Judicialización de la protesta o
cómo aleccionar a las y los que luchan
25 de octubre de 2017
A raíz de acercarse a
un desenlace el conflicto que mantuvieron las trabajadores de limpieza con la
facultad de derecho y la universidad del Comahue (UNCO), ANRed dialogó con Mariano Pedrero -abogado
de las trabajadoras en el proceso judicial que atraviesan- quien, además de
actualizar el estado de situación de las causas penales contra las
cooperativistas, nos brindó una caracterización de un mecanismo coercitivo de
las patronales que se consolidó de un tiempo a esta parte: la judicialización
de la protesta.
Por ANRed. Fotos: medios /archivo.
Mariano Pedrero es
abogado de causas laborales y luchas de trabajadores y trabajadoras, está
relacionado con Fasinpat-Zanon, allí dio sus primeros pasos en la profesión con
apenas 24 años (recién llegado de Buenos Aires donde vivió, estudió y se
graduó), se fogueó en la abogacía en ese proceso lento y laborioso de
consolidación de la salida obrera a la crisis de la ceramista más importante de
la capital neuquina.
Actualmente, colabora
con sindicatos docentes como UNTer y ATEN-capital, y es el defensor de las
trabajadoras y trabajadores de limpieza precarizados, en conflicto con la Universidad Nacional
del Comahue (UNCO), en colaboración con la abogada Victoria Nafo.
¿En qué momento te acercaste a las trabajadoras de limpieza? ¿Cómo
dieron con vos?
Las compañeras de
limpieza, y el grupo de estudiantes que se solidarizó en su apoyo, me convocaron
en una primera etapa del conflicto (hace dos años), el cual se resolvió con la
inclusión de las compañeras a sus tareas de limpieza, tras conformar una
cooperativa.
Cuando el contrato con
la universidad venció, el conflicto se disparó nuevamente con las pérdidas de
sus puestos de trabajo, lo que impulsó a las trabajadoras a la toma de medidas
de fuerza y se recrudeció con las respuestas represivas que impulsó el decanato
y el rectorado de universidad, con una denuncia penal contra las trabajadoras y
un estudiante y la judicialización de la protesta. En este
contexto me volvieron a convocar, para trabajar junto a la abogada Victoria Nafo , quien ya venía
trabajando con las trabajadoras y los estudiantes.
¿En qué consistió concretamente esa respuesta represiva del
decanato?
Con la justicia
federal, el juez Greca, procesó a las trabajadoras y a uno de los estudiantes
-que venía acompañándolas desde un principio-, por usurpación y coacción
agravada.
La coacción agravada
es un mecanismo muy usado en la época de Onganía, que implica una amenaza, que
no se agota en la amenaza, sino que tiene un fin para que un funcionario
público haga o deje de hacer una cosa. Es una amenaza que busca condicionar a
una persona, cuando esa persona es un funcionario público, se convierte en
coacción agravada.
Esta figura tiene un
pena altísima, de hasta diez años de prisión, y es una figura con un contenido
altamente reaccionario, porque se utiliza siempre como contra cara al derecho a
la protesta.
Vos pensá en esto: si
hay una protesta, con cierto peso, un poco de ruido, con medidas de presión,
reclamando por puesto de trabajo o porque se destrabe un conflicto, los jueces
pueden dar vuelta el paño y marcarla como una amenaza dirigida a un funcionario
público y pueden encuadrarlo como coacción agravada.
En este último tiempo hemos notado un aumento de la utilización de la figura de coacción agravada para empezar a criminalizarla protesta. Así como a
fines de los ‘90 o principios de los 2000, se empezaba a utilizar la figura
del corte de ruta, porque los métodos de la gente en la protesta iban por
ese lado, se utilizaba esa guadaña sobre los trabajadores. Hoy, se implementa
esta figura
de coacción agravada para
contener la protesta social. Esto es gravísimo, porque no se distingue bien y
se cercena directamente el derecho a protestar y reclamar frente a la
autoridad.
En este último tiempo hemos notado un aumento de la utilización de la figura de coacción agravada para empezar a criminalizar
Esta denuncia
particular recae sobre todas las compañeras de limpieza que estaban implicadas
en el conflicto, que formaban parte de la cooperativa (trabajadores y trabajadoras),
tres de ellos de hecho no participaron de la protesta y fueron sobreseídos;
pero se incorporó a Ángel, que es un estudiante que venía dando una mano y
quedaron todos procesados.
Con Victoria apelamos esta resolución, fuimos a la Cámara Federal de Roca,
y la Cámara desestimó la aplicación de la figura de coacción agravada, entendió
que eso no correspondía, pero dejó latente el delito de usurpación. Así que, en
este momento, no están procesados, está desestimada la figura de coacción
agravada, pero queda todavía el delito de la usurpación.
¿Cómo van a enfrentar esta segunda acusación?
La usurpación nunca
existió. Nunca hubo usurpación, lo que había era una permanencia de las
compañeras dentro de su lugar de trabajo, reclamando por sus puestos de
trabajo. Esto no es usurpación: no hubo despojo, no hubo violencia y no estaban
desarrollados todos los elementos que caracterizan el delito de usurpación.
De todas maneras esa
permanencia ya cesó, porque hace unos días atrás se firmó un acuerdo, después
de que hubiera una intervención muy importante de la CTA de Río Negro y el
conjunto de los estudiantes, enfrentando de alguna manera al nuevo decano que
es Ponce de León (que junto a un sector pequeño de estudiantes intentó por la
fuerza desalojar a las compañeras), hubo una reacción muy buena, muy fuerte,
que abrió una mesa de negociación –que era lo que las compañeras reclamaban-,
se logró destrabar el conflicto garantizándoles un puesto de trabajo, aunque no
dentro del ámbito de la universidad, pero sí dentro de la esfera del Estado en
el sistema educativo provincial de Río Negro.
Claramente hubo
sectores de la universidad que aprovecharon el conflicto para escalar
posiciones, para ubicarse políticamente, el año que viene hay elecciones en la universidad. Pero
de todos modos hay que decir que ninguno de los sectores en pugna quiso ofrecer
una solución a las compañeras: tendrán sus diferencias internas, pero tienen un
gran acuerdo que es mantener la tercerización y la precarización laboras para
las trabajadoras de limpieza dentro de la UNCO.
Esta situación se da
no solamente en Roca, sino que se da en otros puntos de la universidad. Lo
que desnudó este conflicto es la precarización laboral que existe en la
universidad pública, es ahí donde todos los sectores se ponen nerviosos y
ninguno quiere dar respuestas ni una solución de fondo.
En este sentido el
conflicto tiene gran importancia, porque desnuda esta situación y esperemos que
pueda ser retomado por otros trabajadores y trabajadoras a la hora de reconocer
y luchar por mejoras en sus condiciones laborales. Otro punto a tener en cuenta
es ver qué van a hacer estos sectores de la universidad, cuando el año que
viene se vote el presupuesto universitario y tengan que rediscutir los
contratos por la limpieza: a ver si los van a precarizar o si van a empezar a
respetar el convenio colectivo de trabajo que rige en las universidades
públicas y que impide esta precarización laboral.
¿Cómo respondieron a esos grupos que buscaron victimizar a la
gestión de la universidad, frente al conflicto económico y el recorte
presupuestario?
La UNCO, en tanto
empleadora, no es víctima de nada. De hecho continúan con la precarización de
otros trabajadores y trabajadoras en otros asentamientos, que realizan el
trabajo de personas que tendrían que estar en la planta permanente de la
universidad: porque el servicio de limpieza forma parte esencial para el
desarrollo de funciones de una facultad; no puede haber una facultad que no
esté limpia, con lo cual los trabajadores y las trabajadoras que realizan esa
tarea –que es un trabajo tan digno como cualquier otro-, deben requerir las
condiciones de cualquier otro trabajador y deben pertenecer a la planta
permanente, que ingrese por concurso o por los mismos caminos con los que
ingresa cualquier trabajador docente o no docente a la facultad. Entonces ,
la universidad no es víctima de nada, las víctimas -en todo caso- son las
trabajadoras de limpieza que, además de estar precarizadas, estuvieron a punto
de perder sus trabajos.
Espero que a partir de
esta lucha, los sectores kirchneristas de la universidad que empiezan a
denunciar las reformas laborales de Macri, tengan la sinceridad y no sean
cínicos, y reconozcan que puertas adentro de la universidad hay trabajadores
precarizados, en los claustros docentes, no docentes, en los claustros
estudiantiles. Muchos de estos sectores, que intentaron posicionarse
victimizando a la universidad, argumentando que el ajuste venía de Macri y ‘no
había nada que hacer’, tienen que saber que sí hay que hacer y lo que hay que
hacer es enfrentar al ajuste y pasar a todos los trabajadores de la universidad
a planta permanente.
¿Cuáles son los pasos a seguir para dar un cierre definitivo a
este conflicto?
En estos días estamos
presentando el acta acuerdo al que se llegó, de hecho hubo una instancia de
mediación, hubo una instancia de acuerdo, con lo cual no tiene ningún sentido
avanzar con una causa penal. De todas maneras seguiremos demostrando que no hubo
delito de usurpación, que se trató de una permanencia de las compañeras, por lo
cual tampoco desde este punto tiene sentido que continúe la causa.
En este sentido las
autoridades se comprometieron a no continuar el conflicto por la vía legal y a
colaborar con la no judicialización de la protesta, así que vamos a presentar
esta argumentación y a solicitarle al juez que no procese a las compañeras y
compañeros, que deje sin efecto la causa que no tiene ningún sentido.
Esta perspectiva puede
madurar, salvo que el juez Greca lo que esté intentando sea una especie de
ejemplificación, que mantenga la causa un poco para aleccionar a las compañeras
y otro poco para enviar un mensaje al resto de los trabajadores y trabajadoras,
que no sería raro por el clima político que estamos viviendo en nuestro país.
En ese sentido y llegado el caso, lo enfrentaremos no sólo por la vía legal,
sino como venimos haciendo con el apoyo de la comunidad educativa, del
movimiento estudiantil, con la movilización.
¿Cómo se explica esta actitud de parte de la
justicia?
Hay una doble
intencionalidad en la justicia para poner en acción un mecanismo de control de
la protesta: por un lado, busca golpear a las compañeras por luchas en defensa
de sus puestos de trabajo y, por otro, aleccionar al resto de los trabajadores
cuando se moviliza para reclamar por lo que le pertenece o por lo que cree que
es justo, lo que se le viene no es una solución sino una causa penal. Es un
intento de control social para mantener el estatus quo, para evitar que la
gente reclame por sus derechos, esa es la pelea que permanentemente hay que
estar dando: no es una cuestión solamente jurídica, si no se está apoyado en la
organización, en la movilización y la lucha, la justicia avanza, avanza y
avanza.
¿Cuál es el resultado al que aspiran como defensa?
Lograr el
sobreseimiento y que la causa se caiga es siempre un paso adelante para las
peleas que se vienen.
Estamos en un momento
muy complicado con varios presos políticos en nuestro país: los Qom, Milagro
Salas, los mapuces. Venimos de una terrible represión, desaparición y asesinato
de Santiago Maldonado, y toda la polémica que intentan instaurar para hacer
zafar las responsabilidades que tiene la gendarmería y, en el gobierno de
Macri, a Patricia Bullrich.
Es una pelea a dos
puntas: por un lado tratar que ningún compañero más tenga una causa encima y
lograr la libertad de todos los compañeros que se encuentran detenidos y que
son presos políticos; y, por el otro, buscar el castigo de la represión, buscar
el castigo de aquellas personas que permanentemente pegan con balas de goma y
gases, y que -entre otras cosas- acaban de asesinar a Santiago Maldonado. Me
parece que son dos movimientos que van de la mano para fortalecer las luchas
del campo popular y los trabajadores.
http://www.anred.org/spip.php?article15320
No hay comentarios:
Publicar un comentario