Entrevista a Augusto
Zamora sobre la situación política internacional (II)
“Los europeos deberán
decidir en un momento dado entre el yugo de la OTAN
o su supervivencia”.
22 de mayo de 2018
Por Salvador López Arnal
Papeles
relaciones ecosociales y del cambio global
Autor de varios libros sobre política
internacional, el último de ellos, Política
y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos, Akal, 2016, iba por
su tercera edición en diciembre 2017. Augusto Zamora es profesor de Relaciones
Internacionales, periodista y ex diplomático. En la actualidad está dedicado a
la investigación.
***
Nos habíamos quedado
en este punto. Si afirmara que
detrás de Trump está, sobre todo, la industria militar estadounidense que
gobierna casi directamente a través de él, ¿estaría diciendo una tontería?
¿Sería absurda o alarmista mi afirmación? ¿Un nuevo presidente de EEUU podría
orientar la situación hacia otras coordenadas?
Bajémosle el nivel al
peso del complejo militar-industrial. Alcanzó su gloria con la Guerra Fría , pero hoy
el mundo es mucho más complejo, la economía de EEUU más reducida y su déficit
presupuestario crece cada año exponencialmente. Trump es una figura atípica y
sus políticas externas más bien están contribuyendo a debilitar la posición de
EEUU en el mundo. El 58% del total de armas que se vendieron en el mundo en
2017 eran de fabricación estadounidense, pero sus compradores fueron casi los
mismos: las petromonarquías árabes, Japón, Corea del Sur, países de la OTAN…
Ahora se trata más de calidad que de cantidad. Hay que modernizar los
conceptos.
De acuerdo, de
acuerdo.
El complejo
militar-industrial, como el mismo EEUU, ya no es lo que era. Por demás, los
fracasos de la OTAN en Afganistán o Iraq y el de Arabia Saudita en Yemen hacen
ver que las guerras no las gana la mera acumulación de armamentos y sistemas
sofisticados. Rusia, empleando medios
limitados, en dos años puso fin a la guerra civil en Siria, salvó al régimen de
Damasco, destruyo al Estado Islámico y tiene negociando la paz a rebeldes y
gobierno. Supongo que la OTAN habrá tomado nota de la impresionante efectividad
de las fuerzas armadas rusas, frente al estrepitoso fracaso de su fanfarria
militar.
Habla usted de la
venidera y definitiva Batalla del Pacífico, que no se parecerá en nada, afirma,
a la del siglo XX. ¿Por qué? ¿A qué se perecerá entonces esa posible batalla?
He señalado que la Batalla del Pacífico en la II Guerra Mundial
era una batalla en extremo desigual, que Japón jamás, jamás habría podido
ganar. Sus tropas combatían esparcidas en un demencial frente de 8.000 kilómetros ,
que iba desde Australia a Corea. Aunque el cine de Hollywood lo haya omitido
adrede, para magnificar hasta el delirio el esfuerzo bélico de EEUU, contra
Japón combatían australianos, neozelandeses, filipinos, birmanos, vietnamitas,
chinos y coreanos, además de estadounidenses. Japón tuvo que dedicar la mitad
de sus recursos a la guerra en China. Como afirmó el historiador Nial Bergson,
China absorbió el 52% del personal militar japonés por 33% la batalla del
Pacífico. Una nueva batalla por el Pacífico invertiría totalmente los términos.
La suma de China y Rusia, más sus aliados, deja a EEUU en el papel de Japón. En
la II Guerra Mundial
EEUU contó con el apoyo de casi toda Asia. Ahora sólo podría contar con Japón y
Corea del Sur y puede que, llegada la hora de los hornos, ni con ellos. En una
perspectiva a diez o quince años, el poder de EEUU se diluirá como el azúcar en
agua. El programa de un Ataque Global Rápido podría responder a análisis militares
en los que los militares estadounidenses hayan llegado a la conclusión de que
no tienen ninguna opción creíble de victoria en una guerra convencional contra
una alianza euroasiática. Espero que lleguen también a la conclusión de que sus
planes de Sauron tampoco tienen viabilidad ninguna.
Esperemos que así sea. ¿África no cuenta, no
existe en términos geopolíticos? ¿Sólo por sus metales raros y por sus
yacimientos de uranio tal vez?
Ni África ni Latinoamérica tienen valor
geoestratégico. Latinoamérica por su condición de continente-isla, separado del
mundo por dos océanos. África por una razón similar. Es un continente
excéntrico, fuera del centro, lastrado, además, por una profunda pobreza. Sólo
cuentan como abastecedores de materias primas y poco más.
¿Y el Próximo Oriente? ¿No cuenta tanto al
ser casi independiente EEUU en términos energéticos por el cracking?
En términos objetivos, Oriente Medio y Próximo
importan porque son la reserva energética de Europa, sobre todo la occidental. En caso
de conflicto global, el flujo de petróleo y gas de esa zona dejaría de fluir
hacia Europa. Creo que la destrucción de puertos y pozos seria uno de los
primeros objetivos militares, para dejar seca a Europa. El control de la
energía es el control del poder. Cerrado el grifo ruso y destruido el de
Oriente, Europa quedaría en la situación de Alemania en la Primera Guerra Mundial :
con los países más o menos intactos (excepción hecha, posiblemente, de
Alemania, Polonia, Francia y Gran Bretaña), pero sin gota de combustible para
mover nada. Alemania, en esa guerra, fue derrotada económicamente, no lo fue en
términos militares.
En su opinión, ¿América latina seguirá siendo
el patio trasero de Estados Unidos?
No, ese es otro concepto superado por la realidad. EEUU sabe
que los tiempos son otros y que la época de las intervenciones militares,
dictaduras bananeras y gobiernos fascistas pertenece al pasado. La irrupción de
China ha cambiado muchas cosas. Es el primer o segundo socio comercial de
Brasil, Argentina y Chile. Su interés en Panamá es evidente, como lo ha sido su
apoyo y el ruso a Venezuela. Hasta México está descubriendo China con el
problema abierto por Trump con la revisión del TLCAN y su obsesión con un muro.
¿Sigue siendo válido aquel aforismo -renovado-
de Rosa Luxemburg: o superación del capitalismo o barbarie de dimensiones
apocalípticas?
El capitalismo será superado. De hecho, el
modelo económico chino, de libre empresa, pero bajo el férreo control del
Partido Comunista, se ha revelado más efectivo y dinámico que el modelo
neoliberal europeo. Vietnam lo ha seguido y su éxito es más que evidente. Rusia
ha puesto en práctica un modelo de fuerte intervencionismo estatal que está
dando unos resultados más que notables. Quienes se están quedando descolgados
del futuro son los europeos, donde van como los cangrejos, hacia atrás. China
ha sacado de la pobreza a 700 millones de habitantes y Europa ha hundido en la
exclusión social a un tercio de su población, con niveles crecientes y obscenos
de desigualdad.
La comparación es más que pertinente. ¿Cómo se
puede ser antimilitarista en el mundo de hoy? ¿No tiene ningún sentido real,
práctico? ¿Dónde están los pueblos, los ciudadanos, las clases desfavorecidas
en el este enfrentamiento entre titanes?
Hay que ser antimilitarista y en Europa
anti-atlantista. Los europeos deberán decidir en un momento dado entre el yugo
de la OTAN o su supervivencia. Esa debería ser una de las principales banderas
de lucha de la izquierda, de las fuerzas progresistas y de la gente con un poco
de sentido común. A Europa, a la Unión Europea , le interesa muchísimo más, en
todos los sentidos, establecer marcos de cooperación y entendimiento con Rusia
y China, que no seguir como borregos las políticas que dicta EEUU. Deberían
recitar todos los días, como catecismo, una frase del presidente Ronald Reagan,
de que “EEUU no está en el mundo para defender los intereses de otros, sino
para defender los intereses de EEUU”. Hace falta gente que defienda de verdad
los intereses reales de los pueblos europeos, la paz el primero de ellos.
Permítame hacerle unas preguntas
complementarias. Fechadas estas últimas: mediados de mayo de 2018,
De acuerdo.
Nota edición. Para la
primera parte de esta entrevista: Entrevista a Augusto Zamora sobre la
situación política internacional (I). "EEUU está inundando Alemania y
Europa del Este de armamentos y bases militares y nadie dice nada, como si sus
soldados fueran a hacer turismo”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=241722
Fuente original: Papeles relaciones ecosociales y
del cambio global, primavera
de 2018.
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