Argentina:
¿Sabes por qué NO queremos
la nueva Ley de Semillas?
29 de julio de 2016
Porque rechazamos los Derechos de Propiedad
Intelectual que promueven la privatización y monopolización de nuestras
semillas. Con estas regulaciones, las empresas transnacionales quieren
apropiarse, incluso, de variedades "descubiertas" lo cual es un
absurdo, porque toda variedad agrícola es obra humana. Así pretenden expropiar
el trabajo ajeno y controlar las semillas campesinas.
·
Porque no vamos a permitir la confiscación de nuestras semillas y
la destrucción de los cultivos y cosechas a través del uso de fuerzas
represivas. No podemos aceptar que se impongan multas y cárcel a quienes han
custodiado, almacenado, mejorado e intercambiado ancestralmente las semillas.
·
Porque exigimos que se resguarde la diversidad agrícola y que se
cuide la alimentación futura de la humanidad. Las semillas son el primer eslabón de
la cadena alimentaria. No podemos dejar que los sistemas alimentarios sean
apropiados por grandes oligopolios que dictaminen qué comemos y cuánto pagamos
por nuestros alimentos, como sucede hoy con el aceite.
·
Porque defendemos el derecho básico de los agricultores a guardar
semilla y sabemos que las excepciones son una mentira ya que, tarde o temprano,
las corporaciones terminarán aplastando los sistemas alternativos de
producción.
·
*Porque estamos convencidos que un proyecto de ley que se discute
a puertas cerradas con los representantes de las grandes corporaciones y los
ganadores del agronegocio, dejando a las mayorías por fuera, es un proyecto de
ley que busca perpetuar la ganancia de unos pocos y las penurias de muchos.
Las semillas y el
conocimiento asociado a ellas son parte fundamental e insustituible de la
soberanía alimentaria de los pueblos. Por todo lo anterior, las semillas no son
apropiables. Ellas son el patrimonio de los pueblos al servicio de la
humanidad.
Para nosotrxs, la
semilla es la base de nuestra alimentación, fuente de diversidad agrícola y
cultural. Creadora de comunidad y vida.
Pero para las grandes corporaciones
es un negocio. La semilla ha sido el insumo utilizado para consolidar la actual
cadena del agronegocio en Argentina, Paraguay, Brasil y el resto de América
Latina. A través de ella, estas multinacionales nos han impuesto un destino
común de saqueo y muerte. Desaparición de bosques nativos, sustitución de
cultivos centrales para nuestra alimentación (como el girasol), expulsión de
los pequeños productores agrarios de sus tierras y eliminación del empleo rural
( con dos trabajadores por cada 500 has de producción) han sido sólo algunas de
las consecuencias sufridas por nuestros pueblos. En connivencia con el Estado,
el agronegocio reprime, asesina y criminaliza a las comunidades y luchadores/as
que resisten, como a Cristian Ferreyra en Santiago del Estero, Argentina, o a la comunidad Marina Kué ,
en Curuguatí, Paraguay.
Finalmente, los agrotóxicos que
estas empresas asocian a las semillas profundizan un genocidio silencioso que
hoy está afectando a las poblaciones rurales y urbanas de todo el mundo, con
enfermedades como alergias, cáncer, abortos espontáneos y deformaciones.
Y si hasta ahora estas
corporaciones utilizaron nuestas semillas milenarias para sus negocios, hoy
también se las quieren apropiar. Por eso el Ministerio de Agroindustria, con Ricardo
Buryaile a la cabeza, enviará al Congreso de la Nación un anteproyecto
elaborado para la modificación de la actual Ley de Semillas y Creaciones
Fitogenéticas. Este es uno más de los muchos intentos de modificación que,
desde 2012, buscan reconfigurar los mecanismos de producción, comercialización
y propiedad de las semillas en nuestro país. Otra vez la discusión de este
proyecto ha sido generada a espaldas de quienes seremos directamente afectados.
Pero nosotrxs
seguiremos resistiendo en las calles y diciendo NO a la reforma de la Ley de
semillas. Los compañeros/as de Chile, Perú y Colombia, que rechazaron esas
leyes, nos mostraron la
forma. Las experiencias de millones de campesinos/as y
productores/as familiares, que practican milenarias formas de agricultura
sustentable y sana, nos iluminan el camino. Porque creemos que la soberanía
alimentaria es un derecho que se lucha.
¡No a la nueva ley de
semillas Monsanto!
¡No a la privatización
de las semillas y la vida!
¡Fuera Monsanto y las
corporaciones del Agronegocio de América Latina!
¡Por una agricultura
para alimentar y en manos de los pueblos!
Multisectorial contra la Ley Monsanto de
Semillas
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Campanas_y_Acciones/Argentina_Sabes_por_que_NO_queremos_la_nueva_de_Ley_de_Semillas
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