A 70 años de la Nakba
30 de mayo de 2018
Por
Guillermo Martinez (Rebelión)
virginiabolten.com.ar
Hace unos días alguien me envió el artículo de
Electronic Intifada “Stories of the catastrophe exile” con la leyenda, “porque
no quiero sufrir sola” y me pregunto, ¿no es acaso el ejercicio de la memoria
exactamente eso? ¿No sufrir solo e interpelarnos? Compartir, ¿que sea escuchado
nuestro dolor? Leí la nota con profundo interés, deseando experimentar, palpar,
inclusive saborear esa última baya que se ha vuelto el objeto del deseo, de la
reivindicación de Fatima, una víctima de la Nakba y de todo un pueblo clamando
por una justicia que no llega.
¿Cómo Informar y escribir sobre la masacre
diaria contra el pueblo palestino, sin afectación?
Me resulta profundamente dificultoso, cómo informar objetivamente
sobre los últimos sucesos, más de 100 palestinas y palestinos fueron masacradxs
en una manifestación. Imaginemos que en cualquier país occidental, aún con estas
democracias suceda lo mismo. Los periódicos masivos harían titulares informando
de los hechos, dependiendo quien gobierne, lo matizaría, pero no harían un
intento por justificar la matanza de personas.
Hace varios años ya, a partir de escribir
para algunos medios de comunicación
intenté ingresar a Gaza. Lo hice sin conocimiento respecto a las restricciones
que imponen los ocupantes para poder entrar a esa inmensa cárcel a cielo
abierto que es Gaza. Al llegar a la ruta de acceso, dos jóvenes israelíes de no más de
20 años con armas de guerra sobre sus hombros impidieron que continuara. Esas
jóvenes israelíes son parte del ejército que asesina con el manto protector del
estado.
¿Cuáles son las consecuencias del colonialismo
y la ocupación?
Los crímenes de segregación racial, crímenes
de Apartheid, se encuentran dentro de la legislación internacional como tales
desde el año 2002. No obstante, el pueblo palestino sigue sufriendo y
resistiendo la
ocupación. Mientras francotiradores y drones del ejército
israelí asesinaban a personas palestinas por la espalda, se celebraba en Al
Quds (Jerusalén) el traslado de la embajada de EE.UU. Esta modificación del
estatuto de Al Quds es contraria a las resoluciones de la ONU.
Las niñas y niños son quienes más sufren de un
sistema económico y político con privilegios para unos pocos. Los potreros de
donde provienen mayoritariamente los jugadores de la selección masculina de
futbol de Argentina son una esperanza de llegar a convertirse en futbolistas
profesionales. Este seleccionado disputará un partido en territorios ocupados.
Las niñas y niños palestinos sufren las consecuencias también de este sistema
sumado a la ocupación.
En 2014, niños palestinos jugaban al futbol en una playa de
Gaza, la marina israelí bombardeó y asesinó a Ahed Atef, de 10 años, Zakaria
Ahed (10) , Mohammed Ramez (11), e Ismail Mohammed (9). Estos crímenes aún
continúan sin un juzgamiento civil e internacional. Los derechos humanos,
parecerían ser solo letra muerta para quienes no son consideradas personas de
derechos. El pueblo palestino y las personas palestinas asesinadas, para la
comunidad internacional, no son pasibles de ser consideradas humanas.
Los crímenes cometidos por el ejército
ocupante son juzgados por tribunales militares, donde siempre sus resoluciones
son laxas para con los soldados asesinos israelíes.
Es una limpieza étnica contra el pueblo palestino avalado por las
instituciones de un nacionalismo del siglo XIX y el silencio de la comunidad
internacional.
El llamado desde la sociedad civil palestina apela a la
solidaridad de los pueblos a través del BDS (Boicot, desinversión y Sanciones),
que toma como referencia la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Será
responsabilidad de quienes comunicamos, informar sobre lo que está sucediendo
en Palestina, y será responsabilidad de todxs solidarizarnos en la lucha contra
el colonialismo y el genocidio contra el pueblo palestino.
Fuente:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242234
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