“Nunca va a haber justicia social mientras
la
tierra esté en pocas manos”
2 de octubre de 2017
Conversamos con
Benigno López y Héctor Agüero del Frente Nacional Campesino.
En apenas 5 letras "campo" es una palabra capaz
de convocar a su alrededor las imágenes más diversas, y desatar los debates más
encarnizados. Toda nuestra historia la encontró dividiendo aguas y resumiendo
muchos de sus momentos más dolorosos y terribles. Ahora mismo sigue siendo así
aunque la enorme mayoría nos apiñemos en grandes conglomerados urbanos, y lo
que pasa más allá del asfalto pueda parecer cosa de otro mundo. Esto que
llamamos Argentina, consolidado territorialmente sobre el genocidio de los
pueblos originarios, tiene enormes extensiones del suelo más fértil del mundo,
con diversidad de ambientes y climas como casi ningún otro lugar. En los
últimos 20 años, de la mano del agronegocio, eso que se dice "campo"
cambió totalmente. Desbordando zona pampeana, el paquete de siembra directa de
semillas transgénicas y aplicaciones masivas de agrotóxicos, fue empujando la
frontera agrícola hacia zonas inéditas desplazando todo: lo que queda de bosque
nativo; tambos, ganadería, otras producciones; comunidades campesinas e
indígenas, y con ellas toda otra forma de entender y habitar los territorios
por fuera de las lógicas de mercado. El "granero del mundo" pasó a
producir commodities que pueden alimentar desde chanchos chinos hasta motores.
Así, junto a cada hectárea ganada para el agronegocio, fueron alambrando
también la palabra "campo" y, como en el territorio, dejando afuera
de ella todo lo que no sea a su imagen y semejanza.
Más allá de las grandes extensiones de commodities
fumigados, más allá de los sentidos que se cierran y clausuran; hay gente que
dice otra cosa al decir "campo" y desde ahí plantea otra forma de
estar en la tierra y de vincularse con lxs que habitamos los pueblos y
ciudades. A pocos días de reunirse en Buenos Aires, recuperamos un diálogo muy
reciente con Benigno y Héctor, referentes del Frente Nacional Campesino.
Huerquen: ¿Cómo se
arma el Frente?
-Benigno López:
El Frente Nacional Campesino (FNC) tiene varias vertientes. Se conforma en el
2008, cuando hicimos una asamblea de organizaciones en la Universidad Popular
Madres de Plaza de Mayo donde diferentes organizaciones de
distintas provincias decidimos conformar lo que denominamos Frente Nacional
Campesino. Había organizaciones de Formosa, Misiones, Chaco, Salta, Jujuy, San
Juan, Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe, Neuquén. Es una organización de
organizaciones de hecho. Somos asociaciones, cooperativas, pequeños grupos. O
sea que es muy heterogéneo. La característica principal es que los que integran
el FNC son muy productores, muy campesinos, muy de campo adentro del
territorio, de profesión productor trabajador rural. Somos en su gran mayoría
lo que se denomina criollos (o sea el productor nativo del interior) y pueblos
originarios, o sea que es diverso, con distintas culturas lógicamente, pero
mayoritariamente bajo la denominación campesina. Creo que al Frente lo que lo
identifica es que es diverso en cultura, en geografía, en producción y con una
posición política ideológica tirando a lo homogéneo. Es decir, la gente que
está en esta organización pelea por la tierra, por las semillas, por el acceso
al agua, pelean por mejorar las condiciones de vida de donde viven, por el
arraigo, contra los desalojos, pelean por proteger el monte, se pelea por los
precios para la producción, porque la producción nuestra sea de calidad, sana y
a su vez beneficie a los consumidores.
Estamos participando de lo que hoy es el Consejo de la Agricultura Familiar
Campesina Indígena en el Ministerio de Agroindustria, fuimos
parte de la construcción de la Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar ,
estamos en el proceso de reglamentación, y estamos haciendo un trabajo de difusión.
Ahora también estamos involucrados en que salgamos lo
mejor parados posible como sector en esta pelea por la modificación de la ley
de semillas que propone el ejecutivo. Tenemos
una ley antigua, de la época de la dictadura pero lo que se propone es peor.
Tratamos de aportar nuestro granito de arena para que salgamos de esto lo mejor
posible: si se pudiera, lograr que no se modifique y si no, que sea lo más
favorable posible.
El desafío del FNC es el desafío que tiene el
sector en general.
Estamos en momentos muy críticos. Es necesario acordar con la mayoría de las
organizaciones por lo menos algunas cuestiones elementales y pelearla. Uno es que se concrete la reglamentación de la Ley (de
Reparación Histórica de la Agricultura Familiar ) que creemos que se va a dar
en septiembre, y que salga lo más parecido a lo queremos. Hay que pelear porque
la ley tenga presupuesto, que exista una secretaría por lo menos y que exista
presupuesto. Que esos programas y proyectos lleguen a los productores y a su
vez existan espacios de participación en cada provincia.
-Héctor Agüero:
Para agregar a lo que decía Benigno, el Frente está constituido por
organizaciones que tienen vida propia de treinta y pico de años antes o más.
Digo esto como dato concreto, porque se ha puesto de moda después de lo de la
125, que han aparecido muchas organizaciones campesinas de productores y demás,
con Personería Jurídica, pero bueno nosotros después de mucho camino llegamos a
la conclusión de articularnos y darnos una representación nacional en lo
político y en lo legal.
-Benigno: Otra
característica también es que nosotros nos hacemos cargo de la historia de este
sector, porque no todos se quieren hacer cargo. O sea yo soy hijo de gente que
estuvo en las Ligas Agrarias, a su vez fuimos expulsados en época democrática
de los primeros gremios rurales y conformamos el MOCAFOR (Movimiento Campesino
de Formosa) y asumimos toda esa historia y rescatamos todas esas
reivindicaciones de las ligas agrarias y nos hacemos cargo de los aciertos y de
los errores.
–Hqn: ¿Cuál es la situación actual del
sector?
Benigno: Es una situación crítica. A pesar
de que somos muy diversos a todos nos toca una situación muy crítica, tanto en
la Patagonia como en las regiones del NOA, de Cuyo, del Centro, del NEA. El
sector está en pleno retroceso en lo económico, en lo productivo, en lo social
e incluso en lo cultural y sin perspectiva alentadora. ¿Por qué? Porque rige un
sistema político y económico neoliberal en la Argentina y en ese marco nuestro
sector es débil, existe mucha fragmentación y a pesar que estamos trabajando
para que crezca la articulación entre las organizaciones, tenemos una
Secretaria de Agricultura Familiar que es un espacio del Estado que no tiene
presupuesto, que no tiene programas y proyectos para el sector, y a su vez, el
sector se enfrenta con las importaciones, con el aumento de los insumos, con
una serie de problemas que genera este modelo liberal de apertura de libre
mercado. Para darles un ejemplo, los criadores de cerdos tienen muy alto el costo
de los productos de la alimentación del cerdo y a su vez se importa cerdo y eso
es insostenible. Por otro lado, los tamberos están destruidos, del pequeño
algodonero de Chaco, Formosa, algo de Santa fe y Santiago del Estero muy poco
queda, y los Gobiernos impulsan el paquete de
tecnología “Monsanto”, entonces el pequeño productor recibe la semilla,
usa agrotóxicos, descuida los otros cultivos de subsistencia y de renta y
cuando hace los números en realidad siempre se encuentra con deudas. Muchísimos
pequeños productores están vendiendo su pequeña parcela de tierra. Así pasó con
el pequeño cañero en Tucumán, así pasa con los citricultores de Entre Ríos y
Corrientes, así pasa con los horticultores de distintas provincias, con los
productores de manzana y pera en Río Negro y así pasa con los pequeños
ganaderos en todos lados. Estamos en una encrucijada terrible por diferentes
factores y también para empeorar las cosas, está el factor climático.
En la región del gran Chaco venimos de superar cuatro años
de sequía donde hubo una mortandad de animales y una perdida fenomenal. Y el
Estado no asistió. Existe una Ley de Emergencia Agropecuaria, pero en un año
los fondos se devolvieron por no haber sido utilizados a tiempo. El productor
queda muy debilitado. Ahora vinieron lluvias y la zona del Chaco seco se está
recuperando, pero con menos ganado, con la sanidad descuidada, y en la zona de
lo que es el gran Chaco húmedo hubo muchísima lluvia entonces el pequeño
ganadero y el pequeño productor horticultor y maicero perdió su cultivo y su
ganadería, y la asistencia del Estado es clientelar, solamente para los amigos.
Esa es la situación, ahora bien ¿Se puede revertir? Si,
algo se puede hacer pero es imprescindible la unidad de las organizaciones e
incluso hay que pensar de ver ciertos acuerdos tácticos con los medianos porque
también están desapareciendo. Y tener una articulación y tomar posturas comunes
frente a las Instituciones del Estado. Hacen falta políticas públicas para el
sector. Debemos frenar la
Ley Monsanto de Semillas juntos. Y más que antes es necesario
que la ciudadanía, la población urbana, conozca de que se trata el otro campo.
El campo no es sólo lo que te muestra TN u otros canales
de televisión. El campo es mucho más amplio. Si se entiende esto se va a
comprometer. Yo tengo esa esperanza. Porque buena parte de los argentinos
quieren consumir alimentos sanos (si supieran lo que consumen yo creo que no lo
harían) y después pelear por otros modelos, otros paradigmas. Por supuesto que
esto involucra otro modelo de país. Yo creo que la ciudadanía debería saber qué
consume. De dónde viene y cómo se produce lo que consume, y que la única
garantía para cambiar ese modelo de alimentación es la agricultura familiar,
campesina e indígena. Pero para eso hace falta presencia del Estado pero el
Estado está ausente o cuando está presente es para reprimir, nunca está para
ayudar.
-Héctor: Este
es un modelo que favorece a los grandes productores en perjuicio de los chicos,
de la diversidad y que está poniendo en riesgo la salud. Está la
necesidad de articular con lo urbano donde alguna gente puede tener una mirada
economicista y dice que la ciudad es todo asfalto, que no hay tierra, no hay
donde sembrar y son consumidores de lo que yo siembro acá, pero está la otra
mirada que en el medio hay una intermediación que es la que se queda con la
ganancia, y por lo que el consumidor paga un alto costo que no le llega al
productor y hay gente que está viviendo de una producción que no le costó nada.
Y por otro lado, en el camino cuando una leche, un tomate, se envasa, ya tienen
colorantes, conservantes, estamos hablando de la incorporación de productos
químicos al alimento.
Y una
cuestión que desde el Frente planteamos es que las perspectivas de salir de
esto son positivas en la medida en que empecemos a discutir con agenda propia
los productores, la
ciudadanía. Que quiero decir con esto: si empezamos a mirar
que los alimentos son constructores de la salud, vamos a tomar conciencia qué
estamos pagando, a quién estamos dando nuestra plata, qué estoy poniéndole a mi
cuerpo, qué es un producto fresco…empezar a diferenciar ese tipo de producción,
dejando de lado también a los vivos que te dicen que porque es orgánico te lo
vendo más caro. Tampoco es así. Y otra cosa que planteamos desde el Frente es
la necesidad de discutir un modelo agropecuario en Argentina. Acá nunca hubo un
plan. Hasta la 125 no había un Ministerio de Agricultura, era una Secretaria.
Esa es una cosa positiva que dejo la 125, que se re categorice, se dé valor y
tengamos un Ministerio de Agricultura con una Subsecretaria de Agricultura
Familiar adentro que después fue Secretaria. Estamos hablando de 200 años de
Estado.
-Hqn: El sector
del cual son parte Uds. siempre se lo trata como un sector chico, pobre y como
que la política que había era de contención social, no son considerados como un
sector productivo…
-Héctor: Si, esa es la mirada del Estado:
para el Estado ¿somos un sujeto de asistencialismo o un sujeto para el
desarrollo? Pero la cuestión es que nunca hubo un plan agropecuario, un modelo
de desarrollo para este país. Cuando convenía hacer vacas, hicieron vacas,
cuando convenía hacer miel, hicieron miel. Por eso lo de granero del mundo.
Vamos a exportar lo que se pague, lo que se venda. Pero modelo propio nunca
tuvimos. Esto está en el debe de todas las organizaciones. Empezar a hablar de
un modelo productivo, de un modelo de desarrollo.
-Hqn: Uds.
decían que estamos en crisis en lo económico, en lo político y también en lo
cultural. ¿Pueden desarrollar por qué es una crisis desde lo cultural?
-Benigno: Creo que nada es casual. Ser del
campo, de este campo que nosotros hablamos, tiene su identidad cultural y tiene
raíces históricas. A su vez el modelo capitalista trata de convencerte que lo
más importante de vos es que sos un individuo consumidor, y te convierte en un
robot donde tenés que pensar de una manera, hablar de una manera, vestirte,
escuchar música como ellos te dicen y comer la comida que se estandariza.
Terminas siendo un objeto, no un sujeto. Esto afecta a toda la sociedad, en el
campo también. No creo que nadie pueda ser libre si no está orgulloso de su
pasado, de su identidad, de su historia. Si la sociedad no está orgullosa de
ser lo que es, no existe posibilidad de liberación y terminas siendo esclavo
del sistema Capitalista en sus distintas versiones que nos reduce a un objeto
de consumo. Y esto al campo afecta mucho. Por ejemplo, te aplican paquetes
tecnológicos, te rompe toda tu cultura milenaria de producción, de consumo, de
subsistencia y te convierte en un esclavo de ese paquete, con lo cual perdés
toda posibilidad de ser libre e independiente.
-Hqn: Y esto de “lo atrasado”, lo
pasado, “lo que debemos superar”, ¿No se juega en relación al agronegocio
también?
-Benigno: Si,
porque producen algún transgénico, alguna soja, o sea, se vendió bien que este
paquete tecnológico es el progreso y que el resto es el atraso total y sos un
bárbaro si seguís en ese modelo. Eso te lo imponen a través de Instituciones
Públicas, a través de los medios de
comunicación. Incluso en el mercado, o sea, vos querés producir un zapallo en
el nordeste para vender en la región central del país, tenés que caer en las
manos de estas tecnologías, y si no, no te compran. Es más, al consumidor
también se le dijo qué es lo que tiene que comprar en productos agropecuarios.
Por ejemplo, nuestro zapallo criollo es más rico que el zapallo negro, híbrido,
japonés, pero la televisión te muestra ese, y la gente compra el japonés
híbrido, que ni siquiera se puede reproducir. También, pasa con el maíz y con
la sandía por ejemplo. No es el más rico en realidad, es el que la televisión
te vende. Y eso es el progreso, estar en onda y lo otro es estar en el pasado,
en el salvajismo.
Héctor: Esto es un elemento fuerte que el
mercado usa y va a volver a usar con esto de la Ley de Semillas para decir que
esta semilla es mejor que la nativa y criolla. “La sandía pesa cinco kilos más,
la cebollas pesa doscientos gramos más y son todas parejitas con una medida
estándar”…nos vienen con eso, que lo de afuera es mejor, y eso ha hecho carne
en buena parte de la sociedad.
-Hqn: Ustedes, como dirigentes del
frente, de ese campo profundo, ¿Cómo ven este momento en donde el Presidente
habla constantemente del campo como el motor de desarrollo?
-Benigno: Él se
refiere y se congracia con las corporaciones patronales del campo. Estas
grandes empresas agropecuarias que conforman la oligarquía nacional. El cuando
habla se refiere a ellos, a la oligarquía, a los poderosos, a los que
concentran la tierra y la riqueza, no se refiere a la gran mayoría de los
pequeños y medianos productores que existen en el país y que la están pasando
mal. Tienen un pacto con ellos. Quieren una Argentina agroexportadora
solamente. Hoy manejan la economía del país, porque este gobierno es un capataz
de las corporaciones nacionales y extranjeras, y entre esas corporaciones están
estos grupos de grandes estancieros. ¿Y cómo lo vemos? Y mal, porque es
profundizar la desigualdad, la inequidad, la injusticia social. Y es lo que
están haciendo en desmedro de la gran mayoría e incluso de la gente de la
ciudad, principalmente contra la gente de la ciudad.
-Hqn: Ahora, te
muestran como dato de que el sector más dinámico de la economía es el campo,
porque el auto más vendido son las camionetas 4x4 y que se venden cosechadoras
a lo loco, etc.
-Benigno: Yo
creo que hay mucha mentira en eso también porque están bastante equipados ya,
no necesitan seguir comprando mucho. Las camionetas si, las cambian cada seis
meses, y cada hijo tiene una camioneta. Pero respecto a las maquinas, no se
están comprando muchas.Pero gran parte de la sociedad urbana compra ese cuento.
Incluso nosotros tenemos problemas de ese tipo en muchos pueblos chiquitos,
donde compran ese cuento también. Esto es una batalla cultural.
-Héctor: otro elemento a tener en cuenta es el rol que han jugado las
Universidades, la educación, la formación. La 125 para nosotros fue una bisagra
realmente. Ahí vimos quienes somos, cuanto somos, donde estamos. Por fortuna
algo se ha recuperado del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria).
En una época el fundamentalismo de las tecnologías hizo que se despreciaran los
controles biológicos, entonces los Ingenieros del INTA te salían a vender la
gran máquina, la gran semilla con tal producto químico para combatir al
picudo por ejemplo (plaga del algodón). Y el picudo le ganó la batalla a los
químicos, a todo, y el resultado es pequeños productores endeudados por comprar
máquinas grandes para unidades pequeñas que ellos tenían, y en donde no era la
tecnología apropiada, pero se la vendió el INTA y terminó hipotecando su vida,
su familia, su tierra por cuarenta o cincuenta años y ganó Monsanto.
-Hqn: ¿Antes
había un INTA que hubiera fomentado otras formas de combate al picudo siguiendo
con tu ejemplo?
-Héctor: Claro.
Antes estaban los técnicos del INTA que hablaban de preparar la tierra con dos
meses de anticipación, el control biológico de los bichos, que el tero, que el
ñandú, bichos que comen insectos etc. Había toda una
corriente ecologista que siempre fue despreciada por la ciencia. Ese es el
gran problema: el fundamentalismo tecnológico de los científicos. Es decir, te
enveneno todo, el agua, la napa contaminada, después ponele dos gotas de
lavandina al agua para no tener cólera, estamos locos! Y todo eso sostenido
desde nuestras Universidades que pagamos todos. ¿Quién dice, quien fundamentó
que un pequeño productor que tiene cuatro o diez hectáreas es viable o no?
Fueron los técnicos del INTA. Entonces, el desarrollo de toda la maquinaria
tecnológica está hecho para un tipo que tienen diez mil o más hectáreas. Ahora
si vos tenés una zona apta para producir alimentos, produzcamos alimentos no
comida para chanchos o combustibles para la industria.
-Hqn: El sector
campesino no tiene su propio sector de intelectuales por decirlo de alguna
forma.
-Benigno: Hay
muy poca gente comprometida, militando para el sector con seriedad y rentado
hay muy poco también, que tendría que ser la gente de Pro-huerta, INTA, INTI,
etc. Pero a la hora de los bifes o se van de un lado o se van para el otro,
porque algunos quieren que salgas a sembrar con el palito de vuelta y tampoco
se trata de eso. Porque hay que ser eficientes a esta altura. Ya no somos mil
millones de habitantes en el planeta.
-Hqn: Ese es un
debate que mete Monsanto mucho: que en el 2050 vamos a ser 9 mil millones de
habitantes y “¿Cómo vamos a hacer para darle de comer a todos?”, entonces te
dicen que la única vía es la biotecnología...
-Benigno: Ellos
se aprovechan de la desinformación, del desconocimiento para seguir haciendo su
negocio. Pero si, lógicamente tiene que haber otra salida. Hay algunos
científicos, profesionales que demuestran que se puede pero no tienen los
micrófonos, los espacios institucionales, no tiene el amparo de nadie para
socializar esto. Rusia dice no al transgénico y que van a ser el principal
exportador de productos orgánicos para el 2020 y no creo que Rusia se suicide.
Ese discurso lo hicieron siempre, antes era la soja para combatir el hambre y
con la soja no se combatió el hambre, al contrario, aumentó la pobreza y el
hambre. Donde hay una diversidad de producción, de distintas estaciones, no hay
hambre. Y donde los dueños de la tierra y de la producción son pequeños y
medianos productores te garantiza combatir el hambre realmente. Si en Argentina
la tierra estuviera bien distribuida y existiera diversidad de producción, el
alimento sobraría, y se exportaría una gran diversidad. Y tampoco existirían
desocupados. Si existiera equidad en la distribución de la tierra, de la
producción y el trabajo, no existiría la desocupación en Argentina. Ahora, con
la concentración de la tierra, el monocultivo y lo transgénico si acarrea
desocupación, expulsión y disminución total de la diversidad de la producción
de alimentos. Y a su vez eso hace que las corporaciones locales monopolicen la
gestión y la comercialización de los alimentos. Mientras el otro modelo
permitiría algo mucho más simple, más justo y más barato.
-Héctor: Es
clara la intención de estos tipos. Es seguir ocupando territorio y controlar el
alimento. El que controle la comida va a controlar todo.
Pero hay esbozos de otra cosa. Esto que plantea Evo
Morales del Buen Vivir por ejemplo. A ver qué pasa si subdividimos los campos.
Dividamos la tierra, vamos a tres o cinco cuadras por familia, uso social de la
tierra produciendo alimento, manéjense con su cultura y vamos a cambiar el
concepto, vamos a empezar a ver que es vivir bien, que es consumir sano, y
vamos a ver que no necesitamos el 90% de las cosas que estos ñatos nos quieren
vender, pero claro, ahí está la batalla es cultural y es política y no es
sencillo. Hqn: Empezamos hablando de la comida, de Monsanto, de la semilla y
terminamos hablando de la tierra.
Benigno: Yo soy medio fundamentalista. La
tierra es la base de todo no? Más si estamos hablando de campo. Esto de la
diversidad cultural, geográfica etc., todo hay que tenerlo en cuenta pero a la
hora de la decisión, esta es política. Desde el Frente estamos claramente en
contra de todo lo que sea la concentración de la tierra. Porque hay
organizaciones que putean contra la extranjerización pero si combatimos la
concentración, la extranjerización no es un problema. Acá el problema es que
poca gente es dueña de la mayor parte de las tierras del país y otros millones
no tienen tierra. Nunca va a haber justicia social, ni equidad, ni liberación,
ni muchos cantitos al pedo, si no se toca el tema de la tierra. Tendríamos
que estar en contra de cualquier tipo de concentración de la tierra, del agua,
de los recursos naturales. ¿Cómo va a haber justicia social con el estanciero
que tiene 100.000
hectáreas y se ríe de todo el mundo, que tiene peones de
esclavos, y está metido en el narcotráfico y digita quien va a ser el
Gobernador? Es así la vida real. Estos terratenientes son oligarcas, vengan de
donde vengan. Nos amenazan, matan gente, porque el terrateniente se siente
dueño de la vida de todos, en su naturaleza está el ser dueño.
San Telmo, Bs.As. Octubre de 2016
Fuente: https://huerquenweb.files.wordpress.com/2017/10/entrevista-al-fnc.pdf
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