Guatemala
Expansión de
monocultivos expulsa a campesinos de sus tierras
13 de octubre de 2018
Por Louisa Reynolds
Noticias Aliadas
Represión se intensifica contra líderes campesinos e indígenas que
se oponen al acaparamiento de tierras, desalojo y contaminación de fuentes de
agua.
Cinco años atrás, con una confianza en sí misma y conciencia política que no revelaban su edad, Raymundo se había unido al Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) y fue elegida como integrante del comité ejecutivo del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), el brazo político del CODECA que busca registrarse como partido y postular en las elecciones del 2019.
El 27 de julio pasado, ella salió de la casa de sus padres y se dirigió al centro de salud ubicado en la localidad de Cotzol, donde trabajaba como enfermera. Desde allí intentó viajar a Nebaj para entregar algunos informes, dice su padre, Pedro Raymundo, quien también forma parte del CODECA.
Pero la joven enfermera nunca regresó a casa. Al día siguiente su cuerpo fue encontrado por pobladores junto a un riachuelo que corre entre Nebaj y la localidad de Acambalam. Su cuerpo mostraba señales de tortura.
Para activistas de Nebaj, el asesinato de Raymundo recuerda los sistemáticos secuestros y torturas de campesinos durante los 36 años de conflicto armado en Guatemala, en el departamento predominantemente indígena de Quiché, donde ocurrieron algunas de las más sangrientas masacres, incluyendo actos de genocidio contra el pueblo Maya Ixil, según informes de las Naciones Unidas.
Raymundo es la víctima más reciente en una ola de violencia y represión que en lo que va del año ha cobrado las vidas de 18 líderes indígenas y campesinos, de los cuales 13 estaban involucrados en conflictos por la tierra y nueve pertenecían al CODECA. Alrededor de 600 líderes campesinos se encuentran encarcelados o tienen órdenes de detención por delitos que van desde invadir propiedad privada a robo de electricidad.
Historia del despojo
La historia de conflictos agrarios no resueltos en Guatemala, que data de la época colonial, es la causa principal del descontento del campesinado que está siendo silenciado por una ola de represión, sostienen expertos en temas agrarios.
“El modelo exportador se instauró sobre la base del modelo semifeudal durante la colonia y continuó después de
En los últimos 15 años, la creciente demanda de biocombustibles ha llevado a la rápida expansión de monocultivos en América Central —principalmente palma africana y caña de azúcar—, intensificando la concentración de la tierra en manos de grandes corporaciones y expulsando a los campesinos de sus tierras, especialmente en los departamentos de Petén y Alta Verapaz, en el norte y centro-norte del país.
Helmer Velásquez, director de la Coordinación de ONG y Cooperativas de Guatemala (CONGOOP), precisa que organizaciones multilaterales como el Banco Mundial han promovido activamente la concentración de la tierra en manos de empresas agroindustriales bajo el argumento que traería desarrollo y generaría empleo en zonas rurales, cuando en realidad ha agravado la pobreza rural.
Un caso ilustrativo es la compra de tierras disputadas en el valle Polochic por la empresa azucarera y de palma africana Chabil Utzaj, de propiedad de
Invasión de agroindustrias
Cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ilustran hasta qué punto las agroindustrias han acaparado las tierras de los campesinos y desplazado los cultivos de subsistencia durante la pasada década. La superficie total ocupada por plantaciones de palma africana aumentó en 33% entre el 2013 y 2014 y en un impactante 80% desde el 2003 al 2014, y la extensión de cultivos de caña de azúcar prácticamente se ha duplicado en una década (de
“Algunas familias vendieron porque querían y se entusiasmaron con el efectivo ya que los precios [de las tierras] eran realmente altos. Otras familias aseguran que fueron presionadas violentamente para la venta y que fueron visitadas por personajes extraños a la zona que les decían: ‘o negocias conmigo o la próxima negociación la hago con la viuda’, una clarísima amenaza de muerte. Otros se quedaron en medio de plantaciones con problemas parcelarios, lo cual los obligó a vender”, dijo Velásquez a Noticias Aliadas.
Un estudio realizado por el Consejo Nacional de Desplazados de Guatemala (CONDEG) sobre desplazamiento campesino como resultado de la expansión de monocultivos de palma africana en el municipio de Sayaxché, en Petén, ilustra el caso anterior.
En la localidad de Semuy, por ejemplo, mientras que empresas de palma aceitera como Reforestadora de Palma de Petén SA (REPSA) adquirían cada vez más tierras, las familias campesinas que quedaban encontraron que los caminos y hasta pequeñas lagunas que usaban para bañarse habían sido compradas por la empresa, pr
En muchos casos, las empresas de palma aceitera y caña de azúcar contaminaron las fuentes de agua, pr
Tres años después no se han tomado acciones
legales contra REPSA, a cargo de la plantación de palma aceitera ubicada a 120 km río arriba, empresa a
la que organizaciones ambientales locales responsabilizan por el
desastre.
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