Vienen por nuestro litio con la excusa
del auto eléctrico y
la defensa del ambiente
10 de noviembre de 2017
Por Rubén Armendáriz (Rebelión)
Los satélites, las naves espaciales, las
baterías recargables de los teléfonos móviles, las computadoras y portátiles,
los marcapasos, las cámaras digitales, los reactores atómicos, los vehículos y
las bicicletas eléctricas, los medicamentos antidepresivos… todos tienen algo
en común, el litio, un metal de color blanco plateado, blando, y que posee una
gran capacidad para almacenar energía, y que las empresas trasnacionales
quieren apoderarse.
Hoy desde Estados Unidos, Europa y el sudeste
asiático se trata de imponer el imaginario colectivo de que los responsables de
que no se ponga coto a la contaminación ambiental derivada del consumo del
combustible fósil es la “incapacidad” de los principales productores de litio,
casualmente sudamericanos.
El atasco en el suministro de litio frena al
coche eléctrico, pontifica José Ángel Plaza desde el diario español El País. Se
necesitan nuevos métodos para extraer y procesar de manera más rápida, barata,
eficiente y ecológica el metal con el que se fabrican las baterías de estos
vehículos, el litio, agrega.
Históricamente, la extracción se ha centrado
en lo que se conoce como El Triángulo del Litio, que abarca salares de Bolivia,
Chile, Argentina (y parte de Brasil) y que concentra el 85% de las reservas
mundiales (estimadas en 40 millones de toneladas). Su procesamiento –de dos años-
requiere de enormes y costosos estanques de evaporación que dañan el medio
ambiente y solo se consigue aprovechar el 40% del litio disponible en los
depósitos.
Supuestamente en defensa del ambiente, los
países centrales y las empresas trasnacionales están dispuestos a quedarse con
los bolsones de litio para garantizar su suministro a la nueva industria de
automóviles eléctricos, obviando, claro, los problemas sociales,
medioambientales y de salud que provoca en nuestros países la extracción de
otros materiales necesarios para producir esas baterías, sobre todo grafito y
cobalto.
Los vehículos eléctricos son el futuro. Son
limpios, divertidos de conducir y pueden funcionar con energía renovable de
bajo costo, pero tienen un enorme apetito que solo se sacia con el litio,
señala el consultor estadounidense David Snydacker. El enorme apetito no es de
los automóviles sino de las automotrices.
Según Goldman Sachs, la demanda global de
litio aumentó un 26% en 2016 y se prevé que crezca un 39% en 2018. Teniendo en cuenta
que además de su inclusión en las baterías de vehículos eléctricos y
dispositivos móviles este metal se emplea en la fabricación de grasas
lubricantes, vidrio cerámico, aires acondicionados, cementos o adhesivos, entre
otros productos
Para el empresario estadounidense David
Syndaker, lo que sí puede desacelerar el ritmo de fabricación de las baterías
para estos automóviles son los cuellos de botella en la cadena de distribución
del litio. Los fabricantes de baterías y automóviles buscan cerrar contratos a
largo plazo para el suministro de litio, “pero este abastecimiento se está
ralentizando debido a la complejidad de construir estanques de evaporación en
partes remotas de América del Sur para seguir obteniendo este metal, lo que
además redunda en subidas de precio”, indica.
Este metal blando y pegajoso se utiliza para
fabricar baterías de iones de litio, una de las mejores opciones para alimentar
vehículos eléctricos debido al “alto rendimiento proporcionado tanto por su
densidad energética como por sus ciclos de carga”, según Arturo Pérez de Lucia,
director de la española Asociación Empresarial para el
Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico. Estos componentes cuentan con una
segunda vida útil en el almacenamiento energético tras ser usado en el sector
automotor: conservan en torno al 80% de su capacidad, y que además pueden
reciclarse una vez que sus ciclos llegan a su fin.
Carlos Arribas, de la española Ecologistas
en Acción, considera “absolutamente inviable” convertir toda la flota de
automotores de combustión en modelos puramente eléctricos. Joe Lowry,
presidente de Global Lithium LLC, que asesora a todos los agentes involucrados
en el negocio del metal, señala que en 2025 los autos eléctricos representarán
el 5% del mercado mundial, pero para que el sector automovilístico pueda hacer
frente a esa fabricación es necesario invertir unos 6.000 millones de dólares
en el suministro de litio hasta el 2020.
La maximización del beneficio para las
automotrices consiste justamente en asegurarse el recurso al menor precio
posible regulando así el surgimiento de rentas diferenciales. Los países
centrales son quienes consumen el litio sin excepción, no existiendo países
periféricos entre los demandantes.
La carrera del litio
Inadvertido para el público en general, en
este 2017 se ha intensificado la carrera del litio entre Chile, Bolivia,
Argentina y Brasil. Se denomina Triángulo del litio a la zona geográfica
ubicada en América del Sur, en el límite de Argentina, Bolivia, Chile y Brasil,
que conserva las mayores reservas de ese metal blando conocidas en el planeta.
La tonelada de litio tenía un precio de 1.670
euros en 1998, mientras que para 2017 alcanza hasta 8.600 euros. Basta
multiplicar las 850 millones de toneladas que posee Argentina por los 1670
euros por tonelada para comprender la dimensión económica de este yacimiento.
Si hacemos la misma operación con los aproximados 5,5 millones de toneladas que
tiene Bolivia las cifras se vuelven asombrosas.
A diferencia del cobre y otros metales, el
litio no se cotiza en Bolsa: su precio es el resultado de negociaciones entre
productores y consumidores. Actualmente está en torno a los seis mil dólares la
tonelada y su aumento dependerá en el corto plazo de la cantidad de actores en
este mercado. Pese a ello, la demanda irá en constante aumento debido a la
conversión de automóviles desde motores de combustión a eléctricos.
El 85% de las reservas descubiertas de litio
del mundo se encuentran en la zona denominada triángulo del litio (también:
puna plateau), comprendida por Bolivia (Salar de Uyuni), Chile (Salar de
Atacama) y Argentina (salares de la puna Jujeña y Salteña, y norte de Catamarca),
donde llama la atención la casi absoluta inactividad por parte del Estado,
mientras las empresas dominan en la desigual relación que establecen con las
comunidades locales.
La información indica que el litio es uno de
los minerales más abundantes en la naturaleza, y ese 85% de las reservas
existentes en el territorio sudamericano constituyen las reservas de litio
mundialmente conocidas en salinas, cuya extracción es la más barata del
mercado, pero oculta, otros tipos de reservas (en roca, en arcillas, en
espodumeno, e incluso en el agua del mar) que han dejado de ser atractivas para
las transnacionales mineras debido a los costos que implica su extracción.
El litio, según los más aventurados reportes
de analistas económicos, ocupará en la próxima década un rol esencial como
elemento conservador de la
energía. Se especula que su utilización para las baterías de
los autos eléctricos e híbridos ocupará un rol importante en la carrera por
disminuir los gases que provocan el efecto invernadero . La pregunta es a qué
costo.
Al menos nueve empresas transnacionales
mineras de litio exploran en la puna jujeña y salteña, con un total de 18 proyectos
que buscan comenzar su explotación en los próximos 2 a 6 años, en territorio de
más de 40 comunidades indígenas de las cuales sólo 7 han manifestado su
“consentimiento” a dicha intervención territorial. “Consentimiento” de carácter
viciado ante el incumplimiento de todos los requisitos del Convenio 169 de la
OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas.
La senadora chilena (por la región Atacama )
Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende señala que “No podemos
permitir que le suceda a Chile con el litio, lo mismo que ocurrió con el cobre,
que finalmente para ‘no perder nuestro liderazgo en el mercado internacional’,
lo entreguemos sin discusión mediante su extracción a privados y no
aprovechemos al máximo para nuestro país los beneficios provenientes de este
mineral.
Es uno de los minerales industriales más
interesantes, con propiedades especiales en la conducción del calor y la electricidad. Se
encuentra presente en una amplia gama de minerales, aunque sólo algunas poseen
valor económico (espodumeno, lepidolita, petalita, ambligonita y eucriptita).
Se encuentra en salmueras naturales, salmueras asociadas a pozos petrolíferos y
a campos geotermales, y también en diversas arcillas (la hectorita es la más
importante) e incluso en el agua de mar.
Si bien las fuentes de litio pueden ser
diversas, hoy sólo dos procesos de obtención son económicamente factibles:
mediante salmueras y minerales.
Los productores
BOLIVIA:
El 30 de marzo último, la Cámara de Diputados
aprobó en grande el
proyecto de Ley para la creación de la empresa Yacimientos
del Litio Boliviano (YLB), que será la encargada de impulsar la
industrialización de ese mineral . YLB arrancará con los recursos económicos
destinados a industrializar el litio a través de la Gerencia Nacional
de Recursos Evaporíticos, cuyo monto asciende a 700 millones de dólares. El
parágrafo III del artículo único del proyecto de ley establece que para los
procesos posteriores de semi-industrialización, industrialización y
procesamiento de residuos, la
estatal YLB podrá realizar contratos de asociación con
empresas privadas nacionales o extranjeras, manteniendo la participación
mayoritaria del Estado. En este punto el ministro aclaró que para la fase
industrialización del litio se requerirá socios que aporten con tecnología, que
Bolivia no tiene.
CHILE:
Un llamado internacional para que se instalen
en Chile empresas desarrolladoras de productos con valor agregado a base de
litio se realizó el jueves 30 de marzo de 2017. (…) Entre la producción con
valor agregado se encuentran los cátodos, componentes de baterías de litio o sales especiales.
Además de la industria automotriz, este mineral es usado en la industria
cerámica, de vidrios, lubricantes, o dispositivos móviles como celulares o
tablets . En primera instancia, el llamado señala que la producción con precio
preferente alcanzará a 16 mil toneladas en 2023, pero podría llegar hasta 20
mil toneladas. “Esto nos permite la instalación de varias empresas, no solo
una. Hoy, la producción global de litio para baterías no supera las 40 mil
toneladas”.
Actualmente, Chile produce el 41% del litio
que se utiliza en el mundo. El dictador Augusto Pinochet, prohibió la
extracción del litio por parte de las multinacionales pero concedió su
producción monopólica a dos empresas, la Sociedad Chilena
del Litio (SCL) y la
Sociedad Química y Minera de Chile (Soquimich, SQM). Hoy las
grandes compañías multinacionales, como Mitsu Sumitomo, Samsung y Bolloré,
llevan años instigando y sobornandoa los políticos para lograr extraer este
litio.
ARGENTINA:
La reunión del 8 de marzo en Buenos Aires,
organizada por el The Economist tuvo dos temas importantes fueron la
explotación de Vaca Muerta en Neuquén (gas y petróleo ) y el litio en Salta y
Jujuy. El encuentro contó con el auspicio del gobierno argentino, Monsanto,
Siemens, Corporación América (Eurnekián), Grupo Insud (Hugo Sigman), La Nación,
Clarín, la Cámara de Comercio Argentino-Británica y la American Chamber
of Commerce in Argentina .
Convenida ya la entrega del petróleo y el gas
de una parte importante de Vaca Muerta a las coronas inglesa y holandesa a
través de Shell, ahora los proyectos apuntan a la entrega del litio,
considerando que el consumo en la última década de este mineral se multiplicó
por 10. El mismo día se anunció la firma del acuerdo para operar las 90.000 hectáreas
de las Salinas Grandes para explotar litio.
El 23 de marzo , el gobierno argentino anunció
que Orocobre invertirá U$S 160 millones en la extracción de litio y que la canadiense Enirgi Group
Corporation invertirá U$S 720 millones en la extracción del mismo mineral en
Salar del Rincón, Salta, para procesar 50.000 toneladas por año.
El Salar del Hombre Muerto, ubicado en el
límite entre Catamarca y Salta, comenzó su producción en el año 1998 a partir de intereses
de la firma minera norteamericana FMC y la automotriz
Nissan. Posteriormente se incorporó la explotación del Salar
de Olaroz, en la Puna jujeña, proyecto que asocia a la trasnacional australiana
Orocobre con la gran automotriz japonesa Toyota Tsusho, y en el que se
introdujo incluso la participación directa de la provincia jujeña al negocio a
partir de la creación de una empresa estatal (JEMSE), en el marco de los
intentos desesperados de captar mayores recursos para el fisco provincial.
En los últimos años se multiplicaron las
presiones de otras automotrices japonesas como Mitsubishi y la autopartista Magna
o la coreana Kores.
Los acuerdos ente las firmas abocadas a la extracción del
litio y las firmas automotrices son un modelo de negocio que encarnan el
objetivo estratégico para las últimas de asegurarse la compra de una
determinada proporción del volumen de carbonato o cloruro de litio, acorde a la
proyección de baterías que requerirán en la fabricación de autos eléctricos.
BRASIL:
El Proyecto de Evaluación Potencial de litio
en Brasil, coordinado por el Servicio Geológico de Brasil (CPRM), anunció el 31
de marzo que el país tenía un crecimiento en las reservas mundiales de la
sustancia, del 0,5% al 8%. El área experimental del proyecto de litio-mapping
en Brasil fue el Jequitinhonha Valle Medio en Minas Gerais.
Calvyn Gardner, representante de uno de los
fondos de inversión de Inglaterra anunció que invertirá 40 millones de dólares
para poner en funcionamiento una planta industrial para producir 60.000
toneladas por año.
Rubén Armendáriz, periodista y sociólogo
uruguayo, con investigaciones del colectivo del Centro Latinoamericano de
Análisis Estratégico de Análisis Estratégico (CLAE).
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233853
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