Entrevista a jóvenes
investigadores del Conicet
"A partir de
2015, la política científica se modificó radicalmente de una forma totalmente
regresiva y expulsiva".
28 de mayo de 2018
Por Mario Hernández (Rebelión)
M.H.: El Conicet ha sido afectado por una rebaja del presupuesto,
y también por otra rebaja en cuanto a la incorporación de investigadores y, en
este caso en particular, se trata de investigadores del interior del país que
muchas veces no son tenidos en cuenta en los reclamos que se plantean aquí en
Buenos Aires. Han estado reunidos con Senadores en el Congreso nacional y la
idea es que nos cuenten cuál es la situación que atraviesa el Conicet y cuáles
son sus reclamos y propuestas.
D.C.: Muchas gracias por la invitación. Nosotros
formamos parte de la Red
Federal de Afectados, que se conformó a fines del año pasado
cuando se dieron a conocer los resultados al ingreso a la carrera de
investigador científico del Conicet y cuando nos enteramos que 411 personas que
nos habíamos presentado a la convocatoria y que habíamos recibido una
evaluación positiva, es decir, que habíamos pasado todas las instancias de
evaluación del concurso público para ingresar a ese cargo, habíamos sido
excluidos por el brutal recorte que está sufriendo el Conicet.
Entonces, se trata de una Red Federal que
articula a investigadores de todo el país, no solo de las provincias, también
hay gente de Capital Federal y Buenos Aires, y que se plantea en articulación
con la Red Federal
de afectados del 2016 y con los otros colectivos de lucha de becarios y de
Ciencia y Técnica.
Como decías, el sector de Ciencia y Tecnología
está sufriendo un recorte inmenso a partir del cambio de gestión, sobre todo en
lo que es gestión y ejecución de políticas públicas vinculadas a la innovación
científica y tecnológica. Nosotros nos postulamos a la carrera de investigador
científico, que sería para decirlo en términos más simples, la incorporación a
la planta del Conicet que es el último paso en la formación de un investigador
que comienza con un programa de financiamiento de formación del Conicet, que en
general son 5 años de formación doctoral, más dos años de formación post
doctoral y luego se pasa a este concurso para poder dedicarnos con exclusividad
a la tarea de investigación. En el marco de un programa que se llama Argentina
Innovadora 2020 que fue implementado por el Ministro Lino Barañao en el año
2013, se proponía un incremento gradual de la cantidad de investigadores por
cada millón de habitantes y para el año pasado se preveía o era deseable que
hubiera una incorporación de más o menos 1.100 investigadores, cuando
finalmente solo fueron 600 en total, en todas las grandes áreas de
investigación.
Ante esta situación, que nosotros vinculamos a
otras grandes situaciones críticas del sector de Ciencia y Técnica como son los
despidos en el Inti, estamos trabajando en conjunto en esta Red para que puedan
revertirse estas situaciones.
M.H.: Lo que mencionás del Inti es
interesante, porque uno de los argumentos que ha utilizado Lino Barañao y las
autoridades de Conicet está vinculado al tema de la ciencia aplicada y
justamente organismos como el Inti y el Inta apuntan hacia eso y, sin embargo,
allí también hay fuertes recortes. No solamente presupuestario, sino despidos de
personal.
¿Qué cambió en el Conicet respecto de la
gestión anterior? Que en realidad es la misma porque Lino Barañao fue ministro
de Ciencia y Técnica en el gobierno de Cristina Kirchner y continuó con
Mauricio Macri y, sin embargo, parece haber cambiado la política.
Mauro: Esa pregunta tiene una
respuesta muy simple y muy compleja a la vez. La simple es que cambió la política
científica. Y no sólo por una determinación del gobierno, sino por una demanda
social y civil que existía con anterioridad; hubo determinada política
científica de 2004 a
2015 que permitió la incorporación no sólo de becarios e investigadores sino de
lo que eso trae aparejado que son equipos de investigación, de proyectos y
líneas de investigación, a partir del robustecimiento de los Institutos que en
2002/3 eran tierra árida, había muy pocas personas y poco recorrido y que con
el correr de los años se fueron llenando de gente, de compañeros y compañeras e
investigadores, trabajadores en ciencia. Eso generó cierto panorama y cierto estado
de la ciencia argentina después de 11 años, con problemas, pero eran los
problemas con los que uno se puede encontrar cuando algo crece.
A partir de diciembre de 2015, con el cambio
de gestión, y puntualmente a partir de diciembre de 2016 cuando se notificaron
los primeros resultados de ingreso a carrera del Conicet, siendo Conicet uno de
los muchos organismos de investigación en el área de Ciencia y Técnica, pero es
el principal organismo de formación, y en contra de lo que se dijo en la
campaña electoral, nos encontramos con un ajuste brutal en lo que ya se llamaba
por entonces “cuello de botella”, esto es, muchos becarios doctorales y post
doctorales que presentamos un proyecto, fue aprobado, desarrollamos la beca, en
algunos casos se hicieron doctorados, maestrías, publicaron artículos, se
fueron afuera, mucho trabajo, y ese cúmulo de trabajo construido en 11 años, se
cortó abruptamente en 2016.
Lo que estamos viviendo es la continuación de
ese recorte, con la única diferencia, que nos parece menor porque lo que se
juega es qué política científica queremos para nuestro país; la única
diferencia entre 2016 y 2017 además del número, ya que en 2016 éramos 511
doblemente recomendados por Comisión disciplinaria y evaluación y por Junta de
calificación, y este año por el momento somos 411, es que en 2016 no habían
avisado, se esperaba que mantuvieran sus promesas de campaña y mantuvieran el
plan Argentina 2020, mientras que en 2017 nosotros y nosotras ya sabíamos por
adelantado que iban a entrar 600.
Este es un elemento de información pero es
menor, porque el problema no es estar advertidos previamente, porque sería como
confirmar el dicho "el que avisa no traiciona”, sino qué política
científica queremos para nuestro país.
Lo que hemos hablado con representantes del
Directorio que lamentablemente siguen negando que haya un conflicto laboral, de
mucha gente formada que ya no puede seguir trabajando de eso y que se ve
obligada, en el mejor de los casos a irse, es que hubo un cambio de política
muy fuerte, a pesar de que se mantengan los cuadros políticos del organismo.
A partir de 2015, lo manifestamos en diciembre
de 2016 y 2017, en lo que al Conicet respecta, la política científica se
modificó radicalmente de una forma totalmente regresiva y expulsiva.
M.H.: ¿En qué consiste ese cambio? ¿Cuál es
el modelo que cambia en esta gestión?
D.C.: En términos concretos hay una clara expulsión de
investigadores, no hay una planificación sostenida de qué, cómo, para quién se
investiga. No hay una política de Ciencia y Técnica soberana y planificada,
sino que hay una reorientación hacia el sector privado.
M.: Y básicamente menos
presupuesto. Hay una consideración política estratégica de no invertir en
ciencia, sino de invertir o gastar o pagar otras cosas, otros gastos del Estado
Nacional. Luego hay un debate que no es solo económico que se trata de cómo
distribuimos ese presupuesto, pero también ahí entran a jugar que como
consecuencia de la falta de inversión en Ciencia, que hacen pasar como una
reorientación estratégica de la inversión, generan falsas dicotomías como
ciencia básica o ciencia aplicada.
Es una discusión histórica en la ciencia y no
solo en las Ciencias sociales, que se desarrolló de determinada manera de 2004 a 2015 y que puede ser
uno de los muchos problemas que tenga un sistema de crecimiento científico. Acá
lo que hay es un ahogo presupuestario reconocido por los propios integrantes
del Directorio, con quienes nos hemos reunido, su respuesta es “estamos
ahogados presupuestariamente” a lo que propusimos que hagan un manifiesto de
esa falta presupuestaria, que planteen que el Ministerio de Ciencia, Tecnología
e Innovación productiva, con el mismo Ministro que el anterior, integrante de
este gobierno, nos está ahogando presupuestariamente no solo en lo que respecta
a becarios post doctorales de 7
a 8 años de trayectoria que pueden ser investigadores,
sino también los problemas con los trabajadores administrativos, porque hay un
20% menos de trabajadores. Hay problemas en general.
Política de ciencia cero
M.H.: El Director del Conicet en Rosario
manifestaba recientemente que no puede pagar las tarifas. Una rebaja del
presupuesto del 1.46% al 1.22% del PBI en 2018 y este año no habrá ingresos a
la carrera del Conicet. O sea que podríamos definir, como hizo Tiempo Argentino el pasado 6 de mayo “política de
ciencia cero”.
En el marco del ajuste que venimos
conversando en Ciencia y Técnica, las Ciencias sociales y las Humanidades se
ven particularmente damnificadas.
3: Tiene que ver con una perspectiva general del gobierno,
por empezar una desvalorización ideológica de las Ciencias sociales. Luego un
discurso que amparándose en la idea de que aquellas ciencias llamadas “duras”
que el Conicet definió de manera unilateral sin consultar con la comunidad
académica, cuáles son los temas estratégicos para el desarrollo de la economía
nacional y de esa manera se ampara en ese discurso, de que aquellos temas son
fundamentales y hay una voluntad de ajustar a las Ciencias sociales a aquella
idea de tema estratégico que es una noción autocentrada del Conicet, porque
como decía recién, no fue consultada.
Pero es una desvalorización ideológica de las
Ciencias sociales, que la Filosofía no sirve y esto se ve en las propias
declaraciones de los directivos del Conicet. Una desvalorización al
conocimiento histórico, es conocida aquella expresión respecto de la Historia
medieval, que no tiene ningún sentido. Como nos tienen acostumbrados los
funcionarios de este gobierno, que si no fueran trágicas podrían generar
gracia. Se trata en definitiva de eso, que las Ciencias sociales en general no
sirven. Cuando la producción de Ciencias sociales se inscribe entonces en lo
que llaman, dentro de las categorías del Conicet, los temas generales, es
producción de ciencia básica, es producción de ciencia que no tiene
necesariamente una aplicabilidad y una transferencia presente y concreta hoy.
No obstante, como sabemos, es ese conocimiento en filosofía, en historia, en
sociología, en teoría social, lo que transforma las sociedades.
Las luchas que hoy estamos viviendo por la
igualdad de género se gestan en reflexiones de las Ciencias sociales que no
nacieron ahora, sino por lo menos hace 200 años. Y que encuentran en el
pensamiento, en la reflexión crítica que representan las Ciencias sociales un
espacio de producción, de reproducción, de reflexión y ahí está la
externalización del conocimiento científico de las Ciencias sociales que este
gobierno y estas autoridades del Conicet no suelen ver, que es la relación de
los cientistas sociales, si se los quiere llamar así, con los movimientos
sociales, porque las teorías de género, por ejemplo, se producen en ese
estrecho diálogo con los movimientos sociales, con el movimiento feminista.
Entonces se produce una sinergia especial
entre las reflexiones y las prácticas de un campo y del otro, del movimiento
social y de la academia o de la intelectualidad. No debiera haber ninguna duda
que es necesaria la reflexión sociológica, filosófica e histórica, por lo menos
sobre nuestras sociedades presentes. Para conocer nuestro pasado, para entender
nuestro presente, para saber hacia dónde se va.
Las discusiones del presente, bien de
actualidad, sobre el FMI y sobre el endeudamiento externo, las formas de
acumulación del capital en Argentina, la bicicleta financiera, todo eso es
producción en Ciencias sociales. Y vaya si es estratégico. Pero si uno va a ver
los temas estratégicos según el Conicet hoy, que insisto es el discurso a
través del cual reducen el ingreso de temas generales y en donde más se ve
atacado el campo de las ciencias sociales.
Y me centro en las Ciencias sociales porque
fue hacia donde apuntó tu pregunta pero el recorte es general, es en definitiva
casi un cierre de la carrera de investigador, porque los porcentajes de ingreso
de este año van a ser realmente exiguos y absurdos comparado con lo que se
venía dando e incompatibles con el programa Argentina 2020 que durante todo el
período de la última evaluación, la última convocatoria de 2017, el plan
Argentina 2020 estuvo operativo.
Si uno consulta nuestros expedientes de 2017 y
la referencia es al plan Argentina 2020, que es el plan al que deberían haber
ingresado un 10% más de investigadores cada año. En lugar de eso lo que
hicieron fue reducir a la mitad los ingresos y ahora están haciendo ese tipo de
recortes en temas generales, que es donde ingresa la mayor parte de las
producciones e investigaciones en Ciencias sociales. Donde ingresaban 900
personas en 2015, hoy ingresan solamente 150. El recorte es brutal.
M.H.: Fueron recibidos por senadores
nacionales ¿qué eco encontraron respecto de esta situación que atraviesa la
Ciencia y la Técnica de nuestro país?
D.C.: Fuimos recibidos por la senadora Silvina García
Larraburu el 23 de abril y la reunión consistió en presentar nuestra situación
y nuestros reclamos ante la Comisión del Senado encargada de discutir los
problemas de Ciencia y Técnica. Que se enmarca en el debate por la promoción de
una Ley de emergencia en el sector. Así que por ahora se ha quedado ahí nuestro
vínculo con los senadores. Presentamos el problema y no hemos tenido otras
repercusiones. En Diputados lo mismo, fue más expositivo que un diálogo real y
una escucha real de los reclamos.
M: Como sabemos uno presenta un proyecto, es recibido en
Comisión, en caso de que haya dictamen se sigue por Diputados y luego por
Senadores. En Comisión fuimos recibidos por ciertos sectores políticos, el
oficialismo no dio quórum, no se sentó a dialogar ni a escuchar. Y hace dos
años hay un proyecto, además de este proyecto de emergencia laboral, para
mantener en determinados puntos del presupuesto la inversión en Ciencia y
Técnica. Un proyecto que en su momento sí tuvo dictamen en Comisión, que luego
tuvo un dictamen en Diputados pero que, como consecuencia de ciertas alianzas
políticas, no fue aprobado en Senadores.
Nos encontramos con una situación crítica no
sólo en el Conicet sino en toda el área de Ciencia y Técnica fruto de
cuestiones políticas de los últimos años que veremos cómo se rearticulan, o no,
en los siguientes años para ver cómo podemos recuperar el estado pujante de la Ciencia. Recordemos
que todas las luchas que se dieron no solo en Sociología, Filosofía e Historia,
sino también por la Ley de medios ,
memoria y Derechos Humanos no nacieron de la academia pero dialogaron con ella,
tuvieron que ver con las Ciencias de la comunicación, con la Antropología, con
las Letras. No nacieron en la Universidad pero sí hay una articulación y un
diálogo entre los sectores muy fuerte desde 1985. Desde 2004 a 2015 hubo la
oportunidad política y económica de que eso se plasme en investigaciones, sobre
género, indigenismo, la última dictadura, etc.
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