Yemen, el país
más
olvidado del mundo
11 de noviembre de 2017
Por Leandro Albani (Resumen Medio Oriente)
Desde marzo de 2015, el reino de Arabia Saudí sostiene una
invasión militar permanente contra Yemen, el país más pobre de Medio Oriente.
La Casa de Saud argumenta que el ataque por tierra y aire se debe al avance del
movimiento Ansarolá, nacido en el seno de la tribu houthis, que profesa el
Islam zaidí chiíta.
La salida del poder de Ali Abdullah Saleh,
jaqueado por las protestas surgidas en el marco de la denominada Primavera
Árabe en 2012, abrió una situación de profundo desgobierno en el país. La
represión ordenada por Saleh no pudo detener la ola de protestas que explotaba
en una nación de fuerte concepción tribal.
Con el avance político y militar de Ansarolá,
la monarquía saudí encontró una razón no sólo para combatir a este movimiento,
sino también poder atacar a Irán, su principal enemigo en la región. Desde la
Casa de Saud, automáticamente vincularon a Ansarolá con el gobierno de Teheran,
más allá de la falta de pruebas reales sobre esta supuesta alianza. Pero si
algo fue desencadenante para la invasión a Yemen (algo que no se “recuerda”
demasiado en los grandes medios de
comunicación), es la importancia estratégica del Estrecho de Bab el-Mandeb, por
el cual fluían, antes de la invasión, casi cuatro millones de barriles de
petróleo y productos refinados diarios.
Con 527.000 kilómetros
cuadrados, Yemen limita con Omán y con Arabia Saudí. Aunque el país sea
productor de crudo y posea grandes reservas de gas natural, sus 24 millones de
habitantes en la actualidad viven azotados por una profunda crisis humanitaria
generada por la invasión militar de la Casa de Saud.
Algunos datos recientes demuestran el caos en
el que se encuentra sumida esta nación.
-A principios de noviembre, la Organización de
Naciones Unidas (ONU) reveló que el número de muertos por el brote de cólera en
Yemen asciende a 2.200. En todo el país ya fueron detectados otros 895.000
casos. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA)
publicó un informe en el que alertó los niños y las niñas suponen más de la
mitad de los casos sospechosos de la enfermedad. “El brote afecta a más del 90
por ciento de los distritos de 21 de las 22 provincias del país”, advirtió el
organismo internacional.
-En el mismo informe, la OCHA aseguró que
Yemen “hace frente a la mayor emergencia alimentaria del mundo” y a “un
desplazamiento generalizado de población”. Según la ONU, 21 millones las
personas necesitan ayuda humanitaria urgente. El coordinador de Asuntos
Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, afirmó que Yemen atraviesa “la peor
crisis alimentaria del mundo”, por lo cual se necesita una respuesta
humanitaria inmediata.
-Los últimos datos conocidos cifran en 8.500
los muertos por la invasión militar y en 50.000 los heridos. Desde Naciones Unidas
reconocen que esas cifras pueden ser mucho mayores, ya que existen “víctimas
silenciosas”, que no aparecen en los balances oficiales porque no llegan a los
centros de salud o porque ni siquiera disponen de centros de salud a los que
acudir.
-Del total de yemeníes, 17 millones de
personas sufren inseguridad alimentaria. De ese total, siete millones
atraviesan una inseguridad alimentaria severa, que significa que diariamente no
saben si van a disponer al menos una comida. A esto se debe sumar que se calcula
que un millón y medio de personas dejaron de tener acceso a la salud y a la
educación, como también a suministros básicos como agua y electricidad. Los
pocos centros de atención que todavía se mantienen en pie son blanco recurrente
de los bombardeos saudíes.
-El trabajo humanitario en Yemen es una
odisea. Una consecuencia directa de la invasión es que Arabia Saudí dispuso,
junto a sus aliados regionales, un bloqueo sobre el territorio yemení. Samir
Elhawary, oficial superior de la OCHA, explicó en una entrevista con Europa Press que Yemen era un país excesivamente
dependiente de las importaciones y, ahora que la economía se ha contraído un 35
por ciento, los productos de primera necesidad escasean y sus precios se han
disparado. Elhawary también reveló “la desgarradora estadística de que un niño
muere cada diez minutos por enfermedades prevenibles, como la diarrea o
infecciones respiratorias”, y unos 400.000 sufren desnutrición aguda, que se ha
disparado un 200 por ciento desde 2014 en Yemen.
-Otra consecuencia de la invasión saudí, fue
el crecimiento de Al Qaeda y la aparición del Estado Islámico (ISIS). El
domingo pasado, ISIS reivindicó un ataque con coche bomba en la ciudad de Adén,
en el distrito de Jor Maksar, ubicado en el suroeste del país. Durante el
ataque, los terroristas tomaron rehenes; el saldo de la acción dejó 29 policías
y seis civiles muertos. Adén y el sur de Yemen son regiones en donde se
implantó Al Qaeda luego de la invasión saudí.
Si bien el pueblo yemení sufre las
consecuencias más duras de esta invasión, la Casa de Saud no es ajena a su
propia aventura militar. Los ataques de Arabia Saudí le cuestan al reino 200
millones de dólares diarios, algo que en los últimos meses resintió la economía
interna de la principal monarquía del Golfo Pérsico. Un informe elaborado por la propia Asamblea
Consultiva de Arabia Saudí (Shura), reconoció que alrededor
del 22 por ciento de la población saudí vive por debajo del umbral de la pobreza. Además ,
el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que Arabia Saudí puede quedarse,
dentro de cinco años, sin reservas petroleras si continúa con su actual
política financiera. Las propuestas impulsadas por el príncipe heredero saudí,
Mohamed Bin Salman, se muestran como una respuesta “liberal” a un sistema comercial
y político arcaico que, sin dudas, necesita modernizarse, pero sin perder su
andamiaje ideológico en el que se unen los preceptos más conservadores del
Islam y un pensamiento profundamente neoliberal.
Pese a este panorama, la respuesta militar yemení
no es menor. En los últimos días, Ansarolá, junto a sectores del Ejército,
lanzaron un misil balístico que estalló contra el aeropuerto internacional de
Riad, capital del reino. También se conoció que la semana
pasada, Ansarolá destruyó tres vehículos blindados saudíes cerca de la frontera. La cadena HispanTV informó que más de 180 mercenarios
saudíes resultaron muertos y heridos en enfrentamientos con las milicias
populares en el este de Saná, la capital del país.
Aunque la situación interna en Yemen se agrava
con el correr de las horas, a nivel mundial el silencio es una constante ante
los sufrimientos del pueblo yemení. Las masacres que sigue cometiendo Riad son
cometidas bajo un férreo manto de impunidad. Mientras tanto, en Yemen se
convierte en realidad la idea de que un Medio Oriente dividido siempre será
beneficioso solamente para los más poderosos.
Fuente original: http://www.resumenmediooriente.org/2017/11/08/yemen-el-pais-mas-olvidado-del-mundo/
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233898
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