Nación Mapuche. Héctor
Llaitul, vocero de la CAM: “Hay muchas expresiones mapuche que hablan de
autonomía pero están en la institucionalidad y transando muy fuerte”
El
vocero de la
Coordinadora Arauco Malleco , CAM, describió en entrevista con
Diario Universidad de Chile el presente del conflicto entre el Estado chileno
con el pueblo mapuche, detallando la postura actual de la organización en que
participa. De paso, criticó que las responsabilidades de la Operación Huracán
apunten a personajes como Alex Smith, expresando que Michelle Bachelet debería
declarar en la comisión investigadora de la Cámara y en tribunales.
El
dirigente, trabajador social de profesión, no acota el polémico caso liderado
por Carabineros tan sólo como una injusticia contra el pueblo mapuche y su
lucha, sino que lo contextualiza dentro del enfrentamiento histórico. Ante
esto, la organización de la cual es parte tiene claridad, seguirán dando pasos
políticamente en pos de la recuperación del territorio y la autonomía del pueblo.
–
¿Tienen una síntesis en la CAM sobre lo que fue la Operación Huracán ?
– La
antesala a la
Operación Huracán tiene que ver con la reemergencia del
conflicto y una mayor capacidad de parte del movimiento autonomista de hacer
frente a los distintos procesos, particularmente arremetidas empresariales.
También con la capacidad que se tenía en el Gulumapu (oeste de la Cordillera de
Los Andes) y Puelmapu (este de la Cordillera de Los Andes), como la expresión RAM en Bariloche y Neuquén, donde tenían una avanzada
contra lo hidrocarburos. Esto fue haciendo un cuadro de ascenso en lo que era
la lucha por la liberación nacional, eso dinamizó el actuar de los Estados, el
chileno y argentino, en contra del movimiento autonomista en general. La CAM
había tenido un protagonismo no sólo con acciones de resistencia, cubiertas con
bastante parafernalia por la prensa, eran acciones más contundentes, que fueron
acompañadas por otras acciones orgánicas. Había una agudización de conflicto,
un escenario que indicaba que algo iba a suceder. La persecución política no es
nueva, ha sido una constante, pero hay antecedentes muy concretos de que operó
algo distinto a lo que fue la Operación Paciencia (avanzada contra la CAM en el
gobierno de Ricardo Lagos), o el caso del fiscal Elgueta. Estábamos
acostumbrados a la Fiscalía, el ente persecutor definido por el Estado, junto
con la PDI y en menor grado carabineros, pero acá había un trabajo de
inteligencia política que venía desarrollándose. La CAM se venía haciendo más
pública con vocerías, seminarios, eso trajo voces que se opusieron a esto, los
gremios de camioneros, forestales, que criticaron mucho nuestra presencia
pública. Hay un emplazamiento a las autoridades, se supo de la presencia de
altos personeros del empresariado en La Moneda. Esto obligó a las autoridades de turno,
en específico al subsecretario del Interior, a tomar cartas. Mahmud Aleuy viajó
varias veces a la zona, hizo reuniones de seguridad, desarrolló planes que
apuntaban a la contención de este movimiento, esto es la antesala.
La
incomodidad, según Llaitul, generó una presión política hacia las policías, por
lo que se habría utilizado una arista distinta, sustentada en la Ley de
Inteligencia.
“Esta
ley no está sancionada, podría ser interpretada incluso como extraconstitucional,
aún no ha sido normada y se utilizan mecanismos de tiempos pasados, de la dictadura. La Ley
de Inteligencia sostiene la aparición orgánica de la Agencia Nacional
de Inteligencia, ANI, un organismo de inteligencia secreto controlado por las
autoridades políticas de turno”, indica.
–
Aquí se habló de una organización compuesta por ti y otros dirigentes como los
Huenchullan, pero según he conversado con cercanos a ambos, ustedes no tienen particularmente
una buena relación.
– Hay
una explicación. El proyecto político de la CAM podía tener alcances a otras
expresiones, por la referencia y la contundencia, podía incidir en otro
conjunto del movimiento mapuche. Si bien esto no estaba articulado se podía dar
una influencia, por esto derechamente agarraron gente de resistencia mapuche
como expresión orgánica y de Weichan Auka Mapu.
–
Cuando se conocen los delitos de Carabineros en la Operación Huracán
¿Cuál fue su reacción?
– Este
caso se conoce por un acto segundo de esta Unidad Especializada de Carabineros.
El afán también fue sentirse ganadores en el trabajo de inteligencia, no hubo
una preocupación muy fina, dijeron que el golpe es hacia todos, hacia tal
movimiento, los tentáculos y todo lo que se mueve en torno. De hecho la
Asociación de Alcaldes Mapuches presentó una querella porque muchos de sus
teléfonos también estaban intervenidos. Se intervino a artistas, amigos de
gente de la CAM. También
estaba el afán de desprestigiarnos ante la opinión pública para presentarnos
como criminales. Ellos seguramente hicieron una lectura de que la CAM tenía
mucha simpatía, principalmente en La Araucanía, por lo que había un potencial
para instalar el proyecto político.
– Habla de que no hubo una preocupación fina ¿Crees que hubo
torpeza en la planificación y ejecución de Huracán?
– En
el afán de agarrar a todos se intervino a todos. En las carpetas
investigativas, a raíz de la Ley de Inteligencia, se solicitó por estas
unidades de inteligencia operativa de Carabineros la intervención de 60
teléfonos. Hay una normativa que estamos trabajando jurídicamente para atacarla
en este plano, sobre la extraconstitucionalidad y lo ilícito que fue, porque
incluso hubo efecto retroactivo a la hora de intervenir comunicaciones. La Ley
de Inteligencia tiene esta arista de lo ilícito, el trabajo de reserva, donde
los agentes del Estado no hablan en aras de la inteligencia, lo que permite que
todo se reduzca a estas unidades de Carabineros, pero existen otras aristas,
como el plan Andes, que hablaba de internación de armas desde Argentina, con
conexiones medias extrañas, desde la ex subversión, pasando por movimientos
anarquistas, hasta el movimiento autonomista argentino. También está la Operación Huracán II
que está tomada desde otro plano, extrañamente, ahí hay un antecedente que
llama la atención. Se
conoce el caso filtraciones, que es el desespero, porque es posterior a nuestra
detención y la puesta en libertad de nuestra gente. En este contexto hubo una
revitalización del conflicto y se dio una nueva orden, según nos indicaron,
donde ocurrió esta idea de las filtraciones, después aparece en El Mercurio que
Héctor Llaitul habría infiltrado a la ANI. Esta nueva creación, más burda que la
anterior, involucró gente de la Fiscalía y ese fue el talón de Aquiles de esta
operación, se metieron con un fiscal, fue un invento muy torpe el intentar
extorsionar a un fiscal a través de este supuesto amorío. Ahí se empezó a
conocer todo, estas aristas de que había más gente monitoreada. La arista de la
CAM aún no se conoce en su total dimensión, se habla de que de estos 60
teléfonos son en realidad más de 200 que están siendo vigilados todavía por
Carabineros, porque esta unidad es más grande que las personas que se están
procesando.
– Alex Smith se ha vuelto protagonista de este caso, una especie de
caricatura que posiblemente pagará las culpas de una cadena de responsables
¿Cuáles crees son las otras responsabilidades? Hay un tema político del que no
se habla.
– Esta
operación, se le dice burda, torpe, hasta rasca, pero a nosotros nos llama la
atención la cantidad de recursos y medios
detrás de esto. Visto netamente desde el plano operativo, estamos hablando de
más de 200 teléfonos en el que fueron permanentes las escuchas, hay personal de
inteligencia de Carabineros que no están en las unidades operativas que se
dedicaron a las escuchas y también están declarando, de aquí se filtró que no
había nada con que incriminar. También hay material de texto archivado, después
está el tema de las aplicaciones que es donde entra Alex Smith como
personajillo. La inteligencia siempre va a tratar que los demás miren a un lado
para que no vean lo otro. Lo que hay que observar más allá de Alex Smith es
quiénes están financiando esto, respaldándolo políticamente, dándole una
cobertura.
– ¿Cuál
fue el rol de los medios de
comunicación en este caso?
– No
creo que hayan sido periodistas en particular que se hayan comunicado con
el carabinero tanto y hayan dicho “veamos la operación”, no lo creo. Esto
fue digitado al más alto nivel, es una tremenda operación, no sólo con Canal
13, está El Mercurio, otros medios
masivos, este tipo el Tío Emilio, que trata de lavar la imagen de Smith, para
centrar nuevamente la atención en ese tipo. Pero mira, más de 200 teléfonos intervenidos,
con todas las escuchas, con todo el texto, la cantidad de personal, la cantidad
de medios convocados, alguien movió
esos hilos. Tú como periodista tienes un jefe, no trabajas sólo, menos en Canal
13, TVN o Mega. Esta operación tuvo la lógica nazi del “miente miente que algo
queda”, a nosotros se nos estaba condenando antes de ir a juicio, fueron tres o
cuatro días en que se repitió que nosotros emitíamos estos mensajes.
Héctor
Llaitul es un ávido lector, incluso durante una entrevista que realizamos en la
cárcel en octubre de 2017 se quejó de que no le lleváramos impresas las
publicaciones que habíamos hecho por esos días sobre Huracán. Por esto mismo se
maneja con lucidez al hablar de política, tema que fue parte importante de esta
entrevista.
–
¿Cuál es la importancia de participar en esta comisión de la Cámara?
–
Nosotros queríamos llegar a este plano y no es menor, estamos hablando de un
gobierno de turno que comprometió todas sus fuerzas en inteligencia para
confrontar al movimiento autonomista mapuche en todos los terrenos. Nosotros
indicamos a Mahmud Aleuy como el responsable, él hacía reuniones y conversaba
con jueces y fiscales, incluso tuvo su viaje a Argentina con fondos del Estado
para ver una arista de la
Operación Huracán , pero acá hay más gente, como Gustavo Villalobos, el jefe de la ANI, el Partido
Socialista, muchos militantes de ellos en la ANI. La cantidad de recursos, se intentó
involucrar hasta a un ministro, fue una operación de inteligencia tremenda.
Aquí hay responsabilidades de acción y omisión, hay partidos que fueron parte
del gobierno, como el Partido Comunista que no dijo nada, excepto Barraza y por
eso se le involucra, porque dio un respaldo mínimo en calidad personal.
–
¿Es sólo responsabilidad del gobierno de la Nueva Mayoría ?
–
Nosotros queremos dejar en claro que hay responsabilidades directas de un
gobierno de turno, pero ahora la derecha se lava las manos y nosotros les
dejamos en claro que la responsabilidad última es del empresariado que los
mandató a ellos. Tras esto está el latifundio, las hidroeléctricas, ellos son
los que presionaron y quienes los representan son la derecha. Por este
afán de gobernanza del mundo capitalista neoliberal están comprometidos gente
de la Nueva Mayoría ,
hoy como son oposición estos últimos se hacen los simpáticos con nosotros,
tratan de desnudar esto pero sin ser tocados, nos invitan pauteándonos que no
digamos nada sobre Mahmud Aleuy y dejando la responsabilidad sólo a
Carabineros. Estamos de acuerdo que hay que procesar al general Gonzalo Blu
hacia abajo y hacia arriba, pero es importante la responsabilidad política.
–
Últimamente también se ve el acercamiento del Frente Amplio, cosa que no
sucedió cuando estaban encarcelados.
– El
Frente Amplio es una experiencia que está recién entendiendo estos procesos, no
tienen mucha experticia en esta relación de conflicto que tenemos con el
Estado. Hay mucho representante joven que no tiene conocimiento cabal de lo que
sucede en el sur, hay algunas excepciones que demuestran solidaridad desde
antes, pero por el pragmatismo político ellos prefieren y optan por la cercanía
con la Nueva Mayoría ,
que los hace unificar un criterio de ir juntos en este pseudo apoyo a la causa
mapuche, por eso se acercan a la machi Linconao y a otras expresiones que puedan
ser más tolerantes con estas posiciones.
–
Responsabilizan a Aleuy ¿Pero qué pasa con Michelle Bachelet? Ella asumió
prometiendo que no volvería a aplicar la Ley Antiterrorista.
–
Michelle Bachelet tiene una responsabilidad manifiesta. El plan Huracán está
hecho en la base de la Ley de Inteligencia y la Ley Antiterrorista ,
una ley extraconstitucional y otra cuestionada por organismos internacionales.
Estamos hablando de una presidenta que por un lado pide perdón de manera
hipócrita al pueblo nación mapuche, pero por otro lado permite la
implementación de un plan de este tipo que vulnera la propia institucionalidad,
el Estado de Derecho que ellos dicen representar. Ella no puede decir que no
conocía el plan Huracán, cuando estaba su hombre de confianza comprometido.
Bachelet debería hablar en la comisión investigadora y emplazada incluso en
tribunales sobre este tema. Acá se construyeron pruebas para condenar a gente,
se le debería caer la cara de vergüenza además porque lo hace contra un pueblo
originario que lucha por sus derechos.
– El actual gobierno desarrolla el Plan Araucanía como
propuesta de solución al conflicto. El ministro de Desarrollo Social, Alfredo
Moreno, como encargado ha dicho que está dispuesto a reunirse con la CAM.
– Nos
parece un acierto y debiera ser así, nosotros aprovecharíamos políticamente de
ir instalando lo sustantivo de este caso. Si Alfredo Moreno nos pide una
propuesta la vamos a llevar, pero va a ser sobre los ejes programáticos y
estratégicos, territorio y autonomía, no vamos a ir por un plan araucanía dos,
lo dejamos claro. Si a ellos les interesa frenar este proceso de lucha tendrían
que recoger la opinión de los verdaderos actores, y en este sentido la CAM se
convirtió en un referente político.
–
¿En qué pie están actualmente las distintas expresiones de lucha mapuche? ¿Hay
mayor unidad?
– Hay
un diagnóstico hecho de lo que han sido las definiciones en que están algunos
actores políticos, y el movimiento mapuche ha ido deliberando al respecto de
las propuestas políticas, las que en el caso de la CAM son la resistencia y la reconstrucción. Se
han ido definiendo sectores y expresiones, donde se van dando niveles de
acercamiento y convergencia. Esta idea anterior de la inclusión y la autonomía
no es suficiente para definir en qué lado estamos, sino que también tiene que
ver con lo práctico. El discurso da para mucho, hay muchas expresiones que
hablan de autonomía pero en los hechos están en la institucionalidad y
transando muy fuerte, después los vemos en los planes del Estado reproduciendo
el formato colonial y justificando la represión, incluso algunos son parte de
ella, como algunos mapuches que están en el Partido Socialista y no han dicho
nada del Plan Huracán. Estamos analizando esto y llegamos a la conclusión de
que hay que separar la paja del trigo, más allá de si hablamos de
anticapitalismo es oponernos al Estado y su institucionalidad opresora. Hay
esfuerzos que van en aras de la unidad, pero al menos nosotros como CAM no lo
haremos con quienes están desde la institucionalidad comprometidos con la
dominación.
–
La derecha se oponía a su presencia por supuestamente hacer apología al
terrorismo: Hay un imaginario comunicacional que muestra a la CAM como una
organización que se dedica a quemar camiones ¿En qué los veremos en adelante?
– La
CAM siempre ha sido una organización política, surgió como necesidad de
organizar a las comunidades, por eso se llama coordinadora. Ciertamente sufrió
su ruptura por este diagnóstico de cómo avanzar más sustantivamente en los
derechos políticos y territoriales. Nos pueden decir que hay otras expresiones
que están luchando por los derechos mapuches, entonces nosotros los emplazamos
y les decimos ¿Cuánto territorio han recuperado? Por ejemplo, le pregunto eso a
los alcaldes mapuches y nada. Las otras expresiones, cuánto territorio y
autonomía han logrado, no es mucho. Por eso existe la CAM, porque tiene algo
que mostrar, el control territorial y la resistencia, la que no hacemos por
competir con otro grupo por cuál es operativamente más eficaz, no, nosotros
hacemos resistencia porque es parte de este proceso de reconstrucción nacional
con recuperación territorial, tiene que ver con la recuperación y el logro de
la autonomía concreta ¿Cómo se ejerce esto? Tanto con la acción directa, publicitada
como violenta, la que nosotros consideramos mecanismo necesario para evitar la
reproducción del capital y se restablezca el mundo mapuche, en ese plano
validamos procesos de lucha, pero no son los únicos. Por eso nosotros decimos
ojo con estos medios de comunicación
que siempre nos vinculan con el caso Luchsinger, el que es lamentable,
condenamos y fue un error para la causa mapuche, pero estamos hablando de un
manejo político muy potente en ese caso para instalar esta idea de que somos
terroristas los mapuches por un hecho aislado.
Esto es una torpeza de los medios de comunicación, porque la causa mapuche no
se reduce a un hecho aislado, la causa mapuche se reduce al control
territorial, a las acciones de resistencia, a las comunidades en resistencia y
al movimiento autonomista mapuche que está en auge, eso tienen que mirar los medios de comunicación, pero sólo se agarran del
caso Luchsinger. Estamos hasta la coronilla de ese hecho o decir algo de ese
caso, porque nosotros debemos hablar de innumerables esfuerzos de hombres y
mujeres que se desenvuelven en la lucha de nuestro pueblo. Leer
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