Los Rocca:
la historia
criminal detrás del gigante de acero
22 de octubre de 2018
Por Rosa D’Alesio y
Claudia Ferri
Ideas de Izquierda
El famoso Al Capone fue condenado por delitos fiscales y quedó
impune por los cientos de crímenes que ordenó cometer. Esta pequeña anécdota
evoca la situación por la que está atravesando el presidente del Grupo Techint.
Aunque todo indica que el gigante del acero correrá mejor suerte.
¿Cuál es la
historia de este grupo encabezado por los Rocca que se levantó gracias a la
relación que construyó con el poder de turno y los negocios que hizo con el Estado en la
obra pública, en los más de 60 años que lleva produciendo en Argentina? Estos
lazos fueron y son determinantes en la historia del gigante de acero que hoy
integra un holding con sedes en más de 100 países.Las suculentas ganancias las consiguieron a través de los “favores” recibidos por los sucesivos gobiernos y a costa del sudor y la sangre de sus empleados. Así ocurrió por ejemplo durante la última dictadura militar, un período del que Techint no quiere hablar y del que sin embargo tiene mucho para decir.
¿Cómo se creó el imperio de la familia más rica de Argentina?
De Mussolini
a Forbes. De la primera a la tercer generación. Este es el recorrido que hizo
el emporio que puso en pie Agostino Rocca y que hoy maneja su nieto Paolo.Agostino fue un joven “emprendedor” italiano, ex combatiente de
En 1945 fundó Techint como corporación internacional pero huyó con la llegada de los aliados y terminó desembarcando en Argentina al año siguiente. En 1948 compró los terrenos en la localidad bonaerense de Campana, a
Techint heredó la capacidad productiva alemana, origen de los dueños de
Su poder y expansión se basó en dos líneas directrices: la
construcción de establecimientos industriales en el campo metal-mecánico y los
proyectos y puesta en práctica de obras públicas de gran envergadura ligadas a
la industria petrolera, eléctrica y a los montajes industriales.
En 1951 fundó
LOSA, productora de ladrillos para la construcción, en 1962 anexó a Dálmine la
acería eléctrica Siderca y ese año comenzó a exportar los caños. En 1970
instaló Propulsora Siderúrgica en Ensenada para producir chapas y bobinas
laminadas en frío y en Florencio Varela creó la Sidercolor para pre-pintado y
revestido plástico de las chapas.El crecimiento del grupo fue espectacular en pocos años, siendo importante su desarrollo incluso a nivel internacional. El principal cliente de Techint fue siempre el Estado argentino. Tan tempranamente como que en 1949 el gobierno de Perón, a través de un amigo en común Torcuato Di Tella, le adjudica a Agostino Rocca la obra del primer gasoducto entre Comodoro Rivadavia y Buenos Aires. En 1957, bajó la dictadura gorila de
Siempre negoció y mantuvo relaciones políticas con todo el arco político burgués. Desde las excelentes relaciones primero con el gobierno militar, luego con el alfonsinismo y con Menem, quién le entregó en bandeja la privatización de SOMISA a un precio irrisorio dejando como resultado más de 8.000 trabajadores en
El fundador de Techint falleció en 1978 y la posta la tomó su hijo Roberto quién falleció en 2003 cediendo el poder al directorio donde estaban sus tres hijos. Hoy Paolo es el Jefe del imperio y forma parte del comité ejecutivo de la Word Steel Association que nuclea al sector del acero a nivel mundial, Agostino falleció en diciembre de 2001 y Gianfelice se encarga del negocio de Salud de la familia,
Actualmente los Rocca ocupan en Campana unas
Los 70: persecución sindical y represión
La madrugada
del 22 de septiembre de 1976, Alberto Luis Bedia fue secuestrado en Campana
mientras dormía en la casa de sus padres, un grupo de hombres vestidos de civil
y encapuchados lo golpearon y se lo llevaron. A Armando Culzoni, Manuel Ignacio
Martínez y Raúl Aroldo Moreno les pasó lo mismo. Los cuatro eran obreros de
Dálmine-Siderca y sus familias recuerdan los hechos como “la noche de los
tubos”. Un ex compañero de sector de Alberto Bedia, Eduardo Pitter, en una
entrevista a Techint y
En Dálmine-Siderca como ocurrió también en otras empresas de la familia Rocca , por
ejemplo propulsora Siderúrgica en La Plata [3], se persiguió a delegados y
activistas con particular saña y se financió a los grupos de tareas que
participaban de las sesiones de tortura y posterior desaparición de los
trabajadores. En total 80 trabajadores fueron víctimas del terrorismo de Estado
de alguna forma. La empresa invirtió en comisarías donde funcionaron centros
clandestinos de detención. Se calcula que hubo más de 10 en la zona de Campana
y Zárate. Entre ellos prevalece el Club Deportivo Dálmine que los Rocca
tutelaron y financiaron para poner a disposición de los militares, a la vez les
cedieron el uso del puerto de la compañía para embarcar detenidos y el edificio
Catalinas que Techint tiene en el barrio porteño de Retiro. Este edificio era
usado para reuniones de la cúpula castrense. A cambio las fuerzas controlaban a
los trabajadores y los mantenían amenazados dentro del predio industrial.
Muchos trabajadores que permanecen desaparecidos, fueron secuestrados en las
puertas de las fábricas. En general los mandaban a llamar para que dejen sus
trabajos y se acerquen a la portería.
El primer
ciclo represivo se produjo en marzo de 1975, en el mismo momento −no
casualmente− en que se desató el brutal operativo militar en la cercana ciudad
de Villa Constitución; dejando en claro la acción coordinada de las grandes
empresas, las fuerzas represivas y el gobierno en el cinturón industrial norte.
Entre los años 1976 y 1977 crecieron los secuestros y detenciones y en 1979,
durante una importante huelga, volvieron a ser perseguidos. Incluso en 1980
continuaron las desapariciones [4]. No hay que olvidar que en el mismo mes que
se inició el golpe, los combativos trabajadores de Dálmine venían luchando por
conseguir una “coparticipación”, un dinero extra que recibieron en la
liquidación del sueldo. Solo tuvo un año de vigencia frente al avance patronal.El cinismo de la gerencia se expresaba en la figura del presidente de la compañía de aquel entonces, Roberto Rocca, quién ante el asesinato de un ingeniero activista de la planta, para ocultar el crimen en mano de los grupos de tareas, indemnizó a su esposa “por muerte accidental”. Una actitud similar adoptaban ante la desaparición de los trabajadores de la planta, a los que les computaban asistencia perfecta.
Es importante agregar que según documentos hallados de
Sin dudas la empresa se benefició enormemente de la política económica y represiva del período dictatorial a dos niveles. Por un lado haciendo uso de la bicicleta financiera, obtuvieron grandes préstamos internacionales, fueron proveedores exclusivos del Estado y tampoco faltaron a la fiesta de la obra pública. Incluso años después cuando el gobierno estatizó la deuda de numerosas compañías se benefició por al menos USD 186 millones.
Por el otro, su estrategia de disciplinamiento social basada en el terror y el miedo logró reducir la cantidad de empleados hacia 1979, aumentando enormemente la productividad y los niveles de explotación, produciendo más con menos obreros. Las ganancias fueron siderales.
Las investigaciones judiciales encontraron valiosos testimonios y pruebas documentales sobre la participación activa de los empresarios y jefes de Techint en la desaparición de obreros. Sin embargo, los procesos se paralizaron y el rol del grupo Rocca en los crímenes quedó impune. Salvo en un caso.
Tenaris y Ternium
Sobre esta
base Los dos grandes consorcios en los que el grupo Techint agrupó sus empresas son Tenaris y Ternium. La primera agrupa a todas las empresas relacionadas con tubos de acero y la segunda las de aceros planos. Ambos fueron constituidos por Paolo ocho meses después de la muerte de su hermano Agostino, el 17 de diciembre de 2001, en las últimas horas de la presidencia de Fernando De
Como afirman en su página web, Techint controla un centenar de empresas de las cuales sólo cuatro importantes están radicadas en la Argentina: SIAT y Siderca, por medio de Tenaris, y Siderar e Impeco a través de Ternium. En total cuenta hoy con 48.000 empleados entre sus empresas radicadas en Argentina, Italia, Estados Unidos, China, Canadá, Brasil, Gran Bretaña, Chile, México, Japón, Rumania, Portugal, Liechstenstein, Uruguay, Colombia, Guatemala, Noruega, Irlanda, Singapur, Indonesia, Islas Vírgenes Británicas y Venezuela.
Paolo Rocca: de Forbes a Bonadio
Los últimos
días al magnate del acero debió declarar ante el juez “de la servilleta”
Claudio Bonadio luego de ser implicado en la causa de los cuadernos. Entre los
infinitos negociados que su historial hace presuponer que le caben a Techint
hoy se ha ventilado solo el que lo involucra en el pago de coimas a funcionario
kirchneristas para que estos intercedan ante el expresidente de Venezuela, Hugo
Chávez. El dinero que acercó Techint en el Paolo ya acumulaba en su haber la citación de
Sin embargo Paolo Rocca parece que correrá
mejor suerte que Al capone. Ni siquiera será detenido por evadir al fisco.
Notas:
[1] Para más información leer la investigación
de Claudio Castro “De la industrialización tardía europea a la sustitución
de importaciones latinoamericana: Agostino Rocca y los primeros años de la
Organización Techint, 1946-1954”.
[3] En otra de las plantas de Techint,
Propulsora en Ensenada, hubo 19 desaparecidos entre trabajadores y
ex-trabajadores, 3 asesinados durante el golpe, al menos 11 detenidos o presos
que luego fueron liberados y 4 lograron exiliarse. Datos extraídos en Responsabilidad empresarial en
delitos de lesa humanidad, ob. cit.
[4] En Dálmine-Siderca 80 de estos
trabajadores y trabajadoras resultaron víctimas de crímenes de lesa humanidad,
39 están desaparecidas, 7 fueron asesinadas, 34 son sobrevivientes. Ver Responsabilidad…, ob. cit.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=248064
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