Plan Popular de
Emergencia: análisis parcial de su contenido
Plan propone políticas
para evitar una mayor deforestación de la selva Amazónica
27 de junio de 2017
Por Julia Dolce (Brasil de Fato)
En 2016 la Amazonía tuvo la mayor tasa de deforestación de los
últimos siete años
Entre agosto de 2015 y julio de 2016, la
Amazonía perdió 7.989
kilómetros cuadrados de selva, la mayor tasa de
deforestación desde 2008, según los datos oficiales divulgados por el Sistema
de Monitoreo de Deforestación de la Región Amazonía (PRODES),
del Gobierno Federal. Los datos además demuestran que entre 2004 y 2008 la
tasa de deforestación se redujo.
Un programa de control, contención, combate y
represión de la tala ilegal, especialmente en la Región Amazónica
de Brasil, hace parte de las medidas del eje de defensa del medio ambiente del Plan Popular de Emregencia,
creado por el Frente Brasil Popular (FBP) -compuesto por más de 80
organizaciones de izquierda- con el objetivo de construir metas para
restablecer la democracia y los derechos sociales en Brasil, además de
enfrentar la crisis económica.
Para Luiz Zarreff, coordinador en el
Estado de Goiás, en el Centro-Oeste de Brasil, del Movimiento de Trabajadores
Rurales Sin Tierra (MST), una de las organizaciones que componen el Frente
Brasil Popular, es necesario retomar el modelo de contención de la
deforestación adoptado entre 2003 y 2010. "[El modelo] tuvo un efecto muy
importante en el combate al grilagem [método ilegal que utiliza
documentos falsos para forjar la titularidad y reivindicar la tenencia sobre la
propiedad] y en la vida de las comunidades tradicionales que dependen del
manejo de productos forestales para sobrevivir. En los últimos años, hemos
visto que la tasa de deforestación volvió a crecer", afirmó.
Según Marilene Rodrigues Rocha, integrante del
Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras Rurales de Santarém, municipio de la región Oeste de Pará
y coordinadora de la
Casa Familiar Rural , el aumento en la deforestación en los
últimos años perjudicó los agricultores de la región. Para ella, la
actual crisis institucional del país también contribuye a la situación.
"Aquí en la región de Baixo Amazonas
(región compuesta por quince municipios), en este período de cambio de
gobierno, de cambio en el escenario político y ambiental, somos muy atacados.
La deforestación aumentó y nuestras tierras son un gran foco, estamos perjudicados
por la tala de árboles y por el uso de agroquímicos", afirmó.
Medidas provisionales
Proyectos defendidos por el gobierno golpista
de Michel Temer (PMDB), para la agricultora, amenazarán aun más la región. La medida
provisional número 759, por ejemplo, fue aprobada por el Senado el 31 de mayo
y responde exclusivamente a los intereses de la "Bancada Ruralista "(compuesta
por parlamentarios que defienden los intereses de los grandes propietarios de
tierra) en el Congreso brasileño, al discurrir sobre la regularización de
tierras en el país.
El texto inaugura una nueva modalidad de
control de tierras públicas, que al revés de ser una concesión que proponga el
cumplimiento de la función social - ofrecida a los agricultores en los
programas de reforma agraria, por ejemplo - como ocurre actualmente, hace con
que el gobierno empiece a ofrecer una titulación que permite la venta de
tierras a terceros. Además, la medida garantiza la amnistía a deforestadores y
a personas que favorecen la apropiación ilegal de tierras con documentos
forjados.
Según Sara da Costa Pereira, educadora popular
de la Federación de Órganos para Asistencia Social y Educacional (FASE),
también del municipio de Santarém, la medida provisional puede aumentar la tala
de árboles. ˜En realidad, [la medida] libera áreas que antes estaban
protegidas, como las unidades de conservación, para el agro negocio, y pone
esas áreas en situación de vulnerabilidad, ampliando las posibilidades de
devastación por parte de las empresas del agronegocio", argumenta.
La educadora afirma que los ataques a los
derechos territoriales son cotidianos y que la extracción ilegal de madera y la
deforestación para cultivo de soja son los principales motivos de la
devastación ambiental en la región amazónica del Oeste de Pará.
˜Las políticas gubernamentales favorecen a ese
grupo de empresarios del sector del agronegocio, de extracción de madera y de
cultivo de soja, y esa clase de negocio destruye la selva y perjudica a la
población de la región, a los trabajadores rurales, comunidades negras e
indígenas", denuncia.
Otras medidas provisionales, como la 756 y la
758, también son denunciadas por los activistas ambientales por estimular la
deforestación en la
región. Las medidas fueron enviadas al Congreso en diciembre
de 2016 y aprobadas ese mes por el Senado y destinan casi 588 hectáreas de
selva preservadas en Pará a la explotación económica, al convertir miles de
hectáreas de Parques Nacionales en Áreas de Preservación Ambiental (APA), que
poseen un grado menor de restricciones ambientales y permiten la compra y venta
de tierras privadas. Conforme los datos del Instituto Socioambiental (ISA), la
extensión de tierras desprotegidas es mayor que el área del Distrito Federal
(5.802 km²).
Resistencia
Ante tal contexto, Marilene cuenta que los
movimientos populares de la zona rural empiezan a articularse para impedir el
avance conservador. ˜Las medidas provisionales del Gobierno Federal están en
contra del pequeño agricultor. Los movimientos se están articulando para
combatir esas medidas."
En este sentido, el Plan Popular de Emergencia
es una de las principales medidas para frenar la deforestación del medio
ambiente. "El modelo en que vivimos no nos sirve. Quien debe decidir el
desarrollo de la región son las personas que aquí viven, y ese tipo de proyecto
excluye nuestra opinión. Iniciativas como el Plan Popular de Emergencia son
fundamentales para el avance de fuerzas [progresistas]", afirma.
Según Zarreff, las propuestas del Plan para el
medio ambiente contemplan tres grandes ejes: la deforestación, la recuperación
de los recursos hídricos y acciones que contemplan la periferia de las grandes
ciudades. "Son medidas de emergencia para este momento de golpe en
Brasil, que más allá de la cuestión institucional del Gobierno Federal, tiene
consecuencias directas en los territorios."
Durante el discurso realizado el último 5 de
junio, en que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, Michel Temer
resaltó que su gobierno logró "hacer muchas cosas en apenas un año".
"Asumimos metas ambiciosas y factibles, nada irreales. El país ofrecerá su
contribución. Elegimos el camino del desarrollo y de la sostenibilidad",
afirmó.
Contactado por email, el Ministerio de Medio
Ambiente no envió un posicionamiento sobre el tema hasta la publicación del
reportaje.
Traducción: Luiza
Mançano
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228412
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