Reseña del libro
"México Desahuciado.
Dependencia, régimen político y luchas
populares",
de Adrián Sotelo Valencia
Un análisis de la crisis
del
capitalismo contemporáneo
concretado en el caso de México
26 de octubre de 2017
Por Javier García Ramírez (Rebelión)
México Desahuciado. Dependencia, régimen político y luchas
populares del Dr. Adrián Sotelo
Valencia es la tercera parte conclusiva de una trilogía compuesta por México (re)cargado: Dependencia,
neoliberalismo y crisis y México (des)cargado: Del Mexico´s
moment al Mexico´s disaster, en esta obra se analiza la crisis del
capitalismo contemporáneo, concretizando en el caso de México, siguiendo la
temática en torno a la respuesta popular que tiene la sociedad ante los altos
niveles de pobreza, precarización laboral, marginación, violencia y represión
por parte del Estado mexicano y de la burguesía nacional e internacional, todo
esto dentro del enfoque de la teoría de la dependencia.
¿Qué es la dependencia?
Ruy Mauro Marini en Dialéctica de la
Dependencia nos dice: […] “ La dependencia, entendida como una
relación de subordinación entre naciones formalmente independientes, en cuyo
marco las relaciones de producción de las naciones subordinadas son modificadas
o recreadas para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia. El
fruto de la dependencia no puede ser por ende sino más dependencia” […]1
Sobre este eje se señala una de las
características que la teoría de la dependencia expone sobre los países
dependientes y es, que a diferencia de los países coloniales, estos tienen una
independencia política formal frente a los países imperialistas, sin embargo,
como se aprecia incluso cotidianamente, esta “independencia política formal”
está desapareciendo, dejando a México en el abierto neocolonialismo y la
profunda dependencia.
¿Cómo es que la “independencia política formal”
se ha ido perdiendo?
Cómo se lee en el segundo apartado del libro
–La coyuntura del México desahuciado- es el agotamiento de la Industrialización por
Sustitución de Importaciones y la crisis de la deuda externa lo que impone al
neoliberalismo como patrón de reproducción de capital en México, la caída en el
precio del barril de petróleo en 1981 de 35 dólares a menos de 20 dólares,
terminó con la euforia del boom
petrolero, la tan esperada
“administración de la abundancia” nunca llego; y por si fuera poco, las tasas
de interés internacionales comenzaban a aumentar peligrosamente para la deuda
mexicana, la tasa Libor
entre 1977 y 1981 paso de 5.87% a 16.79%, mientras que la tasa Prime se
incrementó en los mismos años de 6.82% a 18.87%.
Durante este periodo, el gobierno mexicano
comenzó a solicitar nuevos créditos para pagar los intereses de los viejos
prestamos, en su intento por liquidar la deuda comenzó un proceso de
endeudamiento acelerado, un círculo vicioso que concluyó con el envió de un
telex a Nueva York en el que se informaba que ya no se podía cubrir el servicio
de la deuda del siguiente mes, así, el 22 de agosto de 1982 el Secretario de
Hacienda, Jesús Silva-Herzog Flores, pidió una prórroga de 90 días para pagar
los intereses de la deuda pública que acumulaban más de 91,000 millones de
dólares.
En un plan más que estratégico: los bancos
–mayoritariamente estadounidenses- cerraron las líneas de crédito hacía México. La negociación y el
pago de la deuda implicarían –al igual que en gran parte del mundo- legalizar e
institucionalizar la superexplotación de la fuerza de trabajo y el saqueo de
sus recursos naturales, intentando negar y cancelar la viabilidad de la
existencia de naciones enteras como es hoy el caso de Grecia. Los programas de
austeridad y ajustes macroeconómicos son una primera forma de traspasar los
costos de la crisis hacia los trabajadores y la sociedad en general de los
países subdesarrollados, sacrificando el bienestar de millones de personas;
justamente como diría Michel Camdessus, director del FMI, en 1988 en París: “Los países
deudores deben continuar con sacrificios porque sin ajustes no habrá financiamiento”.2
El saldo de la privatización lo podemos
dividir de la siguiente forma, en ramas productivas, servicios públicos e
infraestructura:
1.
Ramas productivas: telecomunicaciones, transporte, fertilizantes,
petroquímica, minería, siderurgia y automotriz.
2.
Servicios públicos: agua, basura, vivienda, educación,
distribución de alimentos, distribución de energía, seguridad pública (policía
y cárceles), salud y seguridad social, ahorro y servicios financieros, cultura
y entretenimiento, transporte y comunicación.
3.
Infraestructura: espacios públicos, radio, puertos, aeropuertos,
televisión, carreteras y satélites de telecomunicaciones.3
Lo anterior es una historia bastante similar a
la que nos explica Adrián Sotelo en el apartado: México en el umbral de la crisis
mundial del capitalismo: Caída en los precios internacionales del petróleo,
alimentos y materias primas -que vuelven inviable la reprimarización de la
economía- y un aumento desproporcionado de la deuda externa.
Con la imposición del neoliberalismo, la economía nacional se
especializó en un patrón de acumulación de capital manufacturero exportador dependiente
basado en un régimen de superexplotación del trabajo y precariedad laboral que
hoy tiene síntomas de agotamiento, pero que como mencione anteriormente la
caída en los precios de alimentos como el maíz, azúcar, café y materias primas
tales como el petróleo, la plata, la soja y el níquel…imposibilitan la
reprimarización.
Ante la profunda y estructural crisis en México,
el régimen político –independientemente de si en él predominan a nivel federal,
estatal o municipal partidos de derecha, centro o izquierda- acentúa su guerra en
contra de nuevas formas de producción autogestivas y comunitarias que no entren
en su dinámica de producción de plusvalor, formas que de ninguna manera son
representadas por el institucionalismo priista, panista, perredista, morenista…ni
por algún partido de la derecha o de la izquierda bien portada. Por lo que las
verdaderas alternativas y luchas surgen desde el abajo popular.
En México las luchas no han sido únicamente anticapitalistas, sino
luchas en contra de cualquier tipo de explotación, marginación, exclusión,
invasión, saqueo y en general hacía cualquier agresión contra la vida y las
relaciones comunitarias que son ancestrales en estas tierras.
Es por eso que, hoy en día no es de extrañar
que las luchas sigan y se agudicen al mismo tono de la ofensiva del capital
contra todo el pueblo mexicano. La Coordinadora Nacional
de Trabajadores de la Educación (CNTE) y las escuelas normales rurales -hoy más
visibles por la masacre y desaparición ejercida contra los normalistas de la escuela Raúl Isidro
Burgos- son
al menos dos movimientos de entre miles, que reavivan
la lucha de clases en todo el país, estas luchas prometen avivarse y
acrecentarse con las elecciones presidenciales del próximo 2018 en el país,
además del aumento de la represión y la política imperialista y genocida de
Donald Trump, que incentivan luchas
que claramente están contra todo el régimen de superexplotación que ha
mantenido y sostenido por décadas el orden actual que sostiene al régimen
político y a los capitales nacionales y extranjeros, recordándonos que –a decir
nuevamente de Marini-: La lucha contra la superexplotación es la lucha contra
la dependencia, y: “su
liquidación supone necesariamente la supresión de las relaciones de producción
que ella involucra.”4
Es decir una lucha verdaderamente
anticapitalista.
Bibliohemerografía
Excélsior. 29 de octubre de 1988.
García Ramírez, Javier. La fuerza de trabajo mexicana en el
capitalismo contemporáneo: La ventaja comparativa de la superexplotación.
1982-2014. Tesis de
licenciatura en Economía. UNAM. 2016.
Marini, Ruy Mauro. Dialéctica de la dependencia. Ed. Era. México. 1977. P.p. 18.
Notas:
3 Javier García Ramírez. La fuerza de trabajo mexicana en el
capitalismo contemporáneo. La ventaja comparativa de la superexplotación.
1982-2014. Tesis de
licenciatura en Economía. UNAM. 2016.
Javier García
Ramírez es investigador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Faculta
de Economía de la UNAM, México.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=233294
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