Argentina - Ley de Semillas:
una
nueva ofensiva contra nuestro pueblo
4 de julio de 2016
Por Campaña No a la Nueva Ley “Monsanto” de
Semillas en Argentina
Monsanto y el gobierno
de la mano, una vez más, para seguir privatizando las semillas. Invitamos a todas las organizaciones
sociales y políticas comprometidas con la Soberanía Alimentaria
a sumarnos para luchar contra el Proyecto de Ley de Semillas que el gobierno se
apresta a presentar al Congreso.
Repitiendo el show
brindado en agosto del año 2012 cuando el entonces Ministro de Agricultura
Yahuar brindó una conferencia de prensa junto al representante de Monsanto en
Argentina para anunciar la modificación de la Ley de Semillas, el actual
Ministro Buryaile acaba de sentarse junto al vicepresidente de Monsanto para
América del Sur, Fernando Gianonni, para anunciar exactamente lo mismo.
Este “importante
acuerdo para el uso de tecnología” de acuerdo a las mismas definiciones del
Ministerio tiene dos componentes centrales:
El primero es que el
Ministerio de Agricultura, a través del INASE se compromete a ¡Hacer cumplir la
Ley! Aunque esto parezca un absurdo, la actual Ley de Semillas permite el uso de propio
de la semilla pero no autoriza a vender ni intercambiar semillas que poseen
Derecho de Obtentor. Sin embargo la Bolsa Blanca , llamada así por tratarse del
mercado de venta de semillas sin identificación, fue el mecanismo que Monsanto
eligió para que la soja transgénica se expandiera ilegalmente en Argentina,
Brasil y Paraguay desde su introducción en 1996 hasta el quiebre de la
resistencia en los países vecinos en el 2003 y la fundación de la República Unida de
la Soja. A
partir de allí Monsanto comenzó a reclamar por el cambio en la Ley de Semillas.
Hoy la Bolsa Blanca
sigue siendo una de los principales canales de comercialización de la semilla
de soja transgénica, lo cual afecta las ganancias de Monsanto. .
El segundo componente
mucho más relevante para nuestra agricultura y alimentación es la modificación
de la Ley de Semillas, que como ya mencionamos es parte de la agenda de las
corporaciones (Monsanto, Syngenta, Bayer, Dow, Basf y Dupont – Pionner) desde
hace más de una década. “Este año tendremos una nueva Ley de Semillas acordada
entre todos los actores”, adelantó el ministro Buryaile repitiendo la frase del
otro Ministro en el 2012.
Como distintos
sectores sociales y políticos lo vienen planteando desde hace años la
modificación de la Ley de Semillas vigente (que ya contiene importantes
elementos de privatización de las semillas) implicará un fuerte avance en el
control corporativo de nuestro sistema alimentario que tiene en las semillas
agrícolas su punto de partida. No hay que olvidar que no se hará una Ley para
las semillas de soja sino una Ley para todas las semillas utilizadas en
Argentina. Las semilleras transnacionales tienen, por ejemplo, trigos
transgénicos listos, y están esperando una ley acorde a UPOV 91 para lanzarlos
al mercado.
No hay ninguna duda
que el proyecto contendrá elementos para impedir el denominado “uso propio” de
las semillas limitando la posibilidad de “guardar semilla” para la siguiente
cosecha, derecho básico de los agricultores que es el fundamento de toda
agricultura. Lejos de interesarnos la disputa comercial entre los sojeros
argentinos y las grandes corporaciones, repudiamos la modificación de la Ley de
Semillas porque aquella no solo intensificará el modelo saqueador de la
agroindustria argentina sino que abrirá las puertas para que se profundice la
expropiación y privatización de la biodiversidad agrícola y silvestre de
Argentina y fortalecerá un sistema policial para asegurar el cumplimiento de
esta ley.
Este proyecto será
además una estocada fatal para las múltiples experiencias basadas en la Agroecología
(productivas y de autoconsumo) que representan el punto de partida para las
transformaciones necesarias en nuestro país.
Todos estos elementos
estuvieron presentes en los borradores que se elaboraron en los últimos años
desde los escritorios del Ministerio y que pudimos analizar a partir de
filtraciones, ya que nunca se hicieron públicos desde el Gobierno. También
están presentes en el Proyecto recientemente presentado por el Massismo al
Congreso intentando tomar la delantera frente a Cambiemos.
Hoy, frente a un
avance corporativo en el que son los mismos “dueños” de las grandes
corporaciones quienes ejercen el poder y ocupan los distintos Ministerios, se
hace necesario lograr un amplio acuerdo de todos los sectores sociales
comprometidos con la
Soberanía Alimentaria y la defensa de los Derechos Humanos,
de una economía antiimperialista, anticapitalista y en armonía con la
naturaleza de nuestro pueblo para frenar esta Ley. Hacemos un llamado para dar
esta lucha desde la unidad y la movilización en todos los espacios: gremiales,
intelectuales, ambientalistas, políticos, medios de comunicación, etc.
¡Las semillas son un
Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad!
Por eso le decimos al
Gobierno Nacional y a todos nuestros legisladores:
¡NO A LA MODIFICACIÓN DE LA
LEY DE SEMILLAS!
¡NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LAS
SEMILLAS Y LA VIDA!
¡FUERA MONSANTO Y LAS
CORPORACIONES DEL AGRONEGOCIO DE AMÉRICA LATINA!
¡POR UNA AGRICULTURA
PARA ALIMENTAR Y EN MANOS DE LOS PUEBLOS!
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