“La mitad del pueblo salió a reclamar”
En el Enredando las Mañanas nos comunicamos con Marcelo Giraud, geógrafo e integrante de la
Asamblea por el Agua de Mendoza. La provincia arde desde hace dos semanas,
cuando se conoció la intención del gobierno de Cornejo de avanzar con el uso de
la extracción de gas y petróleo mediante el recurso de la fractura hidráulica.
Se produjo luego una gran pueblada protagonizada por habitantes de General, que
casi no fue reflejada en los medios
tradicionales de comunicación.
Marcelo Giraud
comenzó destacando que “las cosas están bastante caldeadas,m como hacía rato que
no estaban”, en relación a la pueblada acontecida hace dos semanas en General
Alverar: “los medios oficialistas
hablan de 8 mil personas, así que no es de extrañar que hayan sido 10 mil, es
decir que la mitad de los adultos del departamento estaban congregados en la
plaza”.
Lo que reclama la
población de esa localidad mendocina es la derogación de un decreto firmado en
el mes de marzo por el gobernador en el que le da luz verde al método de
extracción no convencional.
El Observatorio
Petrolero Sur define al fracking como “una técnica experimental de
explotación de hidrocarburos no convencionales, cuestionada en todo el mundo
por su nocividad. Se utiliza en formaciones poco porosas y con baja
permeabilidad, distintas a los reservorios históricamente explotados por la
industria hidrocarburífera (las “convencionales”). Dentro de las formaciones no
convencionales, las más importantes de la Argentina son el shale (o
esquistos/lutitas) como es el caso de Vaca Muerta, y el tight gas/oil (arenas
compactas) como el yacimiento Estación Fernández Oro (EFO), en el Alto Valle
del Río Negro. El desarrollo masivo del fracking en áreas como Loma Campana en
Añelo, y EFO en las inmediaciones de Allen ha conllevado una serie de
accidentes, derrames, pérdidas de elementos radioactivos en los pozos,
incendios, desplazamiento de comunidades, así como de actividades productivas
como la fruticultura y la ganadería.”
Giraud explicó
que si bien ya se utilizó esa metodología en Mendoza, en este caso se proyecta
“una escala totalmente distinta a la que históricamente se hacía”.
“Los alvearenses
están preocupados por la contaminación de las aguas subterráneas y por esa vía
al caudal del Río Atuel y ellos están río abajo”, remarcó. “La Directora de
Protección Ambiental dice que no entiende y trata de ignorantes a los
alvearenses por protestar y manifestarse; que una funcionaria de ese nivel y
encargada de la protección ambiental desconozca cómo funciona una cuenca
hídrica y pretender que la gente no sepa que lo que pasa aguas arriba llega
aguas abajo realmente es muy vergonzoso”.
Giraud remarcó
que “todos los riesgos de la explotación petrolera convencional se repiten en
la técnica de fractura hidráulica, sólo que potenciados, y además se agregan
otros, como por ejemplo la sismisidad inducida por la reinyección de enormes
volúmenes de los llamados fluidos de retorno; estamos hablando de decenas de
miles de metros cúbicos por cada pozo”, que también “pueden producirse sismos
entre leves y moderados”, que “hay muchas emisiones a la atmósfera y mucha
mayor afectación de las aguas subterráneas” y que “además implica un uso muy
intensivo y masivo del territorio para obtener, en proporción a los impactos
generados, menor energía: la cantidad de energía que se gasta y la cantidad de
impactos ambientales de todo tipo que se generan es mucho mayor a la cantidad
de petróleo o de gas que se obtienen”.
Foto: Mariano
Nadalich de la
Asamblea Popular por el Agua.
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