Llamado de lucha al 8 de marzo
de las mujeres del campo
28 de febrero de 2018
Las mujeres
campesinas, indígenas y negras organizadas en la Coordinadora
Latinoamericana de Organizaciones del Campo – CLOC/LVC,
llamamos a todas las mujeres y hombres a la movilización, acción y lucha en
este 8 de marzo de 2018, momento que viene a fortalecer la lucha feminista con
nuestras formas de resistencia, denuncia y enfrentamiento al capital y al
patriarcado, a lo largo de la historia de nuestro continente y donde las
mujeres del campo seguimos presentes para fortalecer la lucha de clase, que nos
permitan cambiar las desigualdades en el mundo.
América Latina vive
hoy la arremetida de la derecha en sus diferentes expresiones con los gobiernos
que representan los intereses de la clase dominante en cada uno de nuestros
países, las cuales son subordinadas y alineadas a las políticas neoliberales
impuestas por el imperialismo estadounidense; los espacios conquistado por los
pueblos de nuestra América con rebeldía y lucha de las organizaciones
populares, con intensa participación y protagonismo de las mujeres, ahora son
amenazadas y destrozadas por nuevas formas de Golpes suaves. Las mujeres
campesinas nos alzamos en defensa de la democracia real y representativa con
participación popular y en contra de los golpes jurídicos parlamentarios y
mediáticos.
Alzamos nuestras
banderas en defensa de la tierra, el agua, de los territorios, de las semillas
y de los bienes naturales, denunciando a las transnacionales del
agro-hidro-mineras que usurpan, envenenan nuestras tierras, matan nuestros
ríos, nuestras semillas criollas, destrozando toda la vida por donde pasan.
Hacemos un llamado especial a la defensa del agua, bien natural imprescindible
para la vida de los seres humanos, para la producción de alimentos y para la
vida del planeta. Agua que, en los últimos años, viene poniéndose en el centro
de los conflictos con los pueblos indígenas, campesinos, afro descendientes y
pescadores por la apropiación por parte de las empresas multinacionales que
pretenden privatizar y cercar nuestros ríos, lagos y nacientes, empresas que
asesinan a las luchadoras y defensoras del derecho de los pueblos al agua, como
es el caso de la lideresa hondureña Berta Cáceres. Así, nosotras mujeres del
campo decimos no a la Privatización del agua, el agua es un derecho humano.
El avance del
Neoliberalismo en el continente trae en sus entrañas el conservadurismo y el
Patriarcado, que aumentan la opresión, explotación y discriminación hacia las
mujeres, intensificando la trata de personas, así como la migración hacia otros
países para trabajos forzosos, precarios y vulnerables a las violaciones
sexuales y todas formas de violencia. Hay un aumento a la violencia física,
doméstica, abusos sexuales practicado contra las mujeres del campo y la ciudad. Por eso las
campesinas y campesinos reafirmamos nuestro compromiso permanente con la
Campaña de Basta de Violencia contra las mujeres y nos comprometemos en
enfrentar en el cotidiano esta violencia que aún persiste en las comunidades,
en las organizaciones y en el campo. Denunciamos la violencia que sufrimos las
mujeres en los conflictos sociales en el campo por la tierra, en las guerras,
por la militarización de nuestros territorios, por la minería y por el agro
negocio que viola y niega el derecho de las mujeres a vivir en el campo y de
organizarse y luchar por este derecho.
Llamamos a las mujeres
del campo a mostrar la importancia del trabajo de las mujeres campesinas,
indígenas, pescadoras para la garantía de la Soberanía Alimentaria ,
la promoción de la agroecología, la preservación de las semillas y la
biodiversidad y el significado de este trabajo para la vida en los territorios,
la economía local y del país, no podemos permitir que nos pongan en programas
focales asistenciales de atención a la pobreza y a la victimización de las
mujeres del campo.
Somos mujeres
campesinas, indígenas, y afro descendientes que hemos construido caminos de
esperanza y de liberación para las mujeres, luchando por el reconocimiento de
nuestro trabajo en el campo, fundamental para la sobrevivencia de la humanidad,
derechos a preservar y ser reconocidos nuestros modos de vida, nuestros
saberes, derecho a vivir en el campo, en nuestras tierras y territorio, derecho
a vivir sin violencia, derechos a construir Soberanía alimentaria y nuestro
feminismo campesino y popular.
Por eso, afirmamos y
defendemos los derechos que hemos conquistado y alcanzado con nuestra lucha y
abogamos por el reconocimiento y garantía de los derechos que forjamos en la
resistencia y prácticas cotidianas social e históricamente.
Contra el
Neoliberalismo y el Patriarcado
Mujeres campesinas se
alzan en la lucha!!
Sin feminismo
No hay socialismo!!
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