Venezuela y el chavismo argentino, ¿qué balance?
7 de diciembre de 2015
Por Rolando Astarita
La derrota de Maduro en las elecciones de ayer, 6 de diciembre, no
fue una sorpresa. Era esperada en un contexto de caída del PBI por más del 7%,
déficit fiscal superior al 20%, inflación rayando el 200% anual,
desabastecimiento del 60%, alta tasa de homicidios, entre otros datos. Más
ilustrativo: el 55% de la población estaría, a finales de 2015, en la pobreza
(medida por ingresos). El dato surge de la Encuesta de las condiciones de Vida
de la población venezolana 2014, ENCOVI, realizada por las universidades
Central de Venezuela, Católica Andrés Bello y Simón Bolívar. En 2014 el nivel
de pobreza era del 48%, superior al de 1998, cuando había sido del 45%; y se
agravó este año con el derrumbe de la economía (véasehttp://www.rectorado.usb.ve/vida/sites/default/files/pobreza.pdf).
Por lo tanto, no hay secretos en la derrota del PSUV.
¿Y la “agenda socialista”? ¿Qué balance?
Sin embargo, la izquierda filo chavista (stalinistas,
nacionalistas de izquierda, trotskistas nacionalistas y similares) de Argentina
barre debajo de la alfombra cualquier balance objetivo de lo que ha sucedido.
Es que según esta gente, los problemas que enfrenta Venezuela son el producto
de la guerra económica de la burguesía, la hostilidad del imperialismo y la
caída de los precios del petróleo. Una manera fácil, y oportunista, de no hacer
balance de sus posiciones ante el chavismo. En este respecto, es representativa
la declaración “Junto a Venezuela y el proceso bolivariano. En defensa de su
continuidad democrática, su soberanía y su experiencia de transición al
socialismo”, firmada, antes de las elecciones venezolanas, por destacados
intelectuales (http://contrahegemoniaweb.com.ar/junto-a-venezuela-y-el-proceso-bolivariano-en-defensa-de-su-continuidad-democratica-su-soberania-y-su-experiencia-de-transicion-al-socialismo/#more-2389).
Allí se da por sentado que Venezuela está embarcada en la “transición al
socialismo”, pero entonces… ¿por qué andan mal las cosas? Respuesta: por el sabotaje
del imperialismo y la burguesía. ¿Pero acaso la clase obrera debería contar con
la ayuda de estos “amigos” para
construir “el socialismo Siglo XXI” en Venezuela? ¿Y debería pedir un súper
precio para su producto estrella de exportación, a fin de avanzar a la
socialización? Por supuesto, las preguntas son retóricas, pero ponen en
evidencia lo insustancial del argumento nacional-izquierdista. “Si los
explotadores nos ayudan, acabaremos con ellos”, parecen creer. Y embarcados en
el dislate, se evitan los balances molestos, demasiado molestos. Aunque la
pregunta clave permanece: ¿cómo es que millones de trabajadores dan la espalda
al “socialismo siglo XXI”? La respuesta, siempre a mano, es “la culpa la tiene
la burguesía, el imperialismo, los grandes medios
y los precios del petróleo.” Amén. A esto le llaman “discurso crítico”.
Naturalmente,
con estos enfoques los análisis de clase brillan por su ausencia. Los
marxistas-nacionales hablan de “procesos”, de “Venezuela” (para ubicar las
cuestiones en el plano de “lo nacional”), junto a las infaltables “amenazas de
invasión y acciones terroristas”, a fin de que no haya rendija por la que se
cuele la crítica a la dirección burocrática-chavista (y el que critica es un
indudable sectario o, peor aún, contrarrevolucionario). En particular,
disimulan el hecho de que la burocracia estatal, por más que se proclame
socialista, tiene
una relación de explotación con la clase obrera. Es que son
conscientes de que bastaría con establecer esa relación para que colapsara el
verso sobre el “proceso de transición”; y para avanzar en el estudio de cómo
una gigantesca renta petrolera, recibida a lo largo de años, no sirvió para
avanzar un paso en la industrialización y el desarrollo del país.
Mi
postura es, por supuesto, la opuesta a la del chavismo criollo. En una nota
anterior, y refiriéndome a Venezuela, señalaba que “todo esto fue un fraude
ideológico, alimentado y celebrado por muchos intelectuales y militantes de
izquierda de todo el mundo que alegremente saltaron al barco del “socialismo
siglo XXI”. (…) El socialismo, en tanto
programa liberador, en tanto crítica radical de toda forma de opresión y
explotación, sólo podrá reinstalarse en la agenda de la clase obrera mundial
desde la autonomía y autodeterminación de los explotados. Jamás podrá
regenerarse bajo la conducción de bonapartes “socialistas”, cultos a la
personalidad, enriquecimiento del lumpen burgués, milicos en las cumbres del
Estado y absurdas mezcolanzas de nacionalismos y socialismos burgueses” (aquí).
También en otras notas he planteado que CO(si no la más importante) que afrontamos es que el ideario
socialista está quebrado en la conciencia de las masas. Hoy agregamos otra
frustración: lo que
se ha presentado como “transición al socialismo en Venezuela” bajo conducción
de burócratas, boli-burgueses y stalinistas, fue desindustrialización,
retroceso de las fuerzas productivas, descomposición social y renovación del
hambre y la miseria. A la vista de este desastre… ¿cómo se puede decir que el chavismo volvió
a poner al socialismo en la agenda de la clase obrera y los oprimidos? ¿No
tienen límites para los disparates? Además, si lo hizo, ¿por qué los chavistas
argentinos no presentan el “modelo” a las masas trabajadoras? La realidad
es que no lo hacen porque saben que no tienen nada que mostrar. Tal vez
nada ponga más de manifiesto la distancia ideológica y política (subrayo: principalmente
ideológica) que me separa de esta izquierda, que su actitud acrítica, cuando no
directamente apologética, ante estos regímenes burocráticos, sean o no
capitalistas. La independencia de
clase, y una actitud internacionalista, constituyen la condición imprescindible
de cualquier proyecto socialista. El conciliacionismo con el nacionalismo
burgués y las burocracias de Estado, por más de “izquierda” que éstas se
proclamen, sólo augura nuevas derrotas al socialismo.
Testimonios desde las entrañas del chavismo
Para terminar, y a
efectos de que los lectores tengan elementos de juicio, presento pasajes
tomados de intervenciones y escritos de ex funcionarios e intelectuales que han
estado con el “Socialismo Siglo XXI”. Observemos que, si bien son personas
consustanciadas con el chavismo, tienen conciencia de que las dificultades no
se pueden despachar con el simple expediente de “el imperialismo nos creó
problemas”.
Felipe Pérez Martí, ex
ministro de Chávez, en febrero de 2015, en “Carta Abierta a Maduro”, señalaba
que la pobreza finalmente superaría, en 2015, el 50% y que más del 70% de la
población quería un cambio ya. Y decía:
“La política económica
está tan desquiciada, que un mínimo de cordura hace milagros. Pero esa cordura
mínima requerida, que beneficiaría a los pobres, a la clase media, y a los
empresarios emprendedores, perjudica a ciertos sectores: los corruptos, los
contrabandistas, los bachaqueros [los que negocian en el mercado negro], y los
muy ricos que no pagan impuestos ni siquiera a los estándares de Colombia y
Chile, países que nadie podría calificar como socialistas. (…) Incluso a
los precios petroleros que tenemos, se puede garantizar un salario mínimo de
unos 150 dólares mensuales. Unos 6700 bolívares a la tasa única de equilibrio
en el mercado cambiario, de unos 45 bolívares por dólar. Ese salario estaría
por debajo del de Colombia, unos 250 dólares. Pero es que nuestra productividad
ha decaído tanto en estos años, que no podemos aspirar a eso para empezar,
siendo realistas. Se sitúa a niveles anteriores del boom petrolero, del año
2005. Pero es que, con la debacle productiva, y con los actuales precios
petroleros, después de no haber ahorrado para prevenirnos, tenemos que asumir
las consecuencias”.
“…es imprescindible, primero que todo, cerrar la brecha fiscal,
que se puede colocar en 20% del PIB como van las cosas, o más. Con lo cual
tendrías que seguir imprimiendo dinero ante la falta de ingresos suficientes
para financiar los gastos. (…) El régimen cambiario actual no beneficia a los
pobres, sino fundamentalmente a los corruptos, los contrabandistas y los
bachaqueros (“A Maduro, por un socialismo democrático y endógeno, con inclusión
de todos los venezolanos”, http://www.aporrea.org/ideologia/a203096.html).
Héctor Navarro, ex
ministro de Chávez, mayo 2015:
“Los ex ministros
Héctor Navarro (Energía Eléctrica) y Ana Elisa Osorio (Ambiente), han propuesto
junto a la disidencia chavista representada en Marea Socialista, una auditoría
de los fondos públicos en los últimos 10 años, así como una investigación de
presuntos hechos de corrupción en áreas como alimentos, metalmecánica,
petróleo, cemento sin dejar de mencionar el desfalco de $22.500 millones
otorgados por Cadivi a empresas fantasmas en 2012, (que era para entonces el
ente gubernamental responsable de la política de administración de las
divisas)”. (…)
“…. me asombra ver cómo
ciertos funcionarios y sus familias reciben los carros importados de China
mientras el resto de la gente se anota en una lista y no le sale nunca el
vehículo o pasa mucho tiempo. Si del gobierno me llaman y me preguntan cuál es
esa familia yo estoy dispuesto a decirle quiénes son y que en tal parte
recibieron cinco carros en menos de tres semanas. Desde el año 2002 al
2012, el monto de recursos que pasaron a cuentas de venezolanos en Estados
Unidos (sin contar los paraísos fiscales como Suiza) aumentó aproximadamente de
$80.000 millones a cerca de $300.000 millones. Estamos ante una burguesía
emergente, esos no son revolucionarios ni lo fueron nunca, son esos que muchas
veces se hacen pasar por funcionarios ineficientes cuando en realidad son
corruptos. El tema de la corrupción es una deuda de la revolución”. (…)
“Es cierto que las bases del partido están acéfalas porque la Dirección Nacional
no se reúne y no tienen ante quien manifestar sus inquietudes y críticas. El
presidente Chávez en 2011 planteó las desviaciones capitalistas del partido y
llamó a rectificar (…) esas desviaciones hacen que el Psuv termine pareciéndose
demasiado a los viejos partidos como AD y Copei, que representan la política
que Chávez denunció y por las cuáles se alzó y entregó la vida. Pero repito,
confío en una rebelión de las bases para salvar la revolución” (Entrevista a El Tiempo de Puerto La Cruz,
27/5/15; http://www.rebelion.org/noticia.php?id=199274&titular=%22nicol%E1s-maduro-no-ha-actuado-y-est%E1-en-peligro-la-revoluci%F3n%22-).
Roland Denis, ex
viceministro de Planificación, en mayo:
“Lo que no hay derecho es que por no tener la voluntad política,
ni los principios éticos básicos, de enfrentar los intereses de un grupito de
mafiosos, oligarcas y los circulitos de civiles y militares que rondan
alrededor de Miraflores, BCV, Cadivi, Pdvsa, entonces toda la clase trabajadora
en todos sus niveles queda condenada a pagar con su esfuerzo y trabajo lo que
estos se meten en sus bolsillos todos los días, hasta llegar al momento como ya
lo estamos viviendo de no tener ni con que pagar lo que estos hijos de puta se
están robando (con el perdón de las putas). Esto nada tiene que ver con guerra
económica ni crisis estructural de nada, es el capitalismo a su más alto
delirio de riqueza, de acumulación inmediata sin producir nada, en manos de
unos pocos; este es el puro gobierno de unos cuantos riquitos y
neoriquitos…Pero también es de una enorme irresponsabilidad que por las ataduras
que se han creado entre movimiento popular y gobierno, que el pueblo organizado
y consciente no responda a esto y haga de grito una nueva verdad y una nueva
esperanza” (Rebelión,
25/05/15, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=199191&titular=entramos-en-situacion-de-hiperinflacion-).
Heinz Dieterich,
ideólogo del “Socialismo Siglo XXI”, en junio:
“La crisis económica de Venezuela se ha convertido en una crisis
política terminal para el gobierno de Maduro. Maduro perderá las elecciones
parlamentarias de este año y saldrá a más tardar en 2016 del poder, sea por
referéndum revocatorio, renuncia o intervención militar. Es prácticamente
imposible que el oficialismo revierta este escenario. Con el 75% de la
población en contra del gobierno de Maduro; con China negándose a inyectar más
liquidez a una política económica idiota y suicida; con una oposición unificada
para las elecciones parlamentarias y la cobardía sin límites de los
gobernadores y líderes del PSUV para cambiar el rumbo del país, el oficialismo
ha perdido todo poder de negociación para salvarse. La troika Maduro-Cabello -Arreaza
se mantiene sobre mentiras y bayonetas. Pero, las mentiras (“guerra económica”)
ya sólo convencen al 20% de la población y el tiempo de las bayonetas se
acaba” (“Venezuela, último año de gobierno Chavista”, 11/06/15,http://www.aporrea.org/actualidad/a201309.html).
Roland Denis,
septiembre:
“Al paso por calles y
campos, si en algún momento cualquiera de nosotros ha tenido que ser parte de
la historia reunida en estos últimos 20 o 30 años, sin duda alguna se
encontrará con caras malgastadas, frustradas, rabiosas, despidiéndose de una
historia que al fin y al cabo es la de ellos y ellas, la historia por muchos
años apasionada de lo que se ha llamado el chavismo. Una despedida que no es
formal, se mueve entre la duda y hasta el llanto, en otras con la alegría de
descargarse de un peso insoportable, pero despedida al fin de la historia que
no se pudo”.
“Este escrito ya desde hace mucho tiempo ha debido hacerse, pero
ya es hora de echarlo sobre la rueda pública, palabras que en realidad tienen
una connotación tan personal como política. Poco importa, porque ni en lo más
íntimo dentro de todos los perfiles de una vida controversial siempre se van
uniendo irremediablemente los asuntos personales y los políticos, las cargas
sociales y propias que llevamos por dentro. Es por eso que las cosas en
definitiva “hay que decirlas” si algo todavía tiene sentido decirse” (“Adiós al
chavismo”, 28/09/15, http://www.aporrea.org/ideologia/a214599.html).
Por supuesto, no es necesario estar políticamente de acuerdo con
estos ex funcionarios y militantes chavistas para rescatar lo sustancial que
están expresando: el
fracaso de lo que se quiso presentar como “novedoso”, y no fue más que la
repetición de las viejas recetas burocrático-nacionalistas, tiene causales
internas al “proceso”. Aunque esto al chavismo vernáculo
no le altera el sueño, ni el relato… de toda la vida.
Fuente: https://rolandoastarita.wordpress.com/2015/12/07/venezuela-y-el-chavismo-argentino-que-balance/
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