Declaración del Encuentro por
la Defensa de las aguas del sur austral
de Chile y la Patagonia argentina
12 de octubre de 2017
Los problemas relacionados con el agua se han
originado principalmente como consecuencia de los impactos depredadores de las
industrias energéticas y extractivistas, involucradas también en el
acaparamiento de tierras y aguas."
"Difundamos la
esperanza con la valentía de nuestras acciones, especialmente
comunitarias"
Luis Infanti, obispo de Aysén
Luis Infanti, obispo de Aysén
Reunidas y reunidos en la localidad de Curaco
de Vélez, en el Encuentro por la Defensa de las Aguas realizado en la Escuela Superior
Campesina durante los días 5, 6 y 7 de octubre de 2017,
convocado por la
Asociación Nacional De Mujeres Rurales e Indígenas, Anamuri,
declaramos:
Como organizaciones de base de Anamuri y
CLOC-Chile, junto a organizaciones amigas y aliadas en la defensa de los
territorios, así como con las organizaciones base del Movimiento Nacional
Campesino e Indígena MNCI de Argentina, creemos que los problemas relacionados
con el agua se han originado principalmente como consecuencia de los impactos
depredadores de las industrias energéticas y extractivistas, involucradas
también en el acaparamiento de tierras y aguas.
Las políticas estatales de Chile y Argentina,
así como en diversas regiones del Cono Sur, no tienen límites a favor de los
intereses de sectores empresariales y transnacionales, a costa de la
depredación y explotación de los territorios. El ataque en contra de fuentes
elementales de la naturaleza, que son indispensables para la existencia y la
sostenibilidad de los ecosistemas, viola sistemáticamente nuestros derechos con
respecto al medio ambiente, culturas, economías locales, bienestar social e
incluso, atenta contra el derecho a la vida. Las industrias forestales y celulosas,
pesqueras y acuícolas, petroleras, fracking,
minería, energía y agroindustria, apoyadas por amplias redes de corrupción
política, intervienen el aparato público de los estados para saquear y reprimir
a quienes se levantan para defender el interés colectivo, en clara oposición y
protesta contra ese modelo de desarrollo.
También denunciamos la proliferación del plan
para la Integración de la
Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que involucra
ampliamente a Chile y Argentina, como una iniciativa geopolítica militar de
conectividad, que favorece a las transnacionales y facilita el transporte para
el negocio de las materias primas saqueadas desde los territorios. Este plan
involucra: ingeniería para la infraestructura vial, telecomunicación y energía,
por medio de corredores bioceánicos sin fronteras, con dineros de arcas
públicas y que se relacionan directamente con la explotación de la naturaleza.
A escala local, señalamos las graves consecuencias
que están enfrentando las diversas comunidades del Archipiélago de Chiloé,
donde predomina un clima templado marítimo lluvioso que destaca por la enorme
riqueza en biodiversidad ecosistémica, reconocido nacional e
internacionalmente, con importantes reservas de agua contenidas en turberas y
pomponales de gran magnitud e importancia biológica, y por tanto, social. De
esta manera, vemos con preocupación y alerta, cómo la depredación de la
vegetación y alteración de suelos a causa de la explotación de la naturaleza,
la contaminación provocada por la industria salmonera, la pérdida del bosque
nativo, la extracción del pompón y la devastación de numerosos humedales y
mallines, vienen causando en amplias zonas una grave escasez hídrica,
intensificada por la introducción de monocultivos de especies exóticas como
pinos y eucaliptus. Todo esto amparado en mecanismos jurídicos y políticos como
son las concesiones para exploración y explotación minera y las declaratorias
de zonas de desarrollo energético, mayoritariamente para beneficio de la
instalación de mega parques eólicos que tienen por objetivo la exportación de
energía y que en nada benefician el buen vivir de los habitantes de este
territorio.
Frente a este cruel escenario, reafirmamos
nuestro compromiso con la defensa de los territorios y las aguas, de mar a
cordillera, con mayor unidad, y convocamos a los sectores urbanos y rurales que
se han mantenido indiferentes frente a estas realidades, a reaccionar y sumarse
a las diversas acciones e iniciativas para poner freno a la expansión del
saqueo extractivista, capitalista y neoliberal. Debemos exigir y ejercer con
más fuerza nuestros derechos colectivos y nuestra oprimida autodeterminación,
para lo que es indispensable asumir los siguientes desafíos:
- Fortalecer los procesos de resistencias
territoriales de las diversas expresiones sociales, con mayor articulación y
solidaridad, y recuperar la minga como práctica de identidad, apoyo y
aprendizaje entre pueblos y comunidades, para proyectar formas de organización
con construcciones horizontales, igualitarias, participativas y de respeto.
- Poner fin a las aberrantes políticas de
criminalización implementadas por los estados contra quienes defienden los
territorios o recuperan tierras acaparadas por empresas y latifundistas
colonialistas. Exigimos a su vez la liberación de las y los presos políticos y
el fin a la implementación de la Ley antiterrorista contra causas y protestas
sociales, como ocurre contra el Pueblo Mapuche, y denunciamos las políticas represivas
coordinadas e impulsadas en Chile y Argentina.
- Reivindicar el agua como bien común de los
Pueblos y levantar con más fuerza nuestras propuestas de vida basadas en formas
de economías cuya base sea el respeto entre personas y con la naturaleza. Y luego
recuperar nuestra soberanía alimentaria y cultural.
- Revitalizar en todo aspecto los territorios,
recuperando el saber ancestral y campesino, forjando agroecología, exigiendo la
implementación de nuestros derechos económicos, sociales y culturales establecidos
en los estándares internacionales.
- Derogar de una vez por todas el Decreto Ley
701 sobre fomento forestal y exigir el fin a toda asignación estatal para
promover monocultivos de pinos y eucaliptus; y revertir la expansión minera,
petrolera, de energía, de monocultivos industriales y cambiar las normativas
que juegan a su favor.
- Promover e incidir en la recuperación de
ecosistemas indispensables para el desarrollo de la vida; respetar y proteger
los lugares sagrados de significación cultural y genética, también consagrados
en normas locales e internacionales.
Asumimos estos desafíos como parte de nuestros
propósitos de vida, abriendo caminos para seguir encontrándonos, construyendo y
creando fuerza social y popular.
¡GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA
ESPERANZA!
UNIDOS EN LA DEFENSA DE LA VIDA
JUNTOS Y JUNTAS PODEMOS ENFRIAR EL PLANETA
JUNTOS Y JUNTAS PODEMOS ENFRIAR EL PLANETA
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Declaracion_del_Encuentro_por_la_Defensa _de_las_aguas_del_sur_austral_de_Chile_y_la_Patagonia _argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario