EE.UU. se retira del
Acuerdo de París
Trump convierte
Estados Unidos
en un país paria, una amenaza efectiva a
la seguridad y la estabilidad
de toda la humanidad
3
de junio de 2017
Por Julio César Centeno (Rebelión)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
ha tomado la decisión de retirar a su país del acuerdo histórico sobre el
cambio climático alcanzado en París en el 2015, tras 25 años de negociaciones
en el seno de la ONU. En
ese momento fue suscrito por 197 países. “El Acuerdo de París implica una
redistribución de las riquezas de Estados Unidos hacia el resto de los países
del mundo… Estados Unidos cesará inmediatamente la implementación de los
compromisos asumidos en este acuerdo, incluyendo las cargas financieras
draconianas impuestas a este país” – Donald Trump 01 05 2017.
El Acuerdo de París tiene por objeto evitar que el aumento en la
temperatura superficial promedio del planeta supere los 2ºC para finales de siglo con
respecto a la época pre-industrial. Establece el compromiso colectivo de
realizar todos los esfuerzos posibles para limitar el aumento a 1,5ºC. Hasta el
momento ha sido ratificado por 147 países, responsables por el 80% de las
emisiones.
En diciembre 2015 el secretario general de la
ONU, Ban Ki-moon, calificó el acuerdo de "un éxito monumental para
la gente y para nuestro planeta", porque representa un fundamento
para "extinguir la pobreza, apuntalar la paz y asegurar una vida
sostenible para todos". A juicio del antiguo máximo responsable
del organismo, supone también un "punto de inflexión"
en los esfuerzos para "reducir las amenazas relacionadas con el
cambio climático". Trump banaliza todas estas
esperanzas.
Para finales del 2016 el aumento en la
temperatura superficial promedio era de 1.2°C, mientras la concentración de CO2
en la atmósfera superaba las 403 partes por millón. La posibilidad de limitar
el aumento de temperatura a 1.5°C
para finales de siglo es un espejismo. Para evitar que el aumento en
temperatura supere los 2°C
para finales de siglo la concentración de CO2 en la atmósfera no
debe superar las 450 ppm. Con un aumento en la concentración de 0.52%
interanual en la actualidad, este límite se superará en apenas 20 años.
“Si no actuamos con determinación ante el
calentamiento global, enfrentaremos migraciones masivas, ciudades sumergidas,
naciones desplazadas, destrucción de fuentes de alimentos y conflictos
provocados por la
desesperanza... Debemos superar la pobreza sin condenar a
nuestros niños a un planeta más allá de su capacidad para repararlo”.
Barack Obama, Asamblea General de la ONU,
septiembre 2016.
Las tendencias actuales conducen hacia un aumento en la
temperatura superficial promedio entre 3,7 y 4,8°C para finales de siglo
en relación con la época pre-industrial ( IPCC 2014 ). Estas tendencias
representan una emergencia planetaria sin precedentes en la historia de la
humanidad. Un aumento de 4°C no se ha registrado desde
mediados del Mioceno, hace 10 millones de años. Las tendencias actuales conducen a
la transformación del mundo que le dejamos a nuestros descendientes más
inmediatos en un planeta hostil y desconocido por la especie humana.
El Acuerdo de París no es una panacea. En el
caso poco probable de que todas las promesas realizadas en París en diciembre
del 2015 se cumpliesen a cabalidad, incluyendo las de Estados Unidos, la
humanidad quedaría encauzada en una ruta tendiente a un aumento de temperatura
promedio entre 3°C
y 3,5°C.
“En el período interglaciar Emiense, cuando
la temperatura superficial promedio aumentó 2°C sobre el promedio de la época preindustrial,
el nivel del mar oscilaba entre 5 y 9 metros sobre el nivel actual. El límite de
los 2°C no
garantiza seguridad, pues provocaría un aumento en el nivel del mar de varios
metros, junto a numerosas otras consecuencias disruptivas para los ecosistemas
y la sociedad humana… Un aumento en la temperatura superficial promedio de 2°C sobre el promedio de la
época preindustrial es altamente peligroso”
- NASA, Columbia University, Institut Laplace,
Academia de Ciencias de China. Atmos. Chem. Phys. Discuss., 15, 20059–20179,
2015.
Para evitar que la concentración de CO2
en la atmósfera supere las 450 ppm para finales de siglo, es necesario reducir
sus emisiones en al menos un 50% para el 2050 y eliminarlas para finales de
siglo. Esto implica dejar bajo tierra al menos dos tercios de las reservas
probadas actuales de hidrocarburos.
“La estabilización de la concentración de CO2
entre 400 y 450 ppm, frecuentemente asociada a un aumento ‘aceptable’ de
temperatura de 2°C ,
tiene una alta probabilidad (68%) de provocar aumentos en el nivel del mar de
más de 9 metros
sobre el actual. Para evitar aumentos significativos en el nivel del mar a
largo plazo, la concentración atmosférica de CO2 debe reducirse a
niveles similares a los de la época preindustrial: 280 ppm ”.
-
Academia Nacional de la Ciencia de EUA - PNAS vol. 110 no. 4 2012.
En enero 2017 la NOAA (US National Oceanic
and Atmospheric Administration) reportó que el gobierno federal había
elevado sus proyecciones sobre el aumento en el nivel del mar a 8 metros para el 2100, lo
que sumergiría bajo las aguas a múltiples ciudades costeras alrededor del
mundo, incluyendo ciudades norteamericanas como New York, Boston, Miami ( http://www.globalresearch.ca/paris-climate-accord-doesnt-go-far-enough-but-trumps-pullout-will-endanger-life-on-earth/5592883 ).
En su informe al congreso, titulado Implicaciones a la Seguridad Nacional
del Calentamiento global, 2015, el Pentágono advierte que el calentamiento
global es un “multiplicador de amenazas” a la seguridad nacional
de los Estados Unidos (2015May27 Ref ID: 8-6475571). “El calentamiento
global es una amenaza urgente y creciente a nuestra seguridad nacional,
contribuyendo al aumento en desastres naturales, el flujo de refugiados y
conflictos por recursos como el agua y los alimentos. Estos impactos ya están
ocurriendo, mientras que el alcance, la escala y la intensidad de estos impactos
aumentarán con el tiempo”
“El calentamiento global tendrá
múltiples efectos sobre la seguridad nacional de los Estados Unidos en el
futuro previsible. Agravará problemas ya existentes, tales como la pobreza, las
tensiones sociales, la degradación ambiental y la ineficiencia de los
liderazgos. Amenazará la estabilidad domésticas de múltiples países”.
El retiro de Estados Unidos del acuerdo implica que evadirá las
gigantescas responsabilidades que le corresponden por ser el país con las
mayores emisiones acumuladas en la atmósfera en los últimos 100 años. Implica
además que continuará contaminando la atmósfera global en proporciones
exageradas con respecto a su población, acaparando abusivamente el diminuto
cupo atmosférico disponible para impulsar el desarrollo de toda la humanidad.
Estados Unidos, con sólo el 4% de la población mundial, es
responsable por el 26% de las emisiones de CO2 acumuladas en la atmósfera entre
1900 y el 2014. Los países industrializados, con el 18% de la población actual,
son responsables por el 72% de las emisiones de CO2 acumuladas en la atmósfera
en ese mismo período.
La amenaza climática que se cierne en la actualidad sobre toda la
humanidad, especialmente sobre la mayoría empobrecida, es responsabilidad
principalmente de una minoría privilegiada de la población mundial, mas rica y
tecnológicamente mas avanzada, pero que se niega a asumir tales
responsabilidades. La decisión tomada por Trump es una vergonzosa traición no
sólo contra el resto de la humanidad, sino contra los intereses de generaciones
futuras.
Durante su campaña electoral, Trump se
comprometió a retirar a EE.UU. del acuerdo de París porque, en su opinión, es
perjudicial para la economía estadounidense. Además, proclamó en repetidas
ocasiones que el cambio climático era una "farsa china".
“Durante mi administración alcanzaremos
una independencia energética total. Completa. Imagínense un mundo en el que
nuestros enemigos no puedan utilizar la energía como un arma. Ocurrirá. Vamos a
ganar". Prometió aumentar la producción de carbón, petróleo y gas
para alcanzar esta meta (https://www.theguardian.com/environment/2016/nov/11/trump-presidency-a-disaster-for-the-planet-climate-change)
Irónicamente, en Diciembre del 2009 Donald
Trump suscribió una comunicación dirigida a Barack Obama, publicada en una
página completa del New York
Times, en la que un grupo de empresarios exigía acciones efectivas para
combatir el calentamiento global: “Permita por favor que los Estados
Unidos sirva como modelo del cambio necesario para proteger a la humanidad y al
planeta. Si no actuamos ahora, es científicamente irrefutable que se precipitarán
consecuencias irreversibles y catastróficas para la humanidad y para nuestro
planeta”(http://grist.org/politics/donald-trump-climate-action-new-york-times/)
Al llegar a la Presidencia de EUA, Trump
eligió como director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a Scott Pruitt, un escéptico del
cambio climático que había demandado judicialmente en 14 ocasiones a la
institución que ahora dirige. Pruitt sostenía que la EPA era una agencia
contraria a los intereses económicos de los Estados Unidos, por lo que debía
ser eliminada.
Travis Fisher, del Departamento de Energía,
escribió un informe en el que destaca que “la política de energía limpia
es la amenaza más grande a la red eléctrica nacional, superior a las amenazas
de los ciberataques, el terrorismo y los eventos climáticos extremos”.
Según Fisher la energía eléctrica solar y la eólica no son confiables. Fisher
ha sido encargado por el nuevo secretario de energía, Rick Perry, para realizar
un diagnóstico de la confiabilidad de la red eléctrica nacional. Se espera que
concluya en un ataque a las energías renovables y un impulso al carbón y a la
energía nuclear (https://www.desmogblog.com/2017/05/31/meet-man-who-said-clean-energy-policies-are-greatest-threat-to-power-grid).
Por su parte Rex
Tillerson, Secretario de Estado, durante su interpelación en el Congreso
previo a su confirmación en el cargo, sostuvo que EUA debería mantenerse en el
Acuerdo de París.
Un grupo de senadores republicanos divulgó una
comunicación enviada a Trump el 25 de Mayo 2017 en la que solicitan el retiro
de Estados Unidos del Acuerdo de París. Enfatizan la incongruencia entre los
compromisos asumidos en este acuerdo y la decisión de eliminar el Plan de Energía Limpia (Clean Power Plan) impulsado
por el gobierno de Obama. Señalan que este plan es sólo una carga regulatoria
que le impide al sector empresarial generar empleos y desarrollar la economía.
“Ud. le ha girado instrucciones a la Agencia de Protección Ambiental para
que desmantele el Plan de Energía Limpia. Una de las órdenes ejecutivas más
importantes que Ud. ha firmado es la EO 13783, para promover la independencia
energética y el crecimiento económico… Es necesario tomar medidas para asegurar
que estos objetivos se cumplan”.
El Plan
de Energía Limpia fue
aprobado por Obama en Agosto 2015 con el objeto de reducir las emisiones de CO2
y otros gases de efecto invernadero provenientes de las plantas de generación
eléctrica en un 32% para el 2030 en relación con las del 2005. Se enfoca en la
reducción de las emisiones de CO2 provenientes de las plantas
termoeléctricas que consumen carbón mineral y en el aumento de la generación de
electricidad a partir del gas natural y fuentes renovables.
Según la EIA (Energy Information
Administration), el consumo de carbón en plantas termoeléctricas emitía 1.364
millones de toneladas métricas de CO2 por año en el 2015, el 71% de
todas las emisiones de CO2 provenientes del sector eléctrico. Con la
migración a energía eólica, por ejemplo, las emisiones se reducirían
significativamente, reduciendo al mismo tiempo los costos de generación. La
migración a gas natural produjo efectos similares, haciendo económicamente
inviable la generación de electricidad a partir de la combustión de carbón
mineral en docenas de plantas alrededor del país. El uso de gas no sólo es más
económico, sino que reduce las emisiones de CO2 a la mitad en
comparación con el uso de carbón mineral por unidad de electricidad generada.
En la cumbre de los países del G7 celebrada en
Mayo 26-27, 2017 en Sicilia, por primera vez no fue posible una declaración
conjunta sobre el tema. Estados Unidos insistió en que se encontraba "en
proceso de revisión de su política en el ámbito del cambio climático y del
Acuerdo de París", según el comunicado final. Los otros seis países
confirmaron los compromisos asumidos en este acuerdo: Alemania, Reino Unido,
Francia, Italia, Japón y Canadá.
Por su parte, China y la Unión Europea han
reafirmado el cumplimiento de sus respectivas obligaciones. En un comunicado
conjunto señalan: “El calentamiento global es un asunto de seguridad
nacional y un factor multiplicador de fragilidad social y política. La Unión Europea y
China consideran que el Acuerdo de París es un logro histórico que acelera el
irreversible giro global hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto
invernadero… El Acuerdo de París
es una demostración de que, con determinación política compartida y confianza
mutua, el multilateralismo puede tener éxito en la construcción de soluciones
efectivas a los mas críticos problemas de la actualidad. China
y la Unión Europea
subrayan su compromiso al mas alto nivel político para la efectiva
implementación del Acuerdo deParís in todos sus aspectos”
Rusia también ha confirmado que mantiene los
compromisos asumidos en París, reconociendo que el acuerdo se verá debilitado
con el abandono de los Estados Unidos. “Es evidente que la efectividad de
la convención se reducirá sin la presencia de actores claves” (BBChttp://www.bbc.com/ news/world-asia-40118690).
La decisión de Trump para abandonar el acuerdo ha desatado la
indignación tanto en la comunidad científica como en la población de EE.UU. A
finales de abril, miles de personas de todo el país marcharon a favor del medio
ambiente y contra Trump bajo los lemas "No tenemos un planeta B",
"El cambio climático es real" o "No hay trabajo en un
planeta muerto".
Un amplio rango de empresas norteamericanas se
opone a la decisión de Trump, incluyendo a Apple, Facebook, Google,
LeviStrauss, Unilever, DuPont, eBay, Nike. Un comunicado suscrito por 1.000
empresas señala: “Si fallamos en la construcción de una economía baja en
emisiones de carbono pondremos en peligro la prosperidad americana” (Guardian
010517)
Al sacar a EUA del pacto, Trump no sólo se
desprende del legado de su predecesor, Barack Obama. También lanza una clara
señal al resto del mundo acerca de que EUA no considera el cambio climático
como una prioridad. Otros países seguirán su vergonzoso ejemplo, con el
argumento de que no podrían competir económicamente en el mercado internacional
con un país con ilimitadas emisiones de gases de efecto invernadero. Algo
similar ocurrió cuando Estados Unidos se retiró del Protocolo de Kioto en el
2001, con la llegada a la presidencia de George Bush Jr. La decisión fue
seguida por Canadá, Australia y Japón entre otros.
Durante las negociaciones que condujeron al
Acuerdo de París, la delegación norteamericana ya había contribuido al
significativo debilitamiento del acuerdo al insistir en que:
a) no fuese jurídicamente vinculante;
b) que se excluyera de su texto la obligación
de los países industrializados de canalizar al menos 100.000 millones de
dólares anuales a los países en desarrollo para el financiamiento de
actividades de mitigación y adaptación al calentamiento global;
c) que se excluyera toda referencia a las
responsabilidades por las emisiones acumuladas en la atmósfera desde la época
pre-industrial hasta el 2015 emitidas por cada país.
d) que se excluyera toda referencia a la
obligación de transferir recursos financieros y tecnológicos de los países
industrializados a los países en desarrollo, en condiciones preferenciales,
para asistir en las actividades de mitigación de emisiones y la adaptación al
calentamiento global en el mundo en desarrollo.
Los burócratas negociadores en París
finalmente cedieron ante estas exigencias. El compromiso de los 100.000
millones de dólares anuales fue efectivamente excluido del Acuerdo de París.
Quedó registrado sólo como una “intención” en las actas de la Conferencia
de las Partes COP-21. (Fraude en París. Enero 2016)
El secretario general de la ONU, António
Guterres, ha aseverado que el abandono del acuerdo podría socavar la seguridad
nacional y la economía de EE.UU. Además, advirtió de que si un país decide
dejar un vacío, alguien más lo ocupará. “El Acuerdo de París es esencial para nuestro futuro
común. Es importante que la sociedad norteamericana y el mundo empresaria se
movilice para preservar el Acuerdo de París
como garantía de un futuro para nuestros hijos y nietos”
Al retirase del Acuerdo de París, el
presidente Trump convierte a Estados Unidos en un país paria, en una amenaza
efectiva a la seguridad y la estabilidad de toda la humanidad.
“El lider mas poderoso del mundo está
amenazando la seguridad de todo el planeta”, señala el premio Nobel de
economía Paul Krugman en el New York Times del 29 05 2017. “Quizás sea
removido de la escena antes de que el daño sea irreparable”.
Michael Oppenheimer, profesor de geo-ciencia
en la Universidad de Princeton y miembro del Panel
Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático destacó: “Ahora es mucho mas probable que
rebasemos el peligroso límite de los 3.6°C, un aumento en la temperatura
superficial promedio con condiciones extremas irrevocables. No es el mundo en
que queramos vivir” (NYT
may 31 2017).
El astrofísico Neil deGrasse Tyson declaró con
sarcasmo: “Si mis asesores y yo nunca hubiésemos aprendido lo que es la
ciencia y como funciona, seguramente que también habríamos considerado
retirarnos del Acuerdo de París” (@neiltyson 31 05 2017)
Kevin Trenberth, del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de los Estados Unidos (US
National Center for Atmospheric Research) declaró con anticipación: “Es
un desastre para el planeta” (The Guardian 111116).
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227436
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