Paraguay: Declaración Política del
8º Congreso Nacional de Conamuri
1 de noviembre de 2017
Al cumplirse los 18
años de nuestra Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri, nos
reunimos los días 28 y 29 de octubre de 2017 en el distrito Edelira (Itapúa),
compañeras delegadas provenientes de 12 departamentos y de la capital del
Paraguay en nuestro 8º Congreso Nacional.
Yvy guive ñamombarete
kuña reko sã’ŷ
Mujeres de la tierra,
construyendo Feminismo y Soberanía Alimentaria
Ratificamos el carácter de nuestra identidad: somos una organización
feminista, de la clase trabajadora y pluricultural. Buscamos participación
política de las mujeres campesinas e indígenas por la emancipación de toda la
sociedad, aspiramos a tener un futuro socialista con un claro caminar
antipatriarcal y anticapitalista, queremos recuperar y mantener nuestras raíces
ancestrales y nuestra memoria histórica vigente, y nos sabemos fortalecidas en
la medida de las conquistas que logramos juntas con nuestras alianzas y
articulaciones políticas.
Nos declaramos en lucha inquebrantable contra nuestros históricos
enemigos: el Estado racista y clasista, los agroexportadores, extractivistas,
latifundistas, narcotraficantes, empresarios explotadores, las fuerzas de
represión que operan impunemente en las comunidades campesinas e indígenas;
todas estas expresiones del capitalismo que también nos violenta y nos somete a
través del patriarcado.
Destacamos los logros de la organización en cuanto a la creación de
métodos de resistencia tales como la conservación de semillas nativas y
criollas, la formación de militantes y de cuadros políticos, la concienciación
a la juventud y la producción agroecológica que genera autosustento y arraigo
en un sentido de frenar la descampesinización y la expulsión de los
territorios.
Reivindicamos nuestro protagonismo como mujeres del
sector popular organizado, diverso y tolerante, tanto a nivel nacional como
internacional, llevando no solo nuestras inquietudes, sino por sobre todo
nuestras experiencias y nuestras propuestas de luchas en todo el quehacer de la
sociedad.
Reconocemos nuestras raíces ancestrales, mantenidas firmemente por los
pueblos indígenas que saben conservar su cultura y sus tradiciones en medio de
territorios en constante disputa por los intereses del capital. Nuestras
cosmovisiones culturales tanto campesinas como indígenas se fortalecen
mutuamente en el accionar político de la recuperación de nuestras identidades.
Repudiamos los perversos planes del gobierno de Horacio Cartes que
buscan desplazarnos de nuestros territorios y desviar la atención de los
problemas centrales a través de falsos debates en los medios
de comunicación y en el sistema educativo, impulsando el odio entre nosotras y
nosotros. Así, también lamentamos y levantamos nuestras voces de alerta ante
los fundamentalismos que arrecian los espacios de comunicación.
Exigimos al gobierno de turno el cumplimiento de los mandatos
constitucionales y de los convenios internacionales sobre un Estado garante y
protector de los derechos humanos individuales y colectivos.
Nos planteamos seriamente la lucha por la defensa de nuestros
territorios, la recuperación de las tierras malhabidas, el impulso de la
producción agroecológica, la lucha frontal contra la violencia hacia las mujeres;
para ello, asumimos el desafío de fortalecer nuestra organización y nuestras
instancias internas, promover la formación política y la movilización
permanente junto con articulaciones y alianzas.
Nos solidarizamos con la lucha por la libertad de los Seis Campesinos Presos
Políticos, y de todos los presos y presas políticos, que son una muestra de
cómo a través del terrorismo de Estado cada luchador o luchadora que pretende
organizar a su comunidad para defender sus semillas, sus aguas o sus tierras, es
propenso a llegar a ser un preso político solo por pensar diferente, por hacer
críticas al gobierno, por hacer uso de su derecho constitucional a la libertad
ideológica.
Exhortamos a la juventud de Conamuri a no abandonar la lucha por la
tierra, a seguir siendo semillas de rebeldía ante el sistema opresor y a dejar
de lado el consumismo para comprometerse en contribuir con una mejor calidad de
vida para su comunidad desde la formación teórica y práctica de la
agroecología.
Llamamos a la movilización permanente de todas las organizaciones
sociales por la defensa del Estado de derecho, por la construcción del Poder
Popular con el feminismo como herramienta de lucha emancipadora,
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