La ciudadanía
salvadoreña lucha para que
el agua sea un derecho humano
3
de junio de 2017
Por Edgardo Ayala (IPS)
SUCHITOTO, El Salvador , 30 may 2017 (IPS) -
Los electores de Suchitoto, en el centro de El Salvador, refrendaron
masivamente que el agua sea tratada como un derecho humano en el municipio, en
una muestra más de la creciente corriente del apoyo de la ciudadania a que se
legisle con ese objetivo en el país.
La consulta popular celebrada el domingo 28 en
este municipio, con un total de unos 25.000 habitantes, respondió a una
iniciativa pionera en el país, pero su resultado no es vinculante porque por
unos pocos votos no se alcanzó la participación necesaria.
Gregorio Hernández Sorto sí participó y llegó
muy temprano a Suchitoto desde Caulote, un caserío cercano, en el central
departamento de Cuscatlán. “No queremos que las empresas vengan aquí a robarse
el agua, es una lucha para que nuestras comunidades no sufran de escasez”, dijo
a IPS este campesino de 83 años.
La iniciativa contó con el apoyo del Tribunal
Supremo Electoral, que proporcionó los nombres de los votantes enlistados en el
padrón electoral del municipio, unas 9.000 personas, incluyendo cantones
(aldeas) y caseríos que circundan a la pequeña urbe y cabecera municipal, a
unos 50 kilómetros
al norte de San Salvador.
“Vamos a hacer la lucha hasta donde podamos”,
añadió Hernández, luego de depositar con solemnidad en la urna la papeleta que
daba la opción del sí o del no a la pregunta de si estaba de acuerdo con que el
agua sea un derecho humano.
De igual modo, Raquel Villarrivas, de 40 años,
destacó la importancia de que, con la presión de la ciudadanía, se logre que el
agua esté destinada prioritariamente a las personas antes que a sectores
empresariales que se nutren del recurso para sus actividades comerciales.
“Las empresas todo lo hacen por el dinero, van
buscando la forma de obtener más dinero, no le importa el derecho de las
personas”, aseguró Villarrivas, a la salida de uno de los centros de votación.
Parte del trabajo de concientización de la
población sobre los riesgos de que el agua sea primero mercancía, antes que
derecho humano de las personas, tuvo como antecedentes conflictos por el agua
entre comunidades y grupos empresariales.
Como la lucha impulsada en 2013 por
comunidades y organizaciones ambientalistas en Nejapa, 21 kilómetros al
norte de San Salvador, donde Industrias La Constancia, parte del consorcio
mundial AB InBev, pretendía perforar un pozo en la zona para ampliar su
producción de agua embotellada, cervezas y jugos.
Aumentar la producción implicaba una
disminución de la capacidad del acuífero de Nejapa, ya de por sí mermado, según
expertos entrevistas por IPS cuando surgió la disputa. Pero las
comunidades se opusieron y lograron frenar el proyecto.
Según el estudio Situación de los recursos
hídricos en Centroamérica, publicado en marzopor Global Water Partnership
(GWP), del total de agua disponible, solo 30,6 por ciento va destinado al
consumo humano, mientras que 70 por ciento se distribuye en riego (50,6 por
ciento), industrial (3,7 por ciento), generación de energía termoeléctrica (13
por ciento), acuícola (1,8 por ciento) y hotelero (0,02 por ciento).
En la consulta en esta localidad votaron 3.545
electores, de los que 3.464 apoyaron darle al agua el valor de derecho humano y
solo 81 se pronunciaron en contra.
Pero esa participación no alcanzó por 300
votos al 40 por ciento del padrón electoral, el mínimo exigido para que el
resultado de una consulta sea vinculante. Así que las autoridades municipales
no están obligadas a regular el uso del agua como un derecho ciudadano, más
allá de su masivo respaldo.
Pero las organizaciones que convocaron a la
iniciativa van a realizar un trabajo de incidencia para que, aun cuando el
resultado no sea el esperado, la municipalidad apruebe una ordenanza que recoja
el sentir popular.
“Los votos a favor del sí es un compromiso para
seguir trabajando en esta lucha”, aseguró a IPS la activista Araceli Argueta ,
gerente de Plataforma Global, una de las organizaciones convocantes a la
consulta.
El Salvador es un país que se ubica ya en el
umbral de estrés hídrico, según varios expertos e informes de organismos
internacionales. Es decir, cuando la demanda de agua es más que la
disponibilidad del recurso.
En este país centroamericano, de 6,4 millones de
personas, 86,6 por ciento de la población tiene acceso al agua por cañería,
según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2015, elaborada por el
Ministerio de Economía.
La consulta ciudadana, organizada por varias
organizaciones civiles, se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio, el de
lograr que la
Asamblea Legislativa apruebe la Ley General de Aguas,
estancada desde hace varios años.
“Si la ley no pasa, es porque hay intereses que
están en contra, y el que no haya legislación está prestándose a usos indebidos
del agua”, comentó a IPS el académico Andrew Cummings, director de la maestría
en desarrollo territorial de la Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas.
En 2006, un grupo de organizaciones sociales
presentaron el primer proyecto de ley para regular el uso del agua y seis años
después el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales introdujo otro, que no
ha avanzado por la obstrucción de diputados de fuerzas de derecha, en la
oposición.
Esos grupos opositores presionan para que los
empresarios privados participen en la entidad reguladora establecida en el
proyecto.
El gobernante e izquierdista Frente Farabundo
Martí para la
Liberación Nacional (FMLN) respalda la posición de las
organizaciones sociales para que los agentes privados estén fuera del órgano
llamado a determinar los usos del agua en el país.
“Cuando estamos hablando del agua como derecho
humano no debería haber representación de la empresa privada, porque el recurso
no es mercancía que se pueda negociar”, acotó Argueta, de Plataforma Global.
Los diputados de todas las fracciones
políticas aprobaron en marzo una ley que prohíbe la explotación de la minería
metálica, un paso histórico que sentó un precedente mundial.
Pero esa disposición a favor de una causa
común, también con gran respaldo popular, no ha permeado al espinoso tema del
agua, con intereses que entran en conflicto a nivel local entre la ciudadanía,
especialmente en las áreas rurales, y el poder económico.
“La diferencia es que la minería era un
interés transnacional, sin que la oligarquía local tuviera mucha presencia,
pero el agua es muy diferente”, analizó para IPS el ambientalista Carlos
Flores, de la
Unidad Ecológica Salvadoreña.
“Gran cantidad de empresarios en diferentes
sectores, y que tienen gran capacidad de lobby, tienen intereses en el sector
agua, y eso es lo que está actuando contra la ley de agua”, detalló.
Entre esos intereses mencionó al sector
azucarero, que irriga cultivos de caña de azúcar por medio de pozos, mientras
la población se queja de que sus pozos domiciliares se están secando
precisamente por el uso del agua para el cultivo de la caña.
Fuentes del sector azucarero aseguraron a IPS,
en una investigación de julio del 2016 sobre los daños ambientales de esa
agroindustria, que solo se utiliza el sistema de riego en 15 por ciento de las 166.000 hectáreas
dedicadas al cultivo de caña.
Editado por Estrella Gutiérrez
http://www.ipsnoticias.net/2017/05/ciudadania-salvadorena-lucha-porque-el-agua-sea-un-derecho-humano/
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227435
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227435
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