Entrevista a Joaquín
Miras Albarrán sobre Praxis
política y Estado republicano. Crítica del republicanismo liberal
“El estalinismo no es sino la teoría de élites habitual,
compartida por todas ellas”
30 de octubre de 2017
Por Salvador López Arnal (Rebelión)
Entre otras muchas cosas, algunas de ellas recordadas y comentadas en anteriores conversaciones aquí publicadas, Joaquín Miras Albarrán es miembro-fundador de Espai Marx y autor de Repensar la política y Praxis política y estado republicano.(...)
La mayor, la más potente tradición de pensamiento revolucionario de
Esa es, por lo demás, nuestra ventaja,
Un segundo elemento característico es el que tú señalas. Como persona de formación filológica siempre he sabido que el pensamiento, la escritura, toda obra, se enmarca en grandes tradiciones históricas. Dobles, las sociales y las literarias. Esto estaba ya descubierto en el marxismo, lo sabía y lo elaboraba Lukács, que estudia al joven Hegel, o que elabora una teoría de la génesis histórica de la estética desde una teoría de la génesis histórica de la civilización, la filogenética, las pinturas rupestres o el «arte sin mundo» neolítico, las cenefas y motivos geométricos de los vasos campaniformes, que no poseen organicidad, etcétera, y la ontogenética, la vida cotidiana y el pensamiento cotidiano – capítulo primero de su Estética- de cada sociedad histórica. Y Lukács defiende el valor de los legados literarios. Lo sabía Ernst Bloch, por ejemplo, su Thomas Münzer, teólogo de la revolución, o su otra obra que ya hemos citado, Avicena y la izquierda aristotélica, o la obra suya sobre la tradición del derecho natural. O Antonio Gramsci, que polemiza y se apropia de la tradición neohegeliana italiana y de la obra de Hegel. Que tiene tan clara la existencia de tradiciones, de las continuidades de las tradiciones intelectuales, en relación con el marxismo, con la filosofía de la praxis, que declara que el manual de historia de la literatura escrito por Francesco de Sanctis es la historia de la literatura de la filosofía de
Bueno, pues yo soy un marxista que se puso a leer los clásicos de la gran tradición, en cuya estela, la de la izquierda aristotélica, «aviceno averroísta»,
Me obligas a una aclaración final. Te cito: "...era no otra concepción política que la que aplican las fuerzas de izquierdas ahora, aunque pretenden marcar distancias entre la teoría de elites que ellas propugnan y la de aquél, denominando la teoría de elites pasada como «estalinismo»". ¿A qué fuerzas de izquierda te estás refiriendo? ¿Hablas de IU? ¿De Cataluña en común? ¿De Podemos?
Mi crítica es general: porque no existe fuerza política que no tenga como finalidad la representación institucional. Asumo aquí sin más lo que dice Cornelius Castoriadis en La ciudad y las leyes, respecto de la democracia representativa: el reproche que se le puede hacer es que, simplemente, destruye
Por lo demás, ahora, en la izquierda, y entre comunistas marxistas, aquí y allá, ha comenzado a plantearse el debate sobre cómo generar auto organización popular, y, en consecuencia, cómo ayudar a cambiar las cosas. Ojalá los aparatos no logren agostar estos elementos nacientes.
Que tu deseo se cumpla. Entramos en,
"La tradición política grecolatina", página 102 de tu libro Copio tu
resumen: "Este legado se fundamenta en una onto antropología, en una
metafísica y filosofar sobre el ser humano que es antagónica con la sostenida
por el liberalismo y por las variantes neo republicanistas en él fundamentadas;
la variante onto antropológica del individualismo antropológico y la acción
racional". Sobre él te pregunto.
Cuando quieras.
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