Por Alí Ramón Rojas Olaya (Rebelión)
Nada de ¡Gracias, Obama, por darle la libertad
a Oscar López Rivera!, no señor, nada de eso. Lo que debemos decir es, ¿Por qué
esperaste tanto, Obama, para darle la libertad al héroe independentista
boricua? ¿No pediste perdón a la humanidad? ¿Cómo está tu conciencia?
Para entender quién es y por qué estuvo 36 años preso Oscar López
Rivera debemos abrir la historia el 15 de febrero de 1898 cuando Estados Unidos
puso una bomba en su buque Maine frente a La Habana como pretexto para iniciar
una guerra contra España culpando a ésta de la explosión. El 12 de
mayo la Armada de Estados Unidos bombardeó a San Juan de Puerto Rico. Esta
guerra culminó el 10 de diciembre con la firma el Tratado de París con el que
Estados Unidos se adueña de Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico a cambio de 20
millones de dólares. En esos días el líder puertorriqueño Eugenio María de
Hostos, uno de los pedagogos más importantes del Caribe por luchar hasta su muerte
por la liberación de todas las Antillas, dijo: “Sentí por ella y con ella su
hermosura y su desgracia. Pensaba en lo noble que hubiera sido verla libre por
su esfuerzo, y en lo triste y abrumador y vergonzoso que es verla salir de
dueño en dueño sin jamás serlo de sí misma”.
No es la primera vez que un presidente estadounidense “tiene un
buen gesto”. Bill Clinton en 1999 le ofreció a Oscar López Rivera un indulto
condicional: darle la libertad en 10 años sólo “si se portaba bien”. Obviamente
Oscar se negó. Este presidente demócrata ya había revelado en 1994 que el
Departamento de Energía había realizado experimentos con radiación en seres
humanos “inferiores”, es decir, puertorriqueños y demás latinoamericanos, sin
el consentimientos de estos.
En 1931 la Fundación Rockefeller financió investigaciones
para "estudiar la anemia en Puerto Rico". Para tal fin el Dr.
Cornelius P. Rhoads inyectó a los anémicos del Hospital Presbiteriano de San
Juan células de cáncer y elementos radiactivos.
Una de estas víctimas fue Pedro Albizu Campos, amigo de los
líderes independentistas Subhas Chandra Bose de La India y Éamon de Valera de
Irlanda. Fue apresado en distintas oportunidades por luchar por la
independencia de Puerto Rico a pesar de haber servido en el Ejército de Estados
Unidos durante la
Primera Guerra Europea (1914-1918). “El último libertador de
América”, como se le conoce, venía de estudiar ingeniería química en la
Universidad de Vermont y derecho en Harvard. Las secuelas de la radioactividad
que le infligieron en la cárcel fueron tales que sufrió un derrame cerebral en
1956, siendo trasladado al Hospital Presbiteriano de San Juan de Puerto Rico,
donde permaneció ingresado bajo una fuerte vigilancia policial. Cuando Estados
Unidos sabía que la radiación había logrado su cometido, le dan la libertad. Con todo
el cuerpo adolorido a causa de las llagas y un cáncer que lo consumió, muere en
Hato Rey el 21 de abril de 1965. En una ocasión dijo: “El valor más permanente
en el hombre es el valor. El valor es la suprema virtud del hombre y se cultiva
como se cultiva toda virtud y se puede perder como se pierde toda virtud. El
valor en el individuo es un supremo bien. De nada vale al hombre estar lleno de
sabiduría y de vitalidad física si le falta el valor. De nada vale a un pueblo
estar lleno de vitalidad, y de sabiduría si le falta el valor”.
Oscar López Rivera se integra a la lucha clandestina en favor de
la independencia de Puerto Rico en 1976 como miembro de las Fuerzas Armadas de
Liberación Nacional (FALN). En 1981 fue capturado por el FBI y condenado a 55
años, a pesar de haber estado en Vietnam. Más tarde le extendieron la sentencia
a 70 años por un supuesto “intento de fuga”. 12 años los pasó en aislamiento
total. Según el Protocolo I de la Convención de Ginebra de 1949 un prisionero
de guerra, como es su caso, “no puede ser juzgado como un criminal común, mucho
menos si la causa de tal procedimiento descansa en actos relacionados con su
participación en una lucha anticolonial”. Si algo le sobra a Oscar López Rivera
es valor para seguir luchando por la independencia de Puerto Rico.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221821
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