Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México)
Análisis electoral en
varios países
28 de octubre de 2017
28 de octubre de 2017
Por Mario Hernández (Rebelión)
M.H.: Voy a confesarle que me sorprendió la elección del chavismo
en Venezuela ¿Cuál es su visión respecto de esta situación?
G.A.: Primero dejame dar un saludo a la familia de Maldonado y a
los Mapuches en lucha ante un Estado represivo y criminal. No quería dejar
pasar la ocasión.
En Venezuela para mi
primó el deseo de paz de la gente, de evitar la guerra civil, entonces votaron
masivamente para asegurar eso. Votaron en pluralidad porque participó la
oposición y votaron contra el golpe reconociendo las elecciones, la legalidad
del gobierno, la
Asamblea Constituyente. Eso es lo importante. Hay una
voluntad de paz y un repudio al golpe.
La oposición no puede
decir que hubo fraude porque independientemente de los problemas que puede
haber habido en lo esencial fue una elección sin inconvenientes de ningún tipo.
Además la oposición ganó en varios Estados, incluso en Estados estratégicos que
son los que están en la frontera con Colombia, por donde pueden venir los
paramilitares. No pueden reconocer una legalidad donde ganaron y desconocer la
legalidad donde perdieron.
La prensa
internacional como siempre, tanto la oral como la escrita, con la infamia de
siempre acusaban al gobierno de dictadura por la represión respondiendo a los
motines golpistas de la oposición y cuando hubo elecciones la oposición
participó y el gobierno ganó bien, la noticia dejó de ser noticia, no se habla
de Venezuela.
Lo importante es que
con esto se afirma un poco el gobierno, hay tranquilidad por un rato porque ha
conseguido un éxito en esto al encontrar una salida pacífica. Además la
oposición se divide, porque quedan por un lado los que participaron de las
elecciones y van a querer participar en la próxima, tanto en la municipal como
en la presidencial y, por otro lado, los golpistas, que todavía esperan que con
la OEA, Almagro y EE UU puedan derribar a Maduro.
Para Maduro,
sin embargo, es un poco de aire pero no mucho porque el problema real en Venezuela
es la situación económica, ha aumentado otra vez un 40% el salario mínimo que
va en la escalera rodante a contramano, está cada vez peor, en un nivel más
bajo. Entonces la situación económica es lo principal y a eso Maduro no le da
ninguna solución porque no quiere tocar los intereses de fondo del capitalismo
en Venezuela y busca, por el contrario, una política extractivista, inversiones
imperialistas o de otros países medio imperialistas como China y más de lo
mismo que ha llevado a la
crisis. Entonces lo que hay que prever es que va a haber una
crisis más profunda y que la crisis política que ha sido momentáneamente
restañada va a volver a ser aguda en las elecciones presidenciales próximas.
M.H.: Sobre este tema
quiero consignar un par de cuestiones. Pude ver en Telesur la conferencia de
prensa del presidente Maduro, fue un ejercicio duro porque lo estuve escuchando
durante dos horas y media y realmente toda su explicación y la de algunos
miembros de su administración, suenan muy convincentes en el sentido de lo que
significó un triunfo limpio del chavismo sobre la oposición. Pero
hay dos temas que me llaman poderosamente la atención, uno es Almagro que dice
que los partidos de la oposición que participaron son traidores y
corresponsables del fraude y la otra es la publicación de Clarín del 18 de
octubre, con una foto de María Corina Machado y una serie de personajes que
desconozco y que dice que no reconoce el resultado de las elecciones, siendo
que ella no participó. ¡Esto es increíble!
Un panorama cargado de
elecciones, allí en Europa dos elecciones en dos pequeños países como la República Checa y
Austria, en ambos ganaron sectores vinculados a la ultraderecha. ¿Qué nos puede
comentar al respecto?
G.A.: Ambos son países por donde primero pasan una parte de los
inmigrantes, los que no vienen del norte de África, los que vienen desde Asia.
Son países, para los reaccionarios, de primera línea, Hungría, Austria y
República Checa porque los refugiados, gente que escapa de la guerra y del
desastre, quieren llegar a Alemania, pero tienen que pasar por esos países.
Hay toda una capa
nacionalista en Austria, una parte de la entonces Checoslovaquia
y Hungría eran países que tenían una gran cantidad de nazis, antisemitas y
racistas; ahora se despierta nuevamente el racismo, no contra los judíos y los
gitanos sino contra los inmigrantes. Es un vómito del pasado, de miles de años.
El catolicismo en estos países fue profundamente racista y en las Cruzadas lo
primero que hacían era matar judíos antes de llegar a combatir contra los
musulmanes. Eso reaparece. Es uno de los elementos del nazismo. Lo que no está
es el seudosocialismo, entonces son católicos, racistas y xenófobos y sin
contenido social.
Frente a ellos no hay
una izquierda porque la llamada izquierda son los socialdemócratas que en el
mejor de los casos, el de los austríacos, jamás han pasado de una política de
reformas avanzadas en un país que de todos modos tiene un buen nivel de vida y
no lo necesita. Entonces no han hecho educación de ningún tipo, en cambio han
fomentado el nacionalismo. Y los excomunistas estalinistas eran lo mismo, en
Checoslovaquia pasaron a llamarse socialdemócratas pero manteniendo sus
concepciones nacionalistas y racistas de los estalinistas del pasado.
M.H.: Hoy vi que las
elecciones argentinas merecieron algún análisis de su parte.
G.A.: Sí. Habíamos dicho que iba a ganar Macri y por bastante, y
es lo que pasó. Superó sus votos de las PASO y se encamina hacia una relección
en el 2019, porque enfrente no tuvo una oposición, aparte de que los
justicialistas, los peronistas y los kirchneristas tienen una política
neoliberal similar y la gente prefiere el original y no la fotocopia.
Cristina Fernández
proponía ponerle un freno al ajuste, como si el Parlamento podría ponerle algún
freno a algo, porque lo que pone un freno son las relaciones de fuerzas entre
las clases, las movilizaciones, a las cuales en lo más mínimo recurrió Cristina
Fernández. Y después recordar a Perón, que en la Constitución del ´49 prohibía
las huelgas y decía “del trabajo a casa y de la casa al trabajo”. Es decir, no
hizo en lo más mínimo una oposición presentando una alternativa, lo único que
hacía era un recurso para algo ya superado porque una cosa es el peronismo en
el avance de los trabajadores en el año ´45 a escala mundial, y otra cosa es el
peronismo de Menem, los Kirchner, De Vido o los demás que no atraen a nadie.
No coincide con la
realidad para los más viejos y no gana a los más jóvenes, la mística
cristinista tampoco porque si bien presenta gente ahora que no tiene problemas
judiciales por corrupción, ella tiene pendientes una serie de juicios que no
son solamente hechos ad hoc para encarcelarla contando con jueces amigos, sino
que es una realidad porque nadie puede ocultar que salió millonaria de un gobierno
y que bajo su gobierno se hicieron enormes negociados y que buena parte de los
que ahora están con Macri estaban con ella y siguen haciendo lo mismo.
Es una oposición que
no se opone, que no es alternativa, que solamente habla de la alternancia, entonces
no puede atraer mucho. Quizás en los sectores más organizados y más obreros de
la Provincia de Buenos Aires y el Conurbano, pero en el resto del país no y
tampoco en el resto de la provincia de Buenos Aires. Así que desgraciadamente
creo que hay Macri para unos cuantos años más. Macri además se tragó a una
parte del centro derecha, como los socialistas de Santa Fe y a la UCR.
M.H.: Yo creía que
íbamos a tener un breve paso del PRO por el gobierno pero confieso que de a
poco me voy desengañando. De todas maneras creo que ese giro de Cristina en los
últimos 15 días diciendo “yo nunca fui kirchnernista siempre fui peronista”
tiene que ver con una táctica de intentar atraer ese 4 o 5% de los votos de
Randazzo que eran los que le estaban faltando para vencer al PRO en la
Provincia de Buenos Aires.
¿Cómo ve a la
izquierda?
G.A.: El FIT ganó votos en forma importante como en Jujuy donde
no solamente hay campesinos, hay trabajadores de ingenios, en zonas obreras que
se enfrentan con una oligarquía desenfrenada y brutal desde siempre, tiene una
polarización social y donde hay tradiciones de izquierda, desde los años ´50,
organizaciones sindicales, una escisión de izquierda del Partido Socialista
tenía una fuerte influencia en todo el norte; está recogiendo no lo que sembró
el FIT sino lo que hizo la historia, aparte de la acción del FIT que sin duda
ha sido importante, sobre todo los militantes locales que no están controlados
por los centros y, por lo tanto, tienen mucha más iniciativa y son mucho más
inteligentes incluso.
El FIT no creció
mucho, ni siquiera consiguió los votos del 2013, creció con respecto a las PASO
y eso es importante pero no consiguió ni siquiera lo que planteaba desde el
punto de vista electoral, por ejemplo, un diputado nacional en la CABA, aunque
estuvo cerca, más en otros sectores de las provincias; creció en algunos
centros obreros que habían sido reprimidos por el kirchnerismo como Las Heras
en Santa Cruz, en una provincia gobernada por el kirchnerismo, también en donde
tiene un buen trabajo como Chubut, pero no creció demasiado como podría haber
crecido si hubiera hecho una política mucho más socialista y anti capitalista y
mucho menos electoralista.
El electoralismo, “más
diputados obreros” o “frenemos el ajuste” le atribuye a las instituciones un
papel que no tienen y se olvida que los obreros no son solamente votantes ni
productores, son seres políticos. Ni una palabra sobre el anticapitalismo, ni
una palabra sobre qué sociedad se quiere o se propone para el futuro, ni una
palabra sobre lo que sería el socialismo hoy.
Además, el FIT estaba
en ciertos sectores de la clase media, sobre todo en el estudiantado, bastante
afectado por sus políticas erróneas respecto de la situación internacional, su
política ultra sectaria frente a Cuba y Venezuela, su incomprensión del
problema del imperialismo le causa problemas también.
Desde el punto de
vista político a la izquierda la veo estancada, porque si consideramos
izquierda el grueso que es el FIT hace una mezcla de sindicalismo de clase y
electoralismo, pero no hace educación política para una alternativa anti
capitalista, en lo más mínimo, la palabra capitalismo, socialismo, las
explicaciones sobre qué es el capitalismo, sobre el porqué de las cosas todo
eso desaparece en la prensa y en la actividad del FIT.
Es una actividad
electoral buena pero electoralista. Y en el Parlamento no descuellan por sus
propuestas positivas favorables a los trabajadores sino más bien por la
posición en las discusiones inter burguesas. La izquierda yo la veo en una necesidad
enorme de renovación cultural y política, sin una eliminación definitiva de un
sectarismo que impide trabajar juntos aun manteniendo diferencias importantes,
a los que están más o menos en una misma tendencia, no va a avanzar nunca. El
movimiento obrero internacional era pluralista, en los sindicatos no se le
preguntaba a la gente qué pensaba, no se pueden hacer sindicatos de gente
“pura” que solamente está de acuerdo con uno. Y no se puede desconocer que se
puede trabajar y avanzar mucho en lo político, en lo sindical, en todos los
terrenos, con compañeros que son de origen diferente, por ejemplo, que
confiaban en Cristina o que aún lo hacen y que deberán hacer su propia
experiencia. Hay que tener una escalera hacia eso, no poner las nubes por arriba
esperando que den el salto y lleguen.
El problema es a mi
juicio grave, porque no hacen una actividad cultural, me podrán decir que el
PTS publica sobre Trotsky y eso está muy bien, pero es una parte absolutamente
mínima de la actividad cultural, que debe ser todos los días explicar el porqué
de cada cosa para ir haciendo una obra pedagógica cotidiana en las fábricas y
en todos los lugares. No es que a los obreros nos les interese el porqué de los
problemas internacionales o de los problemas económicos, es que hay que
explicarlo de una manera clara y entendible ligado a experiencias, cosa que
lamentablemente no hace la izquierda argentina. En su momento los socialistas y
los anarquistas a principios del siglo pasado abrían bibliotecas, centros de
difusión, hacían conferencias sobre problemas culturales; entraron a discutir
todo para oponer una concepción de la vida ante la concepción que impone el
capitalismo todos los días, no veo una izquierda que quiera hacer eso.
M.H.: Aprovecho que se
incorporó al programa Matías Eskenazi para completar lo que nos quedó pendiente
en la ultima comunicación, analizar la situación que se vive en Cataluña
G.A.: En Cataluña el grave problema es que hasta ahora la
dirección del proceso es nacionalista, el proceso catalán es legítimo desde el
punto de vista de la autodeterminación, pero es una traba tremenda para
conseguir los aliados indispensables en el resto de España, para conseguir el
apoyo de la izquierda española. Esa izquierda española por otro lado, es muy
timorata, no se ha movido, salvo en Bilbao con los vascos que también tienen
problemas de autonomía y donde hubo movilizaciones muy importantes, no se han
movido por el derecho de los catalanes a la autodeterminación, que es un
derecho democrático para todos.
Se corre el riesgo con
el dominio nacionalista del proceso en Cataluña, de desarrollar otro
nacionalismo contrapuesto, el nacionalismo español en primer lugar, el
nacionalismo de los opresores en vez de desarrollar una posición socialista
hacia una federación ibérica socialista de naciones, pero una república
socialista no una república burguesa como la que quieren hacer en Cataluña. Eso
limita bastante.
La lucha ahora está en
un nivel muy claro, los catalanes rechazan y repudian la represión de Rajoy,
éste recurre como Franco a la represión del Estado para imponer la idea de una
España única, con el apoyo de un sector de derecha de la intelectualidad y la
pequeña burguesía. La izquierda catalana no se diferencia suficientemente,
tiende a pegarse a los nacionalistas. No busca suficientes apoyos en otras
autonomías, en Galicia, en Andalucía, en el País Vasco, ofreciendo una
alternativa socialista que les permita también superar los regionalismos. No
hay una elaboración para una independencia, no plantea para qué quiere la
independencia la izquierda, si simplemente para entrar a la Unión Europea y ser
un paísito subordinado al gran capital o luchar por una república socialista
futura arrastrando al resto de España y encontrando así aliados en Francia y en
otros países de Europa.
No tiene alternativas,
ofrece simplemente la legítima reivindicación del derecho a la
autodeterminación, que debe ser defendido, por supuesto, no se puede ser
progresista ni socialista si no se defiende el derecho a la autodeterminación
de las naciones, pero ahí empieza el problema, no termina.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233343
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