Sostenible (PAEDD)
Texto original en francés: http://www.ipar.sn/Lettre-d-interpellation-adressee-au-gouvernement-de-la-Republique-du-Senegal.html?lang=fr
Traducido para UMOYA por María Isabel Celada
Quintana
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=243492
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