Pesticidas: peligro de muerte
27 de junio de 2017
Por Mariano Schuster
Junio 2017
En el reciente informe
que ha elaborado junto a la Relatora Especial sobre el Derecho a la
Alimentación, Hilal Elver, usted sostiene que los pesticidas son una «amenaza
global a los derechos humanos». ¿En qué materias se verifica esta afirmación?
Los pesticidas son una
amenaza global para los derechos humanos, en especial para los derechos del
niño. Los efectos sobre los derechos a la vida y a la salud de los
consumidores, los trabajadores y las comunidades rurales están bien
documentados, pero se desconoce el número real de víctimas que sufren impactos
negativos sobre los derechos a la vida y a la salud a escala mundial. Las tasas
de ciertas enfermedades y discapacidades relacionadas con los pesticidas han
aumentado al tiempo que se ha incrementado dramáticamente el uso de pesticidas
en las últimas décadas. Son demasiados los casos de alimentos, agua y
comunidades contaminados como para enumerarlos, pero los impactos sobre los
derechos al agua, los alimentos y la vivienda están bien determinados.
Los intentos de
retrasar la regulación y de crear incertidumbre científica sobre sus peligros y
el secreto con que se guarda cierta información atentan contra el derecho a la
información y la participación significativa. En varios países, los
agronegocios se han adueñado de tierras pertenecientes a comunidades indígenas
y minorías y han introducido una agricultura intensiva que depende de
pesticidas. Se ha determinado en los cuerpos de indígenas del Ártico la
presencia de peligrosos pesticidas que nunca fueron utilizados cerca de sus
comunidades; estos indígenas sufren cáncer y otras enfermedades en tasas
superiores al promedio. Por último, la mayoría de las víctimas no tiene
siquiera el mínimo acceso a un remedio efectivo; además, las generaciones
futuras estarán expuestas al legado tóxico de las generaciones pasadas incluso
antes de salir del útero de su madre.
Algunos grupos
económicos de poder han intentado instalar la idea de que sin el uso de
pesticidas no podría abastecerse al mundo de los alimentos necesarios. Usted ha
afirmado que esta idea es un mito. ¿Por qué? ¿De qué manera podría garantizarse
alimentos para todos sin el uso de estos productos tóxicos?
En realidad, esa fue
una afirmación de la
Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación. Pero
apoyo plenamente su punto de vista de que podemos desarrollar sistemas de
producción de alimentos que no dependan del uso de un alto volumen de productos
químicos tóxicos. Mientras que la producción de alimentos ha aumentado debido a
los agroquímicos, la sostenibilidad de los actuales métodos químicos intensivos
es más que cuestionable. De todos modos, el aumento de la producción de
alimentos no ha logrado eliminar el hambre en el mundo. La dependencia de
pesticidas peligrosos es una solución a corto plazo que socava los derechos a
una alimentación y salud adecuadas para las generaciones presentes y futuras.
La afirmación de que
los pesticidas son necesarios para lograr la seguridad alimentaria es, además
de inexacta, peligrosamente engañosa. En principio, hay una cantidad suficiente
de alimentos para alimentar al mundo; los inequitativos sistemas de producción
y distribución presentan obstáculos importantes para que los necesitados puedan
acceder a los alimentos. Es posible producir alimentos más saludables y ricos
en nutrientes, con mayores rendimientos a largo plazo, sin contaminar ni agotar
los recursos ambientales, sin usar productos químicos tóxicos o usando una
mínima cantidad.
La solución requiere
un enfoque holístico del derecho a una alimentación adecuada, que incluya la
eliminación gradual de los pesticidas peligrosos y la aplicación de un marco
normativo eficaz basado en un enfoque de derechos humanos, junto con una
transición hacia prácticas agrícolas sostenibles, como la agroecología, que
tengan en cuenta los desafíos que presentan la escasez de recursos y el cambio
climático.
Los pesticidas
contaminan los suelos, ocasionan una importante pérdida de la biodiversidad y
reducen el valor nutricional de la comida. Además , hay quienes afirman que pueden
causar graves enfermedades. En su informe se afirma que, debido a su
utilización, mueren intoxicadas unas 200.000 personas por año ¿Cuáles son el
tipo de enfermedades ocasionadas? ¿Qué papel han jugado los responsables de
salud de los Estados a la hora de realizar recomendaciones en torno al uso de
estos elementos tóxicos?
La exposición crónica
a los pesticidas se ha relacionado con el cáncer, las enfermedades de Alzheimer
y Parkinson, alteraciones hormonales, trastornos del desarrollo y esterilidad.
También pueden causar numerosos efectos neurológicos para la salud como pérdida
de memoria, pérdida de coordinación, disminución de la capacidad visual y
disminución de las habilidades motoras. Otros posibles efectos incluyen asma,
alergias e hipersensibilidad.
Estos síntomas suelen
ser muy sutiles y pueden no ser reconocidos por la comunidad médica como un
efecto clínico causado por los pesticidas. Además, los efectos crónicos de los
pesticidas pueden no manifestarse sino meses o años después de la exposición,
lo que representa un reto importante para la responsabilidad y el acceso a un
remedio eficaz, incluidas las intervenciones preventivas.
En muchos casos, no ha
habido un examen en profundidad de los posibles impactos sobre la salud antes
de que los pesticidas fueran colocados en el mercado. Esto es particularmente
cierto para los ingredientes «inactivos» que se añaden para aumentar la
eficacia del ingrediente activo del pesticida: pueden no haber sido probados y
rara vez se revelan en las etiquetas del producto. Además, tampoco se han
estudiado adecuadamente los efectos combinados de la exposición a múltiples
pesticidas en alimentos, agua, suelo y aire.
Desafortunadamente, no
hay estadísticas globales fiables sobre el número de personas que sufren la
exposición a pesticidas. Recientemente, la organización sin fines de lucro
Pesticide Action Network calculó que el número de personas afectadas anualmente
por la exposición a pesticidas a corto y largo plazo oscilaba entre 1 millón y
41 millones.
La falta de normas
mundiales sólidas para los pesticidas hace que se usen ampliamente pesticidas
más tóxicos, e incluso prohibidos, en los países en desarrollo porque son la
alternativa más barata. En muchos casos, se exportan a países en desarrollo
pesticidas altamente peligrosos cuyo uso está prohibido en países
industrializados. Algunas empresas de pesticidas no registran o no vuelven a
registrar productos destinados a la exportación a países en desarrollo, o bien
aumentan las exportaciones de productos cuyo uso ha sido prohibido o
restringido, con el fin de agotar sus existencias remanentes, plenamente conscientes
de que su venta no estaría autorizada en el país donde tienen sedes esas
empresas.
En Estados Unidos, la
Agencia de Protección Ambiental restringe pero no prohíbe la exportación de
pesticidas a terceros países. Otros países, como Reino Unido, Alemania y otros
países europeos, también continúan permitiendo la exportación de pesticidas que
han prohibido dentro de sus fronteras. Por ejemplo, un pesticida llamado
Paraquat ha sido prohibido en Suiza y la Unión Europea por
años porque es extremadamente peligroso. Sin embargo, Syngenta, con sede en
Suiza, sigue distribuyendo el producto en el extranjero.
El reporte presentado
sostiene que los niños son uno de los grupos más vulnerables a los pesticidas.
¿Cómo es la situación actual y dónde han sido más afectados?
Los niños son los más
vulnerables a la contaminación por pesticidas, ya que sus órganos todavía están
en desarrollo y, debido a su menor tamaño, están expuestos a una dosis más alta
por unidad de peso corporal; los niveles y la actividad de las enzimas claves
que desintoxican los pesticidas son mucho más bajos en los niños que en los
adultos.
Los efectos en la
salud relacionados con la exposición de los niños a los pesticidas incluyen
deterioro del desarrollo intelectual, efectos adversos en el comportamiento y
otras anomalías del desarrollo. Están apareciendo investigaciones que revelan
que la exposición a niveles incluso bajos de pesticidas, por ejemplo a través
de la deriva del viento o residuos en los alimentos, puede ser muy perjudicial
para la salud de los niños, pues altera su crecimiento mental y fisiológico y
posiblemente les cause una vida de enfermedades y trastornos.
El riesgo de
exposición de los niños dedicados al trabajo agrícola es particularmente
alarmante. Aunque se dispone de pocos datos, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) supone que alrededor de 60%
de los niños que trabajan lo hacen en la agricultura y que los niños suelen
constituir una parte sustancial de la mano de obra agrícola en los países en
desarrollo. Su mayor sensibilidad a los peligros de los pesticidas, inadecuados
equipos de protección y su falta de experiencia pueden dejarlos particularmente
expuestos.
Las mujeres
embarazadas que están expuestas a pesticidas corren un alto riesgo de aborto
espontáneo, parto prematuro y defectos de nacimiento. Los estudios han
encontrado regularmente un cóctel de pesticidas en los cordones umbilicales y
las primeras heces de los recién nacidos, lo que demuestra exposición prenatal.
Los pesticidas también pueden transmitirse a través de la leche materna. Esto
es particularmente preocupante, ya que la leche materna es la única fuente de
alimento para muchos bebés y su metabolismo no está lo suficientemente
desarrollado como para luchar contra productos químicos peligrosos. Los pesticidas
también se encuentran en fórmulas para bebés, o en el agua con que se las
mezcla.
¿Existe alguna manera
de establecer estándares internacionales sobre el uso de pesticidas?
Si bien no hay escasez
de legislación internacional y nacional, ni de directrices no vinculantes sobre
el uso de pesticidas, estos instrumentos no protegen a los seres humanos ni el
medio ambiente, ya que generalmente hay vacíos en su implementación, aplicación
y alcance. Los instrumentos existentes son particularmente ineficaces para
abordar la naturaleza transfronteriza del mercado mundial de pesticidas, tal
como lo demuestran las generalizadas prácticas de exportación –con frecuencia,
legalmente permitidas– de pesticidas altamente peligrosos y prohibidos a
terceros países.
No existe un tratado
integral que regule los pesticidas altamente peligrosos. La comunidad
internacional debe trabajar en un tratado amplio y vinculante para regular los
pesticidas peligrosos a lo largo de su ciclo de vida, teniendo en cuenta los
derechos humanos como principio.
Ese instrumento
debería: (a) apuntar a eliminar los dobles estándares existentes entre los
países, que son particularmente perjudiciales para los países con sistemas
reguladores más débiles; (b) generar políticas para reducir el uso de pesticidas
en todo el mundo y elaborar un marco para la prohibición y eliminación de los
pesticidas altamente peligrosos; (c) promover la agroecología; (d) imponer una
responsabilidad estricta a los productores de pesticidas.
¿Qué rol juegan las
grandes corporaciones a la hora de impedir políticas sustentables en esta
materia?
Los esfuerzos de la
industria de los pesticidas para influir en las autoridades políticas y los
reguladores han obstruido las reformas y han paralizado las restricciones
mundiales a los pesticidas en todo el mundo. Estos esfuerzos se han hecho
evidentes recientemente con los intentos de disuadir a los gobiernos de
restringir el uso de pesticidas con el fin de salvar a los polinizadores, que
se necesitan para la producción mundial de alimentos, y asegurar así que se
siga usando glifosato a pesar de las serias dudas que aún existen sobre si
causa cáncer.
Las empresas suelen
impugnar evidencias científicas de los peligros relacionados con sus productos
y algunas incluso están acusadas de fabricar pruebas deliberadamente para
infundir incertidumbre científica y retrasar las restricciones. Los científicos
que descubren riesgos para la salud y el medio ambiente en detrimento de los
intereses corporativos pueden enfrentar graves amenazas a su reputación e
incluso a ellos mismos. También hay serias quejas por la «compra» de
científicos para reformular los puntos de discusión y los conflictos de
intereses de la industria en los paneles gubernamentales e intergubernamentales
que evalúan los peligros de los pesticidas.
Otras prácticas
flagrantes incluyen la infiltración de las agencias reguladoras federales a
través de la «puerta giratoria», con empleados que trabajan alternadamente en
agencias reguladoras y en la industria de pesticidas. Los fabricantes de
pesticidas también cultivan
asociaciones estratégicas «público-privadas», que cuestionan su culpabilidad o
ayudan a afirmar la credibilidad de las empresas. Las empresas también hacen
donaciones sistemáticas a instituciones educativas que realizan investigaciones
sobre pesticidas, y estas instituciones se están volviendo dependientes de la
industria debido a la disminución de la financiación pública.
¿Qué países han
avanzado más en la prohibición de pesticidas?
Es un poco difícil
decirlo, porque la decisión de no registrar un pesticida porque no cumple las
normas de salud y medio ambiente de un país no es técnicamente una prohibición,
si bien el resultado final es el mismo. En general, se cree que la UE es líder
mundial en este aspecto, en particular con criterios basados en el riesgo que
prohíben el uso de pesticidas que pueden causar cáncer o tener otros efectos en
la salud y el medio ambiente. En 2015, la organización sin fines de lucro
Pesticide Action Network publicó la «Lista consolidada de pesticidas prohibidos». Según
la Lista, los países con las prohibiciones más conocidas son Arabia Saudita
(65), Camboya (56), la UE (48 prohibidos +169 pesticidas altamente peligrosos
no aprobados), China (46), Tailandia (40), Mauritania (42), Guinea (37), Omán
(37) y Benín (35).
¿Qué políticas de
reemplazo de estos tóxicos propondría para garantizar el respeto a la
biodiversidad y al derecho a una alimentación saludable?
El informe contiene
una serie de conclusiones y un conjunto específico de recomendaciones a los
Estados que permitirían una transición sin pesticidas peligrosos y hacia
sistemas de producción de alimentos seguros y saludables. Recomendamos que los
Estados establezcan procesos imparciales e independientes de evaluación de
riesgos y registro de pesticidas, con exigencias de publicación completa para
el fabricante de pesticidas, y que consideren primero las alternativas no
químicas y solo permitan registrar sustancias químicas donde se pueda demostrar
su necesidad. También es importante ofrecer incentivos para que los
agricultores adopten prácticas agroecológicas, por ejemplo, pasar de subsidiar
pesticidas a subsidiar el desarrollo y la adopción de alternativas más seguras.
También se podría considerar la aplicación de impuestos a los pesticidas,
aranceles de importación y tarifas de uso de pesticidas.
Baskut Tuncak es especialista en asuntos vinculados a los
quimicos tóxicos. Actualmente es Relator Especial de las Naciones Unidas sobre
derechos humanos y desechos peligrosos.
Traducción: Carlos Díaz
Rocca
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