Revolución
Rusa II
29 de octubre de 2017
Los bolcheviques
lograron la mayoría en los soviets obreros y de soldados-campesinos de toda
Rusia en todos los centros principales del país exigiendo “¡Pan, paz y tierra”,
consignas que se oponían a la política del gobierno de continuar la guerra y
postergar la reforma agraria hasta el fin de aquélla. En la revolución de
Octubre por eso no se disparó un solo tiro. La toma del palacio de Invierno fue
un golpe de Estado. Los bolcheviques simplemente ocuparon un vacío ya que el
gobierno no gobernaba nada y el congreso de los
soviets, por amplísima mayoría, se hizo cargo del poder.
Por Guillermo
Almeyra.
La revolución rusa de febrero 1917 fue una revolución de
todas las clases y de las naciones oprimidas por la autocracia zarista. Fue
democrática y libertaria en todos los campos y hasta las orquestas abolieron
sus directores. Fue una ola de fondo que hizo que los bolcheviques, que habían
sido la parte mayor y más activa de la actividad revolucionaria clandestina, se
sorprendieran al quedar en minoría en los Soviets porque la revolución puso en
marcha incluso a las capas menos politizadas y menos activas de la población,
removiendo a toda la sociedad.
Pero la evolución fue rápida y masiva pues los obreros desconfiaban
de una burguesía reaccionaria y que había servido al Zar y establecieron un
doble poder confiando en que los Soviets dirigidos por los socialistas
reformistas y defensitas vigilasen y controlasen al gobierno provisorio
burgués. Pero ya en abril -ante la continuación de la guerra- empezaron a
exigir con enormes manifestaciones que los Soviets se hiciesen cargo del poder.
En junio-julio los bolcheviques obtuvieron la mayoría en los sindicatos, los
comités de fábrica, los soviets, la guarnición de Petrogrado y hasta en las
municipalidades de los barrios obreros.
Lenin llegó en abril del exilio e hizo suya la consigna de
Trotsky de todo el poder a los Soviets de obreros y soldados (hasta entonces,
los bolcheviques de la capital seguían a regañadientes las consignas de apoyo
condicionado al gobierno de su diario Pravda, dirigido entonces por Kamenev y
Stalin, recién liberados de su exilio siberiano). Precisaron así, exigiendo un
poder de los trabajadores, su consigna de “¡Paz inmediata sin anexiones!” y,
con gran realismo, modificaron su propuesta sobre la tierra, exigiendo la
expropiación de los terratenientes y la entrega de la tierra a los campesinos.
A este respecto, vaya esta anécdota: Le hicieron notar a Lenin que esa era una
consigna de los Socialistas Revolucionarios y que hasta el día anterior
proponía otra cosa y éste respondió “ayer era más tonto que hoy”. Nadie más
tenía tanta capacidad de aprender.
Por su parte, en las naciones asiáticas oprimidas por el
Zar ruso (en las que no existía una diferenciación de clases y en la misma Ucrania
campesina con apenas un rudimento de burguesía comercial), nadie comprendía la
concepción menchevique de que, dado que la revolución era democrático-burguesa,
la burguesía debía participar en el poder. En cambio, la línea de los
bolcheviques era muy clara. Por eso éstos ganaron apoyo entre los tártaros y
otras nacionalidades musulmanas o no cristian as
ortodoxas, que odiaban la represión gran rusa y la imposición de la Iglesia
ortodoxa prozarista.
Las diversas revoluciones campesinas y nacionales se
unieron así a la revolución obrera y, bajo la bandera de un gobierno socialista
de los trabajadores, los campesinos y las nacionalidades oprimidas se lanzaron
a conquistar sus objetivos democráticos de independencia, restitución de las
tierras a los trabajadores y paz inmediata sin anexiones.
Entre junio y julio los bolcheviques lograron la mayoría
en los soviets obreros y de soldados-campesinos de toda Rusia en todos los
centros principales del país exigiendo “¡Pan, paz y tierra”, consignas que se
oponían a la política del gobierno de continuar la guerra y postergar la
reforma agraria hasta el fin de aquélla. En la revolución de Octubre por eso no
se disparó un solo tiro. La toma del palacio de Invierno fue un golpe de Estado.
Los bolcheviques simplemente ocuparon un vacío ya que el gobierno no gobernaba
nada y el congreso de los soviets, por amplísima mayoría, se hizo cargo del
poder.
El partido bolchevique, fortalecido y renovado por el
ingreso de la organización de Trotsky y sus compañeros y por la de miles de
obreros, era un partido con intensa vida interior en la que se formaban
mayorías y minorías y muchas veces Lenin formaba parte de estas últimas. En la
dirección de los Soviets estaba aliado con los mencheviques internacionalistas
y con los Socialistas Revolucionarios de izquierda, los cuales se negaron a
entrar en el Consejo de Comisarios del Pueblo (ministros). Sólo la guerra civil
iniciada por la derecha contrarrevolucionaria y apoyada por las tropas de 14
países que invadieron Rusia obligó al partido a suprimir momentáneamente la
existencia de tendencias. El monolitismo y el marxismo-leninismo son
invenciones stalinistas posteriores a la muerte de Lenin.
La Revolución de Octubre dirigida por los bolcheviques,
con Lenin y Trotsky a la cabeza, sacó a Rusia de su régimen medieval y del
despotismo asiático, la desarrolló y democratizó. Eso impidió que Rusia se
convirtiese en una semicolonia francoinglesa, cambió al mundo e hizo posible
que, pese a los daños terribles para la sociedad y sus fuerzas armadas
resultantes de la degeneración stalinista, la Unión Soviética
aplastase al nazismo y evitase al mundo un régimen de esclavitud.
El proletariado ruso, sobre todo en Petersburgo y
particularmente en el sector metalúrgico, estaba compuesto por obreros
calificados, capaces de iniciativa y voraces lectores. La guerra civil lo
dispersó en todos los frentes de lucha y los claros que en las fábricas dejó su
ausencia fueron llenados por mujeres, mucho menos instruidas, y por campesinos.
Éstos eran analfabetas en su gran mayoría y el país, como
otros países asiáticos, jamás había tenido una experiencia democrática ni
conocido la libertad.
Las raíces de la burocratización, que Lenin y Trotsky
intentaron combatir en el último período de vida del primero, tienen en ese
atraso y en la escasez resultante de la guerra civil, sus factores más
potentes. Ellos llevaron a la degeneración posterior del partido y al triunfo
de Stalin, “el más brillante de los mediocres”. La guerra mundial y la guerra
civil, que acostumbraron a millones de personas a ver horrores y a acatar
mandos y la necesidad de improvisar administradores y técnicos a partir de
gente con formación muy elemental, hicieron el resto.
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article15343
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