miércoles, 15 de noviembre de 2017

Nos explican: "Se trata de dar inicio a una fase de transición que contribuya a una mayor integración de nuestros territorios, una mayor inclusión social y a fortalecer nuestra democracia para que se despliegue en todo el territorio nacional".

Paro nacional de las comunidades Campesinas, Indígenas, Afrodescendientes y Sectores Populares por la Implementación de los Acuerdos de La Habana

PLIEGO DE EXIGENCIAS
Mesa Nacional Agropecuaria y Popular de Interlocución y Acuerdo – MIA
Octubre 2017
El Acuerdo de Paz suscrito por las FARC-EP y el gobierno nacional le puso fin a más de seis décadas de confrontación armada, lo que significa “en primer lugar, el fin del enorme sufrimiento que ha causado el conflicto armado, son millones de colombianas y colombianos víctimas de desplazamiento forzado, cientos de miles de muertos, decenas de miles de desaparecidos de toda índole, sin olvidar el amplio número de poblaciones1 que han sido afectadas de una u otra manera a lo largo y ancho del territorio”. Por otro lado, “el fin del conflicto supondrá la apertura de un nuevo capítulo de nuestra historia. Se trata de dar inicio a una fase de transición que contribuya a una mayor integración de nuestros territorios, una mayor inclusión social y a fortalecer nuestra democracia para que se despliegue en todo el territorio nacional”2
Para las comunidades campesinas, afrodescendientes, los pueblos indígenas, poblaciones urbanas, sectores y organizaciones sociales y populares, la Paz de nuestro país no se reduce al hecho de acallar los fusiles y silenciar el ruido de la guerra. La Paz está en construcción, y para que sea estable y duradera, sus pilares deben estar soportados en la justicia social, la ampliación de la democracia, la reconciliación y en transformaciones económicas, políticas y sociales que se requieren para la vida digna y un buen vivir del conjunto de la sociedad colombiana. El incumplimiento de la implementación del Acuerdo de Paz de La Habana, pone en riesgo el cierre definitivo del conflicto armado, obstaculiza la democratización económica y política del país y la inclusión de los sectores sociales históricamente marginados. En consecuencia, está en peligro la esperanza y el anhelo de los/as colombianos/as y sus futuras generaciones de vivir en un país en paz con democracia y justicia social. Existen incumplimientos por parte del Gobierno nacional en la implementación normativa y territorial, que junto a algunos sectores políticos opuestos a la paz, pretenden crear un escenario de renegociación de lo acordado.

 El Congreso al día de hoy no ha expedido ninguna norma para la Reforma Rural Integral – RRI, solo se han emitido algunos decretos Ley que crea el fondo de tierras y medidas para promover el acceso a ella. Las comunidades y organizaciones no cuentan con garantías reales para la participación en la construcción de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial - PDET. Se han introducido modificaciones a las leyes y actos legislativos que se tramitan en el Congreso respecto a la implementación normativa del punto 2 del Acuerdo, y las Circunscripciones territoriales especiales de paz – CTEP han sido objeto de cambios. El gobierno nacional aún no presenta la Ley de garantías para la participación y la protesta social. No existen avances significativos para garantizar verdad, justicia, reparación integral y garantías de no repetición a las víctimas, ni avances en la lucha contra el paramilitarismo. Al día de hoy van 127 líderes sociales asesinados este año y es constante la violación de los derechos humanos a lo largo y ancho de la geografía nacional. El gobierno nacional continúa ejecutando las nefastas políticas impuestas por Estados Unidos consistentes en la erradicación violenta, quebrantando los acuerdos de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito suscritos con las comunidades de varios departamentos. Estos incumplimientos también son reflejados en la no incorporación de los enfoques transversales étnico y de género en la implementación. En razón a lo anterior, la Mesa Agropecuaria de Interlocución y Acuerdo - MIA conformada por: la Coordinación nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana – COCCAM, el Movimiento Político y Social Marcha Patriótica, la Asociación nacional de Zonas de Reserva Campesina – ANZORC, la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas – CONPI, la Coordinación Nacional de Organizaciones y Comunidades Afrodescendientes - CONAFRO, la Federación nacional Sindical Unitaria Agropecuaria -FENSUAGRO, y organizaciones campesinas, indígenas, afrodescendientes, locales, territoriales y regionales de 29 departamentos, presentamos al gobierno nacional, el siguiente Pliego de Exigencias de Derechos: (…) Leer

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