La FAO advierte sobre
el aumento de la población con hambre en América latina
Lo que falta es el
acceso a los alimentos
Por Darío
Aranda (Página/12)
Un informe de la FAO sostiene que 42 millones de personas, dos
millones más que en 2015, pasan hambre en América latina. Desde el movimiento
de trabajadores rurales sostienen que no es la falta de alimentos sino de
acceso a ellos.
La Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) afirmó que cada vez más personas pasan
hambre en América Latina: 42 millones de personas (dos millones más que en
2015). Reconoció que el mal no se debe a la falta de alimentos y llamó a
fortalecer otro modelo agropecuario. Desde la Vía Campesina
–movimiento internacional de trabajadores rurales, organizaciones campesinas e
indígenas–, afirman que el modelo de agronegocio es una de las causas del
hambre, exigen políticas de estado de distribución de tierras y promueven un
modelo de alimentos sanos, sin transgénicos ni agrotóxicos.
“Panorama de la seguridad alimentaria y
nutricional en América Latina y el Caribe”, es el título del informe publicado
por la FAO y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) en octubre
pasado. Destaca que 42,5 millones de personas no contaron con la cantidad
suficiente de alimentos para cubrir sus necesidades calóricas diarias en 2016.
Lo que representa un aumento del seis por ciento respecto a 2015 (un incremento
de 2,4 millones de personas). “Si esta tendencia no se modifica, América Latina
y el Caribe no cumplirán con la meta de erradicar el hambre y la malnutrición
en 2030” ,
alertó el documento de la FAO y la OPS.
En Sudamérica el hambre afecta al 5,6 por
ciento de la población en 2016 (11,6 millones de personas). En el Caribe al
17,7 por ciento. Brasil, Cuba y Uruguay presentan una “prevalencia de
subalimentación” inferior al 2,5 por ciento; mientras que Argentina, Barbados,
Chile, México y Trinidad y Tobago están bajo el 5 por ciento. En cuanto a
menores de 5 años, el once por ciento de los niños sufre desnutrición crónica.
A nivel global, según datos de la FAO, 815
millones de personas sufren hambre en la actualidad, lo que corresponde a un
aumento de 38 millones respecto a 2016.
El informe también resalta que el sobrepeso y
la obesidad afectan a todos los grupos de edad en hombres y mujeres, y
constituye un problema de salud pública en todos los países de la región. El 7,4 por
ciento (2,5 millones) de los niños menores de 5 años en Sudamérica sufre de
sobrepeso y obesidad. El informe destaca que “el consumo de productos
ultra-procesados está directamente relacionado con el incremento del sobrepeso
y obesidad”.
“No podemos tolerar los niveles actuales de
hambre y la obesidad, ya que paralizará a toda una generación de
latinoamericanos y caribeños”, advirtió el representante regional de la FAO,
Julio Berdegué.
La FAO no se caracteriza por cuestionar el modelo
de agronegocio (de hecho ha fomentado el avance transgénico y de corporaciones
del agro), pero ya en 2015 cuestionó públicamente al modelo reinante. “Es
necesario cambiar la forma en que se producen los alimentos”, afirmó el
director general de la FAO, José Graziano da Silva. Resaltó la necesidad de
“crear conexiones positivas entre los alimentos, la agricultura y el medio
ambiente”.
Y recordó que el hambre no se debe a falta de
alimentos (como argumentan las empresas del agro). “La principal causa del
hambre tiene que ver con el acceso. Hay suficientes alimentos disponibles, pero
las familias pobres carecen de recursos para comprar o producir los alimentos
que necesitan”, afirmó el Director de la FAO.
En mayo pasado, en Bruselas, Da Silva afirmó
que la agricultura industrial “contribuye a acelerar la deforestación, agravar
la escasez de agua, el agotamiento del suelo y el volumen de emisiones de gases
de efecto invernadero”. Llamó a transformar los actuales sistemas de
alimentación y de agricultura, reduciendo el uso de agrotóxicos, y con mayor
apoyo a los pequeños agricultores.
“Hoy existen más personas en el mundo
padeciendo hambre que en cualquier otro momento de la historia. A su vez, el
Banco Mundial recomienda cada vez más programas asistencialistas,
compensatorios, focalizados, productivistas, privatizadores y de liberalización
de mercado. Y cada vez más los gobiernos, muchas veces hermanados con el sector
privado nacional y transnacional, se esfuerzan por implementar estos programas.
El resultado ha sido más hambre y más pobreza en el campo y en la ciudad”,
explicó la Vía Campesina
en su VI Conferencia, realizada en Yakarta (Indonesia).
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