CARTA DE CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER
Los olvidos de CFK y
su “década ganada”
26 de
mayo de 2018
Cristina Kirchner
publicó un documento con su visión de la situación actual y un balance de los
doce años de gestión kirchnerista. Pero omitió algunas cosas. Conócelas.
Por
Mónica Arancibia ( @monidi12) y Celeste Vazquez
La expresidente, y actual senadora por el Frente para la Victoria
(FpV), Cristina Fernández de Kirchner eligió el sitio dirigido por el
periodista Horacio Verbitsky, El
Cohete a la Luna, para dar a conocer su visión sobre la situación política
y económica que atraviesa el país y de paso hacer un balance de sus dos
mandatos y el de Néstor Kirchner, del 2003 al 2015.
El recurso utilizado por Cristina es la comparación constante
entre sus políticas económicas y las del gobierno de Cambiemos, en estos casi
dos años y medio de gestión. Así es que su exposición está estructurada en base
al binomio “peor-mejor”.
Este estilo no es nuevo. “¿Estamos peor o estamos mejor?” fue una
de las consignas con las que hizo campaña cuando era candidata a senadora el
año pasado. Es lógico que la polarización sea uno de los recursos utilizados
por Cristina porque así tiene la posibilidad de permitirse algunos olvidos.
Veamos cuáles:
1 - “En un “marco de crisis institucional, política y
económica, asume como presidente de los argentinos Néstor Carlos Kirchner” dice
Cristina y es verdad. En el 2003, el país venía de haber protagonizado una
rebelión en las calles que dio por tierra los planes neoliberales del gobierno
de la Alianza que había asumido en 1999 y continuaba las políticas del
menemismo.
Había un desprestigio total del conjunto de las instituciones del
régimen político. La justicia, el parlamento, el poder ejecutivo y las fuerzas
de seguridad atravesaban una gran crisis de legitimidad. Cristina recuerda que
por esos días, fines del 2001 y principios del 2002, era común escuchar el
popular canto “que se vaya todos” que expresaba el hastió de la población con
los gobernantes.
Lo que no dice Cristina es que es que tanto ella como Néstor
formaban parte de esa casta de funcionarios políticos que había provocado el
hartazgo del pueblo. A diciembre del 2001, Néstor hacía 20 años que era
gobernador de la provincia de Santa Cruz, en tanto ella hacía 11 años que
ocupaba cargos legislativos. Vale recordar además, que Néstor como gobernador
acompaño el “espíritu privatizador” de la época: aplaudió la privatización de
YPF, en 1992, argumentando que “no hay nada más soberano que conseguir
inversiones” y privatizó la
Mina Río Turbio , en su provincia, en 1994.
2 - “Los trabajadores y trabajadoras en relación de dependencia
tenían los mejores salarios en dólares de América Latina, y los niveles de
desocupación y trabajo no registrado alcanzaron su mínimo histórico” afirma
Cristina. Pero, ¿cómo puede ser entonces que según un informe elaborado por el
Observatorio de Deuda Social de la UCA (porque el INDEC dejó de publicar
estadísticas de pobreza en el 2013) el índice de pobreza en 2015 era del
29 %?
La alta precariedad laboral, basada en que una enorme franja de
trabajadores se mantuvo en una situación de informalidad durante los años de la
presidencia de Néstor y luego de Cristina Kirchner, fue uno de los grandes
problemas que atravesó la clase trabajadora durante esos años.
¿Será por eso que no dijo que para el tercer trimestre del 2015
-los últimos meses de su mandato- el 33,1 % de los trabajadores estaba en
negro?
Recordemos que en 2010, cuando Cristina era presidente, el joven
militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, murió asesinado por el accionar
de una patota de la
Unión Ferroviaria en una protesta contra la tercerización
laboral en el ferrocarril. Lo que dejó en evidencia el entramado nefasto entre
burocracia sindical, empresarios y Estado que actuó en pos de mantener sus
negociados, originados con las privatizaciones.
3 - “Un crecimiento inédito del producto bruto nacional” dice
Cristina que lograron. Este crecimiento tuvo su origen en la megadevaluación de
2002 de Duhalde que implicó una caída de los costos salariales para las
patronales.
La reactivación económica se basó principalmente en ese mazazo al
salario. Axel Kicillof, exministro de Economía, y antes de ser parte del
kirchnerismo, afirmaba que el salto en la rentabilidad empresaria que hubo
desde 2002 fue la verdadera “caja negra” del crecimiento económico de la década
pasada. Se puede leer La Economía Argentina en su
laberinto para
profundizar sobre este tema.
Otra condición que permitió el crecimiento fue el factor externo.
Durante los gobiernos kirchneristas hubo una situación internacional, llamada
“viento de cola”, que favoreció desde 2003 las exportaciones locales. Hubo un
boom internacional en los precios de los commodities, las ventas al exterior
fueron mayores a las importaciones como no se registró en décadas en el país.
Pero desde fines de 2013 el “viento de cola” pasó a ser “viento de frente”. Una
situación extraordinaria que ya no volverá.
4 - “A los dos años y medio de gestión, Néstor Kirchner había
reestructurado el 76 % de la deuda externa defaulteada y pagado
íntegramente la deuda de la Argentina con el FMI” sostiene la exmandataria.
Néstor Kirchner y Roberto Lavagna negociaron el canje de la deuda
en 2005. La quita que destaca Cristina implicó ganancias de hasta 300 %
para los “buitres buenos” que ingresaron a ese acuerdo. Muchos de los tenedores
de bonos compraron esos papeles durante la crisis cuando no valían nada.
Además, se les pagó un plus por inflación y crecimiento económico. Según
estimaciones, los bonistas recuperaron por los pagos extras las quitas que
menciona Cristina.
Otro gesto poco soberano fueron las cláusulas de prórroga de
jurisdicción a favor de los tribunales de Nueva York en los canjes de 2005 y
2010. Esto permitió a los fondos buitres, que rechazaron los canjes deuda
reclamar a los tribunales de Nueva York y obtener así un fallo a favor del juez
Thomas Griesa.
¿Chau FMI? En 2005 Néstor Kirchner canceló los acuerdos con el
Fondo, ese anuncio costó U$S 10.000 millones, un pago que se pudo hacer por la
abundancia de dólares comerciales que hubo en esos años por la situación
extraordinaria antes señalada.
El kirchnerismo trató de limitar la injerencia del organismo sobre
la política económica a través de sus revisiones anuales. El motivo fue que
ante los desequilibrios de la economía que comenzaron a emerger necesitaban
tomar políticas económicas adicionales (subsidios, acuerdos de precios, etc.)
que eran cuestionadas por el organismo. Pero el país siguió siendo miembro del
Fondo.
El Gobierno anterior intentó volver a los “mercados” en búsqueda
de deuda, pero el conflicto con los buitres frustró sus planes. Así, el
exministro de Economía pagó al Club de París, a quienes les reconoció U$S 9.700
millones, cuando antes de las negociaciones el kirchnerismo decía que era por
U$S 6.000 millones.
Cristina se jactó de ser “pagadores seriales”, y así fue. Durante
los dos Gobierno se pagaron U$S 200.000 millones de deuda pública, pero la
misma siguió creciendo. Cuando asumió Néstor la deuda pública era de U$S
145.000 millones y pasó a U$S 223.000 millones cuando finalizó la gestión de
Cristina.
Millones de recursos que se destinaron a los especuladores y al
capital financiero con dinero de la Anses (plata para los jubilados), reservas
del Banco Central y fondos del Banco Nación.
5 - “Se nacionalizó YPF con su valioso yacimiento de Vaca
Muerta (…) se reincorporaron al patrimonio nacional Aerolíneas Argentinas, AySA
y el Correo Argentino” afirma Cristina. La nacionalización de YPF fue en
realidad la compra del 51 % de la empresa con la entrega de bonos por más
de U$S 5.000 millones como indemnización a Repsol tras un vaciamiento de los
yacimientos. La expresidenta omite el posterior acuerdo secreto entre la
petrolera estadounidense Chevron e YPF.
Aerolíneas era administrada por la empresa española Marsans. En
2008, Cristina se vio obligada a estatizarla porque ningún empresario local
quería comprarla, debido a las deudas y el vaciamiento que dejó Marsans.
Las nacionalizaciones constituyeron la recuperación de empresas
que ningún empresario estaba dispuesto a administrar. Encima, en vez de
exigirle a sus antiguos dueños explicaciones por el estado crítico de las
compañías, los premiaron con indemnizaciones.Los gobiernos kirchneristas mantuvieron intacto el esquema de
privatización de los servicios públicos del menemismo.
Una década sin resolver los problemas
estructurales
La exmandataria presenta el informe para inversores extranjeros
difundido en el “Mini Davos” para desmentir “la pesada herencia”.
Lo cierto es que la economía tenía un gran deterioro, marcado por
la restricción externa cuyas raíces estuvieron en las contradicciones de la
economía dependiente.
Los millones de dólares por el superávit comercial no tuvieron su
correlato en mayor inversión ni transformación de la estructura productiva,
sino que se destinó a los pagos de deuda, financiar la fuga de capitales y utilidades
de las empresas extranjeras que aumentaron su participación en la década
pasada.
Ese deterioro económico cayó sobre la espalda y los hombros del
pueblo trabajador que en los últimos años del mandato de Cristina Kirchner ya
sentía el impacto en sus vidas cotidianas. Según la UCA, la desigualdad social
se incrementó de manera brusca a partir de los años 2010/2011 y entre 2011 y
2015 la pobreza en niños de 0 a
17 años pasó de más del 34 a
más del 40 %.
Cristina en su carta olvida decir que ésta fue la base sobre la
que luego impactaron fuertemente las políticas de ajuste de Cambiemos. Cristina
olvida referirse a esta “herencia”.
Lo olvida porque sabe que durante la “década ganada” los problemas
estructurales que padecen hoy amplios sectores de la población no fueron
resueltos.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Los-olvidos-de-CFK-y-su-decada-ganada
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