Carta a Roger Waters
firmada por artistas e intelectuales del Uruguay
acerca del BDS y UPM.
29 de octubre de 2018
Por Varios autores (Rebelión)
Con alegría nos enteramos de su venida a nuestro país, y decimos
alegría pues muchos de nosotros crecimos con su música y la de sus amigos y lo
que es más importante, esa música y la de tantos otros en aquellos años
setenta, incidió en la conformación de nuestra sensibilidad. Acaso a usted le
resulte difícil de creer si le dijéramos que más de uno en nuestro continente,
midió una cantidad de horas en función del girar de sus discos.
Cuando se viaja a un país se corre el riesgo de creer conocerlo y
muchas veces el circuito turístico o el circuito que nos arman, tiene como
propósito deliberado ocultar la verdad. Usted sabe a qué me refiero. Lo
imaginamos escribiéndole aquella carta a Caetano, exhortándolo a no cantar en
Israel, nos imaginamos su amargura cuando obtuvo la respuesta y nos imaginamos
su alegría cuando Caetano reconoció su error, cuando Caetano, saliendo del
circuito turístico que quisieron imponerle, decidió viajar a las aldeas
palestinas para conocer la
verdad. Un hombre con la sensibilidad de Caetano pudo hacerse
con una rápida mirada una idea de la Historia de los palestinos y su lucha
contra la colonización y el imperialismo, pudo darse cuenta de cómo usted le
había advertido con toda sinceridad.
Cuando observamos que existe mucha gente famosa e influyente que
sabe cómo son ciertas cosas de este mundo, pero atendiendo a sus exclusivos
intereses, o atendiendo a la cobardía, decide callarse, no podemos sino
amargarnos, pero cuando vemos que otros toman partido por el hombre a pesar de
cualquier obstáculo, nos emociona, nos da aliento y renueva nuestra confianza
en la humanidad.
Aquí en Uruguay también tenemos nuestros problemas que son
compartidos por todo el continente. Nuestros problemas son los futuros
Bolsonaros y también son quienes desde el gobierno hicieron lo imposible para
auspiciar a los futuros Bolsonaros. Como ve, cambia el collar pero no cambia el
perro o si usted prefiere, no cambia el cerdo en el poder.
Así como Israel arrasa la cultura nativa de
Palestina y se apodera de su tierra para engrosar la billetera de los cerdos,
aquí, nuestro gobierno y sus aliados de la oposición, en suma, todo el sistema
político se convierte en los perros guardianes del negocio de los cerdos, que
ya se han apoderado de la mitad de la tierra del país y vienen por más. Se han apoderado de
los principales recursos de nuestra economía, al tiempo que arrasan con nuestra
cultura en el más amplio sentido de la palabra.
Los grandes capitales extranjeros son dueños de los frigoríficos, de
la producción y exportación de soja, de la producción del arroz y la madera, de
las grandes superficies comerciales y de más de la mitad de la banca, mientras
los pequeños y medianos productores se hunden día a día y abandonan sus
tierras.
Nuestro sistema político, ufano con haber
entregado nuestros recursos, ufano con haber privatizado recientemente el agua
para riego, a escondidas negoció con la trasnacional papelera UPM, el contrato
más entreguista en la Historia del país.
El Uruguay se endeudará e invertirá 3000
millones de dólares para el "proyecto" de la trasnacional, sin
recibir un dólar a cambio o en realidad, para recibir agua contaminada y tierra
estragada para siempre, al tiempo que la trasnacional extenderá su latifundio,
el segundo más grande del país.
Los exoneraremos de impuestos, a ellos, que
ganarán 1200 millones de dólares anuales y les permitiremos elaborar nuestros
planes de estudio y colegislar en materia laboral. Además, les compraremos la
energía eléctrica que produzcan a un precio elevado y les regalaremos el agua
para que la devuelvan contaminada. Arrojarán al río Negro, del cual beben miles
de uruguayos, 106 millones de litros de efluentes al día y consumirán, día a
día, la misma cantidad de agua que consumirían 44 millones de personas.
Mientras prohibimos que el productor rural
saque un balde de agua del río para su ganado o cosechas, a ellos les
regalaremos el agua y subiremos, siguiendo una orden de la empresa, un metro la
cota de un embalse, con lo cual anegaremos diez mil cuadras de campo que
perderemos para siempre.
El contrato ROU UPM viola con cada letra nuestra Constitución, una
práctica ya usual entre nuestros gobernantes que pasean por el mundo su fama de
buenas personas, en tanto riegan a diestro y siniestro palabras falsas. También
cercando la verdad se ha construido un muro, un muro que no cesa de crecer
hasta empujar al ser humano y conducirlo, como fue profetizado en su hora,
hacia la máquina. “Bienvenido a la máquina”, deberían decir si fueran sinceros,
a esa máquina que no es otra cosa que una gigantesca picadora de carne.
Negros nubarrones se ciernen sobre nuestro continente y sobre la
humanidad toda. Tememos que nuestra carta no llegue a sus manos, que no podamos
romper ese muro que nos separa. Bien mirado, no importa, pues confiamos en la
inteligencia del artista comprometido con su tiempo, el artista que se ha
mostrado como un humanista, pero más que en su inteligencia, confiamos en algo
más importante: su coraje y su sensibilidad.
Saludamos su venida al Uruguay. Aquel niño que recibía las burlas
del profesor al escribir poesía, a algunos nos permitió soportar nuestro
particular pupitre escolar. Como aquel niño, también soñábamos una rebelión
contra aquel sistema de enseñanza pergeñado contra el hombre.
Sea de esto lo que fuere, cuando pase por nuestra tierra, nuestra
gente le agradecerá su arte, entendiendo en esta concepción del arte, la ética
del artista, una ética que es la estética del porvenir.
Jorge Zabalza, Estela Magnone, Hoenir Sarthou, Daniel Panario, Ney
Peraza, Veronika Engler, Ofelia Gutiérrez, Garo Arakelian, Alejandra Weigle,
Eduardo Migliónico, Carlos Peláez, Javier Gil, Ana María Fernández, Luis
Sabini, Federico Cantera Nebel, Roberto Apratto, Garo Arakelian, Giovanna
Facchinelli, Alejandro Ojeda, Raúl Viñas, Gustavo
Castagnello, Daniel Figares, Alma Bolón, Marcelo Marchese
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=248336
Entrevista a Evandro
Vieira Ouriques, especialista en Teoría Psicopolítica y profesor de de la Universidad Federal
de Río de Janeiro
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